5/28/2016

Programa Tiempo de Mujeres en CFRU la radio universitaria de Guelph, sábado 28 mayo 2016


TIEMPO DE MUJERES
Desde cfru 93.3 fm la Radio de la Universidad de Guelph
en Ontario, Canadá
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MUJERES POR LA DEMOCRACIA
Bienvenida al programa de hoy
Noticias de Género en la Red

Sabemos que la globalización no ha permitido  la igualdad de género y en la fuerza de trabajo global continúa despegando lentamente, el informe del Foro Económico Mundial (FEM) de 2016, “La desigualdad de género en la industria” analizó 371 empresas líderes en todo el mundo y llegó a la conclusión: “El talento femenino sigue siendo uno de los recursos más infrautilizados de las empresas, ya sea por el desperdicio derivado de la falta de progreso de este grupo en la empresa, ya sea por el hecho de que su potencial no se aprovecha desde el comienzo”. El informe indicó que aunque las mujeres están mejor educadas que los hombres en todo el mundo, sus posibilidades de ascender a posiciones de liderazgo son de sólo el 28% en comparación con los hombres. Además, las mujeres representan un contingente más pequeño de la fuerza laboral general y continúan recibiendo salarios más bajos que los hombres

Analizar los principales retos de salud de las mujeres a nivel global y local fue el objetivo de la cuarta Conferencia mundial “Women Deliver” celebrada, recientemente, en Copenhague y considerada como la más importante en la última década sobre esta materia. Durante la conferencia se habló de desafíos clave, tales como la necesidad de transformación de los sistemas de salud para responder mejor a las necesidades sanitarias de las mujeres, los sistemas de salud deben ser más sensibles a las necesidades de salud de las mujeres, tanto desde el biológico y una perspectiva de género para reducir este riesgo

Y como siempre decimos la organización hace la fuerza y el cambio, nuestra lucha por el respeto a los derechos reproductivos no puede cesar, ni un descanso, y asi lo hacen un grupo de mujeres que defienden a otras mujeres presas por aborto en El Salvador 


Y con esta nota cerramos el programa de hoy, Taiwán recibe su primera mujer en la presidencia, Tsai leyó un juramento frente a la bandera taiwanesa mientras miles de personas seguían la ceremonia en el exterior a través de pantallas gigantes


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Tiempo de Mujeres

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(tiempo del Este)

El cuerpo de las mujeres no es escaparate electoral


   ZONA DE REFLEXIÓN
Por: Lucía Lagunes Huerta*



 El mensaje lanzado el pasado 24 de abril contra la violencia machista que atenta contra el cuerpo, la vida y la integridad de las mujeres al parecer no llegó a los oídos de candidatos y sus equipos de comunicación. Para ellos, colocar propaganda electoral en las bardas o en el cuerpo de las mujeres da lo mismo. Pues no, señores candidatos, no da la mismo.

Y no da lo mismo porque en este país asesinan a las mujeres por creer que son prescindibles, no da lo mismo porque la violencia contra las mujeres en cualquier tipo o modo limita el pleno goce de nuestros derechos, porque el acoso y la violencia en las calles restringen nuestro libre tránsito y nuestro desarrollo, y porque usar el cuerpo de las mujeres como escaparates electorales las violenta al disminuirlas a instrumentos de propaganda.

Usar el cuerpo de las mujeres para llamar al voto es violentar a las ciudadanas a las cuales está tratando de convencer que son la opción.

Y en Quintana Roo, donde recientemente la violencia machista ha asesinado a las mujeres no sólo muestra ignorancia, sino desprecio por la vida de las quintanarroenses.

No se puede tolerar. La autoridad electoral no puede ni debe dejar pasar este tipo de campaña que en cada proceso electoral muestra la cultura machista y misógina que prevalece entre los políticos de nuestro país.

Cualquier tolerancia de la autoridad es cómplice de la violencia contra las mujeres. La autoridad electoral debe ser congruente con el Protocolo para Atender la Violencia Política contra las Mujeres y eliminar de las campañas políticas todo acto sexista y misógino.

El 24 de abril salimos a las calles para romper el silencio ante las violencias machistas que vivimos a diario las mujeres, en las casas, los medios, oficinas y las calles; la revolución violeta pintó prácticamente todo el país, nadie puede hacerse de oídos sordos ante la voz de las mujeres.

Ya no hay espacio para la tolerancia de la violencia contra las mujeres; ninguna autoridad está exenta de actuar para prevenir y sancionar todo acto de violencia.

Las mujeres hemos avanzado; es necesario que la sociedad y sus instituciones avancen con nosotras.

La campaña realizada en días pasados en Quintana Roo por el candidato de la alianza PAN-PRD, Carlos Joaquín González (“Si votas, te toca”), en la que se colocaron los símbolos partidarios en los glúteos de una mujer, no sólo debe ser rechazada por los partidos involucrados, debe eliminarse por completo.

Tanto el Partido Acción Nacional como el de la Revolución Democrática deben trabajar internamente para erradicar el machismo misógino que prevale entre sus filas, como todos los partidos políticos tienen un deber para cumplir con las leyes de este país. Entre ellas, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

Porque no da lo mismo y porque el cuerpo de las mujeres no es instrumento para ningún tipo de propaganda, basta de propaganda machista.

Twitter: @lagunes28

*Periodista y feminista, directora general de CIMAC.
  
CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | Ciudad de México.-

Tribunal simbólico


Cartón de RochaCIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El 9 de mayo pasado, un día antes del Día de las Madres, el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) reunió a 27 víctimas de violencia obstétrica o familiares de mujeres que habían muerto en el parto para que fueran escuchadas en un tribunal simbólico. En nuestro país las noticias desgarradoras de todo tipo han hecho que la violencia y las muertes que suceden en los hospitales se invisibilicen o pierdan importancia. Hay muy escasas noticias sobre las mujeres que mueren de parto, y para miles de mujeres en nuestro país la atención obstétrica se acompaña de maltrato psicológico. Además de que para muchas parturientas los hospitales se convierten en sus tumbas, las agresiones contra las embarazadas están muy “normalizadas” en las instituciones de salud. Regina Tamés, directora del GIRE, dice: “Generalmente esa violencia sucede entre humillaciones, gritos e insultos durante un momento muy vulnerable para las mujeres (física y psicológicamente)”.
Al Polyforum Siqueiros llegaron 27 personas de distintas entidades a denunciar sus tragedias: de la Ciudad de México (3), Chiapas (5), Durango (3), Guanajuato (2), Hidalgo (2), Oaxaca (3), Quintana Roo (3), Sinaloa (3), Yucatán (1) y Zacatecas (2). En los 17 casos de violencia obstétrica y 10 de muerte materna expuestos, el parto fue el momento en que más se violaron los derechos humanos de las mujeres. Como consecuencia de la violencia obstétrica, tan sólo considerando estos 27 casos presentados, hubo 10 muertes fetales y cinco neonatales; y 24 niños y niñas quedaron huérfanos por las omisiones cometidas mayoritariamente en unidades de salud y hospitales de la Secretaría de Salud federal y las estatales, seguidos por las del IMSS y el ISSSTE. Y encima de todo, en los casos donde la mujer o su familia son de origen indígena, hubo discriminación por esa razón.
¿Para qué realizar un tribunal simbólico? ¿De qué sirve? Regina Tamés declaró: “Estamos cansadas de que no se haga nada para que las mujeres y las familias accedan a la justicia, por eso convocamos a la realización de este tribunal”. Que por primera vez mujeres que sufrieron violencia durante el embarazo o el parto y familiares (viudos, hermanas, madres) de una mujer muerta se reúnan a dar su testimonio ante un jurado compuesto por seis expertas internacionales con reconocida experiencia y trayectoria en salud reproductiva tuvo un efecto catártico y político a la vez.
Las seis expertas internacionales que escucharon los conmovedores testimonios fueron: Alda Facio, jurista y actualmente la directora académica del Women’s Human Rights Institute en la Universidad de Toronto. Ha sido asesora del secretario general de la ONU para el estudio a profundidad de la violencia contra las mujeres y directora del Caucus de Mujeres por una Justicia de Género en la Corte Penal Internacional. Alicia E. Yamin, directora de políticas del Centro François-Xavier Bagnoud para la Salud y Derechos Humanos de la Universidad de Harvard y profesora de Leyes y Salud Global de la Escuela de Salud Pública, también de Harvard. Catalina Martínez, abogada e internacionalista. Actualmente es la directora regional para América Latina y el Caribe del Centro de Derechos Reproductivos. Anteriormente trabajó en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Gladys Acosta, socióloga y abogada. Experta independiente del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, de la ONU. Ha sido representante de ONU Mujeres y de UNICEF en diversos países de América Latina. Julissa Mantilla, abogada con estudios de posgrado en la London School of Economics and Political Science. Actualmente es profesora de la maestría de derechos humanos y de la de género de la Pontificia Universidad Católica del Perú e integrante de la Red Latinoamericana de Académicos/as del Derecho (Red Alas). Sandra Oyarzo, matrona (partera) desde hace 24 años, con una maestría en educación en ciencias de la salud. Es profesora en la Escuela de Obstetricia de la Universidad de Chile. Ha colaborado con la OPS/OMS para el desarrollo de la partería en países latinoamericanos
Entre las declaraciones del jurado destaca la de que las muertes maternas y la violencia obstétrica sí son violaciones a los derechos humanos, por lo tanto no son solamente responsabilidad de los médicos, sino también del Estado. De ahí que las seis emitieran recomendaciones a los tres poderes del Estado para que estas tragedias no sucedan más. Claro que hubo señalamientos específicos a la Secretaría de Salud federal, las Secretarías de Salud de esos estados, el IMSS y el ISSSTE.
Regina Tamés concluyó que “la crisis de derechos humanos que vive México se ha extendido a los hospitales. Estos testimonios son historias recurrentes que nadie debe acostumbrarse a escuchar, porque todas serían prevenibles si hubiera verdadera voluntad política del Estado para mejorar la calidad de vida de las mujeres”.
La memoria de este encuentro, así como las recomendaciones del jurado, se presentarán oficialmente a las autoridades involucradas este mismo año. Entre ellas se incluirá el que haya sanciones administrativas para el personal de salud que cometa violencia obstétrica y que haya supervisión permanente de los centros de salud donde sucede.

¿Discriminan las multinacionales de países emergentes a las mujeres?


Pensilvania EE.UU, 17 may. 16. AmecoPress/Red de Mujeres LAC.- Romper el techo de cristal… equilibrar la vida profesional y familiar… salarios iguales por el mismo trabajo… parece que no hay escasez de debates públicos acerca de las mujeres y la vida corporativa. Libros como “Presencia”, de Amy Cuddy, y Lean In, de Sheryl Sandberg, entraron en la lista de los más vendidos. Muchas grandes empresas han establecido programas de mentoring y de promoción en el trabajo para las mujeres. (La eficacia de este tipo de programas, por supuesto, es otra historia).


Gran parte de este debate se ha centrado en torno a las mujeres que trabajan en los EE.UU., Europa y otros países desarrollados. Sin embargo, ¿qué está sucediendo en las empresas multinacionales emergentes en los mercados de desarrollo?
Para Mauro Guillen, profesor de Gestión de Wharton y director del Lauder, es evidente que las multinacionales emergentes deberían esforzarse para incluir a las mujeres en su plantilla. Teniendo en cuenta el hecho bastante comentado de que gran parte de los estudiantes de MBA y universidades son mujeres, él declaró Guillén que “si no se involucran, atraen y retienen a ejecutivas […] estarán obviando al 50% de los profesionales que se están formando en las escuelas de negocio”.
Para Branka Minic, tener un mayor número de mujeres en puestos administrativos pueden añadir valor a las multinacionales emergentes. Minic es la fundadora de Future Work, consultora de Miami y miembro del antiguo Consejo de la Agenda Global del Foro Económico Mundial sobre el desempleo entre los jóvenes. Ella cita un estudio reciente realizado por Harvard Business Review según el cual los equipos formados por mujeres tienen una mayor inteligencia colectiva y toman decisiones mejor elaboradas que los equipos compuestos exclusivamente por hombres.
Sin embargo, la igualdad de género en la fuerza de trabajo global continúa despegando lentamente. El informe del Foro Económico Mundial (FEM) de 2016, “La desigualdad de género en la industria” analizó 371 empresas líderes en todo el mundo y llegó a la conclusión: “El talento femenino sigue siendo uno de los recursos más infrautilizados de las empresas, ya sea por el desperdicio derivado de la falta de progreso de este grupo en la empresa, ya sea por el hecho de que su potencial no se aprovecha desde el comienzo”. El informe indicó que aunque las mujeres están mejor educadas que los hombres en todo el mundo, sus posibilidades de ascender a posiciones de liderazgo son de sólo el 28% en comparación con los hombres. Además, las mujeres representan un contingente más pequeño de la fuerza laboral general y continúan recibiendo salarios más bajos que los hombres.
Del mismo modo, un informe de 2015 de McKinsey informó que la desigualdad de género “no es solamente cuestión moral y social, sino que también es un reto económico de la mayor importancia”. Se estima que se podrían añadir US$ 12 billones al PIB mundial en el año 2025 con el avance de la igualdad de la mujer.

Diferentes zonas geográficas, culturas complejas

Los mercados emergentes, en particular, parecen lentos a la hora de despegar. Otro informe del FEM —informe de la desigualdad de género global en 2015— establece una clasificación de los países basados en la participación económica de las mujeres y en las oportunidades que se les da, así como en los niveles de educación, salud y poder político de las mujeres. Aquí, las economías BRIC, por ejemplo, no han obtenido buenos resultados. Rusia tan sólo aparece en el lugar 75 de un total de 145 países. Brasil y China han tenido aún peores resultados, ocupando los puestos 85 y 91, respectivamente. La India, que muchos consideran hoy el BRIC con las perspectivas más prometedoras, está cerca de los peores resultados, con el número 108.
“En el mundo occidental […] hay muchas tecnologías y beneficios que las mujeres ya dominan y que les permite equilibrar una serie de oportunidades”, dijo Minic. “Además, los hombres han cambiado drásticamente en la última década”, añadió, citando el aumento de la participación de los hombres en la crianza de los hijos y las tareas domésticas. “En las economías emergentes, sin embargo, estos cambios no han ocurrido todavía, salvo en algunas ciudades muy modernas. Por lo tanto, creo que las mujeres se enfrentan a un mayor número de retos en este momento en que se disponen a trabajar en multinacionales emergentes”.
En algunas regiones, las barreras son bastante obvias. “En Oriente Medio y, posiblemente, en el norte de África, hay varios países en los que no se considera bueno que las mujeres trabajen, y trabajen junto a los hombres […] está incluso prohibido en algunas regiones”, señala Minic. En otras regiones, las barreras son más insidiosas: en el informe sobre la desigualdad de género en la Industria, el sesgo inconsciente de los gestores y la falta de equilibrio entre la vida laboral y la vida personal aparecieron entre las dos principales barreras que impiden la igualdad de género en todas las industrias.

Una estadounidense en Corea

Una estadounidense que prefiere no utilizar su nombre real —llamémosla Sarah— fue contratada por una gran multinacional coreana hace aproximadamente cinco años después de completar una maestría en estudios internacionales y un MBA en una institución de élite. “Fue gracioso porque cuando llegué a la escuela de negocios, dije a mis amigos: “No importa lo que hagas, pero nunca trabajes en una empresa coreana””. La razón es que el país destaca por tener un horario laboral muy largo, de hecho, es el tercero más largo (después de México y Costa Rica) de un total de 40 países miembros de la OCDE. (Estados Unidos aparece en el lugar 16). “Existe, básicamente, la certeza de que no tendrás un buen equilibrio entre la vida personal y la vida profesional allí, y a nadie le importa”, dice.
Después de trabajar más de tres años como gerente en la sede de la empresa en Corea, Sarah es ahora empleada en una de las oficinas de la compañía en EEUU. Ella dice que “está muy contenta de trabajar allí, pero en Corea la situación era muy diferente”.
Para ella, la cultura coreana es “muy jerárquica, paternalista y muy tradicional en muchos aspectos”, también señala que la situación de la mujer, en general, es “bastante pobre teniendo en cuenta el buen desarrollo del país según la mayoría de las variables métricas”. Hay poca flexibilidad en el lugar de trabajo, dice, y las largas jornadas laborales hacen que sea muy difícil la posibilidad de que ambos cónyuges puedan trabajar. “De hecho, rara vez ves parejas en Corea en que ambos cónyuges trabajen en una gran empresa […] y hay esta idea tradicional acerca de los hombres y su posición en la familia, por lo que no encontrarás un padre que se quede en casa”.
Trabajar desde casa es algo prácticamente desconocido, dice Sarah. “La gente no trabaja en su casa en Corea”. Ella señala que cuando su compañía introdujo un programa piloto de trabajo a distancia para miles de empleados en la ciudad de origen de la empresa, sólo diez personas estuvieron dispuestas a participar.
Sarah hace hincapié en que su empresa contrata a muchas mujeres, muchas de las cuales acaban de salir de la universidad, pero la cuestión, de hecho, es la retención y promoción de las mismas. “La idea que prevalece es que, con el tiempo, estas mujeres van a progresar dentro de la empresa […] pero se necesita algo más que la contratación de mujeres para puestos iniciales en la empresa para que haya posteriormente ejecutivas. “Muchas mujeres lo dejan cuando se casan o, a lo sumo, cuando tienen el segundo hijo”, señala.
Durante el tiempo que Sarah pasó en la oficina de Corea, la compañía anunció que había aumentado el porcentaje de mujeres ejecutivas de alrededor del 1% al 2%. “Una amiga coreana que trabajaba en otro equipo me dijo, ‘Si esto fuera nuestra cuota de mercado, sería motivo de gran vergüenza …” Nadie puede presumir de tener un 2% de mujeres en puestos ejecutivos”.

Una americana en Sudáfrica

Rachel Balsham también es americana y trabaja para una multinacional emergente, aunque mucho más pequeño que el conglomerado donde Sarah trabaja. (Balsham describe su empresa como un “start-up madura”). Ella es la consejera delegada de MFS África con sede en Johannesburgo. La empresa realiza la conexión de los sistemas financieros móviles en diferentes países y facilita las transferencias en tiempo real entre los teléfonos móviles. “Es algo fantástico porque las remesas entre los países africanos constituyen una industria de alrededor de US$ 12.000 millones”, dice.
Para Balsham, su empresa tiene una “excelente representación de géneros”. Ella comenta que el consejero delegado y director de tecnología (CTO) son hombres, pero el responsable de las cuentas más importantes es una mujer. Además, “yo trabajo allí, el desarrollador de software de alto nivel es de sexo femenino. Somos alrededor de 30 personas y casi dos tercios de ellas se encuentran en el sector de la tecnología”. Ella dice que también vio a muchas mujeres en posiciones de liderazgo en los clientes comerciales de MFS, que forman parte de las principales compañías de telefonía móvil como Orange, MTN y Vodacom.
Ella describe la cultura dominante como “adaptable y muy pragmática […] Tres personas tomaron el permiso de maternidad en los últimos 18 meses, dos en servicio al cliente y una en tecnología […] No fue nada que provocara sorpresa, comentarios en voz baja o que exigiese un grupo de trabajo”. Añadió que el consejero delegado y muchos otros hombres de negocios son también padres.
Para Balsham, empresas más nuevas como MFS y los sectores nuevos pueden ser lugares más fáciles para las mujeres que trabajan en el mundo en desarrollo. Ella observa que cuando se encontraba en una empresa de servicios de consultoría de primera clase en Sudáfrica, donde trabajó antes de ir a MFS en 2014, escuchó hablar de colegas mujeres con clientes en industrias extractivas. Estas industrias, dice, tienden a ser mayores y más dominadas por los hombres en los mercados emergentes. “Sé que algunas colegas del área de consultoría no eran tratadas como personas de posición senior en la sala cuando en realidad lo eran, o se asumía que eran secretarias o encargadas de tomar notas para sus clientes sudafricanos bastante tradicionales”.
“No creo que nadie nacido después de una fecha determinada sea menos machista, pero creo que las reglas están cambiando”, dice. “Si el ambiente está tomando una nueva dirección, las reglas dominantes serán más consistentes con estas tendencias”.

El regreso de una estadounidense-peruana

Rosanna Ramos-Velita dice que sabe muy bien lo que es la discriminación de género en el trabajo. Después de llegar a los Estados Unidos procedente de Perú para estudiar ingeniería eléctrica, fue contratada por la filial de una compañía telefónica importante en 1984 para trabajar en el diseño de chips informáticos. En su laboratorio en Allentown, Pennsylvania, ella era la única mujer y la única profesional de ascendencia hispana.
“Fue un entorno difícil, tanto desde el punto de vista cultural como profesional”, señala. “No tenía ni idea de por qué mis colegas hombres habían sido elegidos para trabajar en proyectos mejores que los míos. Era el típico cliché: ellos salían a beber con mi jefe los viernes, y no sé por qué no me invitaban”. Ramos-Velita señala que esta historia sigue siendo válida en la actualidad. “No ha cambiado, por desgracia. Observamos el misma debate sobre las mujeres en las áreas de tecnología”.
Hoy en día, Ramos-Velita es presidente de la Caja Rural de Los Andes, un banco de Puno, en Perú, especializado en microcréditos rurales. El banco cuenta con más de 50.000 clientes en el sector de los microcréditos o de ahorros. De éstos, la mayoría son mujeres. “Optamos por prestar especial atención a las familias. Y quien saca adelante a la familia es la mujer”.
Ramos-Velita dice que su negocio, con 500 empleados, tiene una buena representación femenina tanto en el consejo de administración (cuatro de un total de cinco miembros) como en la dirección. Sin embargo, ella está tratando de encontrar medios para facilitar la vuelta al trabajo de las mujeres que han tenido hijos. “Tenemos una gran cantidad de madres que trabajan para nosotros, realizan tareas arduas: tienen que ir a las zonas rurales para conversar con los clientes”.
Perú cuenta con excelentes programas de maternidad establecidos por ley, pero ella quiere hacer más. “Tengo muchas ganas de crear algo innovador, para que podamos hacer un buen uso del ciclo de vida de las madres”, señala. “Porque es natural, durante un periodo de su vida tener hijos y querer pasar tiempo con ellos, pero nosotros queremos buscar una manera para que puedan volver y con la flexibilidad que necesitan, añadiendo el valor que sé que ellas tienen”.
Minic, de Future Work, cree que las multinacionales emergentes en todo el mundo tienen “una gran oportunidad” a medida que expanden su fuerza de trabajo para hacer una diferencia real para las mujeres en los países y regiones donde están creciendo. “Algunos líderes muy inteligentes y empresas bastante estratégicas pueden construir una reputación como el mejor lugar para que las mujeres trabajen”.
Foto: Archivo AmecoPress.


Internacional – Economía – Empleo y género – Estudios de 

Morena Herrera: “Vamos a sacar a ‘las 17′ de las cárceles de El Salvador”

Morena Herrera participa en un acto de Amnistía Internacional./ Foto de archivo de A.I.

