9/14/2013

“A coger gachupines”, pidieron Hidalgo, Allende, Aldama, en el “Grito de Independencia”



Pedro Echeverría V. 

1. En 1810 no era un asunto de sexo sino de disgusto, de coraje, de hartazgo contra los españoles (gachupines) que durante casi tres siglos habían impuesto su poder en todos los rincones de México. Coger era aprehender, detener, frenar la inhumana explotación de la que eran víctimas los indígenas, campesinos y demás trabajadores mexicanos en manos de los españoles y criollos. La explotación era brutal, pero el saqueo de las riquezas era mucho más grande. Imaginen nada más: 300 años, 12 o 15 generaciones de mexicanos en regímenes esclavistas y feudales para que unas cuantas familias se dividieran todas las riquezas y privilegios. Los españoles se fueron en 1821, pero llegaron los Ingleses, franceses y yanquis en un México dominado por el clero y los militares.

2. Hoy no se puede decir: “A coger yanquis”, porque a pesar que desde hace 150 años que nos dominan –desde el Porfiriato (1876-1911)- los gobiernos mexicanos no han dejado de ser de manera abierta sus agentes. Alguien diría que si el colonialismo español duró tres siglos (1521-1821) aún  falta la mitad en años para igualarlo con el dominio imperialista de la EEUU. Así que el 15 y 16 festejará el gobierno la Independencia de México respecto a España colonialista, pero ninguna Independencia de México respecto al dominio yanqui total. Y lo desgraciado no es que México sea interdependiente como todos los países del mundo que no pueden vivir autónomos o aislados, sino que su dependencia hacia los EEUU es total, por lo menos desde 1982, cuando se entregó de manera incondicional. 

3. El colonialismo español y el posterior imperialismo yanqui, impidieron el desarrollo sano y realmente independiente de México; el primero impuso una religión que nos bloqueó con prejuicios ideológicos y el segundo nos ató a una estructura económica absolutamente polarizada. No pudimos –como tampoco América Latina- construir nuestro mundo sin taras ideológicas, económicas o políticas. Hicimos nuestra historia a imagen y semejanza de quienes nos impusieron su poder. ¿Cuál entonces es la idiosincrasia, el perfil, las aportaciones del mexicano al mundo? No se si Ingenieros, Ramos, Paz, Ramírez –que hicieron esfuerzos por definir “lo mexicano”- tengan razón, pero de lo que no dudo es que los mexicanos nunca hemos sido realmente independientes. 

4. ¿Para qué festejar cada año una falsa independencia; un México dominado por el imperio desde hace más de un siglo y un gobierno que se arrastra como reptil ante su amo imperialista? Yo prefiero aplaudir a los maestros del país que se han solidarizado con los 100 mil maestros de la Coordinadora que  turnándose por semanas o meses han ocupado el Zócalo para exigir la derogación de la Reforma Educativa privatizadora. Prefiero felicitar a los profesores de Tlaxcala que cerraron vialidades; a los de Veracruz que bloquearon el aeropuerto de Minatitlán y el parque industrial de Orizaba; a los de Oaxaca que retiraron las  vallas de Palacio colocándolas en las cuatro esquinas del Zócalo junto con autobuses secuestrados para cercar el centro histórico. Felicito a los compañeros que retuvieron a comandantes para intercambiarlos con manifestantes detenidos.

5. Además los profesores de Oaxaca tomaron las instalaciones de la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión, y Radio Universidad, perteneciente a la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. También bloquearon la carretera federal 190, Oaxaca-Istmo, y miembros de la Coordinadora Estudiantil Normalista del Estado impidieron la circulación en la carretera federal 175 Oaxaca-Puerto Escondido. Los profesores del Estado de México se apostaron en el kilómetro 31 de la carretera federal México-Texcoco para exigir que se frene la represión perpetrada por la PF. En Pachuca, Hidalgo, integrantes de la CNTE realizaron una marcha para expresar su inconformidad por el desalojo.

6. En Chiapas, el magisterio agrupado en la sección 7, mantiene un paro de labores y un plantón en el centro de Tuxtla Gutiérrez; se declaró en alerta máxima tras el desalojo en la capital del país. Decenas de maestros bajacalifornianos protestaron en Mexicali y Tijuana en repudio a las medidas represivas del gobierno de Enrique Peña Nieto para acallar la inconformidad por la reforma educativa. Cientos de docentes adscritos al subsistema de enseñanza básica pública en Tlaxcala cerraron los tres principales accesos a la capital del estado, en demanda de la abrogación de la reforma educativa promulgada por el presidente Peña Nieto. Bloquearon las carreteras federal Tlaxcala-Puebla, la autopista a México, en el tramo San Martín Texmelucan-El Molinito, y la vía corta Santa Ana Chiautempan-Puebla. 

7. Esta lucha sí es independiente; estas batallas de los maestros de la CNTE sí le dan dignidad a México. Aquí sí se han cogido “infraganti” a los herederos de los “gachupines” y los yanquis; se les ha visto defendiendo al gobierno, a los empresarios y a los medios de información; nunca dejaron de pedir el desalojo, la represión y los ceses de maestros. ¿Se conservará la memoria histórica? No estaré ni el 15 ni el 16 en la ciudad de México, pero si estuviera no iría al Zócalo a pasar vergüenzas o a mentarle a la madre a los represores, preferiría estar con mis amigos los maestros que están acampados en el Monumento de la Revolución y en Santo Domingo, para ayudarlos luego a reconstruir su plantón en el Zócalo. (14/IX/13)


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CONFESIONES PRESIDENCIALES POR MIEDO Y DESESPERACIÓN


Pedro Echeverría V.

1. Reprimí y encarcelé a miles de ferrocarrileros y maestros en 1959-60 por el sólo hecho de luchar por la libertad sindical y prestaciones sociales.

2. En 1965-66 mandé golpear y encarcelar a los médicos residentes que protestaban por sus malas condiciones de trabajo que vivían en   los hospitales.

3. ¿Se acuerdan de las guerrillas en México? Pues las acabé después de asesinar en 1965 al profesor Arturo Gámiz, en 1972 a Jenaro Vázquez y en 1974 a Lucio Cabañas.

 4. En 1968 acordoné todo Tlatelolco con el ejército porque miles de estudiantes realizaban un mitin de protesta; tuvimos que asesinar cientos de jóvenes y encarcelar a otros.

 5. Repetí la represión y los asesinatos de estudiantes en 1971 usando paramilitares porque tenía miedo que se volviera a desarrollar un movimiento como en 1968

6. Asesiné a cientos de activistas en la década de los 70 porque se hicieron guerrilleros urbanos de la Liga 23 de Septiembre porque buscaban derrocarnos.

7. Entregué totalmente a México a los EEUU desde 1982 porque el FMI –aunque me obligó a obedecerlo- me prometió gigantescos préstamos para salir de la devaluación monetaria.

8. He cesado a 45 mil electricistas, a otros miles de Mexicana de Aviación, además de tener en la miseria a campesinos, obreros y a más de 50 por ciento de los mexicanos.

9. En sólo seis años he contribuido al asesinato de 100 mil mexicanos y centroamericanos, atribuyéndoselo a la lucha contra el   narcotráfico.

10. He robado del presupuesto público lo que he querido y he hecho multimillonarios a mis parientes y amigos, mientras el pueblo se hace más miserable.

11. Y ahora me he chingado en el Zócalo a los maestros que protestan contra la reforma educativa privatizadora elaborada por los empresarios.

PERO ME HE DADO CUENTA QUE TODOS LOS QUE HE JODIDO ME ODIAN ¿QUÉ VOY  A HACER?

 1. En primer lugar rodearme de 100 guardaespaldas, igual que a mi familia.

2. Siempre debo usar vehículos blindados y escoltados; no detenerme por nada.

3. No pasar frente a las escuelas llenas de profesores y estudiantes del Yo soy 132.

4. No ir a los hospitales por aquello de que los médicos pueden vengarse.

5. Jamás viajar en aviones porque los pilotos pueden ser solidarios entre ellos.

6. No usar la electricidad para evitar que el SME provoque "corto circuito".

7. Aunque lo necesite, jamás ir a la escuela para evitar el repudio de los profesores de la CNTE.

8. ¡Espero que los mexicanos entiendan los sufrimientos de un presidente, a pesar de sus enormes privilegios!

