4/07/2018

Femicidio vinculado

Miguel Lorente Acosta


La violencia de género es el resultado de todo lo que no se puede negar ni ocultar, aquello que no queda más remedio que admitir ante la evidencia de los hechos y la tozuda objetividad de la realidad, porque si hay opción para esconder algunas de sus manifestaciones, sin duda se hará.
Es lo que comprobamos cuando los datos sobre los homicidios por violencia de género de la Fiscalía General del Estado no coinciden y son más altos que los del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, una situación similar a lo que ocurre con las estadísticas de las organizaciones de mujeres. También sucede cuando el año termina con una serie de casos oficiales en investigación que de pronto “desaparecen” y no se vuelve a saber nada más de ellos, o lo que ha pasado ante determinados homicidios de mujeres con indicios objetivos de haber sido cometidos en un contexto de violencia de género, pero ni siquiera fueron considerados “en investigación”. Esta situación no es ajena a la actitud adoptada la pasada semana por el Ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ante el caso de la mujer atropellada en la A-5. No le faltó tiempo para decir que la era víctima de un accidente de tráfico, cuando todo apuntaba por las declaraciones de las personas que presenciaron los hechos, que se trataba de un homicidio por violencia de género. Ni siquiera dijo lo de “no se descarta ninguna hipótesis”.
Como se puede ver, hay prisa para descartar la violencia de género y mucha lentitud para confirmarla.
Esta misma actitud también se aprecia con las personas del entorno de las mujeres que son asesinadas como consecuencia de la violencia de género. Ha ocurrido estos días en Castellón cuando el maltratador se ha dirigido a la casa de los padres de su expareja al no poder localizarla ella por estar en un centro de acogida, y ha asesinado al padre de la mujer. Pero sucedió también en Medina del Campo el pasado diciembre cuando su nueva pareja acompañó a la mujer al domicilio para recoger a la hija y fue asesinado. O como pasó en Cuenca con Laura del Hoyo, amiga de Marina Okarynska expareja de Sergio Morate, asesinada junto a ella al acompañarla a casa, sin embargo, nunca fue considerada víctima de la violencia de género, como si su homicidio hubiera sido consecuencia de un robo o por narcotráfico.
La fragmentación de la violencia de género es consecuencia de esa necesidad de restarle trascendencia para tranquilizar sobre las consecuencias, y pensar que no es una situación tan grave ni, sobre todo, producto de una decisión meditada y planificada por el agresor. De ese modo se hace valer el mito que la presenta como situaciones puntales producto de una “pérdida de control” propiciada por el alcohol, las drogas, la alteración psicológica o el resultado de una “fuerte discusión”. Y de alguna manera se logra ese efecto cuando los Barómetros del CIS recogen que sólo alrededor del 1% de la población considera esta violencia, con sus 60 homicidios de media al año, como un problema grave.
Y todo eso tiene sus consecuencias en el día a día, pues cuando la violencia de género se presenta como producto de las circunstancias, bien por el contexto de la relación o bien por las características del agresor, y se divide y separa entre cada uno de esos elementos, la respuesta se elabora sobre esos estereotipos que le restan gravedad y trascendencia. Es lo que sucedió con Andrea, asesinada en Benicàssim tras múltiples situaciones que reflejaban la grave violencia que sufría, y lo vemos cuando con frecuencia la primera referencia que se utiliza para ver lo ocurrido ante una denuncia es la sospecha. Se sospecha de la denuncia que hacen las mujeres y luego, cuando “aparecen muertas”, se llega a sospechar de que hayan sido asesinadas por violencia de género.
Y claro, si la situación es así con las mujeres que sufren esta violencia, con las personas de su entorno es mucho más grave.
¿Se imaginan que no se hubieran considerado víctimas de terrorismo de ETA a las personas civiles que murieron en atentados con coche bomba dirigidos a acabar con la vida de un militar o de un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado? Nadie lo habría aceptado, es más, a nadie se le habría ocurrido hacerlo, como tampoco se dudó en considerar a los padres y madres de los asesinados por ETA como víctimas del terrorismo, mientras que en violencia de género las madres y padres de las víctimas han pasado a considerarse como tales en el reciente Pacto de Estado que aún no se aplica.
Una de las características diferenciales de la violencia de género respeto a otras violencias interpersonales es que se trata de una “violencia extendida”, es decir, que el agresor utiliza de manera estructural la violencia contra otras personas para dañar a la mujer y facilitar su control y sometimiento. Y lo hacen durante la relación de forma habitual, y lo pueden hacer con el homicidio. Es lo que en algunas legislaciones latinoamericanas, de las que tenemos mucho que aprender, se denomina “femicidio vinculado” o “femicidio ampliado”  para referirse al homicidio de personas relacionadas con las mujeres que sufren la violencia de género, a quienes el agresor asesina bajo una doble referencia y buscando dos objetivos.
Las referencias que utilizan para llevar a cabo este “femicidio vinculado” son, por un lado, el lazo afectivo con la mujer, y por otro considerar que la “han ayudado” o “han intervenido” en el proceso de separación desde el ejercicio profesional o como apoyo emocional o material. Y el objetivo también es doble, por una parte, dañar a la mujer por la pérdida de ese ser querido y hacerla responsable de su muerte, y por otra, lanzar el mensaje de que las personas que “ayuden” o “intervengan” ante la violencia de género pueden ser también víctimas de ella.
Son homicidios que forman parte estructural de la violencia de género y, por tanto, deben ser considerados como parte de esta violencia, tanto por justicia como por el significado de una violencia que va dirigida contra las mujeres y su mundo. Y del mismo modo que esta violencia se inicia atacando ese mundo y rompiendo sus elementos de identidad y sus fuentes de apoyo externo (familia, amistades y trabajo), puede terminar acabando con esas otras vidas que toda persona vive junto a sus seres queridos. No son homicidios ajenos a la violencia de género, y en el momento actual son una posibilidad aún más cercana ante el cambio adoptado por los agresores para herir a las mujeres bajo estas nuevas referencias de extender la violencia asesina a otras personas de su entorno.
En violencia de género duelen más las cicatrices que los golpes, los maltratadores lo saben, el resto no podemos ignorarlo ni permitir que desde el machismo se continúe fragmentando y ocultando esta violencia.

México desdibuja ante CEDAW realidad de acceso a la justicia para las mujeres


No hay mecanismo para evaluar al Poder Judicial, denuncia Equis Justicia
   


La organización Equis Justicia para las Mujeres denunció que las respuesta del Estado mexicano al Comité de expertas de la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), no muestran la realidad que enfrentan las mujeres para acceder a la justicia, la falta de transparencia judicial y la situación que atraviesan las mujeres privadas de la libertad.

A propósito de la novena evaluación que enfrentará en julio de este año México ante CEDAW, Equis Justicia envió al Comité de expertas de la ONU –antes de una sesión de trabajo que tuvieron en noviembre de 2017- un informe sombra sobre la “situación de acceso a las justicia de las mujeres en México”, las expertas se valieron de este reporte para cuestionar por primera vez al Estado mexicano sobre la actuación del Poder Judicial. 

Sin embargo, Equis Justicia denunció en un comunicado que el gobierno mexicano evadió responder a las expertas de Naciones Unidas si la entrada en vigor en 2015 de la  Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública (LGTAIP) representó un retroceso en la publicación de sentencias y el acceso a la información de las mujeres.
De acuerdo con el informe público que envió el Estado el pasado 26 de marzo, éste simplemente se limitó a informar al Comité que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) publicaron 100 por ciento de sus sentencias, con lo que omitió mencionar el actuar del Poder Judicial en las 32 entidades del país, señaló la organización.
Hecho que resulta preocupante, indicó Equis Justicia, ya que por medio de diversas investigaciones la organización documentó que actualmente 10 entidades no han publicado una sola sentencia en los dos últimos años en el Portal Nacional de Transparencia.

CEDAW también requirió de manera adicional al informe que entregó el gobierno mexicano en 2016 (como está obligado a entregar cada cuatro años), conocer los mecanismos para identificar las prácticas discriminatorias que aplica el personal juzgador al dar solución a los casos de violaciones a los derechos de las mujeres. De forma vaga el Estado dijo que ha “ampliado significativamente” la capacitación a las autoridades del Poder Judicial.
Equis Justicia denunció que es grave que no exista una forma de evaluar la calidad y efectividad de estas “capacitaciones” porque, además de que no se tiene acceso a las sentencias, se han invertido grandes cantidades económicas en ellas. Indicaron que de 2008 a 2017 los Poderes Judiciales locales han invertido más 596 millones de pesos en capacitaciones relacionadas con perspectiva de género y Derechos Humanos (DH).
Sin embargo, la organización sigue documentando una serie de casos en los que las personas juzgadoras vierten prejuicios y estereotipos de género, dando lugar a sentencias discriminatorias que obstaculizan el acceso a la justicia para las mujeres, dijeron.