Emilia Laura Arias Domínguez

Un día decidió que el tiempo y la vida los iba a dar por las mujeres. Fue hace años cuando esta mujer, morena como su nombre, feminista y exguerrillera salvadoreña, inició el camino de lucha en favor de los derechos de las mujeres y la larga senda de pelea en favor de la despenalización del aborto en su país.
Morena Herrera participa en un acto de Amnistía Internacional./ Foto de archivo de A.I.
Morena Herrera participó de forma activa durante una década como guerrillera en el conflicto armado salvadoreño. Tardó años en reencontrarse con sus hijas, a algunas apenas las conocía. Estuvo presente en el nacimiento de Las Dignas, una de las organizaciones feministas más emblemáticas del país. Después fundó la Colectiva Feminista, con la que ha creado una casa de las mujeres en la localidad de Suchitoto, donde ella reside. Rebelde, guerrera, fuerte y autónoma, Morena es un torbellino de energía.
“Se reconoce como persona humana a todo ser humano desde el instante de la concepción”. En estos términos fue modificada la Constitución salvadoreña en 1997. Así, El Salvador entró en la lista de países latinoamericanos que penalizan todo tipo de aborto. Hoy abortar es un delito que puede llegar a considerarse homicidio agravado, es decir, a las mujeres les pueden caer penas de entre 30 y 50 años de prisión. La Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto en El Salvador, con Morena como una de sus caras más visibles, está volcado en sacar de la cárcel a las mujeres privadas de libertad por aborto: la última liberada fue María Teresa, el pasado 21 de mayo. A Morena no le flaquean las fuerzas: “Vamos a sacarlas a todas”.
¿Cómo va el camino hacia la despenalización?
En 2006 hubo un elemento catalizador. En una revista estadounidense se publica el reportaje titulado ‘Bienvenido al Salvador del siglo XXI’. Era un reportaje sobre Karina, presa acusada de aborto tras una hemorragia. Le cayeron 30 años de cárcel por homicidio agravado. Entonces decidimos luchar por la libertad de Karina. Logré ir a conocerla a la cárcel diciendo que era su tía porque tenemos un apellido común. Tres años y medio tardamos en conseguirlo pero Karina fue liberada.
Estuvo presa siete años y cinco meses. Su liberación tuvo mucha fuerza y nos dio un sentido de realidad sobre este país. En ese momento pedimos la despenalización en tres supuestos. Aunque queramos la despenalización total, teníamos que ser pragmáticas porque sabíamos dónde estábamos luchando.
La campaña para sacar a estas mujeres de la cárcel habla de ‘Las 17′. ¿Cuántas eran y cuántas son?
El indulto solo se puede conseguir si se tiene sentencia firme y aunque había más mujeres en la cárcel en aquel momento, solo 17 estaban con sentencia firme, de ahí ese nombre en aquel momento. Las condenas por aborto ocurrían y no lo sabíamos. Investigamos y vimos que era un problema importante de violación de derechos, que las mujeres eran criminalizadas y, en muchas ocasiones, pasaban directamente del hospital a la cárcel.
Hemos sacado a diez de la cárcel desde 2009. Viendo que eran muchas y que contábamos con poca fuerza se nos ocurrió sacarlas a todas a la vez. Pero la cifra subía y bajaba así que decidimos que serían ‘Las 17 y más’. Actualmente hay 21 mujeres en la cárcel con sentencia firme pero hay más que están presas. Son, además, 31 con condenas entre 12 y 40 años, 26 de ellas condenadas por aborto. [Cifras sin actualizar, las dio hace dos meses, cuando realizamos la entrevista]
¿Cómo recibe el gobierno del FMNL vuestra lucha? ¿Escuchan?
De parte del gobierno actual se plantean al menos la existencia del tema y ya reconocen que hay un problema. Antes no lo reconocían y se consideraba que se trataba de algún caso aislado. Hay sectores dentro del gobierno del FMNL [Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional] con distintas sensibilidades. En una ocasión conseguí que un viceministro me ayudara a sellar un título y gracias a eso Karina salió libre… Pero en su postura institucional aún no logramos acuerdo.
El presidente se reunió con nosotras porque conseguimos 300.000 firmas. Le expusimos el tema y cuando nos íbamos dijo: “Siga usted luchando”. No esperaba menos de él, yo le conocí luchando. Pero no me vale, quiero más, quiero que cambie la ley.
¿Son mujeres de sectores desfavorecidos las que van a la cárcel?
Sí, claro. La mayoría son mujeres que viven en situación de pobreza que si tienen una complicación en el momento del embarazo no pueden acudir a un hospital privado. En las clínicas privadas, cuyo número se multiplicó por tres en diez años, se respeta el secreto profesional, no hay denuncias. Las mujeres que sufren de la ley antiaborto son jóvenes con bajo nivel de instrucción. No tienen recursos para contratar a quién les defienda. La fiscalía es muy eficaz persiguiendo estos supuestos “delitos”, es implacable en la persecución de mujeres. Eso genera unas condiciones de miedo entre el personal hospitalario presionándolo para que renuncie al secreto profesional y denuncie los casos de aborto. Muchas de las denuncias provienen de los hospitales públicos Son mujeres que han transitado literalmente del hospital a la cárcel.
El código penal incluye un artículo que penaliza también a quien incite al aborto. Este artículo generó mucho miedo, porque incitar es una palabra muy ambigua, y llevó a unos años de autocensura por parte del movimiento feminista.
¿Autocensura del movimiento feminista?
Existió un periodo de autocensura con respecto al aborto, sí. En el Código Penal se recogía que la inducción al aborto podía costarte de 2 a 6 años de cárcel y no es la primera vez que nos amenazan con sancionarnos, de hecho, los fundamentalistas presionan para que se nos aplique ese punto…

