9/27/2025

CDMX, con el mayor número de carpetas de investigación contra mujeres por abortar

 

De acuerdo con la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCDMX) muestran que entre abril de 2007 a junio de 2024 se llevaron a cabo 277 mil 268 interrupciones legales del embarazo (ILE) en el sector público del país y de ellos el 68% ocurrieron en la capital.

De acuerdo con GIRE, la criminalización del aborto afecta a todas las mujeres que, bajo diferentes razones y circunstancias, tienen un embarazo no deseado y deben llevar a cabo un aborto fuera de la ley, continuar con el proceso o enfrentar maltrato por parte del personal de salud cuando solicitan el servicio estando dentro del marco legal. No obstante, quienes llevan a cabo la interrupción son las más señaladas y afectadas, por ello, la organización apuntó que es necesario conocer quiénes, cuántas y las circunstancias en las que ocurre la criminalización.

A través de varias solicitudes de información dirigidas a autoridades de procuración e impartición de justicia de la Ciudad de México para conocer las denuncias, juicios, sentencias y personas en prisión por abortar, encontraron diversos patrones contrarios a estándares internacionales. Los hallazgos dan cuenta que, pese a la despenalización parcial en 2007, las mujeres continúan siendo criminalizadas lo que implica un desgaste físico, económico y emocional, así como repercusiones en su vida personal.

Otros datos presentados en el informe «Maternidad o castigo. Hacia la despenalización del aborto en México» señalan que entre 2015 y 2022, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) documentó 945 carpetas de investigación en la capital del país. A esto se suman las 412 carpetas registradas entre 2021 y 2025. Según esta información, la Ciudad de México sería una da las cuatro entidades que concentran el 56% de carpetas de investigación por el delito de aborto a nivel nacional.

A nivel nacional se encontró que existen 68 personas en prisión preventiva por el delito de aborto, de las cuales 14 son mujeres y 4 acontecieron en la Ciudad de México. Las ocasiones en las que se ejerció la acción penal para abrir la investigación fueron 412, donde 145 eran mujeres y 52 sucedieron en la capital (43 aborto forzado y 9 con consentimiento), encabezando así esta etapa de una investigación junto con Coahuila.

En cuanto al número de sentencias por el delito de aborto fue de 142 en México (99 condenatorias y 15 absolutorias), es decir, cuando se emite el fallo, de los cuales 32 se emitieron contra mujeres, diez de ellas sucedieron en la capital (2 mujeres, 7 hombres y un de la que se desconoce el sexo).

CIMAC Foto: Arantza Díaz

Aunque GIRE señala que los datos sobre la Ciudad de México se relacionan con su densidad de población también especifica que la despenalización parcial bajo plazos establecidos o razones especificas dan cabida a la apertura de carpetas de investigación. Por ello, señalaron que la única manera de eliminar la criminalización es con la despenalización total y que el único medio por el que sea regulado fuera a través del ámbito salud.

Para la organización, mientras el aborto permanezca en los códigos penales como un delito, la criminalización continuará, ya que contribuyen a reforzar el control, vigilancia y estigmatización hacia las mujeres. Por ejemplo, promover que sean denunciadas, imponer barreras significativas para obstruir el acceso al servicio o limitar su autonomía y derechos reproductivos. «Es por ello que el sistema punitivo no debe elegirse como vía para regular un servicio de salud como el aborto», sentenció GIRE.

«Eliminar el aborto de los códigos penales es fundamental para descartar procesos penales y erradicar la criminalización social y la que sucede al interior de los servicios de salud. La penalización de este servicio incumple con la obligación del Estado de respetar, proteger, garantizar y promover el derecho a la salud, pues desincentiva su prestación. Es por esto que lograr materializar la despenalización total del aborto en México sería un hito histórico que marcará un antes y un después en la lucha por la justicia reproductiva» -Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE)

Cabe recordar que cuando el aborto está legalmente restringido o no, la probabilidad de que una mujer se someta a este procedimiento es la misma. En cambio, penalizarlo conlleva a abortos inseguros y peligrosos que causan morbilidad o mortalidad al no contar con personal calificado y condiciones higiénicas adecuadas.

Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que, en países restrictivos, 3 de cada 4 abortos se practicaron en condiciones inseguras, mientras que el Estados donde ya es legal 9 de cada 10 abortos se practican de forma segura.

Ciudad de México, la puerta que dio paso a la despenalización en el país

El 24 de abril de 2007, se aprobó la reforma legal que despenalizó el aborto hasta las 12 semanas de gestación por la entonces Asamblea Legislativa del Distrito Federal. En dicha reforma se especificó que, las mujeres podían abortar de manera voluntaria hasta las doce semanas de gestación, además de poder contar con servicios gratuitos, seguros, informados y libres de discriminación.

Esto significó un logro para las mujeres y más tarde, se confirmó con la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) cuando resolvió la Acción de Inconstitucionalidad 146/2007 en el que dejó firme la posibilidad de interrumpir el embarazo de manera voluntaria. Sin embargo, ha tomado más de una década para que el resto de las entidades del país se unieran y modificaron sus legislaciones. 

En septiembre de 2021, el Máximo Tribunal resolvió la Acción de Inconstitucionalidad 148/2017 en la que declaró inconstitucional la criminalización absoluta del aborto y se pronunció en favor de garantizar el derecho de las mujeres a decidir sin enfrentar consecuencias penales. Esta decisión sentó un precedente clave respecto del derecho a la autonomía reproductiva en el país.

Además, la SCJN resolvió la Acción de Inconstitucionalidad 54/2018 en la que estableció que las instituciones de salud deben contar con personal suficiente para garantizar el acceso efectivo a la ILE y que la objeción de conciencia no puede invocarse cuando la vida o la salud de la persona usuaria estén en riesgo.

Posteriormente, en 2023, el Amparo en Revisión 267/2023 declaró la invalidez total de los Artículos 331 y 332, así como de porciones normativas de los Artículos 330, 333 y 334 del Código Penal Federal, al considerar que vulneraban los derechos humanos de las mujeres reconocidos en la Constitución. Este fallo también estableció que las instituciones federales de salud tienen la obligación de proporcionar servicios de aborto en todo el país y que las entidades deben modificar sus Códigos.

Otro de los avances fue que se determinó que las instituciones de salud deben contar con personal suficiente y capacitado para garantizar el acceso efectivo a la ILE. En febrero de 2025, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) emitió el Acuerdo que garantiza la aplicación del procedimiento para la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) que, por primera vez, garantiza la aplicación de dicho procedimiento en sus unidades médicas.

Hasta este 2025, ya son 23 entidades federativas donde el aborto está despenalizado, ellas son: Baja California, Baja California Sur, Chiapas, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Coahuila, Colima, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco, Veracruz, Yucatán, Zacatecas.

En México ¿Cuántas entidades han despenalizado el aborto en 2025? – cimacnoticias.com.mx

«El acontecimiento», autobiografía de un aborto clandestino en tiempos de prohibición

Annie Ernaux es una escritora y profesora de literatura moderna francesa de 84 años de edad. En 2022 recibió el Premio Nobel de Literatura en reconocimiento de sus obras, las cuales no solo se basaron en momentos específicos de su vida, sino también muestra reivindicaciones sociales. De esta forma, se convirtió en la 17° mujer en ganar el premio en esta categoría.