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La revolución de los datos: necesario contar para saber



Encuentro de Aguascalientes
Escrito por Sara Lovera     

México, septiembre 9, 2013 (Especial de SEMlac).- Las estadísticas son herramientas fundamentales para diagnosticar, diseñar, poner en marcha, monitorear y evaluar los resultados de las políticas públicas y las acciones de gobierno, en especial las que tienen por meta construir la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres.
Con el objetivo de promover la reflexión y compartir buenas prácticas para que las estadísticas con perspectiva de género sirvan como sustento a las acciones del Estado, se celebró en Aguascalientes, México el XIV Encuentro Internacional de Estadísticas de Género: Empoderamientos y Autonomías de las Mujeres, del 4 al 6 de septiembre.
La cita fue convocada a instancias del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU MUJERES).
Con la participación de representantes de Cuba, República Dominicana, Francia, Alemania, Paraguay, Brasil, Colombia, Guatemala, Ecuador, Uruguay, Costa Rica, Honduras, México y Estados Unidos, entre otros, el encuentro abordó tres ejes fundamentales: el empoderamiento de género, la eliminación de la violencia contra las mujeres y la participación política femenina.
Las especialistas señalaron que se necesitan datos precisos, completos, oportunos y de excelente calidad. Contar con buenas estadísticas con perspectiva de género no solo permite conocer el impacto de las intervenciones públicas en la vida de las mujeres, sino que representa una base indispensable para conocer las brechas de género y las diferencias que excluyen y discriminan, se reiteró durante el encuentro.
Lorena Cruz, presidenta del Inmujeres, abogó por transformar y enriquecer la producción estadística desde la perspectiva de género, no como un fin en sí mismo, sino como una herramienta indispensable para el trabajo hacia la igualdad. Agregó que es importante alinear las actividades de este encuentro con la Agenda Post 2015. "El asunto es trascendental. Las estadísticas son una herramienta básica para el propósito de lograr la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres".
Resaltó además que "indudablemente tenemos un gran reto este año, al incluir en la agenda de trabajo la propuesta de nuevos indicadores sobre los temas de la Agenda Post 15. Se trata de datos y mediciones que plantean avances significativos para promover la igualdad de género y la autonomía de las mujeres. Indicadores que enfatizarán la necesidad de proponer metas y estrategias con claras líneas de acción".
Sonia Montaño, directora de la División de Asuntos de Género (DAG) de la CEPAL, sostuvo que los Estados están obligados a hacer más; a poner todos los medios a su alcance, incluyendo mayores recursos económicos para lograr la igualdad de género, la igualdad de resultados: igualdad sustantiva.
Para Ana Güezmes, representante de ONU Mujeres en México, es fundamental vincular la producción y uso de estadísticas para que los planes, presupuestos y políticas públicas en general se basen en evidencias. Explicó que mejores datos permiten monitorear el progreso y mejorar la forma de hacer frente a los desafíos globales.
"La disponibilidad de información empodera a las personas, ya que permite exigir la rendición de cuentas de los compromisos y obligaciones de los gobiernos", dijo Güezmes, tras señalar que, desafortunadamente, en muchos países la calidad y disponibilidad de los datos es todavía muy limitada y que existen vacíos de información básica para visibilizar las circunstancias económicas y sociales en las que viven las personas, ver las desigualdades y la exclusión.
Existen, aseguró, grandes desafíos para revolucionar las fuentes de datos tradicionales e incorporar en ellas la visión de la desigualdad de género, al tiempo que las oficinas nacionales de estadística deberán desarrollar nuevos instrumentos de recolección de información para el tratamiento de temas emergentes, de manera que puedan estar a la altura de los cambios que nuestras sociedades han experimentado.
La necesidad de desagregar los datos por sexo fue consensuada desde la primera Conferencia Mundial de la Mujer, celebrada en México en 1975. La tercera de estas citas, 10 años después en Nairobi, definió 39 indicadores clave para identificar la situación y condiciones de vida de las mujeres en el mundo; entre ellos, el de igualdad, desarrollo, situaciones de especial gravedad y violencia de género.
Desde hace 14 años, Unifem, el Inegi y el Inmujeres han organizado anualmente este Encuentro Internacional de Estadísticas de Género en Aguascalientes, México, y a partir de 2006 se sumó a la organización del evento la División de Asuntos de Género de la Cepal.

El cuidado
En el encuentro se analizó el aporte invisible y cotidiano que realizan las mujeres para sostener la sociedad.
Teresa Jácome, subdirectora de Análisis Estadístico del Inmujeres, presentó los resultados de la Encuesta Laboral y de Corresponsabilidad Social (ELCOS- 2012). Comentó que el papel que juegan algunas mujeres en la sociedad no ha sido, necesariamente, una elección propia y que la sobrecarga de trabajo representa una barrera en la inserción laboral o su inclusión en condiciones precarias.
Esta encuesta busca generar indicadores que muestren la sobrecarga de trabajo que tienen las mujeres y lo que esto ha significado en su desarrollo personal, profesional y laboral. Entre sus resultados, denota que en 52 por ciento de los hogares existe al menos una persona que requiere cuidados y que 58,1 por ciento de las mujeres de 14 a 70 años otorgan cuidados, participen o no en actividades económicas.
Jácome señaló que "es fundamental visualizar el papel del Estado en la provisión de servicios y que dé un marco legal y de derechos humanos que legitime el derecho a cuidar y ser cuidados con responsabilidad social, además de enfocar su participación mediante políticas públicas que no reproduzcan roles de género, y la promoción de acciones como la obligatoriedad de extender licencias de paternidad y maternidad".
Consultada por SEMlac, Patricia Mercado, directora de Iniciativa Suma y ex candidata presidencial, dijo que "hay que decir que la desigualdad es un hecho material y comprobable, que se puede medir gracias a un esfuerzo sistemático por elaborar estadísticas probatorias. En México iniciamos este recorrido desde 1975 y todavía no contamos con estadísticas suficientes y sustentadas por sexo en todas las instituciones gubernamentales y académicas".
Expuso que en el país la tasa de participación económica para las mujeres es de 41.8 por ciento. Sin embargo, el acceso a la seguridad social es de apenas 57 por ciento, "que es real y no ficticia la discriminación salarial: las mujeres reciben un salario menor al de los hombres y, en sectores como ventas, la diferencia puede ser hasta de 51 por ciento".
Además, viven una probada segregación ocupacional: 30,4 por ciento de las mujeres ocupadas realizan actividades informales y al 10,7 por ciento de las que se emplean los patrones les solicitan la prueba de ingravidez como requisito para contratarlas.
Otras discusiones de las y los especialistas en Aguascalientes giraron en torno a cómo lograr que el Estado, el mercado y la sociedad entiendan la importancia y función social del trabajo de cuidado. Se señaló, además, que es necesario lograr un cambio de paradigma de desarrollo social y económico, ya que ha quedado de manifiesto que el sistema económico actual sólo ha ampliado las brechas de desigualdad y las mujeres son las más afectadas.
También se abordó el tema de la importancia de establecer un piso de protección social universal con perspectiva de género; plantear la seguridad social como un derecho social universal y lograr un conjunto de prestaciones sociales universales, incluida la corresponsabilidad del Estado en las labores de cuidado.
En el segundo eje temático, relativo a la prevención y eliminación de la violencia contra las mujeres, el director general de Estadísticas de Gobierno, Seguridad Pública e Impartición de Justicia del INEGI, Adrián Franco, sostuvo que la violencia hacia las mujeres es multidimensional y una de sus principales formas es la exclusión femenina.

Participación política de las mujeres
Durante el último día del XIV Encuentro Internacional de Estadísticas de Género, dedicado a la participación política de las mujeres, fue presentado el proyecto SUMA, que aspira a fortalecer la participación política y promover el empoderamiento económico de las mujeres, explicó Lorena Cruz, presidenta del Indujeres.
Dicho proyecto busca la efectiva implementación de la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres 2006 y del Código Federal para las Instituciones y Procesos Electorales (COFIPE), para coadyuvar a la participación y representación política equilibrada de las mujeres y los hombres, así como al logro de la igualdad y equidad en la vida económica nacional.
Martha Lucía Mícher, presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género de la Cámara de Diputados, señaló que las mujeres representan 51,8 por ciento del padrón electoral y el grado de incorporación a los espacios de decisión no tiene un avance directamente proporcional con la estadística poblacional.
También recalcó la importancia de eliminar los obstáculos que dificultan la participación de las mujeres en la vida pública, como son la violencia, la pobreza y la falta de autonomía económica, entre otros.
El XIV Encuentro Internacional de Estadísticas de Género finalizó con la firma de un Acuerdo de Colaboración entre el Indujeres de México y la Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización de los Estados Americanos, bajo el título "Cooperación en relación con la promoción de los derechos de las mujeres y la igualdad de género en las Américas".


Feminicidio en México: negativa a los derechos conquistados por la lucha feminista



CIDH Morelos/CEPRID

La vida y la libertad de las mujeres están en el centro de la violencia feminicida.
Las mujeres mueren violentamente a manos de quienes ejercen un poder de manera impune. En las relaciones sentimentales se impone la lógica del control, del sometimiento, de la imposición de roles y papeles establecidos, donde el hombre mantiene toda clase de privilegios y pretende que las mujeres sean relegadas a la subordinación y a la dependencia, y si alguien se atreve a desafiar este orden social establecido por el sistema, entonces paga las consecuencias con su propia vida. En el capitalismo se establecen relaciones cosificadas, donde el poder del dinero, de la clase, del género, termina subordinando los más tiernos sentimientos humanos a la lógica enajenante de las relaciones mercantilizadas y cosificadas, en la pura lógica material del poseer y someter a quien no se le reconocen derechos ni capacidad de decidir. Los derechos se conquistan mediante la lucha. Es lo que han hecho las mujeres a través del feminismo. El feminicidio pretende hacer retroceder las ruedas de la historia para seguir manteniendo a las mujeres relegadas a un segundo plano de la vida y de su papel dentro de la sociedad. Es una estrategia del terror que pretende paralizar la voluntad y capacidad de decidir de las mujeres para que no defiendan sus derechos elementales a la vida y la libertad. Feminicidio es el homicidio de una mujer por el hecho de ser mujer.

