Durante estos últimos cuatro años y en consecuencia de la desaparición de Montserrat Uribe, su madre, Jacqueline Palmeros, inició el Colectivo Una luz en el camino que, de la mano de Madres Buscadoras, han tenido como propósito la búsqueda independiente de personas desaparecidas, entre ellas mujeres.
El Parco Nacional Cumbres del Ajusco, es una región ubicada en la Alcaldía Tlalpan y se ha vuelvo sitio de interés para las familias de personas desaparecidas, pues se ha registrado el hallazgo de al menos 15 restos óseos en lo que va del año por lo que también ha congregado a Madres Buscadoras quienes han hecho del lugar uno de los sitios de búsqueda en la actualidad.
En noviembre del año pasado se llevó a cabo la cuarta brigada de búsqueda en el Ajusco, una iniciativa de Madres Buscadoras, en la cual se encontraron cinco fragmentos óseos que de manera inmediata fueron encomendados a las autoridades competentes para su reconocimiento efectivo, mismas que el pasado viernes entregaron los resultados de los peritajes.
Para el 20 de enero de 2025, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) informó a la madre, que los restos óseos encontrados en el llamado “cementerio del Ajusco”, Alcaldía Tlalpan, correspondían en un 99.9 por ciento al perfil genético de Montserrat, tomado de su madre y sus dos hijos en relación de parentesco.
Para ello, Jacqueline acudió a una reunión con la Fiscalía de la CDMX para ser informada de los hallazgos, mientras que, de forma paralela se encontraban a las afueras decenas de madres y simpatizantes en muestra de apoyo.
“Para nosotros, su mamá, sus hijos y su familia, necesitamos encontrar el mayor número de restos posibles y darle una sagrada sepultura” -Jacqueline Palmeros
Cabe señalar que México atraviesa una crisis de personas desaparecidas, con una estimación de12 mil 596 personas desaparecidas o no localizadas solo del primero de enero al 10 de diciembre del 2024, esto de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas No Localizadas. De este universo, 3 mil 723 son mujeres, lo que infiere que, este año, 10 mujeres, adolescentes y niñas desaparecieron cada 24 horas.
La mayoría de las mujeres no localizadas del 2024, son adolescentes de entre 15 y 19 años de edad (959), posteriormente, son las mujeres jóvenes de entre 20 y 24 años quienes tienen la mayor incidencia en ser víctimas de desaparición forzada.
Y ante este panorama, son las mismas madres buscadoras, quienes, tienen que garantizar su seguridad durante la búsqueda de sus seres queridos.
Es por eso que en marzo del 2024, colectivas de personas buscadoras acudieron en compañía de defensores de derechos humanos a la audiencia pública 189 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para exponer la problemática de las desapariciones y la respuesta del Estado mexicano ante los hechos.
Durante ese evento, Jesús Peña Palacios, representante adjunto en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México, realizó un estimado de los riesgos, represalias y persecución de las que son víctimas las personas buscadoras al realizar su labor:
“Tanto dentro del periodo denominado como guerra sucia al periodo de 2006, que, continua expandiéndose han sido las mujeres buscadoras, quienes han logrado mantener la esperanza de encontrar a sus seres queridos; como pugnar por tener políticas, un marco regulatorio, instituciones y mecanismos de atención”.
Ante esta realidad, en mayo del 2019, el entonces subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, reconoció ante una audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la existencia de una crisis forense, después de que mujeres buscadoras denuncian la existencia de un gran número de restos humanos sin identificar que ascendió a 52 mil 004 restos sin identificar en 2020. Y es que son las mujeres en quienes constantemente recaen las tareas de búsqueda.

Caso: Montserrat Uribe
Jael Montserrat Uribe Palomeros, era una joven de 21 años, madre de dos niños, trabajaba en un call center de la Ciudad de México. El 24 de julio de 2020, Montserrat abordó un coche blanco/gris tipo taxi como medio de transporte por temas de trabajo en la Alcaldía Iztapalapa; sin embargo, no se le vio bajar de él y fue vista por última vez en el cruce del Eje 5 Sur y Calzada la Viga de la colonia Apatlaco.
Hay que recordar que, en el año 2020 la pandemia de COVID-19 no sólo atentó con la vida de toda la población en general, también aumentaron los casos de violencia género en contra de las mujeres de todo el mundo.
Una de cada dos mujeres reconoce haber pasado por experiencias directas o indirectas de violencia desde que comenzó la pandemia, esto se reveló en el estudio: La pandemia de COVID-19 y la violencia contra la mujer: qué nos revelan datos de UN Women realizado post pandemia.
En 2020, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas señaló que hubo 18 mil 258 mujeres y niñas desaparecidas y no localizadas, entre 15 y 19 años, gran parte de ellas en el Estado de México, Tamaulipas y Veracruz.
Inconsistencias en el caso
Tras años de investigaciones y búsquedas infructuosas, en 2023 surgieron las primeras pistas enjuiciables. En enero de ese mismo año se detuvo a Miguel N, conductor del automóvil en que fue vista por última vez a Montserrat, junto a Adriana N su pareja. Ambos fueron vinculados como posibles responsables de la desaparición de Montserrat, con cargos por secuestro y desaparición.
Sin embargo, en 2024 fueron liberados por decisión de la jueza Belem Bolaños, que categorizó el caso como feminicidio sin contar con un cuerpo, por lo que los cargos por desaparición estaban infundados y obsoletos como tipología en la carpeta de investigación.
Aunado a lo anterior, en la ejecución del juicio oral se presentaron varias inconsistencias que entorpecieron el proceso de justicia, un ejemplo y pieza clave en la liberación, fue el extravió de un video de vigilancia privada presentada por Jacqueline donde se ve a la joven abordar el automóvil de Miguel N, además de un chip móvil que supuestamente contenía conversaciones entre la pareja que podrían llevar al paradero de Montserrat.
A lo que Jacqueline declaró su inconformidad y advirtió su actuar de forma legal para darle justicia a la muerte de su hija. Asimismo, señaló a todo el jurado por su falta de preparación en materia de desaparecidos y a la jueza en particular por no ver el caso con perspectiva de género pidiendo un juicio donde no se revictimice a su hija.
Además, Jacqueline, señaló a los acusados como responsables de cualquier ataque hacia su integridad, pues desde su detención se ha sentido vulnerable.
Este no es un cierre del caso, sino el comienzo de una nueva carpeta de investigación, es decir, un llamado a la autoridad esperando se encuentre justicia y un cierre digno para la vida y muerte de Montserrat.
“Seguimos sin encontrar verdad ni justicia para Montse” -Jacqueline Palmeros
Colectivos invitaron a continuar con la búsqueda en un nuevo rastreo en el Ajusco, los próximos días 27, 28, 30 y 31 de enero. La colectiva Comité Familiar de búsqueda de Guadalupe Pamela Gallardo Volante, mujer desaparecida hace más de seis años, declaró que proporcionarán recursos a quienes acudan.
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