1/22/2025

Columnas y opinión del periódico La Jornada miércoles 22 de enero 2025


Reacciona el mundo ante amenazas de Trump
Se engalla Trudeau
Netflix sale del atolladero

Ya había propalado Trump sus apocalípticas intenciones desde su campaña electoral, así que diversos países reaccionaron de inmediato, incluso comenzó a movilizarse la oposición en su propio territorio. Rusia y China refrendaron su alianza ante la necesidad de un papel estabilizador en los asuntos internacionales. Trump volvió a amagar a China con un arancel de 10 por ciento sobre sus importaciones. Los panameños salieron a las calles: defenderán su soberanía sobre el codiciado canal. Veintitrés estados de la Unión Americana –casi la mitad– recurrirán a tribunales a impugnar la orden ejecutiva por la que pretende acabar con la ciudadanía de los niños que nacen en Estados Unidos. Millares de padres de México y otras partes del mundo cruzan cada año para tener a sus bebés y asegurarles el certificado de nacimiento.

Se engalla Trudeau
Tardíamente, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, mostró que tiene agallas. Primero se tiró al piso para conquistar la gracia trumpiana, pero le falló la jugada. Obtuvo como respuesta algo que se interpretó como un sarcasmo (en el mejor de los casos). Le dijo que pensaba a Canadá como un nuevo estado de la Unión Americana. Trudeau, engallado hasta ahora, ha dicho que Canadá tiene sus propios problemas con la frontera. Datos de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá muestran que unas 2 mil de las 7 mil 700 armas prohibidas y los rifles de fuego incautados en los puertos de entrada entre enero y octubre del año pasado procedían de Estados Unidos. De hecho, las armas utilizadas en el peor tiroteo masivo del país fueron introducidas de contrabando a Canadá desde Maine.

La posición de México
Ellos pueden actuar en su territorio, en su marco de actuación y de su Constitución, dice la presidenta Claudia Sheinbaum. Nosotros lo que decimos es la defensa de nuestra soberanía y nuestra independencia. Por eso siempre afirmamos: nos coordinamos, pero somos un país libre, independiente y soberano. Y lo que vamos a buscar es la coordinación, como mencionó en su momento el secretario de Estado, Marco Rubio”, comentó en la mañanera.

Redadas
Un comunicado del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) manifiesta que los criminales ya no podrán esconderse en las escuelas e iglesias de Estados Unidos para evitar ser arrestados. La administración Trump no les atará las manos a nuestras valientes fuerzas del orden y, en cambio, confía en que utilicen el sentido común, lo cual se interpretó como una autorización para que comiencen a detener personas. Sin embargo, en ciudades santuario, como Los Ángeles, California, no tendrán apoyo de la policía local.

Netflix
Estuvo en la lona años atrás; incluso se llegó a pensar que no sobreviviría a sus problemas financieros. Sin embargo, Netflix ha aumentado su número de suscriptores a 300 millones. La compañía agregó casi 19 millones en el último trimestre del año. Sus ingresos crecieron 16 por ciento, a 10.2 mil millones de dólares para dicho periodo, la mayor ganancia desde finales de 2021. Atribuye su éxito a los espectáculos deportivos y la serie coreana El juego del calamar.

Díselo a Claudia
Asunto: la frontera
Quisiera sugerirle, con todo respeto, a nuestra querida Presidenta que en uno de sus viajes de fin de semana visite la frontera norte. Tijuana, por ejemplo, porque una cosa es lo que dicen las autoridades locales sobre el apoyo que están dando a miles de familias de migrantes concentradas aquí y otra es la realidad. Realmente necesitamos su ayuda, Presidenta.
Rosalía López

Twitterati
Es curioso ver al nuevo secretario de Estado, Marco Rubio, sentirse orgulloso de ser hijo de inmigrantes cubanos, y su esposa descendiente de colombianos, mientras inician redadas para deportar a indocumentados. Así de incongruentes.

Aurora_Orozco

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T-MEC y amago de aranceles
El tratado, en la mira de Trump
Táctica del descontón
Sheinbaum: cabeza fría
Donald Trump presiona con el amago de los aranceles para tratar de adelantar e imponer la renegociación del tratado comercial trinacional (revisión, no renegociación, referenciada para 2026) y obtener más beneficios en varios rubros económicos, en particular en el automotriz, impulsando a regresar a Estados Unidos a empresas asentadas en México ( WSJ: https://goo.su/NqzTGQ).

