Usted los puede observar, como caminan desnudos, luciendo sus miserias. Pero ellos piensan que pueden engañar a la gente, que pueden repetir una mentira mil veces hasta convertirla en verdad y más cuando se trata de sus enemigos políticos. La estrategia siempre es la misma, pero es tan conocida y burda que ya no engaña a nadie, excepto a aquellos que están dispuestos a dejarse engañar y seducir por la infamia, ofuscados por un odio irracional que les nubla el entendimiento.
Son las sufridas víctimas de la Cuarta Transformación, que todos los días se esmeran por construir una narrativa mentirosa, hipócrita, a la que se suman la mayoría de los medios de comunicación convencionales, convertidos en las trincheras en las que se parapetan los patriotas enemigos del régimen comunista que está hundiendo a México en el abismo del desastre económico y quienes denuncian a grito abierto, dentro y fuera del país, la cancelación de las libertades y del Estado de Derecho, de sus libertades y de su Estado de Derecho, que lubricaban los negocios corruptos de una cofradía minoritaria de privilegiados.
Muchas de esas víctimas de la Cuarta Transformación son las que acuden a foros internacionales en donde se normalizan, legalizan y justifican los abusos del imperio y de sus socios, y también de sus abyectos lacayos. Sin embargo, la mayoría de la gente, la que no ha sucumbido a la canalla costumbre de utilizar las redes sociales como armas para la calumnia y la difamación, la que cada día lee menos periódicos, la que cada salida del Sol profundiza su desconfianza en el duopolio de televisión abierta, la mayoría que muy pocas horas se conecta a la radio de los tradicionales concesionarios, esa mayoría de la población, ya no les cree nada.
La última novedad de la canalla es que uno de sus más representativos personajes, caracterizado por su avaricia, su prepotencia, su misoginia, su forma despótica de agredir a los demás y quien hace alarde de su muy estudiada altanería para desafiar al gobierno, se exhibe ahora como potencial aspirante a la Presidencia de la República.
Pero en el fondo de sus presuntos apetitos subyace el miedo, porque sabe bien que su suerte se ha terminado y que tendrá que enfrentar a la justicia y pagar su deuda con el fisco. Durante décadas Ricardo Salinas Pliego, el dueño de Grupo Elektra y de Televisión Azteca, ha usado recursos legales para diferir el cumplimiento de sus obligaciones con la Hacienda Pública. Pero sus argucias legales no han impedido que su deuda fiscal con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) se haya incrementado en 11 mil millones de pesos tan sólo en el último año, según informó el pasado 4 de julio del 2025 Grisel Galeano García, Procuradora Fiscal de la Federación.
Explicó Galeano García que Grupo Salinas mantiene al menos 32 juicios en curso, algunos de ellos ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en un intento por evitar el cumplimiento de sus obligaciones fiscales, que ya ascienden a 74 mil millones de pesos. Cuando el Gobierno federal le apriete y le cobre, y no tenga alguna salida, seguramente argumentará que es un perseguido político y nada extraño sería que terminara huyendo del país, como muchos otros que han encontrado refugio seguro en la península ibérica.
Pero no es la única falsa víctima de la Cuarta Transformación. Por ahí va Alejandro Moreno Cárdenas, el presidente nacional del PRI y Senador de la República con fuero, de foro en foro, en Estados Unidos y otros países del mundo, donde denuncia al narcogobierno que presume le ha convertido en un perseguido político.
Su honrada majestad lleva sobre sus hombros la pesada carga de serias acusaciones que en su momento le ha formulado la Fiscalía General de Campeche, estado que mal gobernó y que se presume saqueó, además de los cargos que estarían vigentes en la Fiscalía General de la República y que sumados tipificarían delitos como enriquecimiento ilícito, peculado, uso indebido de facultades, defraudación fiscal y lavado de dinero.
También se asume como presunta víctima de la Cuarta Transformación otro sujeto acostumbrado a victimizarse y asumirse como un perseguido político de un gobierno injusto: el exgobernador de Tamaulipas Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Apenas el pasado miércoles 17 de septiembre del 2025 el periódico La Jornada publicó que la Comisión Especial de Salud del Congreso de Tamaulipas aprobó revisar ocho de las 14 denuncias penales por presuntos actos de corrupción cometidos durante los años 2017 y 2018 en el sexenio del panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca, por lo que solicitó a la Auditoría Superior del estado (ASE) reabrir las cuentas públicas donde se evidencian pagos irregulares por prestación de servicios dudosos.
Apenas en agosto pasado, la Secretaría de Salud tamaulipeca presentó un total de 70 quejas, de las cuales 14 son de carácter penal, en contra del exmandatario García Cabeza de Vaca y diversos exfuncionarios de su administración, por presunta adjudicación ilícita de contratos que representan un quebranto al erario por un monto superior a los 343 millones de pesos, ligados a las empresas de un sujeto llamado Julio César Carmona Angulo.
Desde el 2021, cuando era Gobernador en funciones en el estado de Tamaulipas, fue solicitada la Declaración de Procedencia de la Acción Penal, para quitarle el fuero, la inmunidad constitucional, al panista García Cabeza de Vaca, para ponerlo a disposición de una autoridad judicial, acusado por su probable participación en los delitos de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal equiparada.
En 2022 el desafuero de García Cabeza de Vaca no tuvo efectos porque el Congreso de Tamaulipas, dominado por mayoría del PAN, se negó a respaldar la resolución de la Cámara de Diputados Federal para quitarle la inmunidad constitucional y que fuera aprehendido para quedar a disposición de un Juez. Entre amparos y amparos, y triquiñuelas jurídicas, García Cabeza de Vaca no ha pisado la cárcel y ha burlado el largo brazo de la justicia.
Al igual que a Ricardo Salinas y Alejandro Moreno Cárdenas, la buena suerte habría abandonado a García Cabeza de Vaca, pues difícilmente encontrarán en el nuevo Poder Judicial la protección jurídica de la que han gozado en los años recientes. La cuenta regresiva ya empezó, para estos personajes que disfrazan su miedo con airados ataques y denuncias en contra del Gobierno de la Cuarta Transformación. Sin embargo, pocos, muy pocos hacen eco a sus angustiados desahogos, de presuntas víctimas, porque su hipocresía y sus fingidas lágrimas, no pueden lavar sus pecados y sus presuntos delitos.
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