El acontecimiento es una historia que se sitúa cuando Annie asiste al Hospital Lariboisière para una revisión médica, pues sospecha que tiene una enfermedad. Cuando el doctor le notifica que sus exámenes dieron negativo, sintió alivio, pero se da cuenta que vivió ese momento de la misma forma que en 1963 cuando un doctor le confirmó que estaba embarazada siendo ella una estudiante.

En aquella época, Annie cursaba la carrera de Filología lejos de su hogar, específicamente en la Universidad de Ruan, capital de Normandía en Francia. Aunque no tenía una relación formal con nadie, sí mantenía relaciones sexuales a principios de octubre con un estudiante de Ciencias Políticas a quien había conocido en vacaciones. Al finalizar el mes, la escritora ya se había separado del estudiante y cuando le hizo saber de su decisión, felicitó la acción dejándola en el abandono por completo en el proceso.

Annie reconstruyó su historia gracias a pequeñas anotaciones en su diario personal. A través de su obra, Annie describe el motivo que la llevó a tomar la decisión, el camino para encontrar quien le practicara el aborto, los intentos de la sociedad por detenerla hasta las complicaciones que tuvo en el proceso: «llevo años dándole vueltas a este acontecimiento en mi vida. Cuando leo en una novela el relato de un aborto, me sumerjo en una emoción sin imágenes ni pensamientos, como si las palabras se transformaran instantáneamente en una sensación violenta.», escribe en su novela.

La escritora es una de millones de mujeres en el mundo que han tenido que abortar desde la clandestinidad ante la falta de servicios para hacerlo de forma segura y cuya historia quedó guardada en el silencio hasta que escribió sobre ella cuando en Francia dejó de ser un delito. No obstante, a más de 60 años en que Annie experimentó «el acontecimiento», el panorama se mantiene para algunas regiones del mundo.

Estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinaron que cada año ocurren 73 millones de abortos en todo el mundo. El 61% de los embarazos no son deseados y de ellos solo el 29% se interrumpen voluntariamente, no obstante, el 45% de los abortos se realizan en condiciones peligrosas y el 47% de esta práctica ocurren en países en vías de desarrollo como América Latina y África.

Según apunta la OMS, el aborto es seguro cuando se práctica con las condiciones adecuadas, personal médico capacitado y bajo los métodos recomendados. La problemática llega cuando a una mujer, que desea interrumpir el embarazo, se le niegan la prestación de servicio oportunos, seguros, asequibles, de calidad, respetuosos, no discriminatorios y a una distancia razonable.

En consecuencia, puede verse afectada su salud al tener que recurrir a métodos clandestinos y poco seguros. Cada año, entre el 4.7% y el 13.2% de las muertes maternas se deben a un aborto peligrosos. Otras estimaciones de la organización apuntan que cada año se atienden en los hospitales 7 millones de mujeres para atender las complicaciones de un aborto peligroso, pero la cifra podría ser mayor en los países en vías de desarrollo.

Pese a las restricciones en diferentes Estados donde no se permite el aborto bajo ninguna circunstancia o solo en situaciones diferenciadas lejos del derecho a decidir, la OMS señala que en países restrictivos 3 de cada 4 abortos se practican en condiciones inseguras, mientras que en países donde ya es legal, 9 de cada 10 abortos se realizan de manera segura.

Cuando el aborto está legalmente restringido o no, la probabilidad de que una mujer se realice este procedimiento es la misma. Su prohibición no se traduce en menos abortos y más natalidad. En cambio, penalizarlo conlleva a abortos inseguros y peligrosos que causan morbilidad o mortalidad al no contar con proveedores calificados y condiciones higiénicas adecuadas.

El camino hacia la despenalización en Francia

En la década de los sesenta del siglo XX, el aborto era considerado un delito, ya que en 1920 se instauró una ley que prohibía la anticoncepción y el aborto. De acuerdo con el artículo “Mi cuerpo es mío. La constitucionalización del aborto en Francia y México”, fue hasta 1975 cuando Francia se convirtió en uno de los primeros países en Europa en despenalizar la interrupción del embarazo.

La entonces ministra de Salud, Simone Veil, promovió su legalización hasta la décima semana de embarazo, de esta manera nació la Ley Veil y en 2022, se creó una reforma para extender el límite hasta las 14 semanas de embarazo. Un año antes de la despenalización, Simone Veil señaló que la ley tenía como objetivo “poner fin a una situación de desorden y de injusticia y aportar una solución mesurada y humana a uno de los problemas más difíciles de nuestro tiempo”, refiriéndose a la práctica de abortos clandestinos que provocó la muerte de miles de mujeres ante la falta de servicios seguros.

Veil también impulsó una ley para promover los subsidios otorgados en relación con la guardería, denominado coloquialmente “de huérfanos” para ser referencia a las hijas e hijos de madres autónomas. El proyecto apeló por las pensiones de maternidad y las condiciones de préstamo para las parejas jóvenes, no obstante, una minoría solicitó la revisión de la normativa y se determinó que se respetaba la libertad de las personas para terminar con el embarazo por razones justificadas sin violar algún principio de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Debido a la regresión de derechos humanos que se vivió en Estados Unidos cuando en 2023 se revirtió la jurisprudencia para reconocer la libertad reproductiva llamada Ley Roe vs Wade que permitía a las mujeres abortar en el paso. Gracias al fallo Dobbs vs Jackson Women’s Health, la Suprema Corte consideró que la Constitución Federal no contemplaba el derecho al aborto, ya que no se desprendía de la interpretación histórica de este documento el cual se construyó a través de una visión conservadora.

Ante este panorama, en 2024, durante el gobierno de Emmanuel Macron se incluyó la especificación de “la libertad garantizada para interrumpir el embarazo” en la Constitución de Francia. Esto permitió visibilizar que, los derechos reproducidos de las mujeres podrían ser amenazados bajo cambios jurisprudenciales regresivos. La iniciativa se aprobó por el Congreso de Francia en Versalles con 780 votos a favor, 72 en contra y 60 abstenciones.

Los 80 años de la ONU y el rol de mujeres en la Declaración Universal de los Derechos Humanos

 

En el marco de su 80 aniversario, se vuelve fundamental destacar y reconocer a las mujeres que participaron activamente en su creación, como una manera de conmemorar y celebrar un legado histórico que sigue vigente.

Adoptada el 10 de diciembre de 1948, tras los devastación que dejó la Segunda Guerra Mundial, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, fue el primer acuerdo internacional que reconoció derechos y libertades fundamentales. Su propósito era garantizar que toda persona pudiera vivir con dignidad, igualdad, libertad, justicia y paz, y por primera vez los países acordaban proteger estos derechos de manera universal.

Sin embargo, aunque la Declaración establece la protección de derechos universales, la igualdad de género no habría sido posible sin la intervención de mujeres que defendieron su inclusión en el texto. Gracias a ellas, el principio de igualdad de género quedó consagrado como un derecho irrenunciable.

Eleanor Roosevelt, quien fuera Primera Dama de los Estados Unidos entre 1933 y 1945, se convirtió en una figura central del proceso. En 1946, el presidente Harry S. Truman la nombró delegada ante la Asamblea General de la ONU. Roosevelt fue la primera Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos y su influencia fue decisiva en la redacción de la Declaración.