Y pudo haber sido precedido por ciertas características, como por ejemplo: tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes; cuando exista o haya existido una relación de pareja o de carácter conyugal entre la víctima y el agresor; cuando se haya realizado por violencia familiar o cuando la víctima se haya encontrado en estado de indefensión, como una incapacidad física, psicológica o emocional para repeler el hecho. Muchos, sino es que todos los crímenes que se cometen de forma cotidiana contra las mujeres, cumplen con los requisitos anteriores para configurarlos como feminicidios, sin embargo, la mayoría de los casos no son considerados así. Sobran los pretextos, pero la realidad es una, las autoridades se niegan a cumplir la ley y tipificar esos delitos como feminicidios.

Las razones son múltiples: no hay homologación en las leyes federales y estatales, falta de reglamentos, corrupción, impunidad, incoherencia, pues aunque en teoría todoas y todos somos "iguales" ante la ley, en la práctica no es así, ya que el machismo prevalece dentro del sistema de justicia, aunado a la ineptitud de algunos servidores públicos, a la falta de interés, indolencia y mil cosas más. La impunidad es el principal motor que promueve estos asesinatos, pues en la mayoría de los casos no se lleva a los culpables ante la justicia, pues así lo han reconocido las organizaciones defensoras de los derechos de la mujer y el propio Estado mexicano.

En lo que se refiere a los feminicidios, la violencia institucional y la impunidad también están presentes, muchas veces desde antes de que las mujeres sean asesinadas y aún después de perpetrado el homicidio, dejando a cientos o miles de familias en el abandono y en la desesperanza. Casi nunca encuentran la justicia que merecen. Según el informe “Feminicidio en México. Aproximación, tendencias y cambios, 1985-2009″, en esos 24 años fueron asesinadas 34,176 mujeres. Entre el 2010 y el 2011 desaparecieron 3,000 mujeres. Se han cometido 529 homicidios de enero de 2011 a junio del 2012. Y de acuerdo a las cifras dadas a conocer por Comité de las Naciones Unidas para la Eliminación de la discriminación contra las Mujeres (CEDAW) en México seis mujeres mueren al día por crímenes de violencia extrema.

En los últimos seis años han muerto en el país más de mil 500 mujeres, 60% de ellas fueron encontradas en vía pública y 40% murieron en sus hogares a manos de sus parejas, esposos o concubinos. Vemos pues, como en el país crece esta violencia. Son historias de mujeres que mueren violentamente por el hecho de ser mujeres. Sobrevivir a un ataque de esta naturaleza es poco probable. Mientras que las autoridades no aplican la ley ni los procedimientos para proteger la vida y la libertad de las mujeres.

Pues la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en México establece que las autoridades deben otorgar protección a las mujeres inmediatamente después de que conozcan de hechos o delitos de violencia contra ellas. Sin embargo, Gobernadores de todos los Partidos, las directoras de los Institutos de las Mujeres y Congresistas se niegan a avalar la declaratoria de la Alerta de Violencia de Género, que es un mecanismo jurídico que solicita acciones gubernamentales de emergencia para enfrentar y erradicar la violencia feminicida en un territorio determinado, ya sea ejercida por individuos o por la propia comunidad y tiene como objetivo fundamental garantizar la seguridad de las mujeres, el cese de la violencia en su contra y eliminar las desigualdades producidas por una legislación que agravia sus derechos humanos.

La Alerta implica realizar las ‘‘acciones inmediatas’’ que se soliciten –entre ellas la investigación, revisión de expedientes, incremento de vigilancia policiaca y mejoría en las diligencias ministeriales. Está descrita, mandatada y legislada desde 2007. La sistemática negativa de emitir dicha alerta, representa violencia institucional al infringir lo estipulado en los artículos 18, 19 y 20 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

Convirtiéndose así, en un crimen de Estado. El año pasado, el comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) emitió una recomendación al país en la que advierte que existen ‘‘obstrucciones’’ para aplicar el mecanismo de Alerta de Violencia de Género, pues a la fecha se han rechazado las Alertas en los estados de Chihuahua, Oaxaca, Guanajuato, Nuevo León, Hidalgo y Estado de México.

En Morelos, más de 2 mil firmas avalan la petición y se han emitido dos puntos de acuerdo, el primero en el Congreso de la Unión y el segundo por el Congreso del Estado. Sin embargo y contrariamente, para aplicar la Alerta de Violencia de Género se exige que las organizaciones que la hemos solicitado, nos apeguemos estrictamente a los procedimientos burocráticos que señala la ley, en un contenido excesivo de reglamentación. Mientras se demuestra todo lo ahí solicitado, siguen desapareciendo y asesinando a las mujeres. Ejerciendo con esa medida Violencia Institucional. Esto fue lo que analizamos ampliamente con Diputadas Federales de la Comisión sobre Feminicidio, del Congreso de la Unión, donde se está revisando el procedimiento legal para la emisión de esta Alerta.

Así vemos como ningún nivel de gobierno trabaja de forma comprometida por la seguridad de las mujeres, ni tampoco toma acciones para prevenir y garantizar la integridad de las mexicanas. La Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, tanto Federal como de cada Estado, obliga a las autoridades a presentar un programa de prevención y atención para la erradicación de la violencia contra las mujeres, por lo que las autoridades deberían estar trabajando para llevar a cabo acciones emergentes, porque los derechos de las mujeres están siendo violentados de forma grave e insostenible y eso no debe permitirse.
Es innegable la existencia de una violencia extrema, estructural y sistemática contras las mujeres, sus cuerpos y su dignidad, enmarcada en una cultura machista y misógina. Ante este panorama no vamos a abandonar la exigencia de que en Morelos y en otras partes del país se emita esta Alerta de Violencia de Género, se trata de la vida y la libertad de las mujeres.

Juliana G. Quintanilla, Paloma Estrada Muñoz, José Martínez Cruz y Marco Aurelio Palma son integrantes de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos
Fuente: http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article1733 

Entró en vigor la convención internacional de trabajadoras y trabajadores domésticos


La Convención internacional de trabajadoras y  trabajadores domésticos, el primer instrumento jurídico global de la historia que protege a estos empleados, entró en vigor el pasado jueves 5 de septiembre tras su adopción en junio de 2011 por la OIT, con lo que se convierte en ley internacional.

LEYENDA ÚNICA Trabajadoras domésticas celebran el resultado de la votación sobre la Convención de Trabajadores Domésticos_ Conferencia Internacional del Trabajo 100a reunión Ginebra 16 de junio 2011
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Teresa Sosa
La OIT se convirtió en la primera agencia de las Naciones Unidas en 1946. La Convención sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos o Convenio sobre trabajo decente para los trabajadores domésticos, establece normas laborales para las y los trabajadores domésticos a escala mundial. Se trata del Convenio 189 de la OIT. La norma  fue adoptada durante la 100ª reunión de la OIT el 16 de junio de 2011 y el 5 de septiembre entró en vigor como ley internacional (Convención de OIT-ONU).
 Se estima  que hay  más de 53 millones de trabajadoras y trabajadores domésticos en todo el mundo. En muchos casos se trata de trabajo en forma subterránea, de los que el 83% son mujeres, que ejercen sobre todo en América Latina y los países desarrollados, aunque la cifra está creciendo a un ritmo acelerado  tanto en el mundo desarrollado como sub desarrollado, según un comunicado de la OIT. Los datos que barajan otras entidades y sindicatos elevan el número de empleadas y empleados del hogar a 100 millones de personas, unos datos difíciles de confirmar, ya que como dijimos, se trata de un trabajo que suele desarrollarse en la clandestinidad. 
Reconocimiento de derechos
Esta nueva ley internacional busca terminar la histórica discriminación en el sector del trabajo doméstico y ofrece a sus  trabajadoras y trabajadores el derecho al sueldo mínimo nacional, a la seguridad social y a un descanso mínimo semanal, entre otras mejoras. 
El Convenio de 2011 (ahora Convención) está aún pendiente de ratificación por algunos Estados miembros de la OIT. Desde su adopción como Convenio varios países ya han aprobado nuevas leyes o regulaciones que mejoren las condiciones de los empleados del hogar, como es el caso de Venezuela, Bahrain, Filipinas, Tailandia, España y Singapur; mientras que Finlandia, Namibia, Chile y EEUU, entre otros, ya han emprendido reformas legislativas en esta dirección. 
 “Este instrumento está jugando un papel de catalizador de cambio. Es un punto de partida para que cada vez más países elaboren políticas que dignifiquen y valoren el trabajo doméstico”, ha subrayado en un comunicado, la directora de la OIT sobre condiciones de trabajo e igualdad. (Manuela Tomei).
Según un estudio de la OIT, del pasado enero, las/los empleados domésticos suelen trabajar en casas de particulares, generalmente sin unas condiciones laborales claras, sin estar regularizados y, por tanto, excluidos de la legislación laboral. 
La OIT estima que solo el 10 % de los empleados del hogar están cubiertos por la legislación laboral; mientras que una vasta mayoría desempeña sus tareas en condiciones de explotación y de abusos de derechos humanos, con salarios más bajos que en otras ocupaciones comparables y trabajando muchas horas.