MUJERES PRIVADAS DE LA LIBERTAD NO ES TEMA PARA EL ESTADO

La situación de las mujeres privadas de la libertad fue otro de los temas por los que el Comité de expertas de la CEDAW requirió información al Estado debido al desmedido aumento del enjuiciamiento de mujeres por delitos relacionados con las drogas, que según las expertas de la ONU, en 2015 creció un 75 por ciento. 
El Estado solo reportó que construyó el Centro de Rehabilitación y Reintegración Social (Cefereso) número 16 en el estado de Morelos, a decir del gobierno “un modelo innovador” para el sistema penitenciario en apego a los “Derechos Humanos, trabajo, capacitación, educación, salud, deporte y programas múltiples de actividades”. No obstante, respecto al aumento de encarcelamiento de mujeres por delitos relacionados con drogas, no dio ninguna respuesta.
En este sentido, Equis Justicia criticó que el Estado mexicano respondió a CEDAW “información ambigua, pocos sustentada”, pero sobre todo, que desdibuja la realidad en materia de acceso a la justicia para las mujeres, transparencia judicial y la situación de viven la población femenina privada de la libertad.
El veredicto si el Estado mexicano ha avanzado o no a favor de los derechos de la población femenina quedará en manos de las 23 expertas que conforman el Comité de CEDAW en la evaluación que se llevará acabo del 2 al 20 de julio.
De ahí, el Estado tendrá que asumir y de carácter obligatorio cumplir con las recomendaciones que las expertas emitan. Cabe recordar que esta es la novena evaluación a la que se somete México ante CEDAW desde 1981 que se suscribió al instrumento internacional en pro de los derechos de las mujeres.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

Asamblea General de la ONU pone un freno a dominación masculina

Por Thalif Deen

En la foto, la apertura del 72 período de sesiones 
de la Asamblea General en 2017. 
Crédito: UN Photo

NACIONES UNIDAS, 4 abr 2018 (IPS) - La Asamblea General, el mayor órgano de decisión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), interrumpirá en septiembre una práctica habitual cuando una mujer presida el 73 período de sesiones, lo que solo ocurrió tres veces en la historia del foro mundial.
Las dos mujeres que están en carrera son Mary Elizabeth Flores Flake, representante permanente de Honduras, y María Fernanda Espinosa Garcés, ministra de Relaciones Exteriores y de Movilidad Humana de Ecuador.
De acuerdo con el sistema de rotación geográfica, es el turno del grupo de América Latina y el Caribe de ocupar la Presidencia, uno de los cargos más altos dentro de la ONU y tradicionalmente ocupado por hombres.
Este quiebre en la costumbre es bienvenido dentro del foro mundial, que aboga por la equidad de género en el mundo, pero no logra implementarla dentro de su propia estructura, a pesar de varias resoluciones adoptadas por los estados miembro.
Desde 1945, solo tres mujeres presidieron la Asamblea General, un número que no se compara con los 69 hombres que estuvieron al frente de ese órgano. Ellas fueron Vijaya Lakshmi Pandit, de India, en 1953, Angie Brooks, de Liberia, en 1969, y Sheija Haya Rashed Al-Jalifa, de Baréin, en 2006.
La Asamblea General creó el año pasado un nuevo proceso para elegir a su presidente.

En la resolución 71/323 “Revitalización de la labor de la Asamblea General”, el órgano decidió realizar diálogos interactivos con las candidatas como forma de lograr la “transparencia e inclusividad del proceso”, según explica el máximo órgano de decisión de la ONU en su página web.

Además, llamó a los candidatos a presentar a la Asamblea su declaración de principios.

El nuevo proceso respetará el principio de rotación geográfica y la resolución 33/138, del 19 de diciembre de 1978.

Así, a partir de mayo, el actual presidente, el eslovaco Miroslav Lajčák, comenzará con los diálogos interactivos con las candidatas.

Según la norma 30 de las Reglas de Procedimiento de la Asamblea General, esta deberá elegir a un presidente y a 21 vicepresidentes por lo menos tres meses antes de la apertura de la sesión que la elegida deberá presidir.

La elección de la presidenta del 73 período de sesiones de la Asamblea General será el 5 de junio.

Los antecedentes del Consejo de Seguridad, el máximo órgano de seguridad de 15 miembros, son peores, porque este siempre elige hombres al frente de la Secretaría General, con la anuencia de la Asamblea General. El último fue en octubre de 2016, a pesar de que habían varias candidatas con sobradas credenciales.
Eso implica cero mujeres en contraposición con nueve secretarios generales: Trygve Lie, de Noruega, Dag Hammarskjold, de Suecia, U. Thant, de Birmania (actualmente Myanmar), Kurt Waldheim, de Austria, Javier Pérez de Cuellar, de Perú, Boutros Boutros-Ghali, de Egipto, Kofi Annan, de Ghana, Ban Ki-moon, de Corea del Sur, y, actualmente, António Guterres, de Portugal.
Los dos cargos más altos de la ONU parece que fueran un derecho de nacimiento de los hombres. En términos de protocolo diplomático, el presidente de la Asamblea General es como un jefe de Estado en el concierto internacional.
Habrá que ver si la elección de una mujer para presidir el 73 período de sesiones da realmente inicio a una nueva era.
“Estoy comprometido con promover una mayor paridad de género en toda la labor de la Asamblea General”, aseguró el presidente del 72 período de sesiones, Miroslav Lajčák, de Eslovaquia.
“La historia de la ONU está llena de aportes de mujeres fuertes que contribuyeron a su evolución desde 1945, destacó.
Es importante garantizar que se escuchen las voces de las lideresas en todos los asuntos de la ONU. Además, tener a una mujer al frente de la Asamblea General es un gran paso en ese sentido.
También recordó todo lo que hizo por la igualdad de género como, por ejemplo, designar a un equipo de embajadores mixto para dirigir casi todos los procesos de la Asamblea General.
“En mi oficina me aseguré que 70 por ciento del personal sean mujeres, y que ambos estén representados por igual en los cargos de gestión”, precisó.
“Creo que lograr que nuestro trabajo dentro de la ONU tenga un mejor equilibrio de género y sea inclusivo tendrá un impacto positivo en el mundo”, opinó.
Barbara Crossette, exjefa de la oficina de The New York Times en la ONU (1994-2010), comentó a IPS que las dos candidatas tienen buenos antecedentes y están comprometidas con el trabajo de la Asamblea General. “Y las latinoamericanas son bastante temerarias”, apuntó.
“Pero no puedo saber cuán real es todo esto. En ambos casos, la Presidencia será un premio prestigioso para ambos países. Pero eso no tiene importancia internacional”, añadió Crossette, quien ha escrito sobre temas de empoderamiento de género.
“Ahora, si una mujer marcará una diferencia, o romperá una racha de dominación masculina, es difícil de saber de antemano”, indicó Crossette, actualmente corresponsal de The Nation en la ONU.

También precisó que lo que logre cualquiera de ellas afectará a la forma en que los países miembro, o más importante aún, la opinión pública, reaccionan a la idea de que es bueno que una mujer ocupe la Presidencia y que debe pasar más seguido.
Lo mismo ocurre con los nombramientos del personal en las sedes del foro mundial y en los cargos altos, puntualizó Crossette, del Instituto Ralph Bunche, de la Universidad de Nueva York, además de colaboradora de PassBlue.com, y redactora independiente de temas de política exterior y asuntos internacionales.
Por su parte, Antonia Kirkland, gerenta de igualdad legal, de la organización Igualdad Ahora, dijo a IPS: “Es totalmente inaceptable que solo tres mujeres hayan sido elegidas presidentas de la Asamblea General en los últimos 72 años”.
“La ONU debe fijar un mejor ejemplo y ajustarse a su promesa de lograr la paridad de género en todo el sistema de la ONU. Que las mujeres ocupen los cargos de decisión más altos debería ser la mayor prioridad”, subrayó.
No se logrará la igualdad de género, el desarrollo y la paz sin que las mujeres tengan acceso equitativo a los cargos de toma de decisión, observó.
La próxima elección del presidente de la Asamblea General es una oportunidad perfecta para que los estados miembro implementen los compromisos contraídos en lo que respecta a mejorar la participación política de las mujeres, opinó.
“También deben promover el liderazgo de las mujeres dentro de sus misiones y ministerios de Relaciones Exteriores, para que también haya igualdad en las embajadas”, añadió Kirkland, quien representa a una organización de sociedad civil que desde 1992 protege legalmente y promueve los derechos humanos de mujeres y niñas en todo el mundo.
“Esperamos que la promoción de los derechos de mujeres y niñas, y en particular terminar con la violencia sexual y la impunidad para delitos de acoso y agresión sexual de parte de los estados miembro sea una de las mayores prioridades de la próxima Presidencia de la Asamblea General”, declaró.

Traducción: Verónica Firme

Objeción de conciencia no debe obstaculizar DH: ONU


ONU Mujeres, UNFPA y ONU-DH piden legislación secundaria 
   

Tres agencias de Naciones Unidas lamentaron que el pasado 22 de marzo el Congreso mexicano incluyera el concepto de objeción de conciencia en la Ley General de Salud sin prever garantías para que este principio no se use para negar los servicios médicos a las personas.

ONU Mujeres, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) criticaron que la reforma no señala que se debe contratar personal no objetor en todas las instalaciones de atención médica.

El pasado 22 de marzo el Senado aprobó una adición al artículo 10 Bis de la Ley General de Salud, para que el personal médico y de enfermería que forma parte del Sistema Nacional de Salud pueda ejercer la objeción de conciencia y excusarse de participar en la prestación de los servicios de salud cuando va en contra de sus creencias o principios.

Salvo en casos en los que se ponga en riesgo la vida del paciente o se trate de una urgencia médica.
Al respecto este jueves 5 de abril, las tres agencias de la ONU en México señalaron su preocupación porque la reforma no consideró que la objeción de conciencia debe ser una decisión individual del personal sanitario y que debe ejercerse de forma justificada y anticipada, sin eximir a las instituciones públicas de sus obligaciones con los derechos de las y los pacientes.

En un comunicado, los organismos reconocieron que este concepto se deriva de la interpretación del derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, establecido en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derecho Civiles y Políticos.

Sin embargo, destacaron que el Estado mexicano tiene la obligación de eliminar la discriminación en contra de las mujeres, incluidas las niñas, adolescentes y jóvenes,  y garantizar su derecho a la salud, especialmente en lo relacionado con la salud y los derechos sexuales y reproductivos.

Grupos civiles y organizaciones han señalado que la objeción de conciencia se utiliza para negar el derecho de las mujeres a interrumpir un embarazo o para dar información sobe salud sexual y reproductiva argumentado que es una práctica que va en contra de las creencias y valores del personal médico.

Es por ello que ONU Mujeres, UNFPA y ONU-DH, mencionaron que el Estado tiene obligaciones a la luz de la Recomendación General número 24 del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer y la Observación General número 15 del Comité de los Derechos del Niño; y la reciente decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el amparo concedido por la negación de la interrupción del embarazo a una víctima de violencia sexual.

Incluso, destacaron, en los últimos días el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU resaltó en las observaciones al Estado mexicano los problemas que en el país enfrentan las mujeres con bajos ingresos y pertenecientes a los grupos más desfavorecidos y marginados para acceder a la interrupción voluntaria del embarazo.

“No considerar las precisiones anteriores, puede generar obstáculos sustantivos para que el Estado mexicano pueda atender los retos que persisten en materia de mortalidad materna, embarazo en adolescentes, violencia sexual e interrupción insegura de embarazos”.

Las agencias instaron a las autoridades competentes a que, de ser promulgada la reforma, se desarrolle una norma secundaria que garantice plenamente el derecho a la salud, particularmente la salud sexual y reproductiva, incluida la interrupción legal y segura del embarazo.

CIMACFoto: César Martínez López
Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

Las cruces de los feminicidios

Gabriela Rodríguez

En este Viernes Santo brillan con más intensidad las cruces de los feminicidios, porque en Occidente la cruz es la expresión simbólica de la muerte, y también puede ser signo de tortura y de asesinato, una figura que confirma la muerte después de intenso sufrimiento físico y moral.

Dijeron los soldados a Jesús que se tumbase, y él se tumbó, le pusieron los brazos abiertos sobre el patíbulo, y cuando el primer clavo, bajo el golpe brutal del martillo, le perforó la muñeca por el intervalo entre los dos huesos, el tiempo huyó hacia atrás en un vértigo instantáneo, y Jesús sintió el dolor como su padre lo sintió, se vio a sí mismo como lo había visto a él, crucificado en Séforis, después la otra muñeca, y luego la primera dilaceración de las carnes estiradas cuando el patíbulo empezó a ser izado a sacudidas hacia lo alto de la cruz, todo su peso suspendido de los frágiles huesos, y fue como un alivio cuando le empujaron las piernas hacia arriba y un tercer clavo le atravesó los calcañares, ahora ya no hay nada más que hacer, es sólo esperar la muerte(José Saramago, El evangelio según Jesucristo,Punto de Lectura, Madrid, 2006).
Son muchas las cruces de palo pintadas de color rosa que se exhiben con la marcaNi una menos, un lema que hoy alcanza difusión global. El feminicidio es una forma de persecución y violencia hacia las mujeres por el hecho de serlo; aunque se manifiesta sobre cuerpos individuales, es un crimen contra la colectividad, contra las mujeres. Implica tortura y abuso de poder, sufrimiento, golpes, abuso y violación, a veces asfixia y estrangulamientos, uso de arma blanca, desde la guerra de Calderón se recurre cada vez más a las armas de fuego.
El crecimiento de la tasa de feminicidios en México es signo del grado de impunidad generalizado: todos los días se asesinan jóvenes, mujeres, periodistas, etcétera; los esfuerzos y movimientos sociales de denuncia en este país se topan con el muro de la impunidad. Ya lo dijo esta semana el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos:el balance en la defensa y garantía de los derechos humanos en el país durante el actual sexenio no es favorable. Lo sabemos, la violación de los derechos humanos es la marca del sexenio de Enrique Peña Nieto.
Organizaciones civiles denuncian estos días que la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) obstaculiza la implementación de las alertas de violencia de género (AVG), no se avanza y hay graves retrocesos. El propio Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública documentó de 2015 a 2017 el asesinato de 8 mil 190 mujeres en el país, de los cuales, mil 640 fueron investigados como feminicidio (20 por ciento), hay una omisión por parte de las autoridades para realizar acciones urgentes y efectivas para erradicarlo. El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF, 40 organizaciones defensoras de las mujeres del país), la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todas y Todos AC, Justicia Pro Persona AC y el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria AC documentaron omisiones e irregularidades de la Conavim: retardaron la notificación de los informes sobre las AVG en Ciudad de México, Tlaxcala y Puebla; detuvieron las mesas de trabajo para elaborar dictámenes del cumplimiento de las medidas de AVG en Nuevo León, estado de México y Chiapas; limitaron la participación de OSC en el procedimiento de AVG; han hecho caso omiso a los indicadores de cumplimiento de Amnistía Internacional y de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas; y han detenido la publicación de la reforma al Reglamento de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (Lgamvlv). Las organizaciones exigen a la Secretaría de Gobernación cese de la simulación, acciones inmediatas y efectivas para salvaguardar la vida e integridad de las mujeres, atención y seguimiento a las alertas realizadas en el estado de México, Veracruz, Jalisco, Tlaxcala, Puebla y Ciudad de México; cumplir la recomendación del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (Cedaw) en la que se pide al gobierno mexicano eliminar las barreras del mecanismo de la AVG e impulsar políticas que garanticen la seguridad e integridad de las mujeres.
La falta de voluntad política ha impedido que las AVG logren bajar las tasas de feminicidio y dudo mucho que a estas alturas se hagan acciones efectivas por parte de autoridades que las han ignorado durante todo el sexenio. El proceso electoral abre una esperanza al respecto ante el posible triunfo del candidato a la Presidencia de Morena, porque López Obrador es el único que ha dado muestras de compromiso contra la impunidad y de apoyo a las víctimas, por la presencia de tantas feministas en este partido y especialmente por el nombramiento de Olga Sánchez Cordero al frente de la Secretaría de Gobernación. La ex ministra de la SCJN se destaca por la defensa de los derechos de las mujeres, impulsó el protocolo para juzgar con perspectiva de género y maximizar la interpretación del derecho en favor de las personas en condiciones de desigualdad, lo cual contribuyó a detectar situaciones de desventaja por cuestiones de género, cuestionar la neutralidad del derecho ante condiciones de vulnerabilidad y evitar aplicar la norma sin tomar en cuenta las asimetrías de poder. Yo espero que las cruces sobre Morena en las boletas electorales del primero de julio, logren ser tantas como para disminuir, en el mediano plazo, los homicidios dolosos; y para bajar drásticamente el índice de feminicidios, el tortuoso asesinato de una mujer que está detrás de cada cruz que se pinta de rosa.
Twitter: @Gabrielarodr108

