1/25/2025

Militarización de frontera Méx-EUA caerá sobre mujeres, niñas y adolescentes migrantes

 

La militarización para realizar labores de seguridad deja a su paso estragos de violencia por su estructura patriarcal que ejerce, pero las violaciones sistemáticas a Derechos Humanos recaen en especial contras mujeres y esto se prevé acontezca en la frontera México-Estados Unidos debido a que en ambos países habrá presencia de militares.

Como una de sus primeras acciones como presidente de Estados Unidos, Trump declaró una emergencia nacional en su frontera sur y exigió «sellar» fronteras en territorio mexicano justificando su decisión: por el flujo de drogas, contrabando de personas y delincuencia organizada.

Hay que recordar que desde la oficina oval de la Casa Blanca, Trump declaró “emergencia nacional” para que las personas inmigrantes no puedan ingresar a su país. En adherencia, entre los acuerdos firmados en materia de migración se encuentran: la suspensión de programas para el reasentamiento de refugiados durante cuatro meses; la cancelación de las citas en la aplicación CBP One; la catalogación de pandillas y carteles como terroristas; retomar la construcción del muro fronterizo; implementar de nueva cuenta la política pública “Quédate en México”; la detención de vuelos migratorios; y el cierre de la frontera.

Además de estas disposiciones, Trump firmó más de 40 órdenes ejecutivas que estarán entrando en vigor en breve, no obstante, las relacionadas con migración tienen un dolorosa secuela en el cuerpo, vida e integridad de las mujeres inmigrantes lo cual no es tema novedoso en la forma de gobernar de este presidente norteamericano.

Trump ya había gobernado Estados Unidos, del 20 de enero del 2017 al 20 de enero del 2021 y durante ese tiempo, sin la amenaza de militarizar la frontera ya se tenían registros de violaciones sistemáticas a Derechos Humanos.

Por ejemplo, desde el 2021, el informe “Te tratan como si no valieras nada”, recopila datos internos del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, y reveló diversos casos de violencia contra las mujeres desde el 2017 por parte de agentes de la Patrulla Fronteriza y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

Este informe elaborado por la organización Human Rights Watch, incluye un total de 160 testimonios sobre casos de conductas indebidas contra personas migrantes, en el caso de las niñas y mujeres se señalaron abuso físico durante la detención, abuso sexual, trato discriminatorio y deshumanizante, negación de alimentos y atención médica, así como intimidación de solicitantes de asilo y denegación del debido proceso. 

Siguiendo el documento, la Coalición de Comunidades de la Frontera Sur hasta ese momento contabilizaron 55 muertes desde 2010 relacionadas con el uso de la fuerza por parte de agentes u oficiales en encuentros con personal de Aduanas y Protección Fronteriza, Customs and Border Protection (CBP).

Asimismo, hubo un caso particular en el que una mujer fue detenida cerca de Mexicali y declaró que fue lastimada, maltratada y golpeada en repetidas ocasiones hasta esposarla.

La CBP, la Patrulla Fronteriza y los oficiales del Servicio de Migración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) han sido acusados por abuso sexual. En los mismos archivos se informó de un incidente en el que una niña fue obligada a desvestirse para ser tocada de forma inapropiada por un guardia. La niña declaró que el oficial le gritó y le golpeó sus genitales con mucha fuerza.

En cuanto al trato discriminatorio y deshumanizante, se han visto casos en el que se emplea el uso de violencia verbal. Por ejemplo, una mujer declaró que al llegar a un centro de detención fronterizo, la llamaron con adjetivos con carga sexual que reflejaba violencia en razón de género o relacionado con animales. 

La congeladora

Las detenciones de personas migrantes también son conocidas por el uso de “la nevera” o “el congelador” en el que familias e infancias son cometidos y tratados de forma inhumana. Ahí mismo, se les niegan los alimentos, papel higiénico, agua, y la atención médica.

En estos centros de detención, conocidos como «el congelador», las personas detenidas, no deberían pasar más de 72 horas, no obstante, se ha denunciado que pueden pasar ahí hasta meses bajo temperaturas congelantes, además de las violaciones ejercidas por personal operativo.

Un caso registrado fue el de un supervisor en la Oficina de Asilo de San Francisco comunicó internamente lo siguiente al DHS: “FA [funcionario de asilo]

«Una de las solicitantes que entrevistó hoy tiene una hija pequeña que fue agredida sexualmente por alguien que creemos que es un funcionario del CBP o de la Patrulla Fronteriza. La solicitante y su hija fueron interceptadas por la Patrulla Fronteriza y enviadas a La Hielera [una celda de detención en la frontera], donde ocurrió lo siguiente: un guardia en La Hielera, que vestía un uniforme verde y tenía un gafete que decía [eliminado], obligó a la niña a desvestirse y la manoseó”.

Los registros indican también que oficiales de la Patrulla Fronteriza retuvieron alimentos como herramienta de coerción, infringieron violencia psicológica, forzaron a migrantes a firmar documentos en inglés sin explicarles el contenido a cambio de comida. Por otro lado, la atención médica solo fue extendida de forma estrictamente necesaria, provocando consecuencias en la salud de las personas migrantes.

Finalmente, Human Rights Watch reportó que durante años se han utilizado tácticas de intimidación por la Patrulla Fronteriza y agentes de Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza contra las personas migrantes como el no registró de denuncias por temor al retornó de su país de origen, proceso en el cual la persona debe ser remitida a una entrevista para calificar si tiene derecho a un asilo u otra protección.

En la práctica, estas declaraciones se invisibilizan y las personas migrantes son intimidadas. 

El informe de Human Rights Watch, incluye 27 casos de 2017 a 2018 por violaciones al debido proceso en donde se manifestó que las autoridades fronterizas infringieron el derecho de los migrantes al asilo, en el que se incluyen inexactitudes e inconsistencias en el papeleo para la deportación acelerada.

En territorio mexicano

Para inmigrantes que decidan y deban permanecer en territorio mexicano, ya sea porque no alcanzaron a ingresar a Estados Unidos o los hayan deportado, también enfrentan diversas violencias y abandono institucional.

El programa “Quédate en México” (Remain in Mexico) (oficialmente llamado Protocolos de Protección a Migrantes), aplicado en la frontera entre México y Estados Unidos, lanzado en enero del 2019 bajo el primer gobierno del presidente estadounidense Donald Trump, fue reiniciado por el presidente Joe Biden el 6 de diciembre de 2021.

En el programa Quédate en México, el gobierno mexicano debería garantizar el acceso a oportunidades laborales, atención médica y educación a las y los solicitantes de asilo, con la finalidad de contener el flujo migratorio. Pero hay denuncias contra este programa, por las y los usuarios.

Según el acuerdo que estableció Quédate en México, el gobierno mexicano debería garantizar el acceso a oportunidades laborales, atención médica y educación a los solicitantes de asilo en el programa.

Algunos testimonios de mujeres usuarias de Quédate en México, denunciaron:

Andrea relató que llevó su hija de 11 años a un hospital público cuando se lastimó la cabeza. Sin embargo, el personal del hospital se negó a atenderla porque Andrea no tenía un documento de identidad mexicano ni un número de seguro social. Tuvo el mismo problema cuando intentó inscribir a su hija en la escuela pública. Andrea acudió a una oficina de migración para preguntar cómo podía obtener los documentos necesarios, pero los agentes allí presentes le dijeron que no podían ayudarla.

Cuando Ana Laura y sus hijos, de 19 y 12 años, fueron asignados a Quédate en México en octubre de 2019, no les dieron sus CURP. Ana Laura contó que, más tarde, cuando intentó denunciar que habían sido víctimas de extorsión, la policía los rechazó alegando que no podían presentar una denuncia si no tenían CURP. Cuando ella y su esposo intentaron solicitar la clave, los funcionarios de migración se negaron a ayudarlos argumentando que no sabían qué documentación darles a quienes estaban en el programa Quédate en México.

Cuando Marcela, una ingeniera que llegó a México en diciembre de 2019 en el marco de Quédate en México, empezó a buscar trabajo en su especialidad, acudió a una feria de empleo y envió su currículum a numerosas empresas. Sin embargo, según contó, nadie le daba trabajo porque su visa nunca tenía validez mayor a unos pocos meses; es decir, hasta la siguiente cita en el tribunal migratorio de Estados Unidos. Un empleador le dijo que si quería conseguir trabajo tendría que desistir de su solicitud de asilo en EE.UU. y solicitar asilo en México.

Blanco de secuestros y extorsión en México

Dieciséis personas entrevistadas por Human Right Watch dijeron que agentes de migración o policías mexicanos las habían detenido y les habían exigido sobornos, en algunos casos de miles de dólares.

Contaron que los funcionarios las habían amenazado con deportarlas, hacerlas desaparecer o entregarlas a carteles si no pagaban. Algunas dijeron que las habían extorsionado al ingresar al país. Otras, que las habían detenido en un aeropuerto y los agentes de migración las habían llevado a áreas de espera para exigirles un pago.

Yaneth y su esposo, Rafael, contaron que llegaron a Reynosa en autobús en agosto de 2019 y le pidieron a un taxista que los llevara a un conocido albergue para migrantes. En lugar de eso, el conductor los llevó a una casa abandonada, donde estaban secuestradas varias familias procedentes de Honduras, Cuba y El Salvador. Cuando los secuestradores se enteraron de que la pareja había venido a buscar asilo en EE.UU., les exigieron USD mil 500 como “comisión” para cruzar la frontera, y los amenazaron con matarlos si no pagaban. Luego de que realizaran el pago, los llevaron a un puente fronterizo. “Nunca denunciamos el secuestro a la policía”, dijo Yaneth. “Teníamos demasiado miedo”.

México te abraza, estrategia de Claudia Sheinbaum

Ante las ordenes ejecutivas firmadas por Donald Trump, la presidenta Claudia Sheinbaum declaró durante la mañanera que el gobierno mexicano brindara apoyo a las y los migrantes a través del programa «México te abraza» que busca acompañar en casos de deportación o regreso voluntario.

Asimismo, se instalarán nueve centros de atención colocados en las ciudades fronterizas: Matamoros, Reinosa y Nuevo Laredo en Tamaulipas; Tijuana y Mexicali en Baja California; así como Sonora, Chihuahua, Coahuila y Nuevo León.

Secretaría de Gobernación

También mencionó que los centros de atención para migrantes proporcionarán servicio de registro y recepción, servicios para la reintegración, atención a salud, alimentación, así como estancia y alojamientos.

En cuanto a servicios médicos, las personas repatriadas serán afiliadas al IMSS junto a su núcleo familiar para que tengan prestación del Seguro de Enfermedades y Maternidad. Además, las niñas, adolescentes y mujeres tendrán acceso a vacunas como sarampión, rubeola, hepatitis B, tuberculosis, neumococo y hexavalente.

Para los traslados desde los puntos de repartición fronterizo hasta los nuevos centros se tendrán a disposición 189 autobuses y 100 más para llevarlos a sus estados de origen.

Sin embargo, quedaran a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Secretaría de Marina, instancias catalogadas como las autoridades con mayor número de quejas por violación a derechos humanos ante la CNDH entre 2020 y 2023, según el informe ‘CNDH: balance de su debilitamiento institucional durante la gestión 2019-2024’ del Centro Prodh.

Por otro lado, se otorgará la Tarjeta Bienestar Paisano que consiste en una transferencia de 2 mil pesos a personas mexicanas repatriadas para cubrir los gastos de su regreso a sus comunidades de origen.

Panorama actual sobre las deportaciones de las mujeres migrantes

El día de ayer, Cimacnoticias publicó una investigación en el que se hace un recuento sobre el panorama al que aproximadamente más de 2 millones 200 mil mujeres mexicanas que viven en Estados Unidos sin documentos, según datos de El Colegio de la Frontera Norte, y aquellas que aún buscan cruzar, enfrentarán con la segunda administración de Trump.

Trump y la amenaza de deportación a 2 millones de mexicanas inmigrantes

 

El arribo de Trump al poder le da el lugar 47 como presidente de Estados Unidos y este regreso a la Casa Blanca se ha caracterizado por promesas imperialista que amenazan el Canal de Panamá, Groenlandia o incluso territorio mexicano, porque durante su campaña presidencial dijo que bombardearía nuestro territorio para acabar con zonas de los cárteles de la droga, responsables de la crisis de fentalino en Estados Unidos.

Lo cierto es que esta nueva era de Trump traerá cambios significativos a la política internacional los cuales derivarán con secuelas directas a mujeres migrantes mexicanas quienes permanecen en territorio de Estados Unidos sin documentos de estancia legal y también a las de otros países que buscan llegar a este territorio atravesando México, sin dejar de lado una narrativa xenófoba y de supremacía blanca.

El día previo a la investidura de Trump, la frontera norte de México con Estados Unidos lució solitaria por el temor de represalias trumpistas contra la comunidad migrante, incluso, Texas colocó alambres de púas y vigilancia aérea para evitar el cruce indocumentado, además convocó a un evento masivo en un mitin donde reiteró cumplir su promesa de la mayor deportación jamás vista en su territorio.

De acuerdo con El Colegio de la Frontera Norte, del total de la población mexicana viviendo en Estados Unidos sin documentos de estancia legal, el 44 por ciento son mujeres, lo que equivale a 2 millones 200 mil.

El 72% de las personas sin estos documentos de estancia, se encuentran dentro de la fuerza laboral, el resto son menores de edad, estudiantes, o personas dedicadas a las labores del hogar. Entre quienes trabajan, lo hacen principalmente en los sectores de construcción y servicios, por tanto, en caso de deportaciones masivas, estos serían los principales sectores económicos afectados en la economía estadounidense.

De acuerdo con la Current Population Survey realizada de manera conjunta por la Oficina del Censo y la Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos y publicada en 2024 (la fuente estadística más reciente), a la fecha en Estados Unidos habitan 332.3 millones de personas de las cuales poco más de 39 millones son de origen mexicano, pero de éstas, la gran mayoría, 9 de cada 10, son ciudadanos americanos o residentes permanentes autorizados.

Con estimaciones del Colegio de la Frontera Norte (Colef), a partir de la fuente estadística más reciente, en Estados Unidos residen 13.5 millones de personas sin documentos de estancia legal, de las cuales poco más de la tercera parte son mexicanas y mexicanos (36.4%), siendo el grupo más numeroso y el que se vería más afectado. El resto proviene de al menos 127 países más.

OrigenFrecuenciaPorcentaje
México              4 millones 926 mil 39336.4%
Centroamérica              2 millones 416 mil 04217.9%
Asia              2 millones 290 mil 89516.9%
Sudamérica              1 millón 584 mil 00811.7%
Caribe              1 millón 051 mil 2197.8%
África                  548 mil 1574.0%
Europa                  488 mil 7063.6%
Otros                  229 mil 5651.7%
Total            13 millones 534 mil 985100.0%
Tabla 1. Origen de las personas no autorizadas viviendo en Estados Unidos, 2024. Fuente: Elaboración Colef con base en datos de la Current Population Survey, Annual Social and Economic Supplement (ASEC) 2024, US Census Bureau

Texas, California e Illinois, concentran la mitad de estas comunidad mexicana migrante sin documentos de estancia legal, aunque en prácticamente todo Estados Unidos existe población en riesgo.

En cuanto a las entidades de procedencia se estima que 6 de cada 10 mexicanas y mexicanos no autorizados proceden principalmente de 10 estados de la República Mexicana: Veracruz, Guanajuato, Oaxaca, Michoacán, Jalisco, Guerrero, Chiapas, Hidalgo, San Luis Potosí y Puebla.

Para dimensionar este fenómeno migratorio que se ha gestado en las fronteras del norte y sur del país, Cimacnoticias conversó con Yuriria Salvador, coordinadora de la organización defensora de derechos humanos de las personas en contextos de movilidad Centro Fray Matías en Tapachula, Chiapas, así como con la coordinadora de atención psicosocial de la Casa Refugio Migrante de Hermosillo, Marisol Esparza.

La advertencia conjunta es: «no es una crisis humanitaria, pero sí un fenómeno sostenido desde el 2018 que infiere que el modelo de contención y criminalización del propio Estado mexicano no sólo es obsoleto, sino también, violatorio a los derechos humanos».

Desde la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales, los ataques directos en contra de la comunidad migrante han sido ensalzados y la promesa de «la deportación más grande de la historia» se mantiene en el aire, el contrapeso: caravanas migrantes que apretaron el paso desde hace meses para cruzar la frontera. 

Migración en el cinturón sureño: Chiapas entre narcotráfico, militares y violencia institucional

Desde el 2 de diciembre, una de las caravanas más grandes -y la tercera desde el triunfo de Trump- arribó a nuestro país al cruzar la frontera con Guatemala. Las caravanas, mayormente conformadas por familias, han estado apretando el paso atravesando Tapachula, Chiapas, una de las entidades con mayores tasas de crimen organizado donde se gesta una disputa entre grandes células delictivas del narcotráfico. 

En un breve contexto, el exgobernador de Chiapas Rutilio Escandón ha sido señalado por haber dejado a Chiapas sumida en una profunda violencia luego de permitir la entrada de grupos de narcotráfico a la zona.

Actualmente, Escandón se desempeña como cónsul en Miami por orden de Sheinbaum a pesar de estar bajo la mira desde noviembre por enriquecimiento ilícito según ha documentado la revista Proceso.

Derivado de esta entrada del narcotráfico el país, medios como El País han documentado el recrudecimiento de una extrema violencia, particularmente, en contra de la comunidad migrante; se tiene registro de familias encerradas en jaulas utilizadas para gallos y grupos de hombres quienes portan un falso equipo de policía y refieren que son ellos la ley en la región sureña de Chiapas que corre desde Corozal, Nueva Palestina, Tapachula hasta la frontera de Comalapa. 

Según documenta el medio, Chiapas se ha convertido en un territorio de disputa entre 2 de las células criminales más poderosas del país: El Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación, dejando a su paso, una cadena de asesinatos, desplazamientos forzados, secuestros y extorsiones por donde hoy, esta caravana migrante se encuentra avanzando en total desprotección.

Cimacnoticias conversó con Yuriria Salvador de la casa migrante Fray Matías ubicado en Tapachula, Chiapas para obtener un panorama más amplio sobre cómo se gesta la dinámica en la frontera del sur, la violencia enlazada al narcotráfico y la manera en que se percibe la situación ante la investidura de Donald Trump. 

El primer apunte de Yuriria es: “Esto no es una crisis humanitaria, sino una crisis sostenida desde 2018 que no se ha podido gestionar ni con políticas públicas, ni con prácticas enfocadas en la integración de personas migrantes solicitantes de refugios”. 

De acuerdo con la experta en movilidad, humana el asunto de inseguridad que atraviesa la frontera sur no sólo se trata de apuntar hacia las células delictivas, sino también, de poner la lupa sobre el pobre actuar de las autoridades mexicanas que no garantizan un tránsito seguro, por el contrario, se articulan para ejercer una serie de violencias institucionales y castrenses para coptar a la población migrante.

Entre las primeras denuncias de Yuriria Salvador es que, a partir de la asignación de control y verificación migratoria a la Guardia Nacional, la violencia ha tenido un preocupante repunte. 

“Esto se ve con el despliegue de 28 mil elementos de la Guardia Nacional tanto en la frontera norte como en la frontera sur [están] en los cinturones de contención y aumentaron los puestos de control migratorio a pesar de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha dispuesto que los puestos de control y verificación migratoria en lugares diferentes a los destinados en el tránsito internacional son inconstitucionales”, explica.

 

El informe Centros de detención migratoria: La continuidad de políticas de control y persecución a personas migrantes de Fray Matías, recopila un conjunto de violaciones que ha ejercido la Guardia Nacional en contra de la comunidad migrante; agresiones físicas, gas lacrimógeno, descargas eléctricas, detenciones arbitrarias y agresiones verbales. 

El 15 de junio del 2021, un aproximado de 30 personas, mayormente haitianas, protestaban en la Estación Migratoria Siglo XXI en contra de malos tratos, pues recibían alimentos en descomposición y ante las pobres respuestas de las autoridades, decidieron realizar una manifestación; en respuesta, el equipo antimotines de la Guardia Nacional y el Servicio de Protección Federal irrumpió en la estación ejerciendo una serie de torturas en su contra.

En este contexto, se documentó el caso de un hombre peruano, quien fue detenido tras acercarse a un policía local solicitando información sobre el acceso al Procedimiento de Reconocimiento de la Condición de Refugiado. En la estación migratoria se le negó el acceso al procedimiento, fue puesto en el módulo de personas vulnerables en el que doce agentes de migración lo golpearon en el baño, recopila el informe.

Lo que se gesta al interior de los centros de detención son múltiples violaciones a los derechos humanos pues se obedece a una fuerte estructura carcelaria sostenida en la criminaización, la tortura e incluso, violencia sexual en contra de mujeres y adolescentes algo que Fray Matías ha documentado de manera reiterada.

En 2019, una joven salvadoreña embarazada, presentó una denuncia luego de que, tras ser detenida, el médico nocturno en turno la violentara sexualmente, lo que le produjo un aborto espontáneo y la pérdida inminente del bebé. Asimismo, se le negó atención sanitaria al presentar sangrado, hechos que han sido documentados en la carpeta de investigación CNDH/5/2019/8936/Q.

En la frontera sur del país, no sólo arrecia la violencia derivada de una disputa con actores del narcotráfico, sino además, la violencia de la Guardia Nacional que se ha apropiado de la zona y que su presencia, dice Yuriria, advierte un incremento del hostigamiento sexual en contra de mujeres migrantes, pero también, la criminalización migrante a través de prácticas raciales como el perfilamiento. 

El remate del panorama es que, se une un tercer responsable: El propio Instituto Nacional de Migración. 

“El instituto anunció con bombo y platillo que quitarían más de 30 puertas de la estación migratoria siglo XXI, sin embargo, el modelo carcelario aún se refleja en la incomunicación con el exterior en el que las personas están, no tienen acceso a la información, muchas veces son separadas de su familia, no tienen acceso a salud y menos a productos de gestión menstrual, también, se ve en distintos elementos de manipulación como tener encendida la luz 24 horas, restringir necesidades como ir al baño o tomar agua, todo esto, es un modelo carcelario, el instituto intimida a las personas para que desistan de cualquier procedimiento migratorio”, dice Yuriria Salvador. 

Desde Fray Matías, se ha identificado que las y los funcionarios del INM amedrentan a las personas desincentivándolas a solicitar asilo y cosechando el miedo advirtiéndoles que pasarán por un proceso de detención cuando esto no siempre es verdad. 

¿En dónde está fallando el INM?: Para nosotras es muy preocupante que la persona, en cadena de responsabilidad, responsable de la muerte de 40 personas en el incendio en Ciudad Juárez siga al mando de esta institución y que además se vea siempre despegado, del tema de movilidad por una parte, por otra, que esto no es una cuestión de política migratoria solamente, sino de política Social en su conjunto reconociendo que las personas migrantes representan una parte importante de la población en este país.

Este panorama de lo que atraviesa la frontera sur está ligado directamente con las expectativas que se tienen sobre Donald Trump, porque mientras se carga el discurso anti inmigrante sobre los hombros del republicano, para Yuriria, la increpación colectiva y social debería estar, más bien, sobre el estado mexicano que, advierte la especialista, no cuenta con políticas interseccionales, ni siquiera, con datos certeros de cuántas personas migrantes acceden a servicios de salud, educación, vivienda o empleo. 

Donde sí se debe poner el dedo, es en señalar que las deportaciones y violencia en contra de la comunidad migrante no es sello exclusivo de Trump, sino una política efectiva que se ha ejercido por debajo del agua bajo la administración de otros mandatarios como Barack Obama o Biden, la diferencia esencial, es que el trumpismo apela al nacionalismo estadounidense y utiliza este discurso anti inmigrante como bandera, lo que podría abrir la ventana para mayores picos de xenofobia o racismo. 

En un breve repaso, se recuerda que Obama deportó a un total de 2.8 millones de personas migrantes, el 47% de ellas, sin ningún antecedente penal; sólo en su primer año de gestión, expulsó a 391 mil 438 personas, siendo el principal objetivo de su administración, las adolescencias no acompañadas y ejerciendo la separación de familias, ganándose el apodo entre la comunidad latina de “el deportador en jefe”, considerado el presidente con los números más altos de deportaciones irregulares y violentas en la historia de los Estados Unidos, de acuerdo con la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).

En 2016, Donald Trump amagó en campaña con la promesa de que deportaría a 11 millones de personas lo que encendió las alarmas internacionales y por supuesto, apretó el cuello de México, sin embargo, durante su primer año de gestión suavizó el discurso y deportó a 177 mil personas menos que su par Barack Obama en 2009, según información de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos​ (CBP, por su sigla en inglés).

“Desde las organizaciones sabemos que con administraciones como Biden y Obama el número de deportaciones se elevó bastante, sin embargo, que un tipo como Trump lidere un país, esos discursos de odio sí abren la puerta para prácticas de odio, racismo, xenofobia o discriminación, pero no sé si en política efectiva representa un cambio radical, nosotras pensamos que no, lo que sí es un riesgo es que eche para atrás el CBP1”.

Yuriria

Mujeres migrantes al norte del país y asociaciones civiles rebasadas

Desde el anuncio de su triunfo, la comunidad migrante ha comenzado a tocar la puerta de la Casa del Migrante Saltillo en Coahuila, anunciando la carrera por cruzar antes de la toma de posesión de Trump; las personas comenzaron a moverse de manera inmediata hacia la frontera del norte y la idea de que enero era el mes límite para cruzar, se convirtió en un fenómeno colectivo de encrucijadas: Esperar una respuesta o rendirse.

Las personas no sabían qué hacer, narra Marisol Esparza, no sabían si su mejor opción era entregarse a la migración americana o si mejor solicitaban refugio en México.

“Algunos de ellos siguen varados sin saber qué hacer, [no saben] si seguir esperando o entregarse. Creo que vamos a empezar a ver movimientos hasta después de que asuma el mandato, eso, por una parte, algunas otras personas siguen esperando que la CBP siga funcionando aún cuando asuma y que pronto les llegue la cita para poder entrar de forma legal a Estados Unidos, pero en general, se vive un ambiente de mucha incertidumbre, desesperanza porque cada vez se acortan las opciones.

El ambiente dentro de la organización, dice, es de mucha incertidumbre porque en caso de que las deportaciones masivas comiencen a darse entre enero – febrero, considerando que Trump prometió que esta sería su primera acción al frente del país, los recursos humanos y materiales de las casas migrantes fronterizas no son lo suficientemente vastos como para atender a toda la población -mexicana o no- que es colocada en nuestro territorio bajo condiciones de vulnerabilidad; sin trabajo, servicios básicos, atención médica, orientación legal. 

¿Qué comenta la comunidad migrante al interior de la Casa del Migrante Saltillo?: Nosotros seguimos recibiendo quejas acerca de que el Instituto Nacional de Migración (INM), sigue ejerciendo violaciones a los derechos humanos, afectando especialmente a mujeres e infancias. Tenemos reportes de que les llevan a estaciones migratorias en lugar de algún albergue adecuado para familias. 

Según explica Marisol Esparza en conversación con Cimacnoticias, las mujeres enfrentan una serie de violencias a comparación de sus congéneres; INM les roba dinero, les rompen documentos, cancelan sus citas en Aduanas de Estados Unidos, (CBP One) e incluso tortura sexual en aras de supuestas revisiones. 

Esto último, documentado por diversas organizaciones e institutos, entre ellos, el Instituto para las Mujeres de la Migración AC (IMUMI) que, al interior de su documento Propuesta de Programa Piloto para aumentar la disponibilidad y flexibilidad de las vías de migración regular a México para mujeres centroamericanas víctimas de violencia de género y sus hijas e hijos , refiere que la violencia o los riesgos que experimentan las mujeres migrantes se pueden entender mediante el análisis de distintas etapas.

Entre las que destacan la salida de sus hogares, el tránsito, el destino y, en algunos casos, el retorno a su país de origen o la repatriación, en cada una de las cuales, pueden converger muchos tipos de violencia como la comunitaria, institucional, económica y sexual. Además, existe una altísima incidencia que mujeres de origen centroamericano no viajen solas, sino con hijas e hijos por lo que es indispensable generar condiciones para que no sea revictimizadas.

Dentro de la organización Casa del Migrante Saltillo se realizan entrevistas múltiples a diferentes comunidades migrantes con el objeto de identificar violaciones a los derechos humanos sistémicas y necesidades prioritarias para grupos diversos.

Según refiere Esparza, dentro del grupo de las mujeres migrantes no han referido alguna agresión al interior de las caravanas, sin embargo, los principales agresores de este sector es el crimen organizado, policías estatales y municipales. 

En cuanto a necesidades, las mujeres en la frontera norte de Saltillo han expuesto que la principal preocupación es la nulidad de espacios de cuidados porque son madres autónomas quienes viajan acompañadas de sus hijas o hijos y atraviesan una serie de interseccionalidades que no les permiten avanzar de manera más pronta hacia los Estados Unidos, pues en su proceso de movilidad, se ven forzadas a realizar trabajos desde la informalidad para poder costear las necesidades de alimentación e higiene de las infancias a su cargo.

Además no tienen acceso a guarderías y el tiempo de estancia en México se puede llegar a hacer mucho más extenso que el de sus congéneres debido a las responsabilidades de cuidado.

“Una vez que llegan a un albergue o [se asientan] viviendo en la calle no tienen dónde dejarlos y no pueden acceder a un trabajo de manera formal. Una de las necesidades prioritarias es un programa de guarderías para estas mujeres que viajan solas con sus hijos porque como deben trabajar durante el trayecto migratorio, el proceso migratorio va haciéndose más y más largo. En ese tiempo, las infancias dejan de ir a la escuela, de aprender y de atenderse en materia de salud”, dice Marisol Esparza. 

Un apunte necesario es que el pasado 5 de septiembre, la entonces titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcenas, firmó un documento a través del Open Society Foundations que estipula una inversión de 8 millones de pesos para garantizar seguridad, refugio, atender llamadas de violencia, impulsar un modelo de cuidados que impulse el empleo de las madres migrantes, entregar kits de gestión menstrual y asesoría psicológica para las mujeres sobrevivientes de violencia. 

Sin embargo, a 4 meses de haberse firmado este documento no hay más registro documentado en las páginas oficiales de gobernación y no hay pista que apunte cómo y en dónde se está invirtiendo este recurso; recurso especialmente indispensable ante el contexto de movilidad actual con amenazas latentes de deportaciones masivas. 

De acuerdo con el hoy extinto, Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), las mujeres que atraviesan el país provienen de otros países hispanos, con mayor incidencia, de Centroamérica.

Entre las principales características de las mujeres migrantes de la región norte de Centroamérica, se encuentra que tienen entre 24 y 28 años, con una escolaridad entre primaria y secundaria, así como que una cuarta parte provienen de comunidades indígenas y hablan alguna lengua indígena.

Una gran proporción tienen como situación conyugal la unión libre, más de la mitad son madres y su principal causa para migrar es por la necesidad de un empleo o para mejorar sus condiciones laborales.

Por ello, hacerlas garantes de su derecho a la inclusión laboral y a sostener sus cuidados en conjunto con el Estado mexicano resulta en una de las apuestas más importantes en materia de derechos humanos en contextos de movilidad.

Desde la mirada de Marisol Esparza, especialista en atención psicosocial, estas condiciones de vulnerabilidad y trabajo de cuidados que cargan solas, terminan por mermar seriamente en la salud mental de las infancias y sus madres.

«No hay tiempo de dar atención a síntomas de preocupación, insomnio o estrés, por lo que cuando comienzan a acercarse a su destino fronterizo, estos padecimientos ya son crónicos y se manifiestan como depresión y ansiedad, explica Esparza. Por ello, más allá de todo discurso político del Estado mexicano de prever a la población migrante o la opresión del trumpismo que intenta amagar, es urgente que existan políticas de cuidado e interseccionales que blinden las necesidades de los diversos grupos que pretenden cruzar la frontera norte».

Sobre el asunto de políticas migratorias y de género, Cimacnoticias conversó con Ana Elena Contreras, asesora de derechos humanos quien refiere que, cuando hablamos de mujeres en contextos de movilidad, hablamos de una violencia aún más recrudecida en donde no se cuenta con redes familiares y mucho menos con certezas cuando hablamos de migración; recurso extremo y último de las personas, “podemos imaginar el tamaño de la necesidad de las madres”. 

“Cuando hablamos de mujeres que maternan y que están en proceso de migración se tiene que incluir a las infancias, considerar sus derechos y darles acceso a los servicios básicos como lo son el cuidado, salud, y educación. En el caso de las madres, el derecho humano del acceso a un a un espacio laboral, que le permita la sobrevivencia menciono, por ejemplo, la necesaria acción de no precarizar los espacios laborales que no brindan la misma calidez que se esperaría a una persona que no es migrante, parte de lo que denuncian las mujeres es que, en cuanto hay una falta de documentación, pues inmediatamente hay violencia que se atraviesa, ya sea que se les niega los espacios o se les se les precariza dándole un salario muy por debajo de lo que deberían dar; muchos tipos de violencia ligadas a la discriminación”, explica Ana Elena Contreras. 

Estas condiciones de movilidad son bien conocidas al interior de los refugios y casas migrantes que han puesto el cuerpo para sostener el flujo migratorio en nuestro país, sin embargo, el agotamiento de los recursos y la falta de apoyo estatal han comenzado a mermar la capacidad de continuar ejerciendo esta labor. Según explica Marisol Esparza, al norte del país, se avizoran meses bastante complejos para la población migrante; primero, porque los países de origen de este sector no han mejorado en lo absoluto en materia social, política y económica -recordando la crisis sostenida en Haití o el ascenso de Maduro en Venezuela-; en segunda, porque aunque las organizaciones de la sociedad civil están listas para enfrentar cualquier ofensiva política anti-migratoria, el recurso no es suficiente. 

“Sabemos que los países de donde vienen estas personas migrantes no han mejorado en lo absoluto en tema económico, social, político y de seguridad, todo está peor, por lo que creo que la gente seguirá saliendo de estos países y a México le va a tocar recibirlos, bueno, a la sociedad civil y no estamos preparados; no estamos preparados en cuanto a servicios, recursos humanos materiales y económicos para recibirlos. Pero estamos listos mentalmente de que los meses que vienen son sumamente complejos y que nos toca a nosotros la sociedad civil acompañarles en su paso por México independientemente de si sea de paso o si deciden quedarse aquí”, dice Marisol Esparza de la Casa del Migrante Saltillo.

¿Realmente se advierte un problema migratorio o todo se trata de un alarmismo colectivo?: Lo que sabemos es que los discursos de odio hacia los migrantes son bastante reales y creo que en los próximos meses veremos cómo estos discursos de odio se transforman en medidas y políticas de Estados Unidos, para México vienen meses bastante complejos, zanja Esparza.

Entre «planes elaborados», botones y recortes al presupuesto

 De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación – Análisis funcional programático económico, apartado de protección, asistencia y servicios eficientes y suficientes para las y los mexicanos en el exterior enfrentaron un recorte presupuestario de $33 millones 535 mil 863 con respecto al 2024; una pérdida de 9.8% en términos reales.

AñoGasto total
2024557 millones 728 mil 121 
2025524 millones 192 mil 258 
Fuente: Ramo 5 Relaciones Exteriores Presupuesto de Egresos de la Federación

Esta pérdida de recursos implica un debilitamiento en políticas de protección, orientación y apoyo para la población migrante en caso de enfrentar un proceso de deportación.

De acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores, este ramo de protección y asistencia es el encargado, entre otras cosas, de evitar que la población mexicana sea víctima de daños, perjuicios e injusticias, que las personas sean discriminadas y promover programas de protección preventiva para las y los mexicanos que residen en el extranjero, indistintamente si es de manera legal o irregular.

Esta pérdida de recursos implica un debilitamiento en políticas de protección, orientación y apoyo para la población migrante en caso de enfrentar un proceso de deportación.

Para la Secretaría de Relaciones Exteriores, este ramo de protección y asistencia es el encargado, entre otras cosas, de evitar que la población mexicana sea víctima de daños, perjuicios e injusticias, que las personas sean discriminadas y promover programas de protección preventiva para las y los mexicanos que residen en el extranjero, indistintamente si es de manera legal o irregular.

Durante la conferencia de prensa matutina del 16 de enero, la presidenta Claudia Sheinbaum intentó apaciguar el panorama migratorio pidiendo mantener la calma al margen, pues el gobierno federal ya tenía armado un sólido programa para atender las probables deportaciones masivas que ha prometido Donald Trump en campaña como primera acción al poder.

Sin embargo, este «muy elaborado plan» no será revelado hasta que se conozcan cuáles serán las primeras políticas migratorias de Trump, para entonces, poder accionar este plan de emergencia. 

«Ya tenemos un plan muy elaborado solo que vamos a esperar a lo que vaya a anunciar el presidente Trump para poderlo informar, y se ha estado en coordinación con los gobernadores, las gobernadoras, todas las secretarías del gobierno para poderle dar todo el apoyo que requieran a nuestros paisanos y paisanas».

Claudia Sheinbaum

Este plan –hasta la publicación del artículo– fantasma, se articula con el llamado Programa de Apoyo para las y los Mexicanos en Estados Unidos dado a conocer en diciembre, una segunda acción del gobierno que ha producido serias especulaciones sobre si, verdaderamente, se entienden los derechos humanos de las personas en situación de movilidad o si los programas son endebles en materia de interseccionalidad

Según presentó el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, dentro de este programa, se encuentra el botón de alerta migrante, una aplicación que pretende notificar de manera auxiliar a los consulados mexicanos que una persona está siendo víctima de una detención arbitraria; esta notificación inmediata permitiría a las autoridades actuar de manera expedita y ofrecer apoyo, sin embargo, a pesar de que se prometió que entraría en vigor desde el 6 de enero, la aplicación continúa congelada luego de no obtener los permisos suficientes en las tiendas de android y apple.