 Cambios concretos

 
El primero de todos es que son reconocidos como trabajadoras y  trabajadores y tienen el mismo derecho que otras categorías de trabajadores a una protección mínima, al menos desde el punto de vista legal. La Convención establece el derecho de los trabajadores domésticos a ser informados, de manera clara, sobre los términos y condiciones de su empleo, es decir: cuáles son las tareas que deben realizar, el número de horas de trabajo y cuánto se supone que deben trabajar, cuándo y de qué manera recibirán su salario. También establece límites a la proporción de la remuneración que puede ser pagada en especie, así como un descanso semanal de al menos 24 horas consecutivas.
 
La Convención estipula además medidas especiales para hacer frente a las vulnerabilidades de grupos específicos de trabajadores domésticos: los trabajadores jóvenes, es decir aquellos menores de 18 años y por encima de la edad mínima de admisión al empleo; los trabajadores domésticos que residen en el hogar para cual trabajan; los trabajadores domésticos migrantes (Marcela Tomei, directora de la OIT sobre condiciones de trabajo e igualdad).

Venezuela: mejoras LOT

En nuestro país al entrar en vigencia la nueva Ley Orgánica del Trabajo (LOT, 2012), cambiaron radicalmente los derechos de la ahora denominada trabajadora y trabajador del hogar y, como consecuencia, las obligaciones del empleador, ya que el artículo 207 de la LOT establece que las personas que se dedican a este oficio se regirán por el contenido de ésta a todos sus efectos.
La jornada de trabajo, según el art.173, no excederá de cinco días a la semana, con dos días de descanso continuos y remunerados, quedando la jornada diurna en un máximo de ocho horas diarias y cuarenta semanales.
Las vacaciones por cada año de servicio, según el art. 189, serán de 15 días hábiles remunerados y en los años sucesivos se incorporará un día adicional remunerado por cada año de servicio hasta un máximo de 15 días hábiles remunerados; el bono vacacional (art. 192) será de 15 días de salario normal, más un día por cada año de servicio hasta un máximo de 30 días de salario normal. La bonificación de fin de año (art. 140) será de 30 días de salario por cada año completo de servicio.
En cuanto al beneficio de la prestación social de antigüedad (art. 142), no se hace ninguna distinción entre entidades de trabajo (ex empresas) y patronos o empleadores sin fines de lucro, por lo tanto los empleadores de los trabajadores del hogar deberán acreditar el equivalente a 15 días de salario integral cada trimestre, calculados con base en el último salario integral devengado.
Adicionalmente, debe acreditársele dos días de salario por cada año adicional de servicio, hasta 30 días de salario y, cuando la relación de trabajo termine, por cualquier causa, se calculará la prestación social de antigüedad con base en 30 días por cada año de servicio o fracción superior a los seis meses, calculada al último salario integral, correspondiéndole al trabajador del hogar el monto que resulte mayor entre las acreditaciones y el cálculo efectuado al terminar la relación de trabajo. Además de otras mejoras.
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Pronunciamiento público 2º Encuentro Mesoamericano de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos


 6, 7 y 8 de Septiembre de 2013 Suchitoto, El Salvador

Pronunciamiento público 2º Encuentro Mesoamericano de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos 6, 7 y 8 de Septiembre de 2013 Suchitoto, El Salvador

En los últimos años, las defensoras de derechos humanos de la región mesoamericana hemos enfrentado una embestida de agresiones por defender la igualdad, la justicia, los territorios, nuestras vidas y la dignidad de nuestros pueblos.

Treinta y ocho defensoras de derechos humanos han perdido la vida a causa de la violencia entre 2010 y 2013. Sus muertes permanecen aún en la impunidad.

Tan solo durante el año pasado, de acuerdo con el Diagnóstico 2012: Violencia contra Defensoras de Derechos Humanos en Mesoamérica, registramos 414 agresiones contra mujeres defensoras, de las cuales las guatemaltecas han sido las más violentadas, seguidas por las hondureñas y las mexicanas.

Las defensoras que enfrentan mayores riesgos son aquellas que se encuentran en áreas rurales, seguidas de las que realizan su labor en zonas urbanas. Las que mayormente han sufrido agresiones son las que defienden la tierra, el territorio y los bienes naturales, seguidas de las implicadas en la defensa del derecho a una vida libre de violencia para las mujeres y feminicidios y las que trabajan por el derecho a decidir, así como de las comunicadoras y las activistas de la diversidad sexual, las defensoras que dan acompañamiento a procesos organizativos y a mujeres en riesgo por defender diversos derechos.

Entre los principales tipos de agresión sufridos a nivel regional aparece en primer lugar el relacionado con “amenazas, advertencias y ultimátum”, le siguen “intimidaciones u hostigamiento psicológico” y “uso excesivo de la fuerza”.

Las instituciones estatales son los principales responsables de la violencia que enfrentan en 87% de los casos. Se trata, fundamentalmente, de autoridades municipales, autoridades estatales/ departamentales/provinciales, policías, militares y autoridades nacionales. En segundo lugar, las defensoras identifican a actores privados, de empresas privadas, negocios y agentes de seguridad privada.

A esa realidad adversa y violenta, responde la convocatoria al 2º Encuentro de Defensoras que hiciera la Iniciativa Mesoamericana de Defensoras de Derechos Humanos a fin de reunirnos en un ambiente de confianza y solidaridad para compartir los procesos individuales y colectivos que nos han llevado a identificarnos y valorarnos como defensoras de derechos humanos.

Acudimos al llamado ciento ochenta y siete mujeres defensoras, provenientes de México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua y Panamá, así como invitadas especiales de otros países de los continentes americano y europeo, todas cobijadas por la bella ciudad salvadoreña de Suchitoto y con la generosa hospitalidad de la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local.

Hemos recordado a nuestras ancestras, quienes forjaron con sus luchas el camino para el reconocimiento de nuestros derechos; honramos en cada momento a nuestras compañeras que han sido asesinadas y desaparecidas, y en su memoria nos hemos comprometido a continuar su camino con el anhelo de transformar nuestro presente y crear futuros mejores.

Nos pronunciamos:

Contra las violencias ejercidas desde los Estados mesoamericanos que favorecen el capitalismo neoliberal y el poder patriarcal, con precarios procesos democráticos e institucionalidades frágiles que esconden tendencias militaristas, excluyentes y misóginas.

Contra las violencias que ejercen empresas transnacionales, que imponen sus proyectos extractivos, destruyendo ecosistemas y comunidades, cuyos rostros nunca vemos y que agreden a la resistencia activa de nuestros pueblos.

Contra las violencias que se ejercen dentro de nuestros propios movimientos sociales, frecuentemente invisibilizadas, con dificultades de reconocerlas y denunciarlas públicamente.

Frente a esos actores y escenarios que nos quieren distantes y ajenas nos vamos de Suchitoto convencidas que al unificar voces, saberes, solidaridades y estrategias de protección, seguridad y autocuidado, avanzamos en nuestro camino de convertir las injusticias en justicia y en esperanzas renovadas.

Reiteramos nuestro compromiso de continuar fortaleciendo las redes nacionales de defensoras de México, Honduras, Guatemala y El Salvador, así como de construir nuevas articulaciones para acompañarnos y protegernos de manera integral, entre todas y frente a todos los que violentan las posibilidades de las mujeres de vivir dignamente, con justicia y equidad.

Porque no estamos solas, juntas haremos respetar nuestros derechos y los derechos humanos de nuestros pueblos, más temprano que tarde.

Firmamos este pronunciamiento defensoras mesoamericanas de las ciudades y del campo, indígenas, profesionistas, profesoras, sanadoras, periodistas, cantantes y creadoras, heterosexuales, lesbianas, transexuales, gestoras comunitarias, comerciantes, sindicalistas, trabajadoras sexuales, migrantes, agricultoras, feministas, empleadas domésticas, abogadas y terapeutas, jóvenes y mayores de edad, mujeres todas en plenitud.

