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En su primer día disparó en redondo, mediante ráfagas de acciones
ejecutivas (unas 100, se mencionó) y a México le tocaron varias de las
balas anunciadas (acciones de fuerza en la frontera, preparativos para
deportaciones masivas y cárteles etiquetados como terroristas), aunque
otras han quedado para el rejuego: los famosos aranceles entrarían en
vigor el primer día del mes próximo en un monto de 25 por ciento, aunque
el impositor dijo que eso lo está pensando
; tal vez en tanto se
define si México aceptará, con la denominación que se desee y con las
maromas retóricas que se necesiten, el convertirse nueva y agravadamente
en país receptor de deportados no mexicanos. Dando y dando.
El Narciso reimplantado en la oficina oval se declara preservado por Dios para una misión de salvamento del imperio en declive y lo mismo indulta a mil 500 sublevados con métodos delictivos de cuatro años atrás contra resultados electorales que dieron el triunfo a Joe Biden, a quien sigue tachando el Mesías de la Casa Blanca como producto de fraude. Biden a su vez había aprovechado sus últimas horas de poder para otorgar indultos a conveniencia, entre ellos a miembros de su familia. ¡Ah, el paraíso de la democracia y la justicia!
Las trompetas anunciatorias del nuevo orden mundial estuvieron a la vista: los alineados jerarcas de la tecnología, con el virtual vicepresidente ejecutivo Elon Musk haciendo saludo con el brazo extendido de tal manera que recordó el estilo nazi, los grandes capitales en abierta fusión con el poder político, y las figuras políticas que prefiguran lo que el desbordado Trump pretende (Milei, el farandulero; Bolsonaro, en ausencia por retención desde Brasil; el venezolano González Urrutia invitado por un senador y no por el nuevo presidente de EU; el español Abascal explícitamente ultraderechista, la italiana Meloni…).
Desde la óptica mexicana poco que reportar como relevante: los
copresidentes de Televisa en Estados Unidos invitados como parte del
proyecto de captación de voluntades latinas
o hispanas
a
favor del proyecto que no se queda sólo en Trump; el apellido Slim como
garantía de continuidad de la enorme concentración de capital en arreglo
con el gobierno que sea; la claudista Altagracia Gómez tratando de
ganar oportuna presencia en un acto de hispanos
patrocinado,
entre otras firmas, por Grupo Azteca y el proyecto electoral que el
trumpismo apoya abiertamente, aunque su rentabilidad hasta ahora sea
casi nula; Eduardo Videgaray, un actor y ex cantante, dedicado a
ofrecerse como opción religiosa de salvamento
mexicano para ofrenda al patroncito Donald.
Así transcurrió el primer día del soñado regreso trumpista a la era dorada
.
Hoy habrán de acumularse nuevos agravios a naciones diversas. En
México, la presidenta Sheinbaum insiste en hacer saber a los paisanos
que no están solos
, mantra que reproduce el canciller De la Fuente, quien blande como detente
la hipótesis auxiliar de los botones de pánico y una red consular que
hasta ahora no ha servido para defender a los paisanos, pero se supone
que ahora sí. Y, mientras pasan cuatro años, que en realidad pretenden
establecer un orden mundial para durar décadas, ¡hasta mañana, con la
vista puesta en la paridad cambiaria, el inicio de las deportaciones y
las acciones contra cárteles!
X : @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, juliohdz@jornada.com.mx
Un ejemplo claro es el sector automotriz. En 2024 se vendieron en China, en números redondos, 31.5 millones de automóviles, de acuerdo con la Asociación China de Fabricantes de Autos, frente a 16 millones en Estados Unidos y 1.5 millones en México.
Hasta hace poco se pensaba que Estados Unidos se mantenía como el principal mercado del mundo, gracias al poder adquisitivo de su población, pero la información muestra que ya no es así y sólo compra la mitad de unidades del gigante asiático.
Además, las marcas chinas ganan presencia en su país y en el mundo. A escala local ya controlan 61 por ciento de las ventas y año con año firmas estadunidenses y europeas pierden participación en ese país. Es relevante la producción y venta de autos híbridos y eléctricos (de nueva energía), que se acercan a 13 millones de unidades. Hay que señalar que en 2024 existían en ese país 112 marcas de autos eléctricos.
Para comparar dos marcas de vehículos de nueva energía en China, Tesla entregó 662 mil unidades, frente a 4 millones de la firma BYD. La principal razón, según los consumidores, es el diferencial de precios.
Para estimular la competencia en el capitalismo salvaje
de
China, el gobierno ofrece subsidios y todo tipo de estímulos a los
nuevos proyectos, y cuando las empresas maduran y son rentables las
autoridades suprimen los apoyos y dejan que sobrevivan los mejores.
Firmas públicas y privadas incluso incurren en prácticas cercanas al
esclavismo, con largas jornadas y bajos salarios.
A nivel internacional, China exportó cerca de 6 millones de vehículos durante 2024, superando a cualquier otro país. Es tan alto el nivel de productividad y son tan bajos los costos que, aun sumando, fletes y altos impuestos, controla los mercados. Para frenar ese avance, Europa le impuso aranceles de 45 por ciento y Estados Unidos, de 100 por ciento.