Durante un período de creciente tensión entre el Este y el Oeste, Roosevelt utilizó su prestigio y credibilidad para guiar el proceso de redacción hacia un resultado exitoso. Su capacidad de negociación, su firme compromiso con los derechos humanos y su visión estratégica fueron reconocidos en 1968, cuando recibió póstumamente el Premio de las Naciones Unidas en la Esfera de los Derechos Humanos.

Entre 1947 y 1948, la india Hansa Mehta fue la otra mujer delegada ante la Comisión de Derechos Humanos. Defensora incansable de los derechos de las mujeres, tanto en su país como en el plano internacional, Mehta logró que el artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos cambiara la frase:

“Todos los hombres nacen libres e iguales” por “Todos los seres humanos nacen libres e iguales”, un ajuste que fortaleció la igualdad de género de manera explícita.

Otra de las mujeres que tuvo una participación crucial fue Minerva Bernardino, diplomática y líder feminista de la República Dominicana. quien participó activamente en las deliberaciones sobre la inclusión de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en el preámbulo.

Junto con la brasileña Bertha Lutz y la uruguaya Isabel de Vidal, defendieron con determinación la inclusión de los derechos de las mujeres y la no discriminación sexual en la Carta de las Naciones Unidas, que en 1945 se convirtió en el primer acuerdo internacional en reconocer la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.

Por otro lado, Begum Shaista Ikramullah, delegada de Pakistán ante la Tercera Comisión de la Asamblea General, participó en 81 reuniones examinando el proyecto de la DUDH en 1948. Su enfoque se centró en la libertad, la igualdad y la libre elección, e impulsó la incorporación del artículo 16 sobre igualdad de derechos en el matrimonio, como una herramienta para combatir el matrimonio infantil y forzado, un problema aún muy presente en su país y en la región.

Bodil Begtrup, danesa, presidió la Subcomisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer en 1946 y más adelante la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer en 1947. Luchó porque los derechos se expresaran como “toda persona” en lugar de “todos los hombres”. Además, propuso incluir los derechos de las minorías en el artículo 26 sobre educación, aunque sus ideas fueron consideradas demasiado adelantadas para la época.

Marie-Hélène Lefaucheux, francesa y presidenta de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer en 1948, logró que el artículo 2 incluyera la prohibición de discriminación sexual. Gracias a su trabajo, el texto final establece: “Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”.

Evdokia Uralova, de la República Socialista Soviética de Bielorrusia, fue Relatora de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer ante la Comisión de Derechos Humanos en 1947. Se destacó por defender la igualdad salarial para las mujeres, logrando que el artículo 23 reconociera: “Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual”. Además, junto con Fryderyka Kalinowska, de Polonia, y Elizavieta Popova, de la URSS, resaltó los derechos de las personas que vivían en territorios no autónomos.

Lakshmi Menon, delegada de la India ante la Tercera Comisión de la Asamblea General en 1948, insistió en la reiteración de la no discriminación sexual a lo largo de toda la Declaración y defendió que el preámbulo incluyera la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. También rechazó el “relativismo colonial”, que buscaba negar derechos a quienes vivían bajo dominación colonial. Según Menon, si las mujeres y los pueblos colonizados no se mencionaban de manera explícita, no podían sentirse representados por la expresión “toda persona”.

Logro en riesgo

Aunque la Declaración fue redactada hace más de 70 años, sigue siendo un documento vital, pese a cambios sociales, políticos y tecnológicos que las y los redectores no pudieron prever.

Michelle Bachelet, ex Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ha señalado que la Declaración Universal de los Derechos Humanos ha pasado de ser una aspiración a convertirse en principios que atraviesan prácticamente todos los ámbitos del derecho internacional.

Sin embargo, ha señalado que este avance está amenazado, pues alertó sobre el debilitamiento de instituciones estatales que buscan garantizar la paz y el respeto de los derechos de las personas. También denunció que un número creciente de gobiernos y políticos socavan leyes y tratados en favor de intereses estrechos y nacionalistas.

“Nacemos libres e iguales, pero millones de personas en este planeta no siguen siendo libres e iguales a lo largo de sus vidas. Su dignidad es pisoteada y sus derechos violados a diario”, advirtió.

Hoy, al cumplirse 80 años de la ONU, resulta indispensable frenar los discursos conservadores que buscan erosionar los derechos, especialmente los de las mujeres. Reivindicar la Declaración es clave, no solo como símbolo histórico, sino como guía para seguir luchando contra la violencia y la desigualdad.

Por la «HERstory». Inteligencia artificial refuerza ausencia de mujeres en relatos históricos

 

La historiadora feminista, Aneli Villa Avendaño, durante el conversatorio Claves para pensar la historia de y desde las mujeres en los tiempos de la inteligencia artificial, organizado por el Museo de la Mujer, analizó si las plataformas de IA ofrecen información profunda y completa sobre la participación de las mujeres a lo largo de la historia.

Su investigación descubrió que al preguntar a un motor de búsqueda o a una IA por “mujeres en la historia”, las respuestas suelen limitarse a una lista breve y repetitiva, con las mismas diez figuras femeninas que se enseñan desde la educación básica. En contraste, al solicitar referentes masculinos, los resultados se multiplican, incluyendo hombres de distintos orígenes étnicos, clases sociales y contextos históricos.

La invisibilización también se refuerza en la generación de imágenes mediante inteligencia artificial, pues limita la diversidad de referentes femeninos y reduce las posibilidades de representación más inclusivas. Cuando se piden imágenes de personajes históricos, académicos o profesionales, los resultados tienden a privilegiar figuras masculinas, mientras que la presencia de mujeres aparece limitada o bajo estereotipos.

Estos sesgos no son accidentales, puesto que se explican por el tipo de datos que alimentan a las plataformas, los cuales son mayoritariamente eurocéntricos, coloniales y norteamericanos, por lo que en lugar de democratizar el conocimiento, los algoritmos reproducen prejuicios y estereotipos.

“En un mundo donde ya existe una sobrerrepresentación del relato masculino, lo que harán los algoritmos es ampliar esa sobrerrepresentación”, explica Viña

El problema no se limita a los sesgos, pues también está en la presunción de verdad que rodea a la tecnología. Igual que la historia positivista del siglo XIX atribuía a los documentos escritos la capacidad de contener “lo que verdaderamente ocurrió”, hoy se deposita en la IA una credibilidad casi absoluta, ya que la coherencia de sus respuestas, aunque no siempre verificables, genera la ilusión de objetividad.

A esto se suma la saturación informativa, ya que la sobreabundancia de datos crea la sensación de acceso ilimitado al conocimiento, pero también fomenta la superficialidad. En lugar de abrir nuevas perspectivas, la IA tiende a reforzar lo que los usuarios ya piensan, segmentando y encasillando visiones del mundo.

Frente a este panorama, Viña Avendaño hizo un llamado a no caer en la ingenuidad de pensar que la tecnología resolverá las brechas de desigualdad. La inteligencia artificial responde a las lógicas del capitalismo tecnológico y, como señala el investigador Aitor Jiménez, se inscribe en lo que él llama la Silicon Doctrine: una ideología que mezcla liberalismo, neoliberalismo y consumo, aplicada ahora al conocimiento.