Mujeres migrantes: producen riqueza, padecen violencia


Se encrudece trato con Trump  


Las mujeres migrantes de todo el mundo envían 60.1 billones de dólares a sus lugares de origen*. Una súper fuerza económica que, sin embargo, recibe salarios inferiores a los de los hombres y que, peor aún, es víctima de múltiples formas de violencia.
Esa enorme fuerza productora de riqueza está constituida por más de 244 millones de mujeres, se informó durante la mesa que realizó ONU-Mujeres el pasado 21 de marzo, para hablar sobre los obstáculos y adversidades que enfrentan las migrantes, en el marco de la CSW 62 Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer.  
La directora de ONU-Mujeres Phumzile Mlambo-Ngcuka, recordó que las migrantes son  quienes velan por sus familias e intervienen en sus comunidades, al trabajar y enviar sus remesas. Sin embargo, cuando migran sufren porque muchas veces son vendidas, traficadas como esclavas o como trabajadoras del hogar.  
Además, son las peor pagadas, con salarios precarios. En el caso de las trabajadoras del hogar, se quedan en su lugar empleo porque no tienen a dónde ir, y ahí mismo sufren violencia y abuso, ya que en muchas ocasiones les secuestran sus documentos. Esto las coloca en riesgo de ser repatriadas más facilmente e incluso deportadas, lo que también puede poner en riesgo su vida, denunció Mlambo-Ngcuka.
Y lo más negativo, sostuvo, es que sufren abuso psíquico y físico, tanto en su país de origen como en el de destino. Y también en ambos países sufren de falta de servicios básicos y de justicia. Por eso es urgente que ellas tengan acceso a la justicia, "ser líderesas más no víctimas y contar con todas sus compensaciones y beneficios".
La integrante del Comité de Protección de Derechos Humanos de la ONU, María Landdazuri de Mora, dijo que ante la violencia que enfrentan las mujeres migrantes, los países miembros de Naciones Unidas deben poner atención en sus Derechos Humanos, ya que la migración es un movimiento humano regular.  
En la mesa de análisis, que tuvo lugar durante una tormenta de nieve, las y los participantes -entre ellos  Juan Carlos Mendoza García, representante permanente de Costa Rica ante la ONU; Louise Blais, representante permanente del Canadá ante la ONU; Carla Mucavi, directora de la FAO; Paola Cyment, de Argentina y, Jenna Hennebry- coincidieron en que faltan políticas para proteger a las mujeres migrantes.
Recordaron también que los motivos de la migración tienen que ver con las condiciones de pobreza, falta de trabajo, por la inseguridad, la violencia y, por supuesto, por hambre. Se les tiene que dar un trato equitativo, de cooperación y sin discriminación, porque hacen una contribución muy importante, que requiere de ser reconocida a nivel global. Se deben de adoptar políticas de participación para mujeres lideresas porque, contrario a lo que dicen políticos y medios de comunicación, una migrante no se convierte en criminal por no tener visa.
Una mujer llamada María, me narró cómo, desde antes de iniciar su trayecto, muchas migrantes (como ella lo hizo) tienen que tomar anticonceptivos al momento de iniciar su recorrido por temor a ser violentadas sexualmente durante su trayectoria.
En el estudio de ONU Mujeres "Woman workers journey trough the margins, labour migrantion and trafficking" (2014) se habla también de cómo muchas mujeres migrantes  pasan como hombres, se cortan el cabello, se ponen cinta adhesiva (tape) en sus pechos para cubrirlos o pretenden parecer lesbianas, para que los agresores no se les acerquen.  
Ya en el lugar de destino, las mujeres migrantes no reciben mejores salarios, ya que les pagan menos que a los hombres por el mismo trabajo o se les relega a los servicios de  cuidado de la salud y de menores de edad, limpieza, empleadas de fábricas o del campo.
Sin embargo, pese a todos los obstáculos que enfrentan, son ellas quienes envían más dinero a sus lugares de origen, en donde es casi siempre otra mujer quien recibe el recurso, para invertirlo en educación, salud y desarrollo de la comunidad. Aún más, al enviar sus remesas, pagan más por el envío, pues no cuentan con cuentas bancarias.
Es urgente voltear a verlas, reconocer su trabajo, insistieron, porque gracias a ellas se dan grandes cambios en sus familias, en sus comunidades y en sus países. Urge también reconocerlas porque con el actual gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, la injusticia contra ellas se duplica, ya que no denuncian violencia familiar por temor a que las deporten o deporten a sus esposos o compañeros.  
En materia salarial, con Trump el abuso se recrudece ya que si ganan 10 dólares la hora y no pueden exigir más, también ante el temor de ser deportadas. Por eso, las mujeres migrantes llevan implícita la exigencia de justicia, dijeron las y los participantes.
Y ahora, con la frontera México-Estados Unidos militarizada, por órdenes de Trump, el cruce para las mujeres migrantes será mucho más tortuoso. No podemos permanecer indiferentes, porque quien dice no saber de sus sufrimientos miente.
CIMACFoto: Itandehui Reyes Díaz
Por: Leticia Puente Beresford
Cimacnoticias | Nueva York.-

Por un trabajo digno


OPINIÓN
   Cristal de Roca
Por: Cecilia Lavalle*


Marcelina es una mujer bajita, que habla quedito, sonríe fuerte y mira profundo. Supe de ella como se sabe de las personas que hacen que nuestro país sea mejor: se cruzan en nuestro camino y traen vientos frescos de justicia.
Ni en sueños imaginó ser activista social. Claro que tampoco imaginó que viajaría por medio mundo para aprender, reflexionar, compartir experiencias y hacer alianzas con otras que, como ella, trabajan por un mundo donde todas y todos quepan bien.
Y no pudo soñarlo ni imaginarlo porque quienes nacen en lugares donde todo es precario, los sueños y la imaginación suelen tener poco espacio y corto aliento.
Pero a veces las injusticias suelen ser un acicate poderoso para remontar lo precario y soñar e imaginar lo deseable, y luego trabajar para hacerlo posible.
Marcelina Bautista Bautista nació en Nochtixtlán, Oaxaca. Ese estado que no ha dejado de doler desde hace mucho. A los 14 años se trasladó a la Ciudad de México en busca de sustento. Y ahí laboró como trabajadora del hogar durante 21 años. Tiempo suficiente para vivir un rosario de injusticias, abusos y violencias.
Pero también, tiempo suficiente para tomar conciencia, conocer a otras mujeres en la misma situación y emprender acciones para cambiar esa realidad.
Así, fundó primero el Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH) y luego, el 30 de agosto de 2015, el Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (SINACTRAHO).
¿Por qué? Pues porque las condiciones en las que trabajan son absolutamente injustas. En general, carecen de un contrato laboral; muchas ni siquiera tienen horario establecido, de manera que trabajan 12, 18 horas o más. Algunas tampoco tienen establecido días de descanso. Otras no tienen salario, porque les dicen que les pagan con techo y comida. Y ya ni hablamos de aguinaldo y otras prestaciones.
Acaso usted me diga, “yo le pago más que el salario mínimo”, “claro que pago vacaciones, e incluso le pago el día si no viene porque está enferma”. El punto es que todo eso es discrecional.
Usted puede pagar eso si quiere y si no, no. Y no hay ninguna ley –hasta hoy- que regule las condiciones de ese trabajo. Por eso son invisibles los abusos.
El SINACTRAHO es una organización sin fines de lucro que trabaja precisamente por los Derechos Humanos laborales de sus integrantes. Su lema es “Por un trabajo digno”.
Y han emitido una serie de documentos. Uno de ellos señala los derechos y obligaciones laborales. Y otro se titula “Nombre digno”, que busca erradicar los términos ofensivos y discriminatorios.
El término “servidumbre”, explican, tiene su origen en la Edad Media y aquellas características ya no corresponden a las que debe tener una persona sujeta de derechos. Asimismo, tampoco aceptan el término “domésticas”, porque alude a creer que son propiedad de las personas para las que trabajan. Lo correcto es llamarles trabajadoras del hogar.
El 30 de marzo fue el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar. Y eso nos da oportunidad de mirar si somos parte del problema o parte de una nueva sociedad dispuesta a exigir y respetar los derechos de todas y todos.
Si quiere ser parte de la solución puede escribir a: sinactraho18@gmail.com, visitar su página web: www.caceh.org.mx, o su página en Facebook: Sinactraho. O llamar al teléfono (0155) 52075466.
*Periodista de Quintana Roo, feminista e integrante de la Red Internacional de periodistas con visión de género.
Apreciaría sus comentarios: cecilavalle@gmail.com

CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | Quintana Roo, Che.- 

La volubilidad y la histeria, su reivindicación


OPINIÓN
   Quinto Poder
Por: Argentina Casanova*


Dos personas pueden mantenerse
sanas, brindarse apoyo, convicción,
amor, masajes, esperanza, sexo.
El camino lento, Marge Piercy
Una mujer puede ser absolutamente racional para la ciencia y los estudios teóricos, y al mismo tiempo ser calificada como voluble, histérica o emocional, porque para arribar a la escena pública, intelectual o de los intercambios sociales afectivos, se espera que asuma un rol asignado desde la impostura emocional como aprendizaje patriarcal, y es cuando se vuelve necesaria la reivindicación feminista de la volubilidad y la “histeria”.
No sólo la noción del "amor romántico" se ha patriarcalizado, también la idea misma de las relaciones humanas regidas bajo la premisa del control y el poder, el subyugamiento y su forma de concebir las emociones.
Vivimos y somos parte de una sociedad en la que hemos sido educadas y educados en un sistema social en el que se apuesta al "ocultamiento" o a la simulación, escondernos detrás de una máscara antes que mostrarnos realmente. Cuanto más encondamos y mejor, más probabilidades tenemos de tener éxito, el control de las emociones hasta domesticarlas, someterlas y por supuesto adormecerlas.
Nos han enseñado que los "sentimientos" no se deben mostrar, que es volubilidad "inestable" y que la "histeria" es cosa de las mujeres. Como una auténtica camisa de fuerza, armadura exterior de la identidad genérica, el sistema patriarcal nos hizo también una máscara interior para aprender a negarnos nuestras emociones y ocultarlas bajo las "cómodas" y lúcidas emocionalidades aceptables.
De tal forma que no hay lugar a la confrontación ni a la reflexión porque ello supone que estás saliéndote de ese deber ser lucido. Sobrevaloramos la lucidez y el autocontrol como parte de lo aceptable en un sistema social en el que solo somos funcionales si respondemos a esos parámetros porque, ante todo ser funcional, útil, servir al sistema productivo, es lo que debe ser; y si el "amor" se ha convertido en una vía para hacerte productivo, se construye la noción de un amor que te haga productivo, no improductivo para este sistema social en el que todo se privilegia a razón de tu utilidad-funcionalidad, al mismo sistema.
Por eso la poesía, el arte, el pensamiento filosófico, la reflexión crítica de lo dado, se convierten en meros accesorios que se salen del parámetro de producción de un bien.
No tener hijos te hace salirte de ese sistema porque dejas de producir "consumidores", pero en un giro de tuercas no reproducirte te hace parte de un sistema "válvula" en el que te sumas a los "cuidadores" del planeta, etc. Y la voluntad de nuevo vuelve a disolverse porque es lo último que necesita el sistema. Que te escuches a ti mismo, que pienses y escuches llanamente tus propios deseos y pensamientos, es lo que no interesa.
Entonces el amor se construye dentro de este sistema social como una práctica sobre la que no hay que reflexionar ni deconstruir, ni analizar, porque solo es "la válvula de escape" que el mismo sistema social te permite para que sigas siendo productivo, pero el amor debe y será bajo los parámetros que dicta el sistema mismo y sus propias reglas.
Impostando emociones que te han dicho que sientas, que vivas, que experimentes, en una suerte no solo de alteración genética sino de la psique amoroso-afectiva para ser lo que es aceptable en este sistema patriarcal.
En medio de esta realidad, cabe preguntarnos ¿podemos desde el feminismo plantearnos una forma de convivencia sin el ocultamiento de las emociones? ¿Cabe la posibilidad de que aprendamos a vivir sin la máscara impuesta al patriarcado bajo la cual se oculta no solo nuestra emocionalidad, sentimientos y otras formas de vivir las relaciones humanas, sino la esencia misma de lo que somos y aprender a re-conocernos?
¿Podemos aceptar que eso que ha sido llamado “volubilidad”, no es sino una expresión de lo humano? ¿que la idea de la “histeria” tan condenada y feminizada, es solo eso, un concepto rechazado por su estigmatización?
Podríamos aproximarnos a sabernos mujeres, personas, conociendo y reconociendo nuestros sentires como sentimientos que han sido cercenados por convencionalismos de un sistema social heteronormado-patriarcalizado en el que, la debilidad no es ponderable, en el que la volubilidad es desde una construcción dicotómica, lo indeseable frente a la estabilidad exigible para ser funcional.
¿Pero qué es lo humano? ¿qué está dentro de lo aceptable y aceptable para quién? ¿Y si volvemos al tiempo de la no institucionalización de la salud mental y aprendemos a mirar el rompecabezas con todas sus partes infinitas como posibles expresiones de todo lo humana que somos...? ¿y si empezamos por despatriarcalizar la noción del ser y la persona?
Quizá así podamos entender por qué la frustración de la no expresividad deriva en la violencia entre personas, entre parejas que eligen golpearse como una forma de aproximarse y romper la detestable soledad radical. Castrados emocionalmente, condenadas y condenados a silenciar las emociones en aras del ser socialmente aceptado.
¿Es el amor un producto del sistema patriarcal-capitalista, o es la forma de entender el amor lo que se ha convertido en un producto más, con etiqueta y características definidas, peso, caducidad y formas de expresión?
* Integrante de la Red Nacional de Periodistas y Fundadora del Observatorio de Violencia Social y de Género en Campeche\\CIMACFoto: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | Campeche, Cam.- 0

La intersección entre feminicidio y prostitución


Mujeres Cautivas
Por: Teresa C. Ulloa Ziáurriz*


Desde hace tiempo venimos denunciando la violencia feminicida que se entrecruza con la prostitución y cómo las mujeres se encuentran desprotegidas y vulnerables cuando se quedan solas en los cuartos de hotel con los compradores de sexo de paga, sin importar lo que cobran. Las damas de compañía o “escorts” no quedan excluidas de esta violencia feminicida. 
Muchas mujeres llegan a nuestro país engañadas, reclutadas principalmente como modelos, bailarinas y con promesas de convertirlas en actrices famosas o conductoras de la Televisión. Víctimas de trata de personas que acaban siendo explotadas en la prostitución como acompañantes o bailarinas exóticas en los “table dance” o clubes para hombres.
Hace unos cuantos años pudimos registrar varios casos de trata de mujeres argentinas, pero ahora se está focalizando principalmente en Colombia y Venezuela por la situación que se está presentando en sus países y que tiene que ver con las condiciones estructurales, económicas y de oportunidades de vida digna. Cientos de mujeres venezolanas están llegando a nuestro país buscando una oportunidad para remontar sus condiciones de pobreza.
Las autoridades mexicanas no actúan para combatir la trata de personas y la explotación sexual, que es un fenómeno que las deja totalmente vulnerables a lo que el consumidor de sexo de paga quiera hacer con ellas, inclusive matarlas.
A mediados del mes de marzo, se dio a conocer que el cuerpo de una joven de apenas 26 años fue encontrado en Ecatepec. Ella era acompañante o escort y fue la octava en ser brutalmente asesinada en México.
8 mujeres han sido víctimas de feminicidio en poco más de un año, y todas tenían en común que eran acompañantes o escorts; la mayoría se anunciaba en la misma página web (Zona Divas) y la mayoría no pasaba de los 30 años.
Katya de 21 años de edad había dejado su trabajo como escort, sin embargo, lo retomó para poder pagar un viaje a París, para reunirse con su hermano. Además, tenía que ayudar con los gastos del hogar en donde vivía con su madre, quien sufría de artritis, y con otro de sus hermanos, con discapacidad intelectual.
El 12 de abril de 2017, Katya fue asesinada en el cuarto 327 del Hotel Estadio ubicado en la calle de Chiapas en la Colonia Roma, de la Delegación Cuauhtémoc. Llegó ahí, después de haber hecho una cita en ese lugar con un consumidor de sexo de paga. Fue encontrada con las manos atadas y con la garganta cortada con unas tijeras de jardinería.
El cuerpo de María José Salvisberg Wegmann, de 29 años, fue encontrado en Cuernavaca. María José había desparecido dos meses antes de ser asesinada. Según testimonios dados a la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México, una amiga rusa de María José, las citaba y las llevaba con hombres de “mucho dinero”.
Lo mismo sucedió con Isis, de nacionalidad brasileña, quien llegó contratada presuntamente por Televisa y a quien llevaban a fiestas de “altos ejecutivos”. Un día la llevaron a Cuautla, Morelos, a una fiesta de los Beltrán Leyva, donde encontró la muerte de un balazo en la cabeza y después quemaron su cuerpo.
Génesis Ulyannis Gibson Jaimes fue asesinada el 17 de noviembre del año pasado, cuando tenía 24 años de edad. La joven venezolana vivía con su hija en Querétaro, pero se trasladó a Puebla contratada por un consumidor de sexo de paga.
Sin embargo, agentes de la Procuraduría General de Justicia capitalina, encontraron su cuerpo en el Hotel Platino, en la colonia Felipe Ángeles, Delegación Venustiano Carranza. Génesis tenía golpes en el rostro, en las piernas, y además estaba atada de pies y manos con cinta adhesiva.
Wendy Vaneska de nacionalidad peruana, fue asesinada en un hotel de la Condesa, el 4 de febrero del año pasado, cuando contaba con 26 años de edad. Su cuerpo tenía un impacto de bala.
Karen Alien Grodzinsk era una escort de origen argentino. Fue asesinada el 27 de diciembre del año pasado en el Hotel Pasadena, ubicado en la Delegación Benito Juárez. Se sabe que ella estaba casada con un comerciante del barrio de Tepito.
Su cuerpo fue encontrado en la habitación 214, con un impacto de arma de fuego. Cámaras de seguridad del hotel, captaron a un hombre que llegó alrededor de las 20:00 horas a bordo de una motocicleta y minutos después llegó Karen. El sujeto salió a media noche. Personal del lugar aseguró que tenía entre 23 y 25 años de edad.
Adreina, de 27 años, de nacionalidad venezolana, fue asesinada el 24 de diciembre del año pasado en Nuevo León. Viajaba con su acompañante en un vehículo cuando fueron alcanzados por otro carro que les disparó. Según las autoridades, habían tenido una disputa en un bar de Monterrey.
Kenny de 26 años, fue asesinada en Ecatepec. Era venezolana y su cuerpo fue encontrado el 25 de febrero de este año.
A Claridad la secuestraron el 10 de febrero de este año, pero la joven de 33 años de edad fue rescatada por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México. La escort venezolana fue localizada en Xochimilco y sus captores pedían medio millón de pesos para liberarla. Fueron detenidos tres presuntos secuestradores que se encontraban en el lugar.
Hace unos días, se reportó desaparecida otra acompañante o escort en la Ciudad de México.
Con este recuento de casos, que son los que hemos registrado, podemos demostrar cómo la prostitución se entrecruza con el feminicidio y, aun así, hay quienes argumentan que la prostitución es un trabajo como cualquier otro. Lo cierto es que la prostitución es una actividad altamente precarizada a donde llegan las mujeres que no han tenido oportunidades, o con mucha necesidad. Es la expresión más antigua del patriarcado que se ha perpetuado para controlar la sexualidad y los cuerpos de las mujeres, y también sus vidas.
La violencia machista tiene múltiples expresiones que debemos visibilizar y combatir. En la base de la pirámide del patriarcado y de la violencia se sitúan los micromachismos, que perpetúan la desigualdad y la violencia contra las mujeres.

*Directora Regional de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés).
Twitter: @CATWLACDIR
Facebook: Catwlac Directora

Imagen retomada del portal Indymedia.org
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

En 2017, 89 mujeres accedieron a ILE por violación bajo NOM 046


México omite hablar a CEDAW de reforma sobre “objeción de conciencia” 
   

En México, durante 2017, únicamente 89 mujeres interrumpieron un embarazo producto de una violación en cumplimiento con la Norma Oficial Mexicana 046 (NOM 046) según los datos que la Secretaría de Salud (Ss) proporcionó al Estado Mexicano a petición del Comité de expertas de la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés).

Como parte del proceso de la novena evaluación que va enfrentar México ante CEDAW del 2 al 20 de julio de 2018, el Comité de expertas de la ONU pidió al gobierno mexicano en noviembre del año pasado estadísticas adicionales sobre las mujeres que accedieron al aborto legal en el país.
El Estado respondió el pasado marzo por medio de un reporte, que apenas en 2017 la Secretaría de Salud comenzó a elaborar el “Informe sobre casos de Interrupciones Voluntarias del Embarazo al amparo de la NOM-046-SSA2-2005” y documentó 89 casos.

Cabe recordar que esta Norma Oficial data de 1999 pero únicamente se refería a la violencia familiar, por lo que fue modificada en 2006, a raíz del caso de la violación sexual de la entonces menor de edad Paulina, en Baja California, y como parte del acuerdo de Solución amistosa emitido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para incluir la violencia sexual y contra las mujeres, así como el acceso al aborto por violación como un derecho que ampara esta Norma, la cual fue publicada en el Diario Oficial de la Federación hasta 2009.

En 2016 se realizó otra reforma a esta Norma que permitió que las víctimas de violación no tuvieran que presentar una denuncia para acceder al aborto, y facilitó a las niñas menores de 12 años de edad, poder recibir el servicio únicamente acompañadas de un tutor, sin necesidad de que sea el padre o la madre.  

El Estado mexicano también informó al Comité de CEDAW que en cinco años, 2013 a 2017, se registraron 452 mil 402 egresos hospitalarios por aborto. Resalta que la cifra ha disminuido en el tiempo, en 2013 hubo 97 mil 335 egresos por aborto, en 2015 descendió a 92 mil 565 y para 2017, se registraron 75 mil 028 egresos.

Sin embargo, el gobierno reportó que de 2013 a 2016, unas 37 mujeres han sido sentenciadas por practicar un aborto. El número de estas sentencias ha disminuido cada año; en 2013 hubo 19 mujeres sentenciadas, para 2016 únicamente una

También refirió que en la Ciudad de México, la única entidad donde se puede interrumpir legalmente un embarazo de forma voluntaria (ILE) dentro de las primeras 12 semanas de gestación, se han practicado 192 mil 551 abortos desde abril de 2007 hasta el 15 de marzo de 2018.

Respecto a las estrategias que ha implementado el Estado para que las mujeres conozcan su derecho a interrumpir un embarazo en caso de violación y las sanciones que existen para el personal de salud que incumpla la Norma, el Estado mexicano sólo afirmó que ha difundido a la población qué hacer en caso de una violación sexual.

Agregó que se ha capacitado al personal de los servicios de urgencias médicas sobre la Norma 046 a través de talleres y señaló que en caso de que incumplan en su aplicación, esto “da origen a sanción penal, civil o administrativa”, pero no detalló cuántas personas han sido penalizadas por ello.

Cabe destacar que la organización civil experta en derechos sexuales y reproductivos IPAS, México, envió al Comité de Expertas, previo a su sesión de trabajo con el gobierno mexicano, un informe sombra en el que denunció que las mujeres no estaban accediendo a este derecho y cómo el personal de salud incumplía la aplicación de la NOM 046.

De acuerdo con IPAS, se estima que alrededor de 14 mil mujeres son víctimas de este delito cada año; mientras que de 2018 a 2016 se reportó que 103 mil 742 niñas menores de 14 años se convirtieron en madres.

SIN EXPLICACIÓN LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA

En noviembre de 2017, después de sostener una sesión de trabajo, a las expertas de CEDAW les inquietó la reforma propuesta a la Ley General de Salud para incluir en el Artículo 10 BIS la “objeción de conciencia” que entonces estaba en trámite en el Senado de la República que permite al personal sanitario (de enfermería y médico) denegar el acceso a servicios de salud, incluido el aborto y la anticoncepción, por razones de creencias personales. Ante esta situación pidieron al Estado mexicano explicaciones.

Pese a ello, éste no respondió a esta solicitud de información y únicamente refirió a CEDAW que el “Poder Legislativo aprobó altos estándares en materia de salud sexual y reproductiva, no obstante las discusiones son parte del ejercicio de pluralidad democráticas que impera en nuestro país”, dijo.
Esta reforma a la Ley General de Salud fue aprobada por el Senado el pasado 22 de marzo lo que provocó que feministas y senadoras demandaran en una carta pública a Enrique Peña Nieto, vetar la reforma.

Cabe mencionar que eliminar los obstáculos para que las mexicanas accedan a métodos anticonceptivos y el aborto, son demandas añejas del Comité de CEDAW, quien desde 2012 exigió al Estado mexicano armonizar las legislaciones estatales relacionadas al aborto y asegurarse que cada entidad implemente la NOM 046.