No hay duda, Estados Unidos perdió irremediablemente el liderazgo automotriz y en muchos bienes de consumo masivo.
Dioses su secretario particular
tradicionesimperiales, pasándose el derecho internacional por el arco del triunfo, y en la salvaje creencia de que la forma más
civilizadade relacionarse con la comunidad de naciones es a garrotazo limpio, sembrando miedo por doquier y amenazando a todo lo que se mueva, siempre en nombre de
Diosy del Destino Manifiesto, claro está.
Modesto como es, el magnate asegura que con él en la Casa Blanca la era de oro de Estados Unidos comienza ahora
, de tal suerte que su país reclamará
su legítimo lugar como la nación más grande, poderosa y respetada de la
Tierra, inspirando el asombro y la admiración del mundo entero; seremos
la envidia de todas las naciones y no permitiremos que se aprovechen de
nosotros nunca más (qué cara más dura); América pronto será más grande,
más fuerte y mucho más excepcional que nunca; a partir de este momento
(¡viva la megalomanía!), el declive de América ha terminado; el 20 de
enero de 2025 es el día de la liberación
.
El imperio, pues, así sea con fórceps. Ante la megalomanía de Trump, queda claro que Dios
no es más que su secretario particular y el Gran Garrote (el famoso Big Stick) el bolígrafo con el que firma sus acciones ejecutivas
para desnucar a la democracia, declarar la guerra comercial y aterrorizar a la comunidad de naciones.
De allí pasó al recuento de amenazas que, asegura, llevará a la práctica: aranceles
e impuestos a los países extranjeros para enriquecer a nuestros
ciudadanos; serán cantidades masivas de dinero que llegarán a nuestro
tesoro procedentes de fuentes extranjeras
; abierta declaración de guerra contra Panamá, en su afán de recuperar
el canal istmeño ahora dominado por los chinos; vamos a tomarlo de nuevo
; cambiar el nombre del Golfo de México por el de Golfo de América (al puro estilo de la Doctrina Monroe); emergencia nacional
en la frontera con México, que sellaré
para repeler la invasión desastrosa de nuestro país
, para lo cual enviará tropas a fin de garantizar que devolveré a millones de extranjeros criminales a los lugares de los que vinieron
; además, designaremos a los cárteles (de la droga) organizaciones de terroristas
, etcétera, etcétera.
Por cierto, anunció algo que parece trivial, pero que en realidad
tiene mucho de fondo ideológico por el personaje al que quiere
reivindicar: Trump retomará el nombre original del actual Monte Denali
(el más elevado de América del Norte), es decir, Monte McKinley, en
honor del vigésimo quinto presidente estadunidense (1897-1901), William
McKinley, a quien puede catalogarse como el zar de los aranceles, pues
durante su mandato, en 1890, los elevó a 50 por ciento para proteger a la industria nacional de la competencia extranjera
, una suerte de make America great again de
finales del siglo XIX y principios del XX. Cuatro años después, los
demócratas cancelaron esa ley, por el constante aumento de precios
internos.
Además, este republicano (de ascendencia escocesa e irlandesa ( ergo, de
inmigrantes) espoleó, hasta que lo logró, la guerra contra España
(1898) para quedarse con Cuba, Puerto Rico, Guam y Filipinas. Por
cierto, este mandatario fue asesinado y su sucesor fue otra joya de la
política gringa: Theodore Roosevelt, el creador del Big Stick (aunque
en los hechos éste operó desde la fundación de Estados Unidos), el robo
de Panamá a Colombia y, casualmente, el Canal de Panamá –propiedad de
los panameños–, que ahora Trump pretende recuperar
. No es gratuito, pues, que rinda homenaje a ese par de ex presidentes y amenace por doquier.
Entonces, transcurridos 249 años y pico desde su declaración de
Independencia (periodo en el que se documentan miles de agresiones,
injerencias, expansionismo, golpes de Estado, guerras, masacres, robos
en despoblado y mucho más), al gobierno estadunidense no le interesa ni
quiere convivir
con la comunidad de naciones si no es a
garrotazos, algo que, desde luego, reivindica el delincuente impune
Donald Trump, porque esos son los valores morales e históricos
de Estados Unidos, por obra y gracia de Dios
.
Las rebanadas del pastel
Con los atentos saludos de la presidenta Sheinbaum: México
no tiene por qué agachar la cabeza; somos un país grandioso y los
mexicanos un pueblo trabajador, honesto, fraterno y solidario; tenemos
mucho que presumir ante el mundo entero; entonces, la relación con
Estados Unidos tiene que ser entre iguales y siempre en defensa de los
paisanos que allá viven
. Así de sencillo, así de complicado.
Y decimos que la respuesta es de México porque esta vez no sólo es el gobierno el que responde a las agresiones del agente naranja, también los empresarios mexicanos, desde la constructora Quiero Casa, hasta la poderosa Femsa, han acordado ir al rescate de la mano de obra expulsada con una bolsa de trabajo amplia y segura.
Parece que se toman decisiones a botepronto, pero no es así. Durante muchas semanas la presidenta Sheinbaum y la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, se empeñaron en ir trazando un plan de contingencia para aprovechar a los desplazados de la guerra que declaró Trump en la frontera con México, siempre que las amenazas se convirtieran en algo tangible.