El reto no es rechazar la IA, sino usarla con mirada crítica, pues se debe de cuestionar lo que omite, lo que repite y lo que sesga. No basta con acumular datos; es necesario reconstruir narrativas desde nuevas preguntas, colocar en el centro las experiencias invisibilizadas y sostener, como recomienda el feminismo, la sospecha permanente frente a las verdades establecidas.

La HERstory 

Durante décadas, la historia universal se narró en clave masculina, debido a que los hechos considerados relevantes, guerras, revoluciones y tratados tenían como protagonistas a los hombres. Las mujeres quedaban relegadas a lo privado y a la vulnerabilidad, fuera de los grandes relatos.

Fue en la década de 1970 cuando surgió una corriente que quiso romper con ese silencio: la herstory. Inspirada en los feminismos de la segunda ola, planteó algo radical para la época: reconocer a las mujeres como sujetas históricas. Sus impulsoras, como Robin Morgan o Kate Millett, buscaron recuperar biografías y aportes borrados de la historiografía tradicional.

Escritoras, políticas, activistas y científicas salieron de los márgenes y fueron integradas a la narrativa histórica, sin embargo, las críticas no tardaron. La mayoría de estas biografías correspondía a mujeres de élite, cultas o notables, lo que dejaba fuera a obreras, campesinas e indígenas, por lo que se advirtió que este enfoque podía quedarse en “añadir mujeres y revolver”, sin transformar las bases conceptuales del relato masculino.

A partir de ahí, otras corrientes ampliaron el panorama. La historia social comenzó a enfocarse en mujeres trabajadoras y en su papel en huelgas o luchas comunitarias. La historia política puso atención en la exclusión femenina de la ciudadanía, pero también en las formas en que las mujeres irrumpieron en la esfera pública. La historia cultural analizó símbolos, representaciones y normas que moldeaban lo que debía ser “una mujer” en cada época.

Estas corrientes aportaron matices, aunque persistía el riesgo de seguir tratando la historia de las mujeres como un capítulo aparte y no como un eje transversal de la historia general.

El cambio más profundo llegó con la historia feminista. Desde el marxismo, Silvia Federici mostró que la división sexual del trabajo fue clave en la consolidación del capitalismo y el patriarcado. Desde el posestructuralismo, Joan Scott propuso el género como categoría histórica capaz de explicar cómo se construyen y se sostienen las jerarquías sociales.

El giro fue radical, puesto que ya no se trataba solo de rescatar nombres olvidados, sino de analizar las estructuras de poder que producen esa invisibilidad. Se pasó de hablar de una “historia de las mujeres” a construir una “historia de género”.

Como escribió Gerda Lerner en La creación del patriarcado, lo femenino y lo masculino no son datos naturales, sino productos históricos. Esa mirada transformó la disciplina: mostró que el género no es un apéndice de la historia, sino un eje transversal que atraviesa todas las narraciones.

Directorio feminista de acompañantas para abortar de forma confidencial y segura

 

Decidir interrumpir un embarazo no es una decisión sencilla, como tampoco lo es llevar a cabo este proceso en varios estados del país, donde el aborto continúa siendo sancionado en los códigos penales. Para brindar calma y certeza las mujeres han creado redes, desde donde se acompañan unas a otras.

El aborto es un procedimiento que está cargado de mitos y estigmas, mismos que provocan temor entre las mujeres que lo vislumbran como una opción. Este miedo se incrementa en estados donde la interrupción del embarazo se continúa criminalizando, aún cuando en 2021 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró inconstitucional criminalizar el aborto, por lo que ninguna mujer debería ir prisión por decidir sobre su cuerpo.

CIMACFoto: Andrea Franco

Hay organizaciones que te brindan acompañamiento confidenial, seguro y gratuito si deseas interrumpir tu embarazo. Aquí te dejamos algunas de ellas:

Fondo María

El Fondo de Aborto para la Justicia Social MARIA surgió el 28 de mayo de 2009, luego de la legalización del aborto hasta la semana 12 en la Ciudad de México. Desde entonces brindan apoyo financiero, emocional y logístico a mujeres de todo el país que buscan interrumpir su embarazo

Sus teléfonos son:  800 832 73 11 / 55 52 43 50 54 

Con un horario de atención de Lunes a Jueves de 10 am a 4 pm

Sitio web: fondomaria.org

Las Libres

Organización feminista fundada en el 2000. Desde ese año brindan asesoría a mujeres y niñas víctimas de violencia, también acompañan a mujeres para que accedan a un aborto seguro.

Correos electrónicos: atencion@laslibres.org.mx / laslibres@laslibres.org.mxlaslibres@hotmail.com 

Sitio web: laslibres.org.mx

También puedes usar la APP informativa “Libres”, donde recibirás el primer acercamiento si buscas acceder a un aborto. Aquí puedes consultar el manual para poder descargarla

Red Compañera 

“Es un espacio de articulación regional de organizaciones, redes y colectivas feministas y lesbofeministas que acompañan a mujeres, niñas y a otras personas a abortar de manera segura, cuidada y libre de todas las formas de violencias. Son 21 grupas de 15 países de América Latina y El Caribe”, se lee en la descripción de la red. Entre los países donde se encuentra también está México

Si quieres recibir acompañamiento de Red Compañera escribe a: comunicaciones@redcompafeminista.org

Red Necesito Abortar

Conformada por un grupo de mujeres que brindan acompañamiento para que las mujeres vivan un aborto libre, seguro y tranquilo desde sus hogares. 

“Nos comprometemos en que cada acompañamiento se viva desde el respeto a la decisión de cada mujer, formando vínculos de confianza y compartiendo información verídica que pueda generar tranquilidad y seguridad a las mujeres en su proceso de aborto”, explican.

Puedes contactarlas por medio de su correo electrónico necesito.abortar.nl@gmail.com o a través de sus redes sociales:

Facebook Necesito Abortar México

Twitter @AbortarNecesito 

Instagram Necesito Abortar México

Fotografía: Cortesía Maricela Montero, miembra de la colectiva michoacana Incendiarias

Las Borders

Desde 2017, la organización brinda acompañamiento y asesoría a cualquier mujer que decida abortar en México y en otras partes de América Latina y el Caribe. 

“Buscamos promover la autonomía corporal, el empoderamiento, la sororidad, el respeto a la diversidad, y la constante reivindicación de nuestros Derechos Sexuales y Reproductivos”, destacan Las Borders.

Puedes escribirles al correo electrónico: lasborders@gmail.com o vía Facebook Las Borders – Acompañamiento de aborto seguro

Colectiva DECIDE

Desde Colima, este grupo brinda apoyo y acompañamiento a mujeres en la decisión de interrumpir su embarazo. 

Puedes contactarlas a través de: 312-113-1989 / 312-116-7883 / 312-107-3849

Facebook: Colectiva Decide 

Colectiva Bloodys y Projects

Es una red de mujeres surgida en Tijuana, Baja California, donde se difunde información sobre temas como aborto, menstruación, salud y educación sexual, violencia de género, y violencia médica hacia las mujeres.