CIMACFoto: Guadalupe Cabañas
Por: Hazel Zamora Mendieta
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

Avanza agenda de género y medios: CSW la incluye en sus conclusiones


Incluye a mujeres y niñas rurales


Este mes se realizó en Nueva York, (del 12 al 23 de marzo) el 62 periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW por sus siglas en inglés) de la ONU, donde se analizó la situación de las mujeres rurales y el papel de los medios de comunicación en la construcción de igualdad para las mujeres y las niñas.
Como parte de los trabajos en estas sesiones, el Consejo Económico y Social (ECOSOC) presentó la “Declaración de la Alianza Global de Medios y Género”, sobre igualdad de género en medios de comunicación y tecnologías, que busca que los Estados miembro acepten 14 recomendaciones para favorecer la participación de las mujeres en los medios de comunicación tradicionales y en la comunicación digital, Declaración que fue aprobada por el Secretario General de la ONU, António Guterres.
Para la presidenta de la Alianza Global de Medios de Comunicación y Género (GAMAG, por sus singlas en inglés) una de las principales impulsoras de esta Declaración, la investigadora mexicana Aimée Vega Montiel, esta decisión es muy importante pues reconoce la relevancia del tema en la agenda internacional de los Derechos Humanos de las mujeres.
En entrevista con Cimacnoticias agregó que ello puede favorecer el desarrollo de políticas nacionales y regionales sobre la materia, así como mecanismos que obliguen a los Estados a destinar recursos para que esta agenda se cumpla.
Cabe destacar que la GAMAG está conformada por más de 400 medios de comunicación e instituciones académicas, sociales, de profesionales de los medios, de Derechos Humanos, y agencias de cooperación internacional. Comunicación e Información de la Mujer AC, (CIMAC) también forma parte de ella.
|La Declaración pide a los Estados miembro mejorar las leyes, reglamentos y políticas sobre la igualdad de género en y a través de los medios y las comunicaciones digitales; eliminar los estereotipos de género en los contenidos; mejorar el acceso y la participación de las mujeres en los medios, incluidos los organismos reguladores; garantizar la seguridad de profesionales del periodismo y sus derechos laborales.
Mejorar la libertad de expresión y el acceso de las mujeres a la información, tanto en medios como en tecnologías digitales; promover cambios en el currículo de las escuelas de periodismo y comunicación, y eliminar la violencia contra las mujeres online y offline, son otros de los compromisos de esta Declaración.
Cabe recordar que la agenda de medios y género tiene recomendaciones específicas para los Estados, las industrias de la comunicación y las organizaciones desde el año 1995, cuando se realizó la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, China, concretamente en la Plataforma de Acción, Capítulo J, relativo a los medios de comunicación.
Ahí, los Estados se comprometieron a alentar a los medios de comunicación a que se abstengan de presentar a la mujer como un ser inferior y de explotarla como objeto sexual y bien de consumo; a adoptar medidas efectivas que incluyan normas legislativas pertinentes contra la pornografía y la proyección de programas en los que se muestren escenas de violencia contra las mujeres y menores de edad.
Sin embargo esta agenda había quedado rezagada de la revisión permanente de compromisos cumplidos del propio organismo de Naciones Unidas.
La presidenta de la GAMAG, Aimée Vega Montiel, consideró que la aprobación de la Declaración es un primer paso “muy importante sin duda” para avanzar en la materia, y se dijo muy satisfecha de que también se hayan incluido algunos mandatos de ella en las conclusiones acordadas por los Estados durante este periodo en la CSW.
Entre éstos destacó “desarrollar e implementar políticas y estrategias que promuevan la participación y el acceso a los medios de difusión y las tecnologías de la información de mujeres y niñas rurales”, incluyendo “la alfabetización digital y el acceso a la información”.
También, dijo, que reconocieran “el importante papel que desempeñan los medios de comunicación para alcanzar la igualdad y el empoderamiento de las mujeres y niñas de zonas rurales” y se comprometieran a fomentar la capacitación de quienes trabajan en los medios de comunicación para que tengan una cobertura con perspectiva de género, no discriminatoria y no estereotipada de mujeres y niñas. Además de fortalecer mecanismos de autorregulación para promover representaciones equilibradas con el objetivo de contribuir al empoderamiento y la eliminación de la discriminación contra las mujeres.
Esto, dijo, fue posible gracias a la alianza lograda entre la expertise de GAMAG y la disposición de la Delegación de México para la CSW, encabezada por el Inmujeres y la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Otras recomendaciones hechas por la GAMAG  y aceptadas por el Secretario General de la ONU, son asegurar que las políticas y regulaciones de transmisión y digitales respalden a las mujeres, redes de medios, en particular medios comunitarios, radio y redes feministas, incluidas las mujeres jóvenes, para utilizar medios accesibles y apropiados y las TIC para cerrar la brecha en el contenido de los medios de comunicación, en particular a través de las ondas aéreas públicas.
Asimismo, se busca asegurar  que las mujeres tengan los mismos derechos a los recursos económicos, acceso y control sobre la propiedad de los medios, y la propiedad de la información y tecnologías de la comunicación. Implementar marcos para la transparencia algorítmica, incorporando métodos como auditorías de terceros.
Hacer referencias específicas al papel y la relevancia de los medios y las comunicaciones dentro de las estrategias nacionales generales de igualdad de género; en específico el compromiso con la igualdad de género en las políticas de medios nacionales y las estrategias digitales, y en las disposiciones de gobernanza de la comunicación internacional, son otras de las recomendaciones.

Imagen retomada del portal Prensa Latina
Por: Lucía Lagunes Huerta
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

“No hay mecanismo para evaluar impacto de AVG”: México ante CEDAW


En 4 años solo 335 sentencias por feminicidio


De cara a la 9ª evaluación de México ante el Comité de la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), las expertas de la ONU requirieron al Estado mexicano información complementaria sobre impartición de justicia en casos de feminicidio y los resultados de la Alerta de Violencia de Género (AVG), a lo que el gobierno respondió que “no existe un mecanismo para evaluar el impacto de la AVG” y que de 2013 a 2016 se han dado solo 335 sentencias por dicho delito.
Estas aclaraciones e información adicional –entre otra sobre datos de aborto, acceso a la información, migración de mujeres- que pidieron las expertas que integran el Comité de CEDAW son dudas surgidas del informe que como cada cuatro años entregó el Estado mexicano en diciembre de 2016, y fueron solicitadas luego de una sesión de trabajo que mantuvieron en noviembre de 2017 en Ginebra, Suiza.
El pasado 26 de marzo el Estado mexicano respondió al Comité a través de un informe -sin desglosar la información de las víctimas, victimarios, las condiciones y entidades donde ocurrieron tal como lo pidió CEDAW- que en cuatro años (2013 a 2016) se abrieron 2 mil 157 carpetas de investigación o averiguaciones previas por feminicidio.
De estos casos, destaca que un 34 por ciento ocurrieron en 2015 (730 en total), colocándose como el año con mayor número de carpetas o averiguaciones registradas por feminicidio.
Sin embargo, al hablar del avance de impartición de justicia, en el mismo periodo, el número de personas procesadas por feminicidio se reduce alrededor de la mitad, a mil 207; al llegar a las sentencias disminuye aún más, solo se reportan 335.
A pesar de que el Estado mexicano indicó en el documento dirigido al Comité de CEDAW que las entidades federativas “no tienen instituciones capaces de enfrentar la violencia de género”, no detalló las barreras que impiden al mecanismo de la Alerta de Género tener resultados como se requirió. Esto se debe a que “no existe aún un mecanismo para evaluar el impacto de la AVG”, indicó el Estado.
Respecto al bajo número de sentencias por feminicidio, el Estado mexicano argumentó que “el proceso de procuración e impartición de justicia en México es largo” y los casos que tienen una sentencia es porque “ya han recorrido un largo camino”; y aceptó que “todavía se tiene un registro incompleto sobre el número de casos de feminicidio”.
Otras cuestiones en materia de violencia contra las mujeres que el Comité de CEDAW pidió que fueran aclaradas por el Estado mexicano antes de la evaluación prevista del 2 al 20 de julio, quedaron sin respuesta, como las medidas que se han tomado para erradicar la mala investigación de los asesinatos de mujeres específicamente en los estados de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, el Estado de México, Veracruz y Quintana Roo, así como en la Ciudad de México y Ciudad Juárez.
El Estado mexicano únicamente describió en el informe complementario los sistemas de recolección de datos sobre casos de violencia de género que han implementado algunas de estas entidades, pero que se han hecho como parte de las acciones que deben cumplir por una solicitud de AVG.
Ahora, en julio próximo toca a las expertas de CEDAW evaluar y emitir una serie  recomendaciones al Estado mexicano las cuales deberá atender de forma obligatoria.
Para contrastar la información oficial sobre la situación de los derechos de las mexicanas hasta ahora tres organizaciones civiles han presentado informes alternativos a CEDAW, en temas como derechos sexuales y reproductivos, acceso a la justicia y violencia familiar.

CIMACFoto: César Martínez López
Por: Hazel Zamora Mendieta
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

Ocho cuentos para educar en igualdad





“El futuro es femenino: cuentos para que juntas cambiemos el mundo”

Brindan un acercamiento a la transformación de las relaciones de género y promueven una reflexión crítica y comprometida

 Redacción AmecoPress

Madrid, 20 mar. 18. AmecoPress.- “El futuro es femenino: cuentos para que juntas cambiemos el mundo”, es un libro que reúne a las mejores ilustradoras del momento, y que recoge cuentos inspiradores sobre las situaciones de desigualdad frecuentes a las que nos enfrentamos niñas y mujeres a diario, mostrando cómo sus protagonistas se transforman para empoderarse y resolver situaciones de discriminación.



Este libro es una contribución más a la visibilización de situaciones estereotipadas de género presentes en la España de hoy, al tiempo que pretende dar voz a las niñas y jóvenes y reivindicar la emancipación de las mujeres por una sociedad libre de prejuicios, sexismo y discriminación.