Un movimiento feminista autónomo

¿Cómo surgieron Las Dignas?
En 1990 empieza a evidenciarse que la solución al conflicto en El Salvador no iba a pasar por las armas, sino por el diálogo. La organización para la Resistencia Nacional le dio indicaciones a un grupo de crear ese gremio de mujeres. Yo había llegado de la guerrilla rural y animé a una compañera a involucrarnos en la creación de este gremio y pasó una cosa mágica. Ellas creían que llevábamos la línea del partido y la primera pregunta que nos hicimos fue que qué significaba ser mujer… Y ahí salió de todo; todo tipo de vivencias relacionadas con la violencia, las violaciones, abortos, golpes… y todo en el contexto de los movimientos revolucionarios. Ahí nacemos, directamente del “no”: Ya no queremos que todo eso suceda, ni queremos postergar más nuestros derechos, nuestras reivindicaciones, que nuestras luchas siempre fueran las últimas de la fila. Entonces el partido nos retiró el apoyo y decidimos formar el Movimiento de Mujeres por la Dignidad y nos constituimos en asociación. La base provenía de gentes que apoyaba al RN (Resistencia Nacional) pero queríamos poner los intereses y derechos de las mujeres por delante.
¿Y la respuesta de los compañeros cómo fue?
Recibimos una respuesta negativa por parte de los compañeros del Frente. Nos decían “dignas de mierda”, “dignas de mejor suerte”… Llegó un día una compañera llorando de rabia. Nos contó que en el bus le habían dicho “digna de lástima”. Ella le había respondido: “Digna sí, ¿qué pues?” Entonces decidimos afirmarnos por el derecho de ser y existir por nosotras mismas y no como apéndice de partido: decidimos tener una organización propia. La primera sede que conseguimos fue una casa que había sido un burdel y en la que se oía música cuando entrabas al baño.
Yo estaba en la dirección del partido y les explicaba a quienes cuestionaban a Las Dignas que necesitábamos aquellas reflexiones y ellos no lo entendían.
¿Cuál ha sido la relación entre feministas y frente de izquierdas desde entonces?
El hecho de que Las Dignas pusiéramos el debate de la autonomía sobre la mesa era incómodo porque cuestionaba la dependencia, es decir, si eres del Resistencia Nacional (RN) no puedes ser otra cosa. Pero no quiero elegir, soy del RN, soy de las Dignas, soy madre, soy muchas cosas más. No me dividan, no puedo venir solo como RN. Poco a poco al FNML le fue interesando.
Yo había sido la segunda responsable de un frente guerrillero porque me quedé como responsable cuando cayó mi primero y tenía mucha experiencia. Me había pasado más de diez años como guerrillera en el monte pero aun así no me aceptaron. Aquello me dejó de interesar cuando el FMNL se hizo partido. El amor y la vida, pensé entonces, lo voy a dar por las mujeres. En aquel momento yo y muchas otras mujeres estábamos inmersas en un momento de reencontrarnos con nuestros hijos e hijas, algunas a las que no conocía… Eran momentos de reestructuración familiar tras la guerra.
No me interesó militar en un partido. Quería generar debates y alianzas, quería más participación política para las mujeres pero ellos no lo veían. Si no estabas con ellos estabas contra ellos. No ha sido nada fácil.
En la capital fui parte del movimiento ciudadano, la idea era recuperar San Salvador para la izquierda. Querían que fuera candidata a regidora y mi condición era ir como feminista y no militar en ningún partido. Entré en el consejo municipal y me dijeron: “Buen trabajo, ¿te afilias?”. Mi respuesta fue que no. Nuestra autonomía siempre despierta desconfianza.
Tú defiendes el diálogo entre todas las mujeres pero, ¿sin importar la ideología?
Defiendo pactar también con otras mujeres de otras ideologías. De hecho yo fui secretaria general de la Asociación Nacional de Regidoras, Síndicas y Alcaldesas Salvadoreñas-ANDRYSAS, me interesa que hablemos todas de lo que pasa con las mujeres. Por ejemplo, las demandas en Suchitoto de un gobierno paritario fueron mal recibidas de entrada, pero presentaron en la siguiente elección un gobierno paritario con una mujer al frente.
¿Qué puedes decirnos sobre los feminicidios en El Salvador, un país con altas tasas de violencia?
En El Salvador más de 612 mujeres son asesinadas al año. El Salvador, Honduras, Guatemala y Jamaica tienen las tasas más altas de feminicidio de América Latina. En mi país no hay respeto por la vida humana… según las últimas cifras, hay 23 homicidios por día, superando cifras históricas. Pero son violencias distintas, lógicas diferentes. Los hombres que se matan entre sí lo hacen por vínculos o por lo que hacen, o por dónde transitan, porque son o no de tal pandilla… A las mujeres se nos mata porque somos mujeres. Si bien son lógicas diferentes no son extrañas entre sí, la socialización de género ha formado en los hombres una identidad violenta y el gobierno no lo logra ver. Desde mi punto de vista, la prevención de la violencia es fundamental para desmontar esta terrible inercia…
Por otro lado, esos altos índices de criminalidad esconden feminicidio y violencia de género. El tema está oculto tras la palabra “violencia” como si todas fuesen parte de lo mismo. Muchos de los asesinatos no los han categorizado como feminicidio sino como violencia pandillera. Ahora ya está tipificado el feminicidio y se ha avanzado en ese punto pero no en lo judicial. Hay resistencia a la hora de aplicar la ley de feminicidio. Les casa mejor con su ideología aplicar la ley de violencia intrafamiliar que considerar que lo que tienen delante es feminicidio.
Existe un odio sexual a la mujer. Hay un ensañamiento y una crueldad con los cuerpos de las mujeres muy difícil de digerir.

Especialistas piden transformación de los sistemas de salud ante necesidades de salud de las mujeres


Madrid, 23 may. 16. AmecoPress- Analizar los principales retos de salud de las mujeres a nivel global y local fue el objetivo de la cuarta Conferencia mundial “Women Deliver” celebrada, recientemente, en Copenhague y considerada como la más importante en la última década sobre esta materia. Durante la conferencia se habló de desafíos clave, tales como la necesidad de transformación de los sistemas de salud para responder mejor a las necesidades sanitarias de las mujeres, informa medicosypacientes.com.

Los sistemas de salud deben ser más sensibles a las necesidades de salud de las mujeres, tanto desde el biológico y una perspectiva de género para reducir este riesgo, como se puso de manifiesto.
Reducir las desigualdades y lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), son algunos de los retos puestos de manifiesto durante la Conferencia “Women Deliver”, donde se insistió en la importancia de que las mujeres y niñas puedan experimentar plenamente su derecho a la salud con un enfoque de género adecuado, atendiendo a sus necesidades específicas.
Desde el punto de vista de la OMS, las actuaciones para el cambio deben ir enfocadas a reforzar las políticas de salud, sistemas y programas con el fin de poder ofrecer a todas las mujeres y niñas, en todas las edades y en todos los ámbitos, el acceso a los servicios de salud de alta calidad y adaptados a sus necesidades en cada edad con perspectiva de género;
Asimismo, se precisa crear condiciones sociales que garanticen una salud de calidad, y que pasan por eliminar la pobreza, mejorar el agua y el saneamiento, la promoción de energía en el hogar limpio, seguro, favorecer el acceso a una educación de calidad; asegurar que las mujeres y las niñas puedan vivir libres de toda forma de violencia: prevenir la violencia y prestar asistencia sanitaria competente; y eliminar todas las formas de discriminación, incluso en las actitudes y comportamientos basados en el género que contribuyen a la mala salud.
La conferencia "Women Deliver" contó con la participación de más de 5.500 participantes que tuvieron la oportunidad de asistir a más de 200 sesiones y actividades paralelas. Se trata de la reunión más importante en la salud, los derechos y el bienestar de las niñas y mujeres de la última década. Los asistentes y expositores de 168 países de todo el mundo participaron en los debates sobre las últimas tendencias, innovaciones e investigaciones para impulsar soluciones en la materia.
Algunos de los principales problemas de salud de las mujeres, a nivel global, pasan por la mortalidad durante el embarazo y parto, la falta de planificación familiar, las enfermedades transmilibles, las altas tasas de mortalidad y morbilidad por cáncer, la violencia física y sexual, las amenazas de nuevos virus como ébola y zika, y la mutilación genital, entre otros.
En lo que respecta a la Región Europea de la OMS, en concreto, las mujeres, en general, tienen mayor esperanza de vida que los hombres, pero también es cierto que pasan más años con mala salud. La calidad de vida y el bienestar que experimentan es insatisfactorios, al tiempo que se observan desigualdades de salud entre los países europeos, y, a su vez, dentro de los mismos.
Isabel Yordi Aguirre, Oficial Técnico de Género y Salud de la OMS / Europa,destacó los desafíos clave, tales como la necesidad de transformación de los sistemas de salud para responder mejor a las necesidades de las mujeres. "Debe haber un enfoque más amplio sobre la salud de las mujeres que, al tiempo que garantiza el acceso universal a la salud sexual y reproductiva, se ve en salud de la mujer más allá de su papel como madres", dijo.
Como ejemplo, se señaló que, a menudo las enfermedades cardiovasculares se consideran más un problema de salud de varones, lo que contribuye a un mal diagnóstico de las enfermedades cardiovasculares en las mujeres, que representan la principal causa de muerte de las mujeres en la región europea.

Estrategia europea para la salud de las mujeres y el bienestar

La estrategia europea para la salud de la mujer y el bienestar, en estos momentos sometida a consulta para ser presentada en la 66ª reunión del Comité Regional de la OMS para Europa que se celebrará el próximo mes de septiembre en Copenhague, es una herramienta fundamental en el fomento a los políticos a tomar medidas para reducir la salud desigualdades para las mujeres en todo el ciclo de vida. La estrategia abarca áreas como el fortalecimiento de la gobernabilidad para la salud de la mujer y el bienestar; la eliminación de los valores discriminatorios, normas y prácticas; abordar el impacto del género y los determinantes sociales, económicos, culturales y ambientales; y la mejora de las respuestas del sistema de salud para la salud de las mujeres y el bienestar.
La estrategia se basa en los valores del marco de la política europea para la salud y el bienestar, la salud de 2020, y contribuirá a los esfuerzos mundiales para promover la salud de las mujeres, incluyendo los ODS 3, 5 y 10 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Mundial estrategia para la Mujer, la Niñez y la Adolescencia de la Salud.
Foto: Médicosypacientes.com.

Las mujeres en la Constituyente



   MUJERES CAUTIVAS



Hace unos días, un militante priista aclaró ante los medios de comunicación que, ante la inminente conformación de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, derechos como la interrupción legal del embarazo (ILE) no están garantizados ni se deben dar por hecho, y tiene razón.
 
Y mucho menos con un movimiento feminista dividido y enfrentando a la derecha y a personajes oscuros como Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, quien ha estado vociferando contra el Comité Nacional del PRI para que le garantice un lugar en la Constituyente.
 
No en vano el decreto de reforma política de la Ciudad de México (DOF, 29 de enero de 2016), que establece la manera en que se conformará la Asamblea Constituyente, generó amplias críticas en el lobby de los Derechos Humanos y la academia, ya que restará legitimidad y representación al documento definitivo.
 
Cuarenta de las y los 100 integrantes serán designados por el Senado y la Cámara de Diputados, así como por los titulares del Ejecutivo federal y la Jefatura del Gobierno de la Ciudad de México, sin tomar en cuenta los votos obtenidos en las pasadas elecciones locales.
 
Y aun cuando la nueva Constitución aplicará para el 100 por ciento de las y los habitantes de la capital, sólo 60 por ciento de la Asamblea Constituyente llegará mediante el voto popular.
 
El carácter antidemocrático de este mecanismo nos obliga a tener especial cuidado este 5 de junio. Hoy más que nunca, debemos hacer efectiva la representatividad, especialmente en lo relativo a la garantía de los derechos de las mujeres y las niñas de la capital.
 
Los feminismos en la Ciudad de México se han manifestado casi primordialmente desde la academia y las organizaciones civiles, y no es una lucha nueva, sino de varias generaciones.
 
Con orgullo podemos decir que si somos una ciudad progresista no ha sido gracias a los gobiernos en turno, sino al empuje y presión de las feministas y el movimiento amplio de mujeres para lograr leyes que hagan visible, eliminen y sancionen la desigualdad, la discriminación y la violencia de género que seguimos padeciendo.
 
Lo que está en juego para el próximo 5 de junio es la prevalencia de lo ya conquistado hasta hoy, y la importancia de avanzar en temas que los cuerpos legislativos han frenado y administrado a capricho, en perjuicio de las mujeres y las niñas.
 
No obstante, estamos ante una oportunidad de oro y las candidatas que nos representan tienen la solidez necesaria para hacer avanzar las propuestas feministas que hemos trabajado a lo largo de muchos años.
 
Marcela Lagarde y de los Ríos, quien es una de las feministas más destacadas de Iberoamérica, es ahora candidata externa del PRD. Se ha pronunciado por un contrato social de género, es decir, por una Carta Magna que incluya garantías para nosotras y el enfoque de género aplicado transversalmente en todo el documento, con un lenguaje incluyente.
 
Su propuesta central es: “El derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y vidas, a la participación política en igualdad, a la educación y comunicación libre de estereotipos, a una vida libre de violencia, y a la libre expresión de ideas y de manifestación”.
 
Igualmente, Elsa Conde y Orfe Castillo, dos feministas de gran trayectoria, habrán de representarnos como candidatas independientes con tres propuestas esenciales: autonomía económica, reproductiva y política para las mujeres, así como la defensa del Estado laico, la interrupción legal del embarazo, y el matrimonio entre las personas del mismo sexo, entre otras.
 
Y por supuesto no podemos dejar de mencionar a Gabriela Delgado Ballesteros, académica de la UNAM y presidenta del Consejo Consultivo de CATWLAC, quien es candidata externa por Movimiento Ciudadano, académica, especialista en género, Derechos Humanos de las mujeres, y comprometida con la lucha contra las violencias de género y la derrota del patriarcado, con la educación en igualdad, con los derechos sexuales y reproductivos y la democracia, garantía de que entre sus propuestas principales estará la revocación de mandato, plebiscito y consulta popular, además de presupuestos con perspectiva de género.
 
Y aunque la tarea no será fácil, seguramente tendrán que pactar con otras candidatas como Gloria Careaga, Gabriela Rodríguez, Estela Damián, Verónica Martínez, entre otras, para construir una plataforma mínima, como dice la feminista española Rosa Cobo Bedia.
 