El aborto y en específico el acompañamiento es uno de sus puntos clave. Si requieres acompañamiento escribe a abortoseguro.tj@gmail.com o comunícate al 5534458998

Las Centinelas

Otra red de acompañamiento a mujeres que han decidido interrumpir su embarazo de manera legal y segura. Para lograrlo la red recolecta medicamentos para abortar y capacita a acompañantes en Mexicali, Baja California.

Puedes contactarlas a través del correo centinelasredacompanamiento@gmail.com vía Facebook Las Centinelas, Red de Acompañamiento por el Derecho a Decidir o al número 686 345 57 58. 

Morras Help Morras

Además de ofrecer talleres sobre prevención de violencia obstétrica y derechos sexuales y reproductivos, la colectiva también acompaña a mujeres que desean interrumpir su embarazo

Puedes llamarlas al 449 148 6945 o encontrarlas en sus redes sociales:

Facebook Morras Help Morras

Twitter @helpmorras

Tú decides, ellas te acompañan.

¿Aborto?: Así actúa el misoprostol en nuestros cuerpos

 

Para entender todo esto, primero debemos saber cómo funciona el misoprostol. De acuerdo con Ipas México (una organización que trabaja a favor de los derechos sexuales y los derechos reproductivos de las mujeres), el miso es usado como medicamento abortivo junto con la mifepristona debido a que provoca contracciones en el útero y, al mismo tiempo, hace que el cuello uterino se agrande y se dilate. 

Ambos movimientos ayudan a eliminar el tejido gestacional (es decir, el producto del embarazo) y a expulsarlo poco a poco en forma de coágulos y sangrados. Por otro lado, estos movimientos son los mismos que experimentamos antes o durante los días de sangrado del ciclo menstrual. De ahí que, al tomar misoprostol, una mujer pueda sentir cólicos muy fuertes, aunque cabe destacar que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) —quien ha reconocido la efectividad y la seguridad del misoprostol—, la intensidad de estos dolores dependerá de diversos factores.

El misoprostol actúa directamente en nuestro útero provocando contracciones que pueden ser muy intensas. Fotografía: Pexels

Entre dichos factores se encuentran la dosis recomendada y la edad y el peso de quien toma el medicamento, así como las semanas de embarazo que presente. Respecto a esto último, Ipas México explica que el uso de misoprostol es más seguro y menos doloroso cuando se toma dentro de las 10 primeras semanas de embarazo. Cuando se toma entre las 11 y las 13 es mejor hacerlo con acompañamiento médico, pues pueden presentarse síntomas de gran intensidad debido al esfuerzo que hará nuestro cuerpo ante la presencia de más tejido gestacional.

Pero, más allá de los cólicos, los efectos provocados por el misoprostol pueden incluir vómitos, diarrea, náuseas, escalofríos y dolor de cabeza. Si decides abortar con misoprostol y presentas alguno de estos efectos, ¡no te alarmes tan pronto! Es algo común si tomamos en cuenta los otros usos del misoprostol en la medicina. ¿Sabes cuáles son?

¿Por qué el misoprostol provoca diarrea y otros efectos en nuestro sistema digestivo?

Incluso desde antes de emplearse como método abortivo, el misoprostol ha sido utilizado como tratamiento para las úlceras gástricas y pépticas, aquellas lesiones que aparecen en el interior del estómago o en la parte superior del intestino delgado.

Esto se debe a que el misoprostol inhibe la producción de ácido gástrico y aumenta la producción de moco y de bicarbonato para proteger el sistema digestivo. Además, disminuye la producción de peptina, una enzima relacionada con la acidez del estómago en el proceso digestivo. 

Cuando se utiliza como método para abortar, el misoprostol puede tomarse vía oral junto con la mifepristona o introducirse en nuestro organismo por el canal vaginal. En el primero de los casos —el más común—, la dosis usualmente aplicada según Ipas México consiste en tres tomas de cuatro pastillas cada tres horas. Al ser tomado en dosis altas, es común entonces que el miso tenga efectos notorios en el aparato digestivo como los vómitos y la diarrea, los cuales pueden intensificarse gracias a las contracciones uterinas. 

Aunque estos efectos son normales, de acuerdo con Ipas México, debes tener cuidado si la diarrea y el vómito —que pueden estar acompañados por una sensación de náusea— persisten después de 24 horas de haber tomado la última dosis de misoprostol.

Otras señales de alerta después de tomar el miso

Ipas México también te recomienda acudir con una médica o un médico si tienes sangrados muy abundantes durante una o dos horas después haber consumido misoprostol. Pero, ¿qué es abundante? La organización te recomienda tomar como referencia las toallas sanitarias “maxi” o para flujo súper abundante. Si llenas cuatro de ellas en un periodo de una a dos horas, entonces es una señal de alerta. De igual forma, si tienes un dolor abdominal intenso que no cede con el uso de ibuprofeno, es mejor que solicites atención médica.

Según lo analizado por diferentes especialistas en el artículo «Misoprostol como método de interrupción del embarazo, una alternativa económica», este dolor es de los más comunes entre las mujeres que utilizan el misoprostol para abortar. No obstante, si la molestia no desaparece con tomar un ibuprofeno para desinflamar, el dolor puede estar indicando un riesgo. Ipas México nos explica que una posible causa de este dolor persistente puede ser un embarazo ectópico —es decir, un embarazo fuera del útero que puede haberse implantado en las trompas de Falopio o en otra parte del aparato reproductivo—.

Aunque el dolor abdominal es normal tras la toma de misoprostol, si es incontrolable puede ser un síntoma de alerta. Fotografía: Pexels

Otras señales de que deberías ir al médico tras haber tomado miso son los escalofríos y la persistencia de fiebre por más de cuatro horas seguidas; también, un mareo muy intenso sin necesidad de que haya vómito o diarrea, desmayos y flujo vaginal con olor desagradable.

De igual manera, es recomendable acudir con la o el especialista si no hay sangrado después de que hayas tomado todas las dosis de misoprostol que te indicaron. También debes ir si tienes una reacción alérgica al medicamento como enrojecimiento, comezón o bloqueo de las vías respiratorias.

Recuerda que, de acuerdo con Ipas México, todos los síntomas no urgentes provocados por el miso desaparecen 24 horas después de la última toma. Únicamente persiste un sangrado leve o normal que se extiende hasta una o dos semanas después del aborto. O también puede presentarse un manchado irregular que dure hasta 4 semanas después del procedimiento.

Un consejo final

A pesar de tener toda esta información a la mano, recuerda que cada experiencia es diferente: ningún cuerpo reacciona de la misma forma que otro. Además, considera que siempre es preferible tener el acompañamiento de alguien (puede ser una experta o experto, tu pareja, un familiar o algún amigo cercano) para que pueda auxiliarte en caso de que sea necesario, pero también para darte cariño y soporte en un proceso tan complejo.

Por otro lado, mantenerte informada sobre qué es lo que pasará en tu cuerpo puede ayudarte a estar más tranquila y manejar la situación desde otro punto de vista. La mente es muy poderosa sobre nuestras sensaciones físicas, así que la tranquilidad de saber en qué consiste el procedimiento que te realizarás puede hacer el proceso menos doloroso o complicado. 

Finalmente, recuerda que siempre hay redes, expertas, expertos y organizaciones dispuestas a apoyarte. Acércate a ellas y aborta segura.