Los cuentos también transforman con su mirada en equidad e igualdad y conciencian a las nuevas generaciones a crear sociedades más incluyentes y libres de sexismo con una visión más global y completa del mundo en que vivimos.

La compilación, donde el 5% será donado a la ONG InteRed por fomentar la equidad de género, consta de 8 breves cuentos escritos por Sara Cano donde se plantea ¿Cómo sería un mundo igualitario? Cada relato está ilustrado por mujeres dibujantes como: Agustina Guerrero, María Hesse, Ana Santos, Naranjalidad, Lady Desidia, Laura Agustí, Elena Pancorbo y Amaia Arrazola.



Las historias que se presentan brindan un acercamiento a la transformación de las relaciones de género y promueven una reflexión crítica y comprometida con las transformaciones de la realidad social desde la mirada de género para construir relaciones basadas en la equidad y remover los cimientos sexistas que el dominio patriarcal impone en las relaciones entre los géneros.

En los cuentos aparecen situaciones como la de una joven inmersa en una relación tóxica, o una joven que le gustaría ser detective, en un mundo de hombres, o de cómo las niñas ocupan las esquinas de los patios de los colegios y escuelas porque los niños llenan todo el espacio, o la presión sobre el aspecto físico, o la invisibilidad de mujeres en el arte y en la historia… todos ellos relatos que dinamitan los estereotipos de género, las situaciones de machismo y de desigualdad.

Este libro de cuentos puede adquirirse en librerías y por internet.

Mujeres totanacas: De la tradición al empoderamiento

Aún con las dificultades que enfrentan estas mujeres indígenas, con sus tradiciones y trabajo han obtenido recursos y reconocimientos

La cocina y el tejido han sido por generaciones su destino, pero algunas lo tomaron y le dieron otro valor
Veracruz., 04 abr. 18. AmecoPress/SemMéxico.- El humo del fogón llevó a algunas mujeres del Totonacapan a viajar por lugares que no imaginaron, las telas hechas hilo por hilo a conocer otras culturas, el barro convertido en arte a tener ingresos para subsistir.
La cocina y el tejido han sido por generaciones el destino de las mujeres totonacas, pero algunas lo tomaron y le dieron otro valor.
Aún con las dificultades que enfrentan estas mujeres indígenas, con sus tradiciones y trabajo han obtenido recursos y reconocimientos, viajado y estudiado. Se han empoderado.
Han cambiado el destino que tenían designado por nacer mujer. “Hemos salido adelante y viajamos, salimos, vamos a un lado, a otro lado (...) ya no es de que vamos a decir al marido ‘¿me das permiso?’, ¡no!”, sentencia, Irma Pérez Hernández, originaria de la comunidad El Morgadal en Papantla, Veracruz.

Ixtaku: las estrellas de la ropa

Hace 10 años Irma se organizó en colectivo, junto con otras mujeres y unos cuantos hombres, para tejer y bordar ropa que llevaban a vender de casa en casa, de puerta en puerta.
Un oficio que a ella le enseñaron sus tías y que sus vecinas lo aprendieron de otras mujeres de sus familias. Un arte que perfeccionaron en la primaria, cuando entre las materias para mujeres aún estaban las actividades del hogar.
Hoy tienen una marca de ropa, Ixtaku, la palabra en totonaca que significa estrella; las han llevado a varias partes de México y el extranjero. Hoy ya no deben caminar para vender, pues las ofrecen en exposiciones textiles o las realizan por pedido. Hoy ya nadie les regatea el precio de las prendas a las que les dedican horas o días.
“Ya dicen tiene marca y lo pagan, como en Liverpool (…) ven la etiqueta y la voltean y dicen es calidad, lo pagan”, contó Pérez Hernández, quien lidera el grupo conformado por 40 mujeres y un hombre.
Sonriente, cuenta, que la marca fue resultado de un concurso que ganaron por la calidad de sus prendas.
Pasó casi un año entre la primer prueba a la que llevó ropa de todas sus compañeras y la noticia de que ahora tendrían una etiqueta, una asociación, cursos de capacitación y sobre todo lugares donde vender sin pasar por el triste momento en que alguien les pida una “rebaja”.
Ahora Irma, como otras mujeres del pueblo, le enseña el oficio a sus descendientes pero no como el rol tradicional.
Los recursos ganados con el tejido y el bordado le han dado para brindar estudios a sus dos hijas y lo hará con el menor de ellos.
“Yo tengo un muchacho de 18 años y borda con muy buena calidad, tengo una muchacha que anda de guía turística y está a punto de terminar su carrera como licenciada turística, otra hija que acaba de terminar su carrera de abogada”, cuenta, feliz de su logro.

El orgullo en la cocina

El caso de las mujeres tejedoras no es único
Algo similar sucede con un grupo de alfareras que desde su comunidad, El Chote, han refinado la forma de hacer cerámica y que pasaron de hacer utensilios de cocina como ollas y comales para uso propio, a vender sus piezas en diferentes lugares del país y exponer un nacimiento en el Vaticano.
O con las “mujeres de humo” que le dieron otro significado a cocinar. Soledad Gómez Atzin, una de las “mujeres de humo” hacía comida para personas que llegaban desde otras regiones hasta Papantla para hacer investigaciones. Les enseñó la forma de hacer algunos platillos.
Los talleres se convirtieron en una casa de cocina tradicional, con un museo vivo. Pero el esfuerzo no duró mucho, el agua se lo llevó en una inundación de 1999.
La cocina siguió siendo parte de su vida y solo un año después, la invitaron a enseñar a los visitantes de una Cumbre (Tajín) a hacer tortillas, así que escogió un grupo de mujeres que solían cocinar para su familia.
“Fue la primera vez que me pagaron tanto dinero y fue un milagro porque me había quedado sin nada. El que me pagaran por enseñar a tortear, entonces dije mi trabajo sí vale”, narra.
Lo demás es historia, el taller se convirtió en un comedor para los turistas que llegan a conocer la tradición totonaca. Las palmeadoras de tortillas en un colectivo que difunde los guisos que durante generaciones han comido.
La cocina pasó de ser el espacio privado al interior de una vivienda, donde la mujer se dedica fundamentalmente al cuidado, a ser el sitio donde obtienen ingresos, conocen personas, viajan, enseñan, experimentan, se capacitan. Las llevó a convertirse en embajadoras de la cocina tradicional.
“Recibieron un pago y creo que no por el dinero pero si recibes un premio por algo que hiciste es como un aliciente y un reconocimiento a tu trabajo. Se valoraron y dignificaron su presencia en una casa, en una familia (…) nos hizo reafirmarnos, pensamos mejor”, indica Gómez Atzin.

Tradiciones que se resisten a cambiar

Pero no todos los cambios son fáciles
En las danzas, como los “Voladores de Papantla”, las mujeres que deciden subir al palo para pender de los pies como parte de un ritual místico, se han enfrentado al rechazo de algunas personas en nombre de la tradición.
"No va de acuerdo a las mujeres, pero como tenemos una escuela de niños (…) las niñas van pasando porque no se quedan en eso, la mujer tiene tiempo que puede, y tiene tiempo que no; el varón siempre va a poder y siempre tiene que estar más adelante que la mujer por decir así”, dice uno de los maestros de esas niñas, Porfirio Morales.
Evelyn Lorenzo Ríos, una de esas niñas “voladoras”, ni siquiera se ha enterado del significado legendario para algunos totonacas que la mujer representa la tierra y el hombre al cielo, como argumenta su maestro. Para ella la razón por la que no la aceptaban era el pantalón que debe utilizar, “ropa de niño” según llama.
Pese a ello, entró a la escuela, danza, ha viajado a varios estados para mostrar esa tradición y no piensa en el retiro.
Pero eso no es lo único que no cambia, otras costumbres que ponen en desventaja a las mujeres tampoco lo han querido hacer en muchos casos. Como la doble jornada o que las mujeres se hagan cargo por completo del hogar además del trabajo fuera del mismo.
“Estamos en la lavada, en la planchada, en la cocina, en todo y aparte aportar para los alimentos (…) responsabilidades de los hijos, responsabilidades de la casa”, cuenta Irma.
Ella sabe de qué eso les ha dado más trabajo, pero también afirma que el salir a laborar fuera les ha permitido algo más que ingresos: realización personal.
Sin embargo, lamenta, que no es la situación de todas las mujeres totonacas pues muchas continúan viviendo en los roles tradicionales y en algunos casos violencia.
“No todas, las comunidades todavía hay algunas mujeres como que mucho dominio de sus esposos, en su pareja, nosotros lo vivimos, pero aprendimos a dominar todo eso”, sentencia.
Foto: SemMéxico.