PACTOS POLÍTICOS FEMINISTAS   Muchas mujeres del movimiento feminista que no militamos en los partidos nos sentimos muy solidarias con las feministas de los partidos de izquierda.   Sabemos de sus dificultades y de las zancadillas que les ponen los aparatos de sus organizaciones. Las escuchamos, pero no sabemos qué hacer. En la cultura política de los partidos no son aceptables los disensos internos y mucho menos las feministas. Ellas saben que las críticas públicas las apartan inmediatamente de cualquier aspiración a ejercer cualquier cargo público u orgánico.   El dilema de las feministas de los partidos es difícil de resolver: o tragar con las renuncias o irse. Por supuesto que sabemos que hay coyunturas en las que ellas intentan no renunciar y no ser apartadas y llegar a alguna solución de mínimos.   Y está claro que eso ha sucedido, pero, como diría Celia Amorós, eso sucede cuando la malla es flexible, en los buenos momentos; pero cuando la malla se estrecha porque hay menos poder y menos recursos, se multiplican las exclusiones y las zancadillas.   Sin embargo, el movimiento feminista necesita que las mujeres de todos los partidos de izquierda tengan poder en sus organizaciones. Quizá no basta con decirlo en privado y es necesario decirlo en público. Si nos juntamos, ellas y nosotras, no será tan fácil este ninguneo. Mi percepción es que nos necesitamos mutuamente y juntas debemos elaborar estrategias, es decir, pactar.   En los meses recientes, las feministas de la Ciudad de México hemos estado detallando estas propuestas para respaldar a Marcela, Elsa, Orfe y Gaby. Estamos agrupadas en Las Constituyentes CDMX. Dos encuentros formales se han llevado a cabo y seguimos arrastrando el lápiz y haciendo trabajo en las colonias para explicar a las mujeres de la ciudad por qué es tan importante su voto.   Para quienes saben de las innumerables violaciones a los Derechos Humanos que sufren las mujeres presas; para quienes no encuentran a su hija desaparecida; para las mujeres que siguen sufriendo acoso en la calle o el transporte público; para las víctimas de violencia obstétrica, las víctimas de trata y de explotación de la prostitución, de feminicidio o de tantos otros modos de violencia, o incluso para las que no han logrado acceso a la justicia, igualdad de oportunidades, salarios justos, etcétera, es momento de actuar con un voto el 5 de junio. Ninguna de las candidaturas expuestas en este espacio dan pie al manejo de intereses personales o partidistas.   La nueva Constitución no puede quedar en manos de quienes no nos representan o de quienes buscan dar marcha atrás a los derechos conquistados. Apoyemos a las candidatas feministas y digamos sí a la vida digna y a la libertad de las mujeres y las niñas de la Ciudad de México.   *Directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC).  
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Teresa Ulloa Ziáurriz*
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

Compartir el mar


   CRISTAL DE ROCA
Por: Cecilia Lavalle*


 Nosotras no luchamos contra la violencia,
sino que trabajamos por la paz.
Marcela Lagarde y de los Ríos


No hay manera de no sonreír ante semejante imagen. En la fotografía, muchas mujeres de distintas edades juegan con las olas del mar. No lucen traje de baño. Visten sus ropas de calle. Dos ayudan a levantarse a una que fue derribada por una ola. Todas ríen. ¿Quién diría que se trataba de una enorme transgresión?

Y sin embargo lo era. Porque a veces, algo tan simple como compartir el mar puede ser toda una declaración de paz en medio de la guerra.

Se me ocurren muchos lugares para hablar de la guerra. Pero acaso pocos tienen el tema instalado en la cotidianeidad como Israel y Palestina.

Y en Israel, uno de los países donde las mujeres tienen la obligación de hacer un servicio militar de al menos dos años, un grupo de mujeres conformó el grupo “No vamos a obedecer”, e hicieron algo tan sencillo como significativo y arriesgado: llevar a mujeres palestinas que habitan en el sur de Cisjordania a la playa que está del lado de Israel.

Todo comenzó como un acto de protesta privado ante las restricciones de movimiento impuestas al pueblo palestino. Ilana Hammerman, una escritora israelí que aprendía árabe en Cisjordania, conoció a una pequeña niña que le dijo que lo que más anhelaba en el mundo era salir del territorio aunque fuera por un día. Ilana, entonces, organizó una excursión al mar. Ilegal, por supuesto.

A partir de entonces llevó a más mujeres palestinas con las que había entablado amistad. Eran viajes de ida y vuelta, la mayor parte de las veces al mar.

Hacia mayo de 2010 escribió un artículo al respecto. Para octubre de ese año no sólo era interrogada por la policía, sino que era invitada a distintos foros a dar charlas al respecto. De ahí surgió el grupo “No vamos a obedecer”, conformado por muchas mujeres decididas a continuar con este singular acto de desobediencia civil.

¿Qué hacían? Cruzaban la frontera en su automóvil, recogían a las mujeres que habían contactado, las disfrazaban y las sentaban en el asiento trasero. Al pasar el puesto de control, todas saludaban con la mano a los integrantes del Ejército y se dirigían al mar.

La fotografía que descubrí navegando por la red data de 2013, y la nota señalaba que varias de ellas eran ya interrogadas por la policía, a partir de lo cual publicaron en el periódico una declaración que, entre otras cosas, señalaba:

“Ellas y nosotras, ciudadanas normales, dimos este paso con una idea clara y decidida. De esta forma, tenemos el privilegio de experimentar uno de los más hermosos y emocionantes días de nuestras vidas, conociendo y entablando lazos de amistad con nuestras valientes vecinas palestinas, y todas juntas ser mujeres libres, aunque solo sea por un día”.

“Ser mujeres libres, aunque sea por un día” es quizás la declaración de principios que anima a mujeres de todo el mundo a trabajar por la paz. Porque las mujeres siempre perdemos en la guerra.

Desconozco cuánto tiempo más pudieron regalar ese viaje a mujeres palestinas; acaso lo sigan haciendo con más sigilo. Pero con motivo del Día Internacional de las Mujeres por la Paz, que se conmemora este 24 de mayo, las traigo a la memoria con gran reconocimiento.

A veces para sembrar paz, hay que tener el arrojo y la generosidad para compartir el mar.

Apreciaría sus comentarios: cecilialavalle@hotmail.com

*Periodista de Quintana Roo, feminista e integrante de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género.

Imagen retomada del sitio disenso.wordpress.com
Cimacnoticias | Ciudad de México.-