Solicitan tratar aborto como un tema de salud y no como un delito

 

La Ciudad de México es un caso emblemático en materia de derechos reproductivos. Aunque fue pionera en 2007 en despenalizar el aborto hasta las 12 semanas, aún lo mantiene tipificado como delito en su Código Penal. Este desfase entre la legislación sanitaria y la penal tiene consecuencias concretas: en 2025 la capital ocupa el primer lugar nacional con 146 investigaciones penales por aborto, afirmaron. Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), entre 2015 y 2024 el número de carpetas de investigación creció 42.7%.

Aunque hace 18 años el movimiento feminista logró despenalizar el aborto en la capital del país hasta las 12 semanas, este sigue regulado por el Código Penal. Esto significa que las mujeres aún pueden ser criminalizadas si no cumplen con el plazo o con las reglas establecidas.

“Incluir la interrupción legal del embarazo (ILE) en el Código Penal fue un error histórico. Las y los legisladores deben comprender que los servicios de salud no pueden ser regulados como crímenes”, comentó Sandra Karina Gaspar Martínez, médica ginecobstetra que ejerce en la Ciudad de México y en el Estado de México. “A pesar de que ya se despenalizó el aborto en algunos lugares, continúan existiendo barreras por el miedo que enfrentamos tanto el personal médico como las personas que requieren el procedimiento, a ser investigadas y criminalizadas”.

En conferencia de prensa, señalaron que esta situación ha tenido consecuencias devastadoras para las mujeres, para Blanca Estela Kempis Robles, cirujana y partera, advirtió que prohibir el aborto solo conduce a procedimientos peligrosos que obligan a las mujeres a arriesgar su vida porque muchas veces llegan a los hospitales con hemorragias y daños irreversibles.

De acuerdo con información de la Secretaría de Salud Pública, a través de sus Informes Semanales de Vigilancia Epidemiológica de Muertes Maternas, hasta la semana epidemiológica 38 de septiembre de 2025, la Ciudad de México se ubica como el cuarto estado con más casos de muerte materna y se detalló que las principales causas de defunción son: enfermedad hipertensiva, edema y proteinuria en el embarazo, parto y puerperio (15.5%); hemorragia obstétrica (13.4%); aborto (11.4%); y embolia obstétrica (5.2%).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la criminalización no reduce el número de abortos; al contrario, incrementa la mortalidad y morbilidad materna, además de limitar la capacitación del personal de salud para que los procedimientos se realicen de forma segura, oportuna y con un trato digno y libre de estigma.

En este sentido, la médica Joselyn Rivera subrayó que criminalizar el aborto es ignorar lo que viven las mujeres, recordando que México ocupa el primer lugar en natalidad adolescente dentro de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Según cifras del INEGI, en 2021 ocurrieron 147 mil 279 nacimientos en adolescentes de 15 a 19 años y 3 mil 019 en niñas menores de 15.

El hecho de que se siga criminalizando a las mujeres contradice lo estipulado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que en 2021 declaró inconstitucional sancionar a quienes interrumpen su embarazo, así como al personal de salud y acompañantes que las asisten. En 2023, además, se ordenó al Congreso eliminar el aborto del Código Penal Federal.

De izq a derecha: Dra Joselyn Rivera; Lic Guadalupe Monserrat Cárdenas; Dra Sandra Karina Gaspar; Dra Blanca Estela Kemis; Dra Marau Basilio

¿Cómo está el panorama a nivel nacional?

Durante la conferencia, se señaló que el avance en el país es profundamente desigual: ocho estados aún no han acatado las órdenes de la Corte y todos los códigos penales estatales siguen tipificando el aborto como delito. Esta situación ha generado un mapa fragmentado de derechos fundamentales, con barreras de acceso que ponen en riesgo la salud y la vida de niñas, mujeres y personas gestantes.

En Morelos, no se ha logrado la despenalización, sin embargo la SCJN ordenó a principios de septiembre a la gobernadora Margarita González Saravia y a los Servicios de Salud estatales implementar acciones inmediatas para garantizar el acceso al aborto legal, aun sin reformar el Código Penal.

En Tlaxcala, uno de los estados donde el aborto sigue penalizado salvo por causales específicas, el personal médico enfrenta miedo a la persecución judicial, ante el temor de ser denunciado por brindar atención, perder su licencia e incluso no poder salvar vidas. Así lo expresó Marau Basilio Roblero, ginecóloga obstetra de la entidad.

En Guanajuato, el pasado 5 de julio se rechazó nuevamente la despenalización del aborto. A diferencia del 29 de mayo, cuando la primera votación del pleno terminó en empate, en esta ocasión la diputada Luz Itzel Mendo, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), cambió su voto de último momento, lo que resultó en 19 votos en contra y 17 a favor. De este modo, las mujeres continúan sin poder decidir sobre su propio cuerpo en caso de un embarazo no deseado.

Barreras para el aborto

La especialista Gaspar Martínez señaló que, a pesar de la despenalización en 23 estados, continúan existiendo barreras, muchas veces derivadas del miedo tanto del personal médico como de quienes solicitan el procedimiento, al ser investigadas y criminalizadas.

El Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) denunció que el IMSS mantiene una norma interna que impone requisitos adicionales que obstaculizan el acceso al aborto durante las primeras 12 semanas de gestación.

En su informe “Maternidad o castigo. Hacia la despenalización del aborto en México”, GIRE reportó que en junio de 2023 interpuso un amparo contra esta norma, que antes aplicaba solo en casos de violación, pero que ahora se extiende a todos los casos. Entre los requisitos se incluyen: realizarse un ultrasonido, presentar una opinión jurídica, contar con la firma de dos testigos o incluso con una orden de un juez o agente del Ministerio Público.

Es por ello que las especialistas apuntan que tratar el aborto como un tema de salud implica reconocerlo como parte de la salud integral, con acompañamiento psicológico y sin barreras de acceso.

“El aborto seguro y acompañado por personal calificado no genera traumas; lo que genera trauma es negarlo o realizarlo en condiciones inseguras. Cuando se coloca el aborto en el foco de la salud, se salvan vidas y se brinda estabilidad emocional”, afirmó Guadalupe Monserrat Cárdenas Cruz, psicóloga de Michoacán.

“El crimen del padre Amaro”: película que expone riesgos para las mujeres por abortos inseguros

 

El filme se estrenó en un país profundamente conservador. A principios de la década de los 2000, hablar de sexualidad era un tabú y las mujeres que enfrentaban embarazos no deseados tenían nulas opciones legales y médicas, pues hasta ese momento ningún estado de la República había logrado despenalizarlo.

La historia, dirigida por Carlos Carrera y escrita por Vicente Leñero, sigue a Amaro (interpretado por Gael García Bernal), un joven sacerdote que llega a un pequeño pueblo para integrarse a la parroquia local. Allí conoce a Amelia (Ana Claudia Talancón), una mujer vinculada con las actividades de la iglesia católica y en las que dedica casi todo su tiempo.

Entre esta joven pareja surge un vínculo romántico que deben mantener oculto, pues, ante el celibato impuesto a los sacerdotes, resulta «inconcebible» que un líder religioso y una feligresa mantengan una relación sexoafectiva.