Suchitoto, El Salvador a 8 de septiembre de 2013


"La mejor venganza es ser felices"


Entrevista a June Fernández

 Gloria López


Madrid, 10 sep. 13. AmecoPress. June es militante, feminista. Centrada en integrar la perspectiva de género en otros movimientos sociales porque cree deben construirse redes entre todas aquellas personas que no se ajustan a la normalidad y que el patriarcado capitalista excluye de los medios. Es también periodista. Quiso mostrar la igualdad y la diversidad a través del buen periodismo y fundó la revista digital feminista ‘Pikara Magazine’ junto a tres compañeras: un espacio para el humor, el placer y la trasgresión.

 La Asociación Española de Mujeres de los Medios de Comunicación (Ameco) ha reconocido la labor de esta joven periodista en su VII Edición de los Premios ‘Prensa –Mujer’ “que bianualmente destacan la labor informativa efectuada por colectivos y mujeres profesionales del periodismo a favor de la igualdad de género en el último año”.
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¿Qué te ha parecido ser una de las galardonadas en esta edición de los Premios Ameco?

Siento que es reconocimiento tanto a título personal, como también a Pikara.

Háblanos un poco de ese proyecto, de la revista digital feminista Pikara Magazine.

Es un proyecto impulsado por cuatro integrantes de la Red Vasca de Periodistas con Visión de Género: Itziar Abad, Maite Asensio, Lucía Martínez Odriozola y yo. Compartíamos inquietudes y prácticas. Trabajábamos en medios y echábamos en falta un medio donde hacer el periodismo que nos de la gana y que también sirva como laboratorio para esa comunicación que logra integrar la perspectiva feminista y el buen periodismo. Yo llevaba alejada del periodismo un año y lo echaba de menos y me vino muy bien. Eso fue en el 2010. Todo el mundo se sumó con mucha confianza y ahora mismo tenemos colaboradoras en muchas ciudades españolas y también en América Latina.

Pikara es una apuesta por la igualdad y la diversidad que busca transcender la agenda tradicional de los medios de comunicación con visión de género. Y lo hace con mucho humor, placer y transgresión. Nos parece clave un tono de denuncia que no sale solo desde el cabreo; la mejor venganza es ser felices.

 Hacer periodismo con perspectiva de género implica, entre otras cosas, elegir temas que muchas veces los medios generalistas no tratan. ¿Cuáles son esos temas vetados en el periodismo tradicional?

En realidad, muchas veces la diferencia es sobre todo el enfoque utilizado, y las personas que protagonizan las informaciones. Se pueden tratar todos los temas sociales y culturales pero con un enfoque distinto. Por ejemplo, si habla de economía, lo establecido es que se hable de mercados; pero también se puede hablar de la situación que viven las personas empleadas del hogar, o las inmigrantes; cuando se habla de política, se habla de partidos políticos, pero no se habla de derechos, por ejemplo. Es decir, hay sujetos que no salen en los medios de comunicación y que nosotras reivindicamos, como son las mujeres; también nos interesa evidenciar y profundizar en situaciones de especial vulnerabilidad.

Es decir, exige también un tipo de tratamiento.

 Exacto. Es muy importante que la visión no sea victimizadora ni paternalista, sino que las protagonistas tengan su propia voz y capacidad para enfrentar agresiones. Es clave el empoderamiento. En este momento, quien sale en los medios está asociado al “éxito”, al poder, a lo espectacular…Pero hay temas más cotidianos, el mundo de los afectos, el mundo de los cuidados, pequeñas actitudes cotidianas que enfrentamos, pequeños desprecios o sexismos que experimentamos en la vida diaria, que es esencial mostrar.

 Feminismo anticapitalista

Gran parte de tus esfuerzos están destinados a incluir la perspectiva feminista en distintos movimientos sociales en los que participas. ¿Cómo realizas esta labor? ¿Qué impedimentos encuentras?

Todo está relacionado. Creo que el feminismo tiene que ser anticapitalista y apuntar a transformar un sistema de poder que es complejo y que discrimina a cualquiera que no se ajusta a la “normalidad”. Hay una corriente llamada transfeminismo que se propone articular a personas que quedaron fuera del sujeto “mujer” clásico con la que me identifico bastante. Me gusta escribir de género, pero también sobre inmigración y racismo, diversidad en general, sexualidad, …y como yo hay mucha gente.

En definitiva, creo que hay mucho en común entre las distintas reivindicaciones, que surgen alianzas muy interesantes, no son capas que se suman, sino una articulación mucho más rica que defiende la igualdad de derechos para todas las personas.

Uno de tus reportajes, “Yo quería sexo pero no así” –muy premiado, por cierto- aborda el tema de las agresiones sexuales que no son identificadas como tales. ¿De dónde surge esa “incapacidad” para reconocer los abusos por parte de las mujeres y para respetar los límites por parte de los hombres?

En el reportaje hago una invitación a cuestionar el modelo sexual que existe, en el que el hombre tiene que satisfacer su deseo sexual y la mujer no puede expresarlo. Está “naturalizado”. Por ejemplo, existe un mito que estamos analizando ahora para un reportaje, el mito de la “calientapollas”, que viene a decir que si una mujer “tontea” con un hombre, se insinúa, juega, está obligada a mantener relaciones sexuales, no puede decir “hasta aquí”, porque entonces es una “calientapollas”. Las mujeres tenemos que aprender a decir sí o no, cuando queramos. Y en los hombres en muchas ocasiones hay una falta de empatía total, que les impide sentir que la mujer no quiere mantener relaciones en ese momento. Se entiende que un hombre puede estar agrediendo a una mujer sin darse cuenta y eso es monstruoso.

Foto: Archivo AmecoPress 

“¿Por qué uso velo? Porque soy feminista y visto como me da la gana”



Un cuerpo lleno de cicatrices acercó a la cubana Yasmín Silvia Portales al feminismo, a cuestionarse la lógica de la belleza y la feminidad.