Como parte de la estrategia y por instrucciones de Claudia Sheinbaum, de la Fuente refirió durante la mañanera que ya se ha fortalecido el Programa de Asistencia Jurídica a través de Asesorías Legales Externas (PALE) con la contratación de 329 asesorías en materia legal, que junto a la red consular, verificará que se cumpla el debido proceso ante la detención de connacionales, de acuerdo al marco jurídico internacional, a la Convención de Viena y la legislación estatal.

Asimismo, entre otras acciones contenidas en el Programa de Apoyo para las y los Mexicanos en Estados Unidos, se ha prometido fortalecer los 53 consulados estadounidenses y “echar a andar” el Centro de Información y Asistencia a Personas Mexicanas (CIAM) para brindar apoyo legal vía telefónica y atender a través del ya mencionado botón de auxilio.

“Y, finalmente, hay un Centro de Información y Asistencia a Personas Mexicanas, lo que se conoce como un call center que ya está funcionando 24 por 7, y que pronto va a tener también la posibilidad de estar activo mediante un procedimiento muy sencillo: Un Botón de Alerta que ya se puso, de hecho, en práctica en pequeña escala en algunos lugares y parece que está funcionando muy bien, en donde, en caso de que te encuentres frente a una detención inminente, aprietas un Botón de Alerta, esta manda una señal al Consulado más cercano y a los familiares que tú hayas previamente precargado en esa aplicación y, desde luego, a la Cancillería en México”.

Juan Ramón de la Fuente

Sin embargo, el mérito de “echar a andar el CIAM”, como presume la página oficial Gobernación, podría resultar ajeno, considerando que esta herramienta tiene 17 años en funcionamiento y que durante todos estos años, ha ofrecido su servicio para la comunidad migrante por lo que sus antecedentes son incompatibles con la palabra “novedad” como se presumió durante la mañanera del pueblo.

El hoy conocido como CIAM se remonta al 8 de diciembre del 2008 cuando inició sus operaciones bajo el nombre “Centro de Llamadas de Protección Consultar para las Personas Mexicanas en el Estado de Arizona (Call Center)” bajo la orden del Programa Especial de Protección Consular (PEPAC), que pretendía ofrecer un servicio inmediato a las personas mexicanas que habitaran en esa entidad.

Durante 5 años este “call center” atendió más de 16 mil 900 llamadas, el 74 por ciento de ellas, por motivos de protección. El resultado fue tan óptimo que para abril del 2013 este programa mutó a algo más grande por orden de la Dirección General de Protección Consular y Planeación Estratégica  (DGPCPE), quienes pusieron -verdaderamente- en marcha el Centro de Información sobre Actualidad Migratoria (CIAM) con sede en las instalaciones del Consulado de México en Tucson, Arizona.

La apertura del apodado Call Center de Arizona puso la primera piedra para la apertura del CIAM que conocemos a la fecha y que arrancó en funciones un 15 de abril de hace 12 años.

Aunque la cobertura nacional en Estados Unidos conllevó meses de esfuerzo, se comenzaron a abarcar de manera paulatina diferentes partes del país, cubriendo, en primera instancia, la región suroeste del país, después la oeste, seguida de la zona centro para concluir con la zona este, abarcando la totalidad del territorio estadounidense.

De esta manera, se articulan los grandes pilares que pretenden sostener a la comunidad connacional en caso de la “deportación más grande de la historia” y mientras la política migratoria para las y los mexicanos se gesta, el otro brazo del Estado contiene y asfixia las caravanas migrantes al sur del país. 

Las expectativas sobre Claudia Sheinbaum y en dónde redoblar esfuerzos

Para Yuriria Salvador aún es muy pronto para saber de los alcances de la política migratoria de Claudia Sheinbaum, sin embargo, en aras del Plan Nacional de Desarrollo, se espera que el Gobierno Federal realmente escuche a los consejos consultivos y ciudadanos con personas en situación de movilidad; esta acción sería una reconquista necesaria que se perdió durante la gestión lopezobradorista cuando se emprendió una campaña de golpeteo político en contra de las organizaciones acusadas de ser opositoras. 

“Fue un retroceso importante en el sentido de que poco se consultó a la sociedad civil y a las propias comunidades migrantes sobre política migratoria, por el contrario, hubo una tendencia de la administración anterior de legitimar a las organizaciones, a cualquiera que tuvieran posicionamiento distinto al del Ejecutivo esperamos que eso cambie que haya mayor apertura a recibir estas propuestas y que entonces sí se puedan consolidar nuevas prácticas y políticas migratorias con enfoque de integración.”

Entre los principales aciertos que nuestro país ha alcanzado -y que también es necesario reconocer- se encuentra:

  • Armonización de la Ley de Inmigración con  la Ley General de niños, niñas y adolescentes que prohíbe la detención migratoria de la niñez y sus familias. Esta reforma necesita, con urgencia, ser realmente una política pública que fortalezca a las procuradurías estatales. 
  • El segundo avance importante son las disposiciones de la Suprema Corte sobre regular las 36 horas de plazo administrativo de la detención que, como resultado, ha producido menores registros de tortura, sin embargo, se debe recordar que la población migrante aún puede ser detenida de manera reiterada, la victoria es: Entre menos tiempo la comunidad migrante esté bajo el control de las autoridades, habrá más seguridad y menos riesgo de prácticas deshumanizantes.

En un intento de mantener las relaciones diplomáticas intactas, México ha recurrido a acuerdos que permitan contener la crisis migratoria y mantener bien amarrada la relación con Estados Unidos; un movimiento político que realizó con Joe Biden, e incluso, con Donald Trump durante su administración pasada.

Sin embargo, estos presuntos acuerdos bilaterales México – EUA  no han contemplado los derechos humanos, por el contrario, sólo han acrecentado la vulnerabilidad y el estado mexicano se ha convertido en segundo verdugo propiciando programas como Quédate en México, Asegurando la Frontera o Elusión de Vías Legales.

El Instituto para las Mujeres en la Migración (IMUMI) denuncia que, México ha obligado a personas que buscan protección internacional a esperar en las zonas más inseguras de México, sin acceso a derechos fundamentales y con una resolución congelada en los tribunales. Además, entre 2019 y 2021, más de 71 mil personas fueron deportadas a México, muchas de ellas, bajo circunstancias de extrema vulnerabilidad y precarización.

El IMUMI advierte que es muy probable que, con la nueva administración de Trump, se busquen acuerdos similares con México e incluso, más restrictivos. La mirada alarmista no sólo debe estar encima del discurso republicano y la manera en que actuará en los próximos días, sino también, el reflector debe girarse hacia nuestro país, pues será responsabilidad del poder ejecutivo pautar límites, poner al centro los derechos humanos, reconocer las interseccionalidades de las mujeres que son bandera en el gobierno de la llamada “República de las Mujeres” y no eludir sus obligaciones legales internacionales; es urgente que México reconozca su responsabilidad en este proceso, pues no está libre de la opresión sistémica, si se articula con las políticas enemigas y carcelarias del trumpismo

Pantitlán todos los días en mi vida. Diana Cristal y Monserrat, usuarias

 

De acuerdo con datos del Gobierno de la Ciudad de México, en 2024, Pantitlán tiene registro de 2 millones 415 mil 670 personas que lo usan diariamente y ante cualquier falla o desperfecto, ese funcionamiento de desplazamiento continuo se ve interrumpido, pero esto se contrasta con las y los usuarios porque el flujo de personas no se detiene, ya que necesitan abordar para salir de la zona oriente de la ciudad.