Criminalización del aborto

La trama da un giro cuando Amelia le confiesa a Amaro que está embarazada. Él se niega a asumir la responsabilidad, consciente de que enfrentar la situación podría despojarlo del poder que empezaba a consolidar en la comunidad.

Negándose a asumir las consecuencias de sus actos, manipula a Amelia para que aborte. Paga dinero para llevarla a una clínica clandestina del pueblo donde viven ambos, la cual es la única opción disponible ante la criminalización de la interrupción del embarazo, lo que impedía a las mujeres, en todo México enfrentar esta situación sin arriesgar la vida.

Estas clínicas, producto de la ilegalidad, son lugares inseguros. Carecen de licencia sanitaria, personal certificado y condiciones adecuadas para realizar procedimientos quirúrgicos, lo que representa una amenaza directa para la salud de las mujeres. En estos espacios, la decisión de interrumpir un embarazo se convierte en un riesgo de vida.

En el filme, las consecuencias letales son evidentes. Tras ingresar a la clínica, el procedimiento de Amelia sale mal y comienza a sufrir una hemorragia obstétrica, lo que refleja una realidad ante la muerte materna, hoy considerada una cuarta causal de muerte materna.

La Secretaría de Salud Pública, a través de sus Informes Semanales para la Vigilancia Epidemiológica de Muertes Maternas, indicó que hasta la semana epidemiológica 38 correspondiente a septiembre del 2025, la razón de mortalidad materna preliminar calculada es de 25.3 defunciones por cada 100 mil nacimientos estimados. Las principales causas de defunción son: enfermedad hipertensiva, edema y proteinuria en el embarazo, el parto y el puerperio (15.5%); hemorragia obstétrica (13.4%); aborto (11.4%) y embolia obstétrica con el (5.2%).

Según datos de Vivas y Libres, entre 2010 y 2018 murieron 90 mil 562 mujeres de entre 10 y 40 años por causas relacionadas con abortos en condiciones de riesgo. Cada año, aproximadamente el 13 por ciento de las muertes maternas en México se atribuyen a abortos peligrosos, una cifra que evidencia la urgencia de garantizar servicios seguros y legales.

En el caso de Amelia, la protagonista de la película, si hubiera tenido acceso a un aborto seguro, su destino habría sido distinto. Todas las muertes maternas son prevenibles si se cuenta con atención médica adecuada y de forma gratuita. Sin embargo en aquel tiempo, eso estaba lejos de ser una realidad.

Actualmente, ocho estados de la República aún impiden el acceso a un aborto legal y gratuito, lo que demuestra que el avance en derechos sexuales y reproductivos continúa siendo lento para las mexicanas.

Un México desamparado

La película deja entrever que la muerte de Amelia es solo la punta del iceberg. Un pueblo que presume regirse por la moral encubre, en realidad, violencia contra mujeres, corrupción, crimen organizado, lavado de dinero protegidos y solapados por las mismas autoridades religiosas.

Amaro no es ajeno a estas dinámicas. Poco a poco descubre esta sociedad corrupta y su entorno y termina siendo cómplice de figuras como el padre Benito, quien mantiene vínculos con delincuentes como un narcotraficante ficticio conocido en la película como el chato Aguilar. Muchos habitantes de la comunidad son conscientes de ello, sin embargo, se impone un silencio absoluto.

En un México marcado por la violencia, el crimen y la corrupción, son las mujeres las principales víctimas de un sistema patriarcal que protege a quienes han consolidado su poder a través de los actos más atroces. Hecho reflejado con Amaro, pues pese a ser responsable de la muerte de Amelia, logra continuar con su labor sin enfrentar consecuencias, símbolo de la impunidad que prevalece en un país donde la justicia rara vez alcanza a los poderosos.

El crimen del padre Amaro no solo se mantiene como un referente del cine mexicano, sino también como una advertencia sobre los riesgos que enfrentan las mujeres cuando se criminaliza el aborto. La historia de Amelia muestra cómo la imposición de normas religiosas y legales puede transformar decisiones personales en tragedias de impacto social y humano, reforzando la urgencia de visibilizar y garantizar los derechos reproductivos.

Despenalizar el aborto en América Latina para garantizar proyectos de vida de las mujeres

 

Con sus movilizaciones en diferentes países de América Latina, las mujeres han logrado avances en el derecho a un aborto legal, seguro y gratuito como parte de los servicios de salud. Pero el panorama regional evidencia aún restricciones y prohibiciones totales a la interrupción del embarazo que vulneran sus derechos humanos. En la imagen, activistas en Colombia manifestándose en las calles a favor del derecho al aborto. Imagen: Cortesía de Victoria Holguín / Causa Justa

Así analizó para IPS la situación del derecho al aborto en la región Cristina Rosero, abogada del Centro de Derechos Reproductivos para América Latina y el Caribe, organización parte de Causa Justa, un movimiento amplio en Colombia que nació en 2017 para promover la autonomía reproductiva de las mujeres.

Justamente el 28 de setiembre de cada año se conmemora el Día de Acción Global por la despenalización y Legalización del Aborto, que surgió como una iniciativa, adoptada en 1990 en el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe realizado en Argentina, y que luego se extendió a las demás regiones.

“La autonomía reproductiva es clave para decidir si se ejerce o no la maternidad, en qué momento, bajó que condiciones, con qué espaciamiento; son decisiones transformadoras que influencian en el proyecto de vida. La capacidad o no de ejercer esa maternidad es crucial y en ello la discusión sobre el aborto, porque en nuestra región persisten restricciones y prohibiciones”, sostuvo Rosero en una entrevista desde Bogotá.

“El aborto debe ser reconocido como un derecho, porque cambiar esas normas que limitan la capacidad de acceder a este servicio son claves para evitar que esos estereotipos de género sigan forzando a las mujeres hacia un proyecto de vida que no desean”: Cristina Rosero.

 Explicó que al hablar de derechos reproductivos se considera el acceso a la educación sexual integral, a la información sobre métodos anticonceptivos, pero que el aborto se torna un punto crítico porque es donde más fuertemente se da la imposición derivada de los estereotipos de género sobre ser madres como una finalidad de las mujeres.

“Inclusive una imposición frente al hecho de seguir adelante con un embarazo sin importar cuánta afectación pueda generar al proyecto de vida individual, a la salud y bienestar de la persona. Las leyes de aborto lo ilustran de forma clara: las mujeres deben ser madres por encima de sus deseos y autonomía”, remarcó la abogada.

Rosero subrayó que “el aborto debe ser reconocido como un derecho, porque cambiar esas normas que limitan la capacidad de acceder a este servicio son claves para evitar que esos estereotipos de género sigan forzando a las mujeres hacia un proyecto de vida que no desean, que no respetan su autonomía y que no tienen en cuenta sus deseos”.

Los estereotipos de género están detrás de las legislaciones 
restrictivas sobre los derechos reproductivos de las mujeres
 en América Latina. Existen países que prohíben en forma 
absoluta y algunos con leyes draconianas el derecho al aborto. 
En la imagen, activistas feministas se manifiestan en Lima 
el 28 de septiembre del 2024, el Día de Acción Global 
por el Acceso al Aborto Legal y Seguro. Imagen: Mariela Jara / IPS

Restricciones y prohibiciones

En la región latinoamericana y caribeña de más de 660 millones de habitantes, más de 50% es población femenina. Diversos estudios dan cuenta de las desigualdades que enfrentan por su condición de género, que se agravan cuando se entrecruzan con el origen étnico, ubicación territorial, orientación sexual, situación económica, edad y condición física.