Cuando conocí el blog de Yasmín Silvia Portales Machado, primero me emocioné mucho por haber encontrado a una mujer que fuera crítica con el sistema cubano desde el compromiso feminista y marxista. Mi siguiente emoción fue una gran curiosidad al ver en su foto de perfil que lleva velo. Mi hipótesis absurda era que tal vez simbolizase su adscripción a algún tipo de corriente o religión africanista.
Nos escribimos durante meses y, cuando llegué a La Habana, me invitó a comer en su casa con su familia. Vi que tiene la piel del rostro y de buena parte del cuerpo quemada. Una parte de mí se dijo: “Ah, se pone velo para taparse las quemaduras”. La otra parte de mí no se quedó satisfecha con esa suposición.
Le puse el corto ‘Hiyab’, sobre una adolescente musulmana a la que la orientadora del instituto le presiona para que se quite el velo. Nos dimos la razón en que el feminismo debe defender, también en este tema, el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y a vestir como les de la gana. Fue casualidad, no le puse el corto con ánimo de sacar el tema, pero aproveché la coyuntura para preguntarle a bocajarro: “¿Y tú por qué llevas velo?” “Pues porque me da la gana”, zanjó firme pero sonriente. No insistí. Después de compartir durante un mes muchos buenos momentos juntas, aproveché el rol de periodista para volver a las andadas. Abajo tenéis la respuesta.
El feminismo debe defender el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y a vestir como les de la gana
Yasmín -con su velo, su piel quemada, su inteligencia, su espíritu crítico, su humor ácido, la foto de su boda con Rogelio (ella con velo blanco de novia como Dios manda) colgada en ese mismo blog en el que se declara bisexual- desafía nuestra rigidez mental, nuestra necesidad pueril pero irreprimible de señalar con el dedo lo diferente, de etiquetar, de pretender entenderlo todo. Después de un mes compartiendo muchos buenos momentos, tenía ganas de escucharle hablar sobre su cuerpo, pero ya no por la curiosidad inicial, sino porque intuía un relato fascinante.
¿El feminismo te ayudó a aceptar tu cuerpo?
Fue mi cuerpo el que me llevó al feminismo, porque es un cuerpo lleno de cicatrices. Me llevó a cuestionarme la lógica de la belleza y de la feminidad. En secundaria, me hacía muchas preguntas acerca de cómo nos educaron a las mujeres. Me preguntaba si yo podía ser mujer siendo tan fea, porque sabía que los hombres podían ser feos, pero las mujeres no.
Recuerdo la obsesión de mi madre por la cirugía estética después del accidente. Era la década de los noventa, tan precaria económicamente, y mi madre se gastaba todo lo que no tenía en garantizarme la cirugía estética. Cuando llegué a la adolescencia entendí que no podía competir en términos de belleza con el resto de mis compañeras. Me enfrentaba a una triple discriminación: por mujer, negra y fea, que en la adolescencia es una discriminación seria. Lo que me queda era ser la mejor de la clase.
Cuando yo llegué al feminismo de forma consciente, ya era adulta, entre otras cosas porque había aprendido a vivir en mi cuerpo. La gente me preguntaba si no me iba a hacer más cirugía y yo ya tenía mi respuesta: “Esta es mi cara, esta soy yo, no quiero volver a cambiar”. Pero no me sentía bonita. Me sentía segura de mi misma, me sentía libre, pa’ que tú veas. Porque como de todas formas no iba a ser bonita, podía ser lo que yo quisiera y vestirme como me daba la gana. Me di cuenta después de que eso es algo envidiable, que muchas querían sentirse libres de ser bonitas. Eso me ahorró tiempo: el que las otras dedicaban a estar bonitas, yo lo invertía en pensar, leer, preguntarme cosas.
“Me enfrentaba a una triple discriminación: por mujer, negra y fea, que en la adolescencia es una discriminación seria”
Tal vez mi feminismo empezó por preguntarme qué era ser femenina, en esa época en la que coqueteaba con la heterosexualidad tradicional. Me sorprendió mucho cuando hombres profundamente atractivos se me acercaban en la universidad. Era una escuela de teatro: ahí estaban las actrices y las bailarinas, disponibles y simpáticas. Pero algunos se interesaban por mí. Eso me hizo ruido en el sistema.
Me imagino que todo esto también me ayudó a no juzgar a las mujeres por el exterior. Me di cuenta después, leyendo a feministas, de que no soy la única a la que le costó trabajo. Con 21 o 22 años, me di cuenta de que podía mirar a las mujeres y a los hombres sin esperar nada de su belleza, ni a favor ni en contra. Una tiene ojos en la cara, disfruta de la belleza, pero no puede pensar que hay algo detrás. Funcionó, porque veía un rostro que no era lindo todas las mañanas, y el fantasma me acompañaba. Eso no significa que no haya estado libre de complejos. No usé trusa (bañador) de dos piezas hasta los veintipico años, y fue por la presión de la precariedad, porque no tenía dinero para uno de una pieza. Luego descubrí que no había problema, que la gente no me miraba.
¿Y eso de llevar velo?
Empezó en Ecuador [donde estudió una maestría de feminismo], porque en Quito hay un nivel alto de radiación solar y mi piel es muy sensible. Empecé a usar pañuelos para protegerme de ese sol que quema, que no es como el del trópico. Cuando regresé, me quedó la costumbre. Y la gente me preguntaba si me había convertido. Me preguntaban si me había casado con un árabe. Lo dejé de usar en 2010, pero cuando nació el niño me pareció cómodo para darle pecho sin sentirme expuesta.
Luego lo seguí vistiendo porque me daba gracia; se convirtió en un ejercicio de etnografía fascinante: cómo la gente me miraba, me cedía el asiento, miraba con violencia a los hombres que me acompañaban… Un día, en el ómnibus, la gente empezó a mirar con muy mala cara a mi padre porque asumían que él era el malvado que obligaba a la pobre chica musulmana a llevar velo. Desde hace un año, se asocia con la primavera árabe. Hubo gente que me preguntaba: “¿Estás diciendo con el velo que eres algo de la primavera árabe?” Y yo decía: “Puede ser”. “¿Y estás con el Gobierno o con el pueblo?” “Siempre con el pueblo”. “Así pasó de ser el ejercicio etnográfico de desmontar cómo se visten las mujeres en Cuba, al ejercicio político de apoyar algo que me parece hermoso, algo en lo que las mujeres también están. Y de ahí devino el ejercicio político de decir: “me visto como me da la gana”.
“Mi feminidad no es ortodoxa. Está atravesada por el marxismo, la bisexualidad, la realidad religiosa singular que tenemos en Cuba, el calor, la precariedad material que no me permite elegir cómo vestirme…”
La gente me cuestiona por ser feminista y llevar velo, una prenda que se considera símbolo de opresión femenina. Hubo gente que me preguntó: “¿Tú te convertiste?”. “No. ¿Y si me hubiera convertido?” “Pues me hubiera preocupado mucho, porque en los países árabes venden a las mujeres”. ¡Pero si yo estoy aquí! Es del todo absurdo. Se convirtió en un ejercicio de desmontar la lógica del poder. Usar velo no significa que estar sometida a alguien o a algo. Yo soy feminista y visto como me da la gana, por eso uso velo. Es rico. Y práctico. No hay que peinarse todas las mañanas.
¿Pasas de la feminidad, o eres femenina a tu manera?
No puedo pasar de la feminidad, porque mi identidad de género es femenina. Ahora puedo decir con palabras que mi feminidad no es ortodoxa. Está atravesada por el marxismo, la bisexualidad, la realidad religiosa singular que tenemos en Cuba, el calor, la precariedad material que no me permite elegir cómo vestirme… Es una feminidad, vamos a llamarle, crítica. Me satisface mucho, porque la he construido de a poco. Creo que equilibra de manera bastante razonable mis necesidades orgánicas, intelectuales, y de resistencia al discurso de que para ser mujer hay que tener las uñas largas y pintadas, hacerse la pedicura, arreglarse el pelo, maquillarse todas las mañanas…
Ni en los momentos más rabiosos de pubertad pensé que hiciera falta maquillarse a diario para ser mujer. Yo miraba la historia y pensaba: ¿acaso las cubanas que en el siglo XIX iban a sacrificarse por la patria habían dejado de ser mujeres?
Es una feminidad que nos satisface a mí y a mi esposo, que es lo importante. La mayor parte del tiempo yo trato de estar abierta a descubrimientos estéticos. Es una feminidad muy sexualizada, la verdad. En mi sexualidad soy un poquito falocéntrica, tengo que admitirlo, pero no me da vergüenza. No soy linda, pero soy atractiva. Ahora lo sé.
Eres atractiva, pero además tus rasgos son lindos…
Sí, pero… Ahg…
Tienes ojos bonitos, las pestañas…
Y tengo la nariz perfilada, lo cuál en Cuba es muy valioso. A lo mejor es que todo esto es discurso y en realidad no superé el trauma. Yo qué sé. Pero es que tampoco me interesa ser bonita, porque me suena a atadura. ¿Quién marca ese modelo? Cuando yo era pequeña, me metía el dedo en la nariz y mi madre me decía que no hiciera eso, que se me iba a ensanchar. Y pretendía que eso me asustara. Yo tenía suerte de ser una niña mestiza que había heredado los genes de su abuela blanca de ojos azules y tenía la suerte de tener la nariz fina. Es terrible, porque ese marco de la herencia está obviamente racializado. Por eso no me gusta la palabra “bonita”, porque tiene todas esas implicaciones de las que no puedo deshacerme. No creo que sea bonita, y además no quiero serlo.

¿Ciberfeminista yo? Las paradojas de las identidades


Yasmín Silvia Portales, bloguera y activista cubana defensora de la diversidad sexual, destaca tanto por sus posts políticos como por sus relatos de ciencia ficción, que difunde pese a las limitaciones tecnológicas de la Isla

Yasmín
Yasmín, retratada por Raquel Pérez

Reconocerse feminista es un ejercicio de arduo de identidad para las mujeres cubanas, explicable a partir de las particularidades que ha tenido en el país el movimiento de mujeres, luego de 1959. Por suerte, hay quienes tienen esta cuestión superada (o nunca pasaron por ella), como es el caso de la feminista Yasmín Silvia Portales.
Yasmín es graduada de Teatrología y Dramaturgia en el Instituto Superior de Arte, ex-tallerista del Centro Onelio y colaborada de varios medios de prensa. Con esos antecedentes ¨ilustres¨, la joven ha desarrollado una carrera en las redes cubanas, que comenzó en 2005, momento en el que sacó a la luz Palabras Robadas, blog dedicado a  sus narraciones de ciencia ficción, del cual hablaremos más adelante.
Sin embargo, su bitácora más reconocida es En 2310 y 8225 , en la cual desde el encabezamiento  reconocemos su intención primigenia: “Vivir en Cuba y ser queer ha sido elección. Mi vida es un fino equilibrio entre el ejercicio de la maternidad, el feminismo y el marxismo crítico”[1].

El primer post data de 2007 y en aquel entonces se reconocía como una mujer con una heterosexualidad iconoclasta, que usaba las redes para expresarse, lo que imprime cierta riqueza al tratamiento discursivo, revelando argumentos consistentes: “Lo hago porque la defensa del derecho a la libre expresión de la diversidad sexual es parte de mi vida cotidiana, tanto personal como profesional. En los posts de carácter personal simplemente expreso mi sexualidad heterodoxa, cómo permea mi percepción del mundo. En los textos periodísticos o académicos se trata de una toma de partido consciente. No se narra desde la neutralidad, siempre se narra desde cierto punto de vista, y parte de mi punto de vista es la defensa del derecho a la diferencia”[2].
Reconocerse feminista es un ejercicio de arduo de identidad para las mujeres cubanas
Del mismo modo, la bloguera fundamenta la pertinencia de Internet para dar cauce a sus preocupaciones y la reconoce como un medio válido como cualquier otro, señalando como la principal ventaja “la naturaleza inclusiva y dialógica de la red”[3]. Según ella, “se puede opinar, se puede discutir, se puede denunciar sin esperar a que los responsables de los medios de comunicación ‘tradicionales’ decidan que es políticamente oportuno sacar a colación la injusticia que afecta a X grupo social”[4]. En 2310 y 8225 es muestra de sus intereses en campos afines como la diversidad sexual, las relaciones de género y la filosofía.
Una de sus entradas, Pulsar en negativo, es en nuestra opinión una de las más subversivas en cuanto a la maternidad en la vida de una mujer joven profesional: “Creo que todo se resume a que llevo tres meses sin un orgasmo, me picaron la barriga y ahora comparto la habitación con un extraño que no habla mi idioma y de quien soy totalmente responsable (…)”.[5]
No obstante, como los procesos identitarios son harto difíciles y en ocasiones inexplicables, al preguntársele recientemente si era ciberfeminista expresa: “¿Ciberfeminista? No. Yo soy una feminista marxista, creo que las discriminaciones (de ‘raza’, religión, capacidad física, género, orientación sexual, identidad de género y hasta etcétera) son mecanismos (intuitivos al principio) de la clase dominante para perpetuarse en el poder. Yo creo que la cosa está en desmontar el control material sobre los medios de producción y los modelos sociales que justifican la exclusión, todo a la vez, o se traba la catalina. (…) Yo tengo una relación crítica con los discursos sobre el uso de la tecnología (que no tiene ideología, que es natural en los hombres, y eso), pero estoy lejos de ser una usuaria activa con la tecnología. Para mí eso es: capaz de analizar un código y modificarlo para que responda a mis intereses; capaz al menos de resolver mis propios problemas con la PC. (…) Claro que reflexiono sobre la presencia femenina en Internet, pero es una derivación de la obsesión del feminismo marxista por el uso social de la tecnología (…). Recojo la perspectiva de que Internet es una expresión más del “espacio público” y debemos hacer visibles nuestra presencia, los aportes (contenido, forma o tecnología pura) que hacen las mujeres y los mecanismos a través de los cuales se intenta replicar el sexismo preexistente en el espacio público físico. Yo soy una feminista marxista que mira con atención al ciberespacio. Nada más”.
Ante la falta de conexión directa a Internet  hace de las cadenas de correo electrónico la mejor solución para difundir sus ideas y opiniones personales
En el año 2012, durante su participación en un panel dedicado al ciberfeminisno,  la bloguera reconocería como elementos constitutivos de ciberfeminismo la valoración de la vida cotidiana y el empleo de las nuevas tecnologías como espacio para el ejercicio del activismo político. Como sabemos, el ciberfeminismo ha planteado desde su surgimiento el arribo de las mujeres a los ambientes digitales, la consiguiente subversión del dominio patriarcal y la subordinación femenina, al tiempo que ha revelado las brechas que la utilización de las TIC han supuesto y propuesto la realización de proyectos artísticos-creativos (inspirados en el Art.net), que es el caso Palabras robadas.
En ese espacio coloca la bloguera sus Fanfiction, relatos basados en un textos, situaciones y personajes originales y cuya contribución está en la re-creación de estos personajes. Entre los Fanfiction, Yasmín prefiere los de temática homosexual (slash), que en el caso de las  mujeres se denominan femslash o femmeslash. Lo cual está en coherencia con su vivencia de persona queer que ha reconocido sistemáticamente y de la cual deja constancia en su perfil.
Muy pocas personas conocen de la existencia de este blog y es que, como dijimos con anterioridad, Yasmín ha privilegiado En 2310 y 8225. Además, es coautora de Bubusofia, donde comparte con su esposo Rogelo Manuel Díaz Moreno. El primer post de esta bitácora data del año 2006. Palabras robadas tuvo mucha actividad durante el año 2007 y a esta altura del 2013 ya concentra varias historias con sus correspondientes capítulos: De Leyes y Venganzas (30), El Secreto del Roble (7), El Segundo Regreso del Rey (44), En Busca de un Sueño (31), Para qué quiero más (7), Secretos de Familia (19) y Un Hogar casi feliz (1).
Dentro del ámbito de la ciencia ficción, Yasmín ha expuesto, en forma de ensayo, sus consideraciones acerca del replanteamiento del género sexual dentro de la literatura de este corte, lo cual distingue a la narración, pues esos seres imaginados (humanoide s o no) siempre tienen referentes sexo- genéricos[6].
Pero ella no es solo una bloguera; también participa en la visibilización de otros espacios de información de la redes cubanas. Su quehacer más reciente en este sentido es haber concebido y usado con eficiencia, por primera vez en el país, la etiqueta #FILCuba2013 en Twitter, para promocionar el evento cultural más importante de la Isla, la Feria Internacional del Libro.
“Hacer más con menos” es su premisa, y ante la falta de conexión directa a Internet  hace de las cadenas de correo electrónico la mejor solución para difundir sus ideas y opiniones personales. “Para muchos es un herramienta anticuada, pero para la comunidad digital en Cuba es una vía básica de comunicación”[7]. De esa forma también actualiza sus bitácoras, ante la imposibilidad de acceder a ellas directamente. A Yasmín también le preocupan ciertas marcas de género que tiene la blogosfera cubana, de ahí sus investigaciones Voces femeninas en la blogosfera cubana. ¿Cambió algo más que el soporte?[8] y Perfil demográfico de la blogosfera hecha en Cuba. Primeros resultados de investigación, las dos presentadas en eventos científicos internacionales.
En el marco de la Red de Humanidades Digitales, algo muy novedoso en Cuba y a la que el país acaba de incorporarse, la bloguera ha planteado ese “¿cómo hacer más con menos?”, en clara alusión a las condiciones de conectividad , mejores cada día pero aún insuficientes, y de acceso a la tecnología que tenemos en Cuba.
Luego de haber seguido de cerca su evolución como bloguera, desde el 2005 hasta la actualidad, no nos quedan dudas de que Yasmín se encuentra en una especie de tránsito entre su identidad real y la virtual que se consolida y va unida al manejo creativo de las TICs; fundamentado además cuando observamos que Palabras robadas, vendría a ser expresión de ciberfeminismo artístico, pero para el caso de la escritura. Algo realmente novedoso dentro de la popular y socorrida blogosfera cubana.

Lucha de mujeres afrodescendientes comienza a dar frutos

INTERNACIONAL
POBLACIÓN Y DESARROLLO
   Dorotea Wilson destaca logros en su organización

Dorotea Wilson, feminista nicaragüense | Foto retomada del suplemento La República de las Mujeres
Por: Karina Thove
Cimacnoticias/LaRepúblicadelasMujeres | Montevideo.- 

Del convento a la guerrilla, de la alcaldía a la diputación, de la dirección nacional del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) al feminismo, y con éste como brújula a la coordinación de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora.

Tal es la secuencia vital de la nicaragüense Dorotea Wilson, una de las voceras de la sociedad civil en la reciente Primera Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina, realizada en agosto pasado en Montevideo.

Antes de que terminara el encuentro y en medio de todas las negociaciones, Wilson se hizo tiempo para dialogar con La República de las Mujeres.

Dorotea Wilson llegó a nuestra capital con la expectativa de que saliera una Declaración de Montevideo “muy progresista para llevar a Nueva York” en 2014, cuando se evalúen a nivel global los resultados de la aplicación del Programa de Acción de la  Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, realizada en El Cairo en 1994.

Wilson integró la gran articulación de más de 50 redes de organizaciones civiles de la región, con un posicionamiento consensuado que se expresó en la declaración “El  momento es ahora”.

A ella le correspondió leerlo ante delegados y delegadas oficiales a la Primera Conferencia Regional sobre el tema, organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el gobierno uruguayo, apoyados por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

En más de 12 de esas delegaciones también participaron mujeres afro, indígenas y de la sociedad civil. “Uruguay puede liderar este esfuerzo en la región”, dijo Wilson y su pronóstico se cumplió.

HACIENDO CAMINO

–La República de las Mujeres (LRDLM): ¿Podría decirnos cuáles son los objetivos de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora?

–Dorotea Wilson (DW): Coordino esta Red, que fue constituida hace 20 años en República Dominicana, donde varias mujeres feministas nos autoconvocamos y dijimos que era necesario visibilizar a las mujeres negras.

“Era el auge de las redes: estaba la red de salud, la de mujeres políticas, la de mujeres indígenas, entonces las afrodescendientes entendimos que teníamos que hacer lo mismo. Tenemos presencia en más de 25 países de la región; tenemos una estructura regional y  subregional, su sede en este momento está en Nicaragua donde se administran los recursos.

“Es una red de pertenencia, no de afiliación; trabajamos contra el racismo, la exclusión, la discriminación y toda forma de intolerancia.

“La región tiene mucha diversidad; pienso por ejemplo en el
Caribe donde hay culturas y lenguas muy distintas (inglesa, francesa, holandesa, española).

–LRDLM: ¿Cómo logran la comunicación?

–DW: Esa ha sido una de nuestras limitantes, porque en la red tenemos caribeñas de habla española. Hay otras organizaciones caribeñas de habla inglesa y estamos tratando de integrarlas –tenemos compañeras en Haití, Belice, Surinam, Barbados, Jamaica–. Ellas hacen el esfuerzo de aprender el español y nosotras el inglés; entonces hemos podido comunicarnos y cruzar información.

DESIGUALDAD ESTRUCTURAL

–LRDLM: Muchas veces se señala como una limitante la falta de indicadores para saber cuáles son los principales problemas de la población afrodescendiente o de la población indígena. En la declaración “El momento es ahora” se demanda generar mecanismos, tener  herramientas para cuantificar y hacer un seguimiento de las  políticas.

–DW: Nosotros le estamos diciendo a la Cepal que tiene un Observatorio con indicadores bien montados para la población indígena y afrodescendiente, que necesitamos más.

“Cepal no puede incorporar cifras si los Estados miembro no le suministran esos datos oficiales. Entonces estamos diciendo que en cada uno de nuestros países, en los censos, cuenten con la variable étnicoracial.

“Creemos que también tenemos que tener estadísticas de salud, educación, de mujeres viviendo con VIH, de embarazo en adolescentes. Si no hay estadísticas no se pueden implementar políticas diferenciadas hacia los grupos poblacionales que más lo necesitan”.

–LRDLM: ¿Esto pasa en todos los países por igual?

–DW: En gran parte de nuestra región, sí. Brasil ha avanzado, Uruguay, Ecuador, Colombia, han generado mecanismos e instrumentos para dar seguimiento a políticas diferenciadas hacia su población afro e indígena.

“En Centroamérica nos falta, en Panamá hubo un censo hace dos años pero tuvo problemas por la forma en que se abordó la pregunta para que la población expresara su identidad étnico  racial.

–LRDLM: En la declaración “El momento es ahora” se reconocen una serie de avances en estos casi 20 años desde la Conferencia de El Cairo, pero también menciona que una de las dificultades más grandes para poder avanzar está en la desigualdad estructural del continente. En ese sentido, ¿cómo visualiza su región?

–DW: Tenemos el racismo, la falta de oportunidades y acceso a los créditos, a la titularidad de tierras para las mujeres. Las grandes brechas también están en la comunicación, en la tecnología de avance a la que las mujeres no tienen acceso. Falta de acceso a la educación, a la salud integral, a un empleo digno para los jóvenes, y las grandes brechas que hay de una región a otra.

–LRDLM: Sin dejar de decir que Latinoamérica toda es muy desigual.

–DW: Sí. Tenemos 22 millones de mujeres analfabetas en el continente, pero es muy desigual en la región. Nosotros en Nicaragua, por ejemplo, hemos hecho campañas de alfabetización desde los años 80, se ha continuado y hemos bajado el analfabetismo.

“En el Caribe nicaragüense tenemos la educación bilingüe bicultural-intercultural que llega a cierto grado de la enseñanza, en otros países tenemos que se llega hasta el nivel universitario. En el área rural, por las mismas necesidades de empleo y falta de oportunidades, las mujeres no salen de sus casas, entonces no acceden a la educación”.


–LRDLM: En su país, usted ha participado activamente en la vida política. Ha sido alcaldesa, diputada, integró la dirección del FSLN y desde ese lugar impulsó la participación política de las mujeres. ¿Con qué mecanismos cuenta hoy Nicaragua para incentivar la participación política femenina?

–DW: Me acuerdo que en la Dirección Nacional del Frente junto a tres compañeras empezamos a pelear la cuota 50/50…

–LRDLM: ¿Solamente eran tres mujeres en la Dirección?

–DW: Sí, porque nos habían aprobado la cuota del 30 por ciento (risas). Pero después implementamos otros mecanismos para las  elecciones nacionales, regionales y locales que era el 50/50, donde en la elaboración de la lista tenía que estar encabezando una mujer, un hombre o viceversa y después del quinto lugar se comenzó a incluir a los jóvenes.

“La lista debía tener mujeres, hombres y jóvenes. Eso lo hicimos en los 90, era el famoso mecanismo de ‘la trenza’; nosotras fuimos sus impulsoras y logramos que cinco compañeras se integraran a la Dirección Nacional, así como en los distritos, las regiones, los municipios.

–LRDLM: ¿Y hoy cómo es la participación política de las mujeres en Nicaragua?

–DW: Muy buena. Hay una cuota que ya es ley para todos los partidos políticos del 50 por ciento y esto tiene que ver con elecciones a todo nivel, porque nosotros dijimos que no tenía que ser solamente para las locales sino a nivel nacional.

“Muchas veces se pelea enormemente para tener leyes de este tipo, pero después no siempre funcionan ni se aplican adecuadamente porque tampoco hay sanciones para los partidos políticos que no las cumplen”.

–LRDLM: ¿Esto pasa en Nicaragua?

–DW: No hay un mecanismo que controle y vele por su cumplimiento. En el caso del Frente, sí se ha generado una estructura que se llama “Consejo de partido político”. Deben controlar a la hora que se inscriben candidatas y candidatos que se cumpla la cuota. Si no lo hacen, se les regresa la lista y se les exige que cumplan con lo establecido.

–LRDLM: En la declaración se dice que la paridad sigue siendo una entelequia. Muchas veces, cuando se discuten estos mecanismos de participación política, no hablamos de paridad sino de mínimos para que las mujeres puedan llegar a la actividad política.

–DW: Sí, exacto. Hablamos de cuotas y la cuota puede llegar o no; unos partidos decían 25 por ciento, otros el 20, otros el 30 por ciento, pero no se habla de paridad. Nosotros con la ley del 50/50 sí hablamos de paridad.

IGLESIA, SANDINISMO, FEMINISMO

–LRDLM: Usted fue alcaldesa en un momento muy particular de Nicaragua, con la revolución sandinista triunfante, pero con toda la contra tratando de desestabilizar el proceso. ¿Cómo fue esa experiencia y cómo logró implementar políticas con perspectiva de género?

–DW: Fui alcaldesa en mi ciudad natal en Puerto Cabezas en los años 80 y era muy difícil. No llevábamos ese enfoque, estábamos saliendo de una guerra, habíamos derrocado una dictadura, llegábamos para resolver muchos problemas: desde los más complejos hasta los más simples que se presentan en una comunidad.

“Mi mamá sola nos crió, éramos siete hermanos, cuatro mujeres y tres varones, y tuvimos que ayudar a mi mamá a salir a vender cosas de horno al muelle, donde llegaban los barcos y viví la dureza, como le costaba a mi mamá criarnos.

“Mi papá era minero, trabajó en la mina por más de 40 años y murió de silicosis sin ningún beneficio social. Nos quedamos nosotros solos con  mi mamá.

“Entonces eso me ayudó mucho para sentir que había que hacer un cambio, los terratenientes eran los dueños de toda Nicaragua. Por haber venido de una familia muy numerosa, con muchas  necesidades, con una mamá bien fuerte, fui dando pasos hacia el feminismo.

“Muchas compañeras me preguntan ‘¿cómo diste ese paso?’. Del convento a la guerrilla, de la alcaldía a la diputación, de la dirección nacional del FSLN al feminismo…

–LRDLM: Justamente le iba a preguntar por sus comienzos como monja, en un continente tan religioso como el nuestro, donde muchas veces la Iglesia ha estado presente en los contextos revolucionarios, pero también, como contracara, ha sido muy activa en los procesos más conservadores, en las dictaduras. Y hoy en día –se marca desde la declaración– está la necesidad de tener Estados laicos, independientes de la injerencia religiosa.

–DW: A mí lo que me ayudó mucho fue que de niña estuve en un colegio religioso muy progresista; muchas de las monjas fueron asesinadas –como el padre Romero en El Salvador– por adherirse a la Teología de la Liberación.

“Luego me acuerdo bien de la carta pastoral de Juan XXIII, que decía que cando se agoten los mecanismos pacíficos hay que dar el salto y ver qué otra forma de lucha se puede implementar para hacer las transformaciones y el cambio.

“Cuesta mucho en la actualidad ver esa Iglesia militante, comprometida, progresista en el continente. Cuando se tratan temas relacionados con la salud sexual y reproductiva, ahí vemos enseguida una reacción muy fuerte de parte de la Iglesia para no avanzar.

“El contexto ha cambiado mucho. Nosotros en Nicaragua teníamos un eslogan: ‘saquen los rosarios de nuestros ovarios’. Los fundamentalismos están en auge, la Iglesia es injerencista sobre las decisiones y sobre el cuerpo de las mujeres.

“En muchos de nuestros países, que son Estados laicos, estamos viendo que lo primero que se hace en los actos políticos es llevar al Cardenal, al Obispo, al cura a dar una bendición o lo que pasó con la penalización del aborto en Nicaragua.

“Nosotros teníamos el aborto terapéutico y eso no se había tocado, pero hubo toda una movida muy conservadora con la Iglesia como protagonista, y como la agenda de las mujeres se negocia sin que estemos presentes, los políticos se inclinan hacia quienes tienen más poder”.

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