Con la llegada de los teléfonos móviles, es común observar que las personas graben estos tumultos y los compartan en redes sociales, eventos que son vistos desde varias perspectivas: indignación, rabia, coraje o risas.

Uno de estos momentos quedó grabado el pasado 21 de enero de 2025, cuando esta estación del Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México anunció la suspensión del servicio en la línea A para el retiro de un convoy.

Lo cual provocó aglomeraciones que se viralizaron a través de redes sociales. Estos tumultos se han vuelto parte de lo cotidiano para Diana Cristal quien debe subirse cada día a Pantitlán para desplazarse.

Como profesora adjunta en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Diana Cristal debe transbordar en Pantitlán, lo cual es toda una travesía, particularmente porque utiliza esta vía para regresar a su casa ubicada entre metro Santa Marta y la estación del Metro Los Reyes, y debido a las aglomeraciones que se presentan diariamente, sufre de ataques de pánico.

Esta situación la ha llevado a utilizar medidas que considera: «los hombres no utilizarían», como emplear los codos rodeando su pecho para no recibir algún golpe. Además, mencionó que las mujeres «llevan todas las de perder» al tener que implementar este tipo de conductas para salvaguardar su seguridad.

Ejemplo de ello es la reciente aglomeración que se viralizó gracias a publicaciones en redes sociales, cuando el Sistema de Transporte Colectivo Metro anunció el cierre temporal del cruce entre Pantitlán y la Línea A.

En los videos se puede observar que la gente debe caminar a un ritmo pausado en un espacio saturado para llegar al transbordo de esta estación y como resultado cuatro personas terminaron heridas.

@arturosuarez

Se trata de un pasillo “en forma de serpiente”, que las personas recorren para transbordar a las diferentes líneas que convergen en la estación: la 1 que recorre hasta Observatorio; la 5 que viaja a Politécnico; la 9 que va en dirección a Tacubaya y la A que se dirige hasta La Paz. 

Sin embargo, para controlar la afluencia en la circulación y evitar que alguien caiga a las vías, es común que se realicen cortes en donde se abren y cierran rejas después del cruce de cierto número de personas. Al permitir el acceso es cuando la aglomeración se vuelve peligrosa para las mujeres, ya que la gente avanza de forma rápida llegando incluso a empujar a otros. 

“Es lo mismo. La desesperación de querer pasar y querer ser los primeros en estar al principio del andén para abordar los trenes (…) Es demasiada la gente que se acumula en las horas pico” -Montserrat Mendoza, egresada de la UNAM.

Monserrat

De lunes a viernes, Monserrat Mendoza, recién egresada de la universidad, debe utilizar el transbordo de la estación Pantitlán para llegar a su servicio social en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lo que le llevará al menos hora y media de desplazamiento.

Al habitar en Nezahualcóyotl, estado de México, viaja hasta la capital como lo hacen 4.35 millones de mujeres mexiquenses entre semana, según la ‘Encuesta Origen-Destino: en hogares de la zona metropolitana del Valle de México’ del 2017.

De esta manera, Montserrat recorre toda la línea A, desde La Paz hasta Pantitlán. Posteriormente transborda a la línea 8 para llegar a Centro Médico y realiza un segundo cruce a la línea 3 para terminar en la estación Universidad. Esta ha sido su ruta de viaje desde que, el término de la pandemia de COVID-19 le permitió volver a las aulas en 2022.

Crédito: Sistema de Transporte Colectivo Metro

En su experiencia, las aglomeraciones en el transbordo de la estación Pantitlán se presentan diariamente, sobre todo en horas pico, entre las 7 y 9 de la noche, cuando las personas que viven en los municipios conurbados del estado de México van de regreso a sus hogares después de realizar sus actividades en la Ciudad de México. 

Pantitlán, la estación más peligrosa para las mujeres

De acuerdo con la Encuesta sobre la violencia sexual en los transportes y otros espacios públicos de la Ciudad de México realizada por ONU Mujeres en 2018, metro Pantitlán se colocó como la estación más concurrida con una afluencia diaria de 1 millón 100 mil pasajeros, de los cuales el 50% fueron mujeres alcanzando la cifra de 550 mil usuarias. 

En 2024, la afluencia total en esta estación alcanzó los 10 millones 147 mil 352 desde la Línea 1; 18 millones 498 mil 476 desde la línea 5; 4 millones 416 mil 447 desde la línea 9; y 8 millones 483 mil 628 desde la línea A, según datos proporcionados por el Sistema de Transporte Colectivo Metro.

CIMAC Foto: César Martínez López

La creación de la estación Pantitlán es el resultado de la necesidad de colocar una vía de transporte para las personas del estado de México que se desplazan a la capital. La encuesta origen-destino reveló que, en 2017 alrededor de 8.69 millones de mexiquenses debían realizar al menos un viaje entre semana a la Ciudad de México, siendo el metro el transporte público usado por 2.39 millones de usuarias y usuarios. 

No obstante, al ser una de las estaciones más utilizada por mujeres, no está exento de presentar signos de violencia contra ellas. De acuerdo con Mercedes Sánchez Plascencia, geóloga de la UNAM, Pantitlán es una de las estaciones con mayor número de agresiones sexuales entre 2020 y 2024 con un número de 422 registros.

Mapeo realizado por Mercedes Sánchez Plascencia

Según comentó en entrevista con El Financiero, para realizar el mapeo consultó registros de carpetas de investigación abiertas ante la Fiscalía General de República en el portal del INAI. Además, entre su investigación encontró que, a nivel general las estaciones donde existen el mayor número de agresiones o violencias contra las mujeres son las que cuentan con más afluencia y donde se realizan transbordos.

Siguiendo el análisis de ONU Mujeres, el 72.9% de las encuestadas refirió que el metro es uno de los lugares públicos donde mayor número de violencias contra las ellas. A su vez, es el sexto sitio donde mayor miedo sienten.

Entre las violencias registradas estuvieron miradas lascivas, piropos, tocamientos, palabras ofensivas o despectivas, miedo de sufrir ataque sexual, muestra de genitales, masturbaciones públicas, persecución, propuestas sexuales, toma de fotografías sin su consentimiento, eyaculaciones públicas y violaciones.

Manifestación violentaHombres
desconocidos
Hombres
conocidos
PolicíasOperadores
de algún
transporte
OtroNo sabe/no
especifica
do
Le susurraron cosas al
oído
92.8%2.2%1.8%2.6%0.5%0.1%
Le miraron morbosamente el cuerpo83.5%1.8% 6.8% 7.6% 0.3% 0.1%
Ellos le mostraron los
genitales
95.4%1.2% 0.2% 2.3% 0.4%0.5%
Ellos se tocaron los genitales o se masturbaron en
frente de usted
96.1% 0.4%0.6%2.6% 0.2% 0.1%
Le dieron una nalgada98.2% 0.6%0.1% 0.9% 0.0% 0.2%
Se le recargaron con el
cuerpo con intenciones de
carácter sexual
98.3% 0.6% 0.3% 0.5% 0.2%0.1%
Le han tomado fotos a
su cuerpo sin su consentimiento
90.1% 5.6% 1.1% 0.8% 1.9% 0.5%
Eyacularon enfrente de
usted
96.9%1.6%Sin datosSin datos1.6%Sin datos
Le hicieron propuestas
sexuales indeseadas
82.0% 11.7% 2.0% 2.8% 1.1% 0.4%
Le hicieron sentir miedo
a sufrir un ataque o abuso
sexual
92.0% 2.2% 1.7% 3.6% 0.3% 0.2%
La persiguieron con intención de atacarla sexualmente95.%2.2% 0.6% 0.8% 0.5% 0.8%
La obligaron o forzaron a
tener relaciones sexuales
59.8% 27.8%0.9%1.0% 9.3% 1.2%
Le dijeron palabras ofensivas o despectivas respecto
de usted o de las mujeres
83.9% 4.0% 4.1% 6.7% 0.9%0.3%
Le dijeron piropos obscenos u ofensivos de carácter sexual80.8%1.3%7.1%10.3%0.4%0.1%
Datos extraídos de la Encuesta sobre la violencia sexual en los transportes y otros espacios públicos de la Ciudad de México

Entre los horarios identificados estuvieron de las 5 am a las 7 am, de las 8 am a las 10 am, de las 2 pm a las 4 pm y de las 5 pm a las 7 pm. Aunque la mayoría apuntaron a que “en cualquier hora” han visto agresiones y violencia contra las mujeres. 