Desde luego, Trump, el fullero mayor, trata de cubrir sus cartas y anoche, en una entrevista periodística, negó que estuviese usando el recurso de los aranceles para presionar en cuanto al tratado comercial México, Estados Unidos y Canadá, conocido como T-MEC. Dijo que, en realidad, tal instrumento de política económica, lo arancelario, tiene como contexto lo migratorio y lo relacionado con el tráfico de drogas, en específico el fentanilo. Y siguió con su cara de póquer respecto al tema.

Tal como se preveía, pues su estilo de negociación salvaje es así, el nuevo presidente del país vecino mantiene una fiebre declarativa, acompañada de acciones ejecutivas que en varios casos ya están siendo impugnadas ante tribunales (el freno a la ciudadanía por nacimiento, por ejemplo), para mantener excitada a su presionante base social (premiada con indulto, en su conducta delictiva, una porción violenta de esa base) y para sostener un ambiente de miedo en sus presuntas presas, que le permita tomar ganancias rápidas, mediática y políticamente muy redituables.

Frente a esa táctica del descontón (ayer, por ejemplo, el Departamento de Seguridad Nacional del país vecino dijo restablecer el programa Quédate en México, sin que hubiera constancia de aprobación de la parte mexicana, aunque ayer mismo México aceptó a deportados de otros países, venezolanos algunos) y la acción extrema contra minorías que consideran desvalidas (ayer se liberó a los agentes estadunidenses de las restricciones históricas que impedían detener a migrantes en escuelas, iglesias, hospitales y sitios parecidos), la postura del gobierno mexicano apuesta al diálogo (que aún no se inicia, pero sí las medidas agresivas desde la Casa Blanca) y la gelidez analítica.

La presidenta Claudia Sheinbaum convocó a mantener la cabeza fría y a analizar y actuar a partir de hechos firmes, ya escritos, y no en relación con los dichos. Desmenuzó algunos de los señalamientos estridentes para compararlos con la letra de las acciones ejecutivas que formalmente ha emitido y firmado el trumpismo, para mostrar que suele haber distancia entre la retórica y lo jurídico.

Podría parecer insuficiente optar por el diálogo y el raciocinio frente a un huracanado personaje de máximo poder mundial, que pretende cambiar y arrollar todo lo que le sea posible, con desprecio de las leyes y el razonamiento, pero la administración Sheinbaum está decidida a no dejarse llevar por los arrebatos del vecino y a que los aires belicistas de la segunda asunción trumpista se vayan asentando y tomando formas institucionales a discutir.

En otro tema: ayer, en esta columna, se mencionó de manera equivocada a Eduardo Videgaray, el popular conductor de programas de humor en radio y televisión. Al autor de estas líneas se le cruzaron los cables y escribió Videgaray por Verástegui, por lo cual solicita a Eduardo Videgaray y a los lectores que disculpen tal error. No hay nada que alegar: fue una equivocación y así debe ser asumida.

Eduardo Videgaray, con amabilidad, publicó en su cuenta de X la mención de mi pifia y la aclaración de que él no tiene nada que ver ni con Trump ni con la política, y mencionó: “Me imagino que se refería a @EVerastegui y no a mí”, tal cual sucedió. Así que el texto, ya corregido, queda así: “...Eduardo Verástegui, un actor y ex cantante dedicado a ofrecerse como opción religiosa de ‘salvamento’ mexicano para ofrenda al patroncito Donald…” ¡Hasta mañana!

X: @julioastillero, Facebook: Julio Astillerojuliohdz@jornada.com.mx

Putin felicita a Trump, quien desea reunirse con Xi: ¿hacia el nuevo orden tripolar?
No culminaron las ominosas amenazas del asesor de seguridad nacional, el jázaro (https://bit.ly/3QqemJr) Jacob Jeremiah Sullivan (JJS) del colectivo Biden –grupo que le hacía la tarea al ex presidente derrelicto– quien jugó con la probabilidad de un atentado más en contra del hoy ya ungido presidente 47 de EU.

JJS inventó, con su socia Hillary Clinton, la intromisión de Rusia con el fake documento Steele (https://bit.ly/3PKAj5L), del fétido Russiagate, para torpedear la colaboración de Trump y Putin (https://bit.ly/40GGRIU).

Más allá del impacto local y regional (desde México hasta Panamá) de las draconianas medidas de Trump, existen posicionamientos a nivel de la Estabilidad Estratégica entre las tres superpotencias (EU/Rusia/China) –sin descuidar a India–.