En esa desventaja estructural, los embarazos no deseados, en gran parte por violación sexual sobre todo en caso de niñas y adolescentes, irrumpen en la vida de las mujeres colocándolas muchas veces al borde del abismo por la criminalización del aborto o las restricciones que enfrentan cuando está despenalizado por causales o es libre.

Un informe de ONU Mujeres y de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) dio cuenta en 2024 que solo 31 % de los países de la región cuenta con leyes y regulaciones que garantizan el acceso a los servicios de interrupción voluntaria del embarazo.

Rosero destacó los avances en México, Argentina y su propio país, Colombia, cuya Corte Constitucional sentenció en 2022 la despenalización del aborto hasta la semana 24 de gestación. Se mantienen vigente además las tres causales que lo permitían antes: el riesgo para la vida o salud de la gestante, el embarazo por violación o incesto, o malformación fetal.

También Uruguay, Cuba y Puerto Rico han despenalizado la interrupción voluntaria del embarazo, mientras que en otros países como Brasil, Chile, Perú, Guatemala existen excepciones específicas en las que se permite, aunque diferentes en cada caso.

Cristina Rosero, abogada del Centro de Derechos Reproductivos 
para América Latina y el Caribe, participa en Bogotá en una 
de las movilizaciones que desembocaron en la despenalización
 del aborto en Colombia por la Corte Constitucional. Imagen: 
Cortesía de Victoria Holguín / Causa Justa

“Chile tiene causal de violación, de afectación a la vida y casos de inviabilidad del feto fuera del útero, Bolivia considera además el impacto en la salud integral que permite un acceso más amplio, mientras que Ecuador ha incluido la causal de violación para todas las mujeres por un fallo reciente de la Corte Constitucional”, describió la especialista.

Sin embargo explicitó que si bien estas excepciones son un paso delante de las prohibiciones totales, siguen sin ser suficientes porque en la práctica tales causales tienden a interpretarse en forma restrictiva e impiden a las mujeres acceder a este procedimiento.

Finalmente se refirió a los países con una prohibición total como República Dominicana, Haití, Suriname, El Salvador y Nicaragua. También Honduras donde, además, cuenta con una norma para impedir cualquier cambio desde el punto de vista constitucional.

“Lo que ocurre en estos contextos es que la persecución no es solo a las mujeres que necesitan interrumpir su embarazo voluntariamente, sino que el estigma es tan fuerte que se criminalizan casos que no eran de aborto inducido”, denunció Rosero.

Mencionó el caso de Manuela contra El Salvador que su institución representó ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Se refirió a una mujer que sufrió una emergencia obstétrica y que la denunciaron y sentenciaron a más de 30 años cuando ella no había incurrido en el delito establecido por una ley extrema de prohibición del aborto.

“Ella tristemente falleció por un cáncer linfático que sufre en reclusión y no es atendido adecuadamente. La sentencia de la Corte reconoció que un contexto de criminalización total causa este tipo de condenas injustas y estableció una indemnización para su familia. También ordenó a El Salvador modificar sus normativas para que los profesionales de la salud no prioricen la criminalización, sino la atención de las mujeres”, detalló.

Shely Cabrera, abogada y activista del colectivo Asamblea Verde, 
que lucha por la despenalización del aborto en Perú, donde
 actualmente solo se permite por dos causales terapéuticas.
 Imagen: Cortesía: Asamblea Verde

Niñas, no madres

En algunos países como Perú, donde una ola conservadora copa los poderes Legislativo y Ejecutivo, se están produciendo graves retrocesos en los derechos sexuales y reproductivos, hasta el punto que el domingo 28 las mujeres marcharán en defensa del aborto terapéutico y otros derechos perdidos.

El aborto está penalizado en este país salvo por dos causales terapéuticas: cuando es el medio para salvar la vida de la gestante o para evitar un daño grave y permanente en su salud.

“Vamos por la legalización completa, por un aborto legal, seguro y gratuito en el hospital. Sin embargo, analizando el contexto y las amenazas a nuestros derechos -porque no estamos en una democracia plena- también levantaremos la defensa del aborto terapéutico porque está bajo graves riesgos”, sostuvo Shely Cabrera, abogada y vocera de la Asamblea Verde.

Esta Asamblea es un espacio permanente a favor de la legalización del aborto conformado por diversas organizaciones, colectivas, activistas independientes. El color verde simboliza en América Latina la lucha por el derecho al aborto, desde se usó en Argentina en su finalmente triunfante batalla por la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo.

Pese a que el aborto terapéutico es legal desde 1924 en Perú, legisladores de confesiones evangélicas persisten en limitar y erradicar su aplicación.

Activistas peruanas de diferentes sectores exigieron ante el Ministerio de Salud que el Estado reconozca el derecho de las mujeres a acceder al aborto en condiciones seguras, y se garantice a las niñas que no sufran maternidades forzadas producto de violación por no lograr acceder a la interrupción voluntaria del embarazo a la que tienen derecho. Imagen: Mariela Jara / IPS

La presión conservadora ha hecho que se aprueben dos normas que dan protección al concebido y al niño por nacer, “término que no es científico, biológico ni jurídico”, precisó Cabrera.

“En la ley aprobada el año pasado de protección del embarazo, del niño por nacer y su entorno familiar, logramos con incidencia y luchas en las calles y redes que sus disposiciones no se contrapongan con la normativa del aborto terapéutico”, añadió.

Es importante la exigencia de que este procedimiento se aplique adecuadamente porque permite garantizar a niñas y adolescentes con embarazos producto de una violación sexual acceder a un aborto legal y que puedan continuar con sus proyectos de vida.

“En Perú es creciente la violencia sexual. De enero a agosto de este año suman 113 las denuncias de violación a niñas de cero a cinco años, 619 a niñas de seis a 11 años y 4 335 a adolescentes de 12 a 17. A la fecha se han producido 606 partos infantiles de niñas menores de 14 años”, reveló la abogada.

Con indignación manifestó que “son cifras que perturban y hacen ver que la ley no se aplica, todas tendrían que haber accedido a un aborto terapéutico por el riesgo que implica en su salud y sus vidas. Exigimos al Estado que cumpla con las políticas públicas existentes y que despenalice el aborto en caso de violación”.

Cabrera indicó que el año pasado se produjeron 1079 partos de niñas-madres. Entre las más afectadas están las que viven zonas rurales andinas y amazónicas empobrecidas. “Esta indiferencia del Estado es inaceptable”, dijo.

Por ello el domingo 28, cuando se celebra el también llamado Día por la Despenalización y Legalización del Aborto, “saldremos a las calles con nuestras consignas ‘niñas no madres’, ‘maternidad por elección y no por obligación'», dijo.

«Así también contribuimos a que se deje de estigmatizar el aborto y a la lucha por estas miles de niñas forzadas a una maternidad. No son números, son proyectos de vida y familias enteras afectadas”, concluyó Cabrera.

ED: EG