Hoy ya se puede asegurar que habrá una acción decidida en contra de los migrantes, y sabemos también que los trabajos para recibir a los migrantes nacionales en el tamaño que se requiera están prácticamente listos.
Entre las muchas reflexiones en torno al problema, una de las que más pesaron fue la calificación que obtienen los trabajadores empleados más allá de nuestras fronteras, calificación que puede y debe ser usada por las empresas mexicanas, pero además, según nos cuentan, más que una negociación entre las partes, los empresarios estuvieron de acuerdo en sumarse a una idea para el bien común y acudieron a la convocatoria del gobierno para aterrizar el plan que se tuvo en secreto hasta no conocer los alcances de las amenazas de Trump.
Pero no sólo es el asunto de las deportaciones. Este acuerdo, que va más allá de la foto, tiene también otro sentido porque desde el inicio del gobierno circularon versiones que auguraban un choque de trenes, ahora sí, entre el gobierno y la iniciativa privada, colisión que no se dio y que deshizo otra de las falacias con las que se trató del golpear a este gobierno.
Sí, hay un acuerdo entre el gobierno y una parte muy importante de los hombres y mujeres de negocios en el país, y esto augura, sin duda alguna, un momento importante para el país, así que tal vez, si las cosas salen bien y no cambian las condiciones del acuerdo, el mal que pretende Trump podría convertirse en algo beneficioso.
Seguramente muy pronto podremos saber del plan de ayuda a los repatriados para asegurarnos que ahora el gobierno fue más allá de la foto y se empezará a sentir un ambiente de mejor y más justo trabajo en todo el país, pero además habrá de consolidar el liderazgo de Claudia Sheinbaum en el país, más allá de las encuestas. Muy pronto sabremos hasta dónde puede caminar esa verdad.
De pasadita
Y ya que hablamos de empresarios, habrá que ponerle lupa a uno que busca ser hasta el muñequito de la rosca. Ya le dieron una buena parte del proyecto del Tren Interoceánico, pero quiere estar en todas.
Tal vez no sea mala su intervención en algunos de los proyectos del gobierno, y eso está muy bien, pero lo que parece desmesurado es su afán por estar en todas y ser la estrella. Adivine de quién se trata.
Por lo pronto, y hay que decirlo bien claro, es muy probable que se esté en el umbral de una relación gobierno-IP. La transformación, entonces, sigue su camino. Así es.
Asimismo, devolverá a Cuba a la delirante lista de países
patrocinadores del terrorismo e insistirá en anexar Groenlandia,
reimponer el control colonial sobre la zona del Canal de Panamá e
interferir en los asuntos internos de México. Esto último quedó
ratificado horas después cuando firmó un decreto para catalogar de organizaciones terroristas
a los grupos delictivos dedicados al trasiego de drogas, lo cual, de
acuerdo con la aberrante extraterritorialidad de las leyes
estadunidenses, lo facultaría para emplear fuerza militar en nuestro
territorio.
Con este breve resumen de la frenética primera jornada del magnate en
su regreso a la Casa Blanca, queda claro que como presidente dice lo
mismo que en su anterior mandato, en su rol de ex presidente, como
candidato por segunda vez y en su calidad de presidente electo. En suma,
no hay sorpresas. A lo más, terminó de delinearse su carácter de
monroísta puro con el refuerzo del control histórico de Estados Unidos
sobre el hemisferio occidental y su olvido del resto del mundo: a la vez
que revive con virulencia la vieja doctrina de América para los americanos
(es decir, el continente americano para los estadunidenses), Trump
devuelve a la superpotencia a un aislacionismo tradicional que parecía
haber terminado con su participación en la Segunda Guerra Mundial.
Respecto a México, las agresiones y presiones se sucedieron con su porfía pueril en renombrar Golfo de América (es decir, de Estados Unidos)
al Golfo de México; la cancelación de CBP One, plataforma para tramitar
las peticiones de asilo; el anuncio de que se impondrá unilateralmente
el programa Quédate en México; la orden de evaluar
la relación comercial con los miembros del T-MEC; el análisis
de aplicar aranceles de 25 por ciento a todos los productos
provenientes de México y Canadá a partir del 1º de febrero, y la ya
mencionada clasificación de los cárteles como organizaciones
terroristas.
Es necesario reiterarlo: los grupos delictivos, sin importar cuán sanguinarios puedan ser sus procedimientos, no son grupos terroristas. No tienen motivaciones ideológicas, sus propósitos no son de tipo político y no recurren a la violencia para imponer sus formas de pensar. Por el contrario, son empresas capitalistas que, al igual que muchas legalmente constituidas, arrebatan vidas y patrimonios a los más débiles con el objetivo de incrementar sus ganancias. En esto, los delincuentes no se distinguen de las farmacéuticas que comercializan analgésicos opioides a sabiendas de que son más adictivos que la mayoría de las drogas ilegales o de los fabricantes de armamento que proporcionan a Israel los instrumentos con que lleva adelante el genocidio contra el pueblo palestino.
Además de ser absurda, dicha declaratoria resulta preocupante porque supone una amenaza permanente de enviar tropas estadunidenses a territorio mexicano, lo que debe ser denunciado ante organismos multilaterales como un intento de aplicación extraterritorial de las leyes de un país en otro. En este contexto, no puede exagerarse la irresponsabilidad de los mexicanos que aplauden o hasta claman por una invasión extranjera, pues, incluso si no se concreta, la intervención afecta a México y daña su soberanía.
Estos sectores antinacionales tendrían que actuar con un mínimo sentido de país y cesar las manipulaciones con las que buscan confundir la defensa de la integridad territorial mexicana con una presunta protección a los criminales. Washington carece de credenciales para presentarse como solución a los problemas internos de México cuando es incapaz de combatir el trasiego de drogas en su propio terreno y las labores de seguridad dentro de nuestras fronteras son una potestad exclusiva del Estado mexicano.
Es claro, por otra parte, que para hacer frente a las amenazas de Trump no se requiere de alarmismos, sino de serenidad y de sentido de unidad nacional por parte de la sociedad y de trabajo intenso, eficiente y coordinado en todos los frentes por parte del equipo de colaboradores de la presidenta Claudia Sheinbaum. Ya México pudo hacerle frente al vociferante mandatario vecino en una ocasión y con estos dos factores podrá hacerlo de nuevo.
América–refiriéndose a Estados Unidos–; la invocación de Dios en toda la discursiva, pregonando la supremacía estadunidense sobre las demás naciones; la expresión de perdonavidas del republicano durante todo el evento; su discurso colmado de reproches a las políticas de sus antecesores y éstos sonriendo y aplaudiendo; las promesas de superar
como nuncatodo lo hecho hasta ahora; las amenazas que hace a naciones que
con la ayuda de Dioshabrá de llevar a
Américagrande nuevamente, y la desaforada e histriónica alocución del pastor Lorenzo Sewell.
En fin, una ceremonia con mucha paja para los analistas, pero perfectamente olvidable.
Juan Manuel Hernández Castillo
La carta de AMLO sacó de sus agujeros de allende el Atlántico o del Cono Sur (iguales de racistas, como tan parecidos fueron Videla y Franco, y hoy Milei y Abascal) a personajes como Elvira Roca Barea, Santiago Armesilla, Marcelo Gullo, Patricio Lons, Pedro Baños, Juan José de la Lama, y cuentas en redes sociales con pomposos e imperiales nombres, que alimentan ideológicamente a Vox (la relación es directa y nítida) y a las derechas latinoamericanas. Y más recientemente a la derecha mexicana que, como parece gallina sin cabeza, necesita cualquier discurso, el que sea, para no caer al suelo.
El discurso de los ideólogos de la ultraderecha española era para
consumo interno, para que los españoles de a pie soñaran que ser
imperio, que encabezar la iberósfera
los sacaría de los problemas
creados por esa misma derecha que los engatusa. También, para
fortalecer el discurso histórico oficial en que han fundado la identidad
nacional española sus tres últimos jefes de Estado (Franco, Juan Carlos
y Felipe), de la que ya hemos hablado (https://acortar.link/fWuOOE). Por eso, ese discurso no había llegado a México salvo marginalmente antes de la carta de AMLO.
¿En qué consiste ese discurso? La piedra sillar, el inicio del discurso (en lo que a nosotros respecta, porque antes hablan de moros y cristianos
, reconquista
y otros cuentos) es una brutal e increíblemente racista leyenda negra
contra Mesoamérica, y en particular contra México-Tenochtitlan, con
cuentos y cuentas que dejarían pasmados a los buenos padres de San
Francisco de los siglos XVI y XVII, que estaban convencidos de que
aquella civilización era –literalmente– cosa del diablo. Así, se montan
en las mentiras más extravagantes para asegurar, muy orondos, que los
españoles vinieron a salvar, civilizar, liberar a las masas indígenas
del más absoluto terror y el más primitivo atraso.
El lenguaje es brutal. Pongamos ejemplos, sin necesidad de citar la
fuente exacta, pues todos son iguales: “A España no le perdonan ser la
hija dilecta de la Iglesia… a España no le perdonan haber derrotado al
mal” (el diablo mismo). “Cuando llegó el almirante, vivían en el
neolítico… y practicaban el canibalismo. Sólo existían dos centros,
digamos, urbanos; Tenochtitlan y Cuzco” (este, autor de libros y
concurrente a congresos académicos, se comió miles de ciudades). “Los
aztecas… era un imperialismo antropófago y estaban provocando una
carnicería: se comían más gente que la capacidad de reproducción de los
pueblos que dominaban… México debe agradecer a España que le haya
llevado la mejor civilización del mundo, lo mejor de la cultura
occidental” (al que dijo esto lo llevan a todos los congresos y canales
de televisión). En fin: “Creo que es bastante probable… que los primeros
españoles que contemplaron el… tzompantli, sintieron algo parecido a lo
que pensaron los aliados al liberar los campos de concentración. Nunca
hubo una civilización más sangrienta que la mexica. Y mucho menos en el
siglo XVI, igual que los asquerosos nazis el siglo pasado”. Rematemos
con la más académica
de esta cuerda: lamentar la desaparición
del imperio azteca es más o menos como sentir pesar por la derrota de
los nazis en la Segunda Guerra Mundial
. Podría sumar decenas de citas por el estilo. Basta con éstas.
Tras presentar a los aztecas
como la civilización más horripilante del mundo y de todos los tiempos, incluso mediante la reductio ad Hitlerum,
estos señores presentan al imperio español en América como el paraíso
terrenal, jauja, que se acabó abruptamente por culpa de ingleses y
franceses (sí, los mismos que siempre nos dicen que les echamos la culpa
a otros) y sus demoniacos agentes Hidalgo, Bolívar, San Martín,
Morelos, Sucre, Guerrero…
¿Cuál es el objetivo real de todos estos absurdos? Sin duda,
apuntalar el tambaleante discurso histórico oficial en que se sustenta
la tambaleante monarquía. También, vender humo político al electorado
español y tratar de rescatar a la derecha mexicana hundida en la
intrascendencia. Pero también, reforzar la presencia económica de España
a través de empresas depredadoras como Ibedrola o BBVA, y el sueño
guajiro de que ese reino se coloque a la cabeza de una imaginada iberósfera
.
Todo lo demás que estoy pensando sobre esos sujetos que insultan a mi
patria no cabe en negro sobre blanco en nuestras páginas de La Jornada.
Entre gobiernos demócratas y republicanos hay diferencias en política exterior; lo saben los seis continentes que, según la Enciclopedia Britanica y el CIA World Factbook, son siete: a los gringos no les gusta mezclarse con los de abajo y separan América del Norte de una América del Sur que comienza en el río Bravo.
En EU, ambos partidos honran unas ideas que los gringos conocen como excepcionalidad estadunidense
(EE). Los líderes de ese país, desde su independencia, han hablado de
la EE como una virtud grandiosa y hasta divina. Y lo peor: ser excepcionales
les ha servido para creer que poseen unos derechos
a hacer y a deshacer por el mundo. En los años 20 del siglo pasado la
EE fue objeto de un llamativo debate entre comunistas estadunidenses:
creían que el capitalismo gringo no podía ser explicado por las teorías
de Marx: era una excepción.
Un compendio sobre las ideas de la EE puede hallarse en la postura de Dick Cheney, ex vicepresidente de EU, expuesta en su libro de 2015 Exceptional: Why the World Needs a Powerful America (Excepcional: por qué el mundo necesita una América poderosa); escribió: “somos, como dijo Lincoln, ‘la última y mejor esperanza de la Tierra’. No somos una nación más, una entidad más en el escenario mundial. Hemos sido esenciales para la preservación y el progreso de la libertad, y quienes nos lideren en los próximos años deben recordarnos, como lo hicieron Roosevelt, Kennedy y Reagan, el papel único que desempeñamos. Ni ellos ni nosotros debemos olvidar nunca que, de hecho, somos excepcionales”. Hay que ser gringo de hueso colorado para soltar tan tremendo trompetazo y quedar impávido.
Cualquiera que dedique unos minutos a buscar lo que en EU se cree
sobre la EE hallará ríos de creyentes. Peggy Noonan, una experta
política, escribió en The Wall Street Journal: Estados
Unidos no es excepcional porque ha intentado durante mucho tiempo ser
una fuerza para el bien en el mundo; intenta ser una fuerza para el bien
porque es excepcional
. Esa altísima virtud está a la vista: su capital imperialista acumulado y su fiero armamento.
Algunas voces en EU sostienen que Trump no está alineado con la idea de la EE y su derecho a defender o a alcanzar la libertad por todo el planeta
.
Más bien, dicen, transmite la idea de querer una insularidad donde EU
pueda hacerse más grande. En su discurso inaugural de 2016, Trump dijo: Buscaremos
la amistad y la buena voluntad de las naciones del mundo, pero lo
haremos con la conciencia de que todas las naciones tienen el derecho de
anteponer sus propios intereses
. Así expresó Trump la archiconocida máxima de John Quincy Adams, sexto presidente del país vecino: Estados Unidos no tiene amigos, sino intereses
. Esa idea explica la bandera principal trumpiana: America first.Es la forma de anteponer
el interés de EU; más aún, sus propios intereses
incluyen la necesidad de anexionarse Canadá, Groenlandia o el Canal de Panamá. La propiedad y el control de Groenlandia es una necesidad absoluta
, dijo el magnate. Business is business.
En su informe por los 100 primeros días de gobierno, la Presidenta de México dijo: Estamos viviendo tiempos excepcionales, únicos, extraordinarios, porque es tiempo de transformación y es tiempo de mujeres
.
Es verdad y es una muy distinta excepcionalidad. Vivimos tiempos
excepcionales en el marco de nuestra propia historia nacional. Un
periodo inaugurado por AMLO con tan firmes bases que fue refrendado con
creces. El Estado no encubre y menos practica la discriminación, el
racismo, el clasismo o el machismo, los combate. “México –dijo la
presidenta Sheinbaum– está cambiando para bien. Eso lo saben incluso los
que se quedaron anclados en el ayer.Cerramos el año 2024 con récord de
empleos formales para cualquier diciembre… el mayor nivel de salario
medio de la historia, con inflación controlada; y con un aumento real
del salario mínimo de 135 por ciento y en la frontera de 221 por ciento,
respecto a 2018.”
El gobierno de Morena y sus dirigentes poseen un alto grado de legitimad política; las mayorías respaldan activamente al Ejecutivo. Una legitimidad de la que carecían los gobiernos del PRIAN. Morena tiene mayoría constitucional en el Congreso. El gobierno está en ruta permanente de disminuir la pobreza y la desigualdad. El Ejecutivo ha decidido que los funcionarios públicos no aumenten sus salarios durante el sexenio. Servir, no enriquecerse, es el propósito del poder constituido.
Son tiempos excepcionales en México. Vivimos en el mejor momento para enfrentar los tiempos hostiles que ayer Trump inauguró. La mayoría cerraremos filas con el proyecto excepcional de México.
Vamos a ir otra vez a la Luna, y plantaremos la bandera de Estados Unidos en Marte pronto, dijo.
En esta apuesta por el porvenir, sobresale el hombre más rico del mundo, Elon Musk. Consejero delegado de la fabricante de automóviles Tesla, fundador de la compañía aeroespacial SpaceX, que, según él, se propone llevar a la humanidad a Marte y garantizar la supervivencia de la especie. Controla, también, la red social X, la firma de inteligencia artificial xAI y la empresa de túneles Boring Co. Su fortuna se calcula en más de 421 mil millones dólares, según la lista de mutimillonarios de Forbes.
Nacido en Pretoria, en 1971, migró de Sudáfrica a los 17 años para
eludir el servicio militar. Su visión de la vida está marcada tanto por
la mercalodatria como por la ciencia ficción. La primera película que
vio, y que influyó en su ensoñación con los viajes interestelares, fue Star Wars: Episodio IV; una nueva esperanza. De joven leyó Guía del autoestopista galáctico, de Douglas Adams. La novela, le enseñó –según él– que: si puedes formular correctamente la pregunta, entonces la respuesta es la parte fácil
(https://shorturl.at/2jPGF).
El 9 de enero, metiéndose de lleno en el proceso electoral alemán,
Musk entrevistó en X, a Alice Weidel, candidata a canciller del partido
ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Allí, fiel a sus
fantasías aeroespaciales, el tecnobillonario (ocho de las 10 personas
más ricas del mundo son magnates de la tecnología), además de afirmar
que esa nación está al borde del colapso económico y cultural
, refrendó su convicción en que la humanidad está condenada y para salvarla es necesario colonizar Marte.
Apenas el domingo, puntualizó en X: Marte es el nuevo mundo
, sobre un mensaje que anunciaba: El Starship llevará la vida más allá de la Tierra. El primer cohete jamás diseñado para ir a Marte
.
La pasión de Musk por conquistar el espacio y por los desastres que amenazan con acabar con el mundo y la especie humana van de la mano con su alianza empresarial con la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA). SpaceX tiene contratos con el gobierno de Estados Unidos por más de 15 mil millones de dólares. La NASA subroga en ella parte de su programa de cohetes. La agencia la escogió para derribar, al final de su vida útil, a principios de la próxima década, la Estación Espacial Internacional. El Pentágono utiliza sus servicios satelitales, claves en sus operaciones militares en el planeta.
El apoyo del hombre más rico del mundo a la candidatura de Trump en las pasadas elecciones presidenciales de Estados Unidos, fue pieza clave en la contienda. El tecnomillonario donó más de 200 millones de dólares a la campaña del republicano y puso la red social X a su servicio.
Durante su discurso de la victoria electoral, Trump no escatimó alabanzas a su poderoso aliado. Tenemos
una nueva estrella. Ha nacido una estrella: Elon. Es un tipo increíble.
Hemos pasado la noche juntos. Hemos hecho campaña juntos
, dijo, llamándolo supergenio
.
El mandatario se prodigó en halagos para el multimillonario. Al describir el lanzamiento de cohete de SpaceX, dijo: Elon, ¿fuiste tú? Sí, fui yo, me dijo. ¿Quién más puede hacerlo? ¿Rusia? ¿China? ¿Estados Unidos? Nadie más. Por eso te amo
.
De premio, el presidente le encargó dirigir, junto con Vivek Ramaswamy, ex candidato presidencial republicano, el Departamento de Eficiencia Gubernamental. “Juntos –anunció Trump–, estos dos maravillosos estadunidenses allanarán el camino para que mi administración desmantele la burocracia, reduzca el exceso de regulaciones, reduzca los gastos innecesarios y restructure las agencias federales”.
Aun sin asumir su nuevo cargo, Musk usó su cercanía con el mandatario para hacer negocios. Todo parece indicar que el gobierno italiano de la ultraderechista Giorgia Meloni, está en camino de acordar, por mil 500 millones de euros en cinco años, unirse al sistema de satélites de Starlink. El contrato habría sido fruto de la reunión que la primera ministra italiana tuvo con el magnate, en Mar-a-Lago, residencia de Trump en Florida. De materializarse, SpaceX daría servicios de cifrado para el gobierno italiano y la infraestructura de comunicaciones para servicios militares y de emergencia. Y, aunque un día después del encuentro el gobierno italiano negó el acuerdo, todo indica que las cosas caminan en dirección a firmarlo.
Además, el hombre más rico del mundo ha intervenido directamente en asuntos de política europea. Sus ataques personales contra Keir Starmer, premier laborista británico, han sido demoledores. Estuvo presente en un telefonema de Trump con el presidente ucranio, Volodymir Zelensky.
La injerencia de Musk en Europa llegó a un punto en que, el presidente francés, Emmanuel Macron, debió salir al quite: Hace
10 años, si nos hubieran dicho que el dueño de una de las redes
sociales más grandes del mundo apoyaría una nueva reacción internacional
e intervendría directamente en las elecciones, incluso en Alemania,
¿quién lo hubiera imaginado?
El nuevo expansionismo estadunidense no sólo busca comprar Groelandia, volver a Canadá su estado 51, apropiarse del canal de Panamá, expulsar masivamente migrantes o desatar una guerra de aranceles, sino colonizar el espacio exterior. La odisea espacial y la conquista de Marte del capitalismo muskiano forma parte de la nueva cruzada imperial por la apropiación privada del espacio ultraterrestre.
X: @lhan55
Make America Great Again!(
Haz que Estados Unidos sea grande otra vezo
Que Estados Unidos vuelva a ser grande) es el pegadizo lema político que identifica a Donald Trump y a sus seguidores. Inspirada en una consigna muy semejante de Ronald Reagan y repetida en las campañas victoriosas de 2016 y 2024, MAGA se ha popularizado como marca agresiva, en llamativas gorras de explosivo color rojo que alardean todos los fanáticos del magnate republicano.
MAGA es un grito de guerra, el de un poderoso movimiento político que casi está sustituyendo al Partido Republicano tradicional. Con una ideología ultraconservadora específica y el proyecto de resucitar el sueño americano en el sentido más reaccionario.
MAGA es asimismo la expresión del nacionalismo blanco estadunidense. La nostalgia de los tiempos en que una América de mayoría eurodescendiente, anglosajona y protestante definía la identidad estadunidense.
MAGA es, de igual modo, la retórica de la mentira como argumento desestabilizador. El recurso sistemático, vía las redes sociales, a una comunicación masiva de ataque que sepulta al adversario bajo una avalancha de fake news, de hechos alternativos y de posverdades...
MAGA es, en fin, una loca idea de dar marcha atrás a la historia: un proyecto de neoimperialismo, de supremacismo, de restauración colonial monroísta... En resumen: un peligro para la democracia y para los pueblos del mundo.
Hay que reconocerlo: desde el punto de vista comunicacional, MAGA –cuatro letras que dicen tanto– constituye el mayor éxito publicitario desde la invención de la publicidad política.
Por eso propongo que, en una operación de guerrilla semiológica, desviemos en provecho nuestro la formidable energía del maguismo. Y que, en un efecto bumerán, renviemos al adversario con mayor fuerza su propio mensaje.
¿Cómo? Distorsionando su significado y oponiendo nuestra propia MAGA a la MAGA trumpista. ¿Y cuál es nuestra MAGA? La que conforman las iniciales de cuatro inolvidables héroes de la democracia y de la libertad –Mossadegh, Árbenz, Goulart, Allende–, víctimas precisamente de ese neoexpansionismo estadunidense que Donald Trump llama MAGA en sus gorras. Para que MAGA no sea proyecto de restauración imperialista, sino signo indeleble de sus crímenes.
La M de nuestra MAGA es la de Mohammed Mossadegh, primer ministro de
Irán, elegido democráticamente, que la prensa occidental satanizaba y
presentaba como un loco furioso
y un peligro para el mundo
.
El 19 de agosto de 1953, cuando Irán ya se hallaba bloqueado por
Londres y Washington porque el petróleo había sido nacionalizado, un
golpe de Estado –la Operación Ajax– organizado por la CIA derrocó a
Mossadegh, un demócrata, un patriota.
La primera A de nuestra MAGA es la de Jacobo Árbenz. En Guatemala, en
1954, la empresa estadunidense United Fruit Company poseía más de 50
por ciento de las tierras cultivables, pero apenas explotaba 2.6 por
ciento. Semiesclavizados, los campesinos percibían unos jornales de
miseria. El general Árbenz, presidente elegido en comicios democráticos,
promulgó una reforma agraria. Estados Unidos y todos los medios
occidentales lo satanizaron acusándolo de ser agente del comunismo internacional
.
Con la complicidad de la CIA, Washington organizó un golpe de Estado y,
el 27 de junio de 1954, derrocó al presidente Árbenz, un demócrata, un
patriota.
La G de nuestra MAGA es la del presidente Joao Goulart. En Brasil, Goulart había sido elegido democráticamente. Apenas instalado, el mandatario anunció una reforma agraria y la nacionalización de las refinerías de petróleo. De inmediato, la prensa comprada por la CIA satanizó a Goulart, mientras Washington organizaba un golpe de Estado militar. El 31 de marzo de 1961 fue derrocado el presidente Goulart, un demócrata, un patriota.
La segunda A de nuestra MAGA es la de Salvador Allende. En Santiago de Chile, en 1970, Allende gana la elección presidencial. En seguida procede a una histórica nacionalización del cobre y de la banca, lanza una reforma agraria e implementa un sinnúmero de medidas sociales. Ni la derecha ni Washington lo aceptan. Los medios, siguiendo un programa diseñado por la CIA, lo satanizan. El 11 de septiembre de 1973, con la complicidad de oficiales traidores, Washington organiza un golpe de Estado y derroca al presidente Allende, un demócrata, un patriota.
Cada vez que veamos el acrónimo MAGA en una gorra roja, pensemos en nuestra MAGA, en Mossadegh, Árbenz, Goulart y Allende, los cuatro héroes de la libertad. Entre 1953 y 1973, el destino de estos cuatro grandes líderes demócratas fue muy representativo de muchas otras experiencias democráticas en América Latina, África, Asia e incluso Europa, truncadas con infinito cinismo, con base en campañas mentirosas, por el imperialismo estadunidense desinhibido y feroz que Donald Trump desea restablecer, en nombre de la libertad...
*Periodista. Autor del libro La era del conspiracionismo. Trump, el culto a la mentira y el asalto al Capitolio
“Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partido ni asiste a sus mítines…”
La hizo salmo el poeta de los pobres, el sandinista que repudió a los sandinistas que se transformaron en lo que combatieron; el teólogo de la Liberación condenado por la Iglesia debido a su activismo político; el notable constructor de Solentiname, archipiélago paupérrimo que se convirtió en sede de un movimiento pictórico; el poeta que muchas veces recurrió a la oración para poder escribir.
Aunque se consideraba un poeta menor, sus versos ayudaron a sobrevivir al legendario Pepe Mújica en sus días más sombríos. Con él compartió su causa por los desheredados.
Ernesto Cardenal habría cumplido 100 años este 20 de enero, pero una falla renal le permitió llegar sólo a los 95.
Abiertamente misceláneo, impuro, inmediato, con prisa de lo común y
cotidiano como Jules Laforgue, a decir de Cardoza y Aragón, Cardenal
comentó en La Gaceta del Fondo de Cultura Económica que aspiraba a ser leído por cualquiera: He tratado principalmente de escribir una poesía que se entienda
.
Escribir poesía para que el lector no entienda, sin embargo, se ha convertido en una especie de plaga
, decía a su amigo Julio Cortázar. Los poetas ya no hablan de lugares
, escriben una poesía del hotel Hilton que son lugares exactamente iguales en El Cairo o Jerusalén
. Se lee poca poesía porque hay poetas a los que les gusta que la poesía no se entienda
.
Como muchos jóvenes, quiso ser novelista, historiador, cuentista, poeta, y mientras él perseguía a las muchachas, a él lo “perseguía Dios… y ganó Dios”. Dejó de perseguir mujeres y se enclaustró en un monasterio trapense de Kentucky. Para él, la poesía fue un don divino aunque nos sorprenda con poemas dedicados a Marilyn Monroe, sex symbol universal, ícono estelar del calendario laico.
Para Cardenal, creer fue resultado de la voluntad divina y, supongo, conciliación de los contrarios. Sólo así entiendo que haya sido marxista y cristiano, joven entusiasmado por la falange y después admirador de la revolución cubana, político de la vida menuda y la plaza pública, del ayuno y la meditación; sacerdote y poeta cuyos versos son versos eróticos, aunque se diga que son místicos.
A diferencia de poetas que repudian la llamada poesía comprometida y a semejanza de otros que la reivindican como Pablo Neruda, Ernesto Cardenal no ocultó sus filias y sus fobias. No le espantó el arte comprometido. En sus Epigramas y Hora 0, de principios de los años 60, la crítica a la corrupción política latinoamericana es agria y rotunda. Dice José Manuel Oviedo que la fuerza de su poesía consiste en hacernos pensar que la historia de América es una profecía.
En Hora 0, la crítica a Somoza, Ubico, la United Fruit es
clara e implacable. Su prosaísmo de vértigo, como calificara Octavio Paz
a su poesía, señala, sintetiza, construye imágenes que robustecen la
escritura, como al hablar del ejército de Sandino, donde muchos eran muchachos con sombreros de palma, descalzos, con machetes, ancianos de barba blanca, niños de 12 años con sus rifles
; un ejército que no tenía disciplina ni desorden
, donde tenían jerarquía militar, pero todos eran iguales / sin distinción en la repartición de la comida
, más una comunidad que un ejército
.
¿Qué es aquella luz allá a lo lejos?¿Es una estrella? / Es la luz
de Sandino en la montaña / negra. / Allí están él y sus hombres junto a /
la fogata roja / con sus rifles al hombro y envueltos / en sus colchas,
/ fumando o cantando canciones / tristes del norte, / los hombres sin
moverse y / moviéndose sus sombras.
Un poeta inimitable, a decir de la autora Thelma Nava.
A Mario Benedetti le sorprendió su lirismo espontáneo y cotidiano, pero también su formidable dominio del verso, de particular aptitud para hacerlo sonar de un modo natural, comunicativo
.
También le gustaba su “tono de confidencia, de plática cordial… una
suerte de ancho río verbal que constantemente recibe afluentes del buen
humor, la lucidez, la ternura”.
Para Ernesto Cardenal, la ciencia era un camino más directo hacia
Dios que la religión y toda revolución; para él, nos acercaba al reino
de los cielos; incluso, una revolución perdida
. Muchas lecciones nos dejan la sonoridad de sus versos, sus epigramas, cartas, memorias y no pocos episodios de su vida.
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