‘Viaja segura’, programa en apoyo a mujeres violentadas en el metro

Ante el reconocimiento de la violencia hacia las mujeres, el Gobierno de la Ciudad de México ha implementado diferentes medidas para tender la problemática como los módulos de atención denominados ‘Viaja Segura’. El objetivo es prevenir, atender, y sancionar la violencia sexual cometida contra las mujeres que viajan en el metro. 

Se debe resaltar que los módulos se encuentran únicamente en las estaciones Balderas, Hidalgo, Mixcoac, Pantitlán, así como Guerrero y Pino Suarez, estas dos últimas se encuentran cerradas para su reubicación.

Crédito: Sistema de Transporte Colectivo Metro

De acuerdo con la página web del Sistema de Transporte Colectivo Metro, los datos de atención a niñas y mujeres recopilados por los módulos están desactualizados con un corte de 2017, siendo que se dio ayuda psicológica a 45 mujeres y atención jurídica a 369 entre enero y mayo.

Crédito: Sistema de Transporte Colectivo Metro

El Patriarcado mata II: Resistir al totalitarismo misógino en Afganistán

 

.-Matar es quitar la vida. Feminicidio es matar a una mujer por serlo ¿Cómo llamar a una violencia misógina que puede quitarle la vida a una mujer a pedradas, empujarla al suicidio a fuerza de encierro y prohibiciones o despojarla de su calidad de persona y condenarla al encierro, el silencio y la sumisión, como sucede hoy en Afganistán?

No es sólo violencia feminicida. Es un afán de control total aunado a una discriminación de género a ultranza que activistas y ONGs defensoras de los derechos de las mujeres llaman “Apartheid de género”, práctica sistemática que debería tipificarse como “crimen contra la humanidad”, ante la cual la comunidad internacional debería responder como lo hizo ante el Apartheid racista sudafricano en el siglo XX, con sanciones y boicots reales.

Desde la toma del poder por los Talibanes en 2021, ha caído sobre las mujeres y niñas afganas, en efecto, una catarata de prohibiciones que hoy, literalmente, las están matando en vida.

Esta no es consecuencia de la ley islámica sino de la interpretación extremista  con que el régimen ha buscado regimentar la vida privada, religiosa y social de hombres y mujeres, y sojuzgar a éstas.

Las normas talibanes someten a toda la población a una pretendida verdad religiosa, impuesta por líderes fanáticos. Los derechos humanos han caído en el olvido ante la legitimación de castigos crueles para delitos de todo tipo, mientras que ejecuciones sumarias, detenciones y torturas acaban con la oposición y la disidencia.

Así, las normas “religiosas” imponen a los hombres un determinado largo de barba, por ejemplo; determinan horas específicas en que los taxistas y sus clientes deben rezar para cumplir con su deber religioso… El peso del fanatismo  aplasta sobre todo a aquellas que el régimen decía considerar “seres humanos libres y nobles” y no “propiedad” de sus maridos (ley de matrimonio y propiedad, 2021) y a las que, en los hechos, ha deshumanizado, reducido a seres vivos que sirven, como afirmara una activista, para la reproducción y el pesado trabajo doméstico.

En contraste con las libertades y derechos de que gozaron bajo la ocupación de Estados Unidos (2001-2021) y en épocas anteriores al primer régimen talibán (1996-2001), las mujeres afganas  han visto reducirse su libertad de movimiento, expresión y desarrollo en menos de cinco años.

Si en los inicios del régimen actual todavía podían ir algunas a la universidad, trabajar en áreas de educación y salud, y se les exigía portar el hijab pero no la burka, pronto los Talibanes recuperaron políticas misóginas previas, con mayor saña.

Según el reporte Alerta de Género II de ONU Mujeres, para fines de 2021 ya habían eliminado el Ministerio de Asuntos de las Mujeres y creado el Ministerio de la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio; habían restringido la educación formal de las niñas a la primaria; excluido a las mujeres de la función pública.

En años recientes, determinaron que éstas sólo pueden salir de casa en caso necesario y, de hacerlo, deben taparse la cara por completo (con un tapabocas además de la burka) e ir con un acompañante (marido o familiar cercano), so pena de arresto. 

ONU Mujeres ha señalado el aumento de suicidios de mujeres y de la violencia intrafamiliar, en un país que ya tenía una altísima tasa de violencia machista, y ha planteado que la exclusión de las mujeres de la vida laboral implica una reducción inmediata de 5% del PIB y, sobre todo, un aumento de la pobreza en un país miserable, con estragos inimaginables para mujeres y niñas en particular.

Hoy, además de no poder trabajar fuera de casa- excepto como parteras y maestras, tienen prohibido hablar en público pues su voz no debe oírse. No pueden recitar el Corán en voz alta ni siquiera entre ellas, por lo que, según el Ministerio de la Virtud, menos pueden cantar. 

La norma totalitaria más reciente prohíbe cualquier ventana en la cocina que permita ver desde afuera a la mujer que ahí esté. Condenadas al silencio, el encierro y la obscuridad, muchas se resisten a esta muerte lenta, se organizan en redes, las usan para difundir su canto, las más valientes han incluso cantado en la calle. Desde Afganistán o en el exilio  apelan desde hace años a una comunidad internacional  que no ha reconocido al régimen talibán pero tampoco ha tomado medidas eficaces contra éste, en defensa de las mujeres y niñas.

La indiferencia o silencio cómplice de las potencias y sus sociedades sobre todo no se explica sólo por el mayor interés mediático que se le ha dado a la guerra en Ucrania o la destrucción de Gaza (o el terrorismo islamista en Israel y otros países), se debe en gran medida al habitual desprecio por las causas de las mujeres, usadas como moneda de cambio, y también, según analistas como Melissa Cornet o Heather Barr (HRW), citadas por France 24,  porque para Estados Unidos y países europeos, los talibanes garantizan cierta estabilidad en la zona.

Estos argumentan además que se ha reducido 95% la producción de amapola y que no hay actos terroristas surgidos de ese país ni ahí. La realpolitik de un occidente donde la extrema derecha también amenaza los derechos de las mujeres y donde el racismo puede justificar lo injustificable, ha dejado así en el abandono a las mujeres y niñas afganas.

Por ello es tan importante difundir la campaña #EndGenderApartheid que le da un nombre muy claro a la dominación totalitaria talibán sobre las mujeres (endgenderapartheid.com ) y sobre todo presionar a los gobiernos “democráticos” occidentales para que, en vez de “lamentar” y “condenar” tomen medidas efectivas contra este régimen.

Como afirmara en agosto pasado Chela Noori, integrante de Mujeres Afganas en Francia: “Durante tres años hemos visto cómo la condición de las mujeres va de mal en peor; hemos llegado a un punto en que es inadmisible que el mundo no reaccione”.

Con información de Gender Alert. Women Righrs in Afghanistan I & 2 en http://www.unwomen.org , France 24, https://endgenderapartheid.today/, y mensajes de organizaciones afganas en redes sociales.