A nivel local, el ideólogo del primer Trump, Steve Banon, sentenció que Trump había doblegado a los plutócratas de EU (https://bit.ly/3WrMzvK) –en alusión a los jerarcas de Silicon Valley: dueños catastrales de la Inteligencia Artificial, quienes se postraron en primera fila del Capitolio ante el presidente de la nueva Era Aurífera y conquista espacial–.

A nivel de la Unión Europea, en pleno espanto existencial, como consecuencia de su derrota en Ucrania por haberse empinado con la caquistocracia del colectivo Biden, el premier húngaro Viktor Orban –de los pocos soberanistas que resistieron el embate ideológico de la falsa agenda verde bélica–, proclamó, en la esfera cosmogónica de la lucha plutocrática entre globalistas y soberanistas (https://bit.ly/40HdZ3h), que George Soros, también húngaro de origen, perdió la batalla en EU frente a Trump, quien liberó (sic) a EU (https://on.rt.com/d3mg).

Por azares del destino, el hoy totalmente agónico Foro Económico Mundial de Davos –creado en 1971 (fecha de la salida de Nixon del patrón-oro de Bretton Woods) por el banquero David Rockefeller y su Comisión Trilateral, con su asesor Kissinger y el pupilo alemán de éste, Klaus Schwab–, se escenificó el mismo día de la asunción contra vientos y mareas del segundo Trump, quien cataliza una revolución doméstica al estilo de Ronald Reagan, bajo los preceptos del Proyecto 2025 (https://bit.ly/4j4nhgY).

Trump no tiene más remedio que ajustarse a la realidad geoestratégica del triunfo de Rusia (incontestable primera superpotencia militar) en Ucrania y el ascenso tecnológico imparable de China (https://bit.ly/4hpqiXv), quien ostenta el liderazgo en 37 de los 44 rubros de la tecnología de impacto.

El zar Vlady Putin felicitó a Trump y apreció su deseo y el de miembros de su equipo para restaurar los contactos directos con Rusia (https://bit.ly/3E5DnqD).

En vísperas de su asunción, Trump llamó de su propia iniciativa al mandarín Xi Jinping (https://bit.ly/40FKPBv), lo cual dio pie a la diplomacia TikTok (https://bit.ly/3WqtwC5).

Llamó profundamente la atención que mientras el petrolero Trump amenazara con incrementar 25 por ciento las tarifas en su comercio con Canadá y México el primero de febrero, en caso de no obtener resultados en su cruzada contra el fentanilo que ha causado estragos en la juventud de los solteros blancos/adictos/desempleados, hasta ahora se ha pospuesto el castigo arancelario a China.

Entre tanto, Trump propinaba su pléyade de órdenes ejecutivas –muchas de ellas implementables y otras no, por razones legales–, el zar Putin y el mandarín Xi Jinping entablaron una simbólica videollamada al día siguiente de la asunción del presidente 47 (https://bit.ly/42hz1qy), quizá para dejar asentado que el G-2 (sic) entre Rusia y China es indisoluble, cuando es sabido que Trump –en su indeleble entrevista con Tucker Carlson, máximo conductor de EU– elaboró que su intención primaria era romper la alianza estratégica entre Beijing y Moscú.

A propósito, WSJ filtró el deseo de Trump de reunirse con el mandarín Xi (https://bit.ly/40JAyEJ).

Si el anhelo de Trump es buscar la paz mundial, no existe otra salida que conjugar el inevitable nuevo orden tripolar (https://bit.ly/3UFAVwG).

http://alfredojalife.com Facebook: AlfredoJalife

Ignorancia y órdenes ejecutivas
Trump: briago de cantina
Dispara sin importar dónde pegue
De lo perfectamente bien informado que está el cavernícola Donald Trump da cuenta otra de sus amenazas, ésta fresquecita: imponer a España aranceles de al menos 100 por ciento en sus negocios con Estados Unidos, si continúan con sus esfuerzos de desdolarización, por su pertenencia al bloque de los BRICS (acrónimo de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), creado 15 años atrás… sin la participación, y menos integración, de España, país que sí forma parte de la OTAN, uno de los juguetes preferidos de Estados Unidos.

En el primer día de estancia en la Casa Blanca, el susodicho se dedicó, a tontas y a locas, a firmar cualquier cantidad de órdenes ejecutivas históricas –algunas con asuntos internos y otras externos–, en un ejercicio similar al de los borrachos de cantina del wild, wild west: a donde pegue el plomazo, y uno de ellos, sin venir al caso, fue contra España, quien ni lejanamente simpatiza con el referido bloque, pero sí es veloz a la hora de doblar las corvas a la menor instrucción de Washington. Entonces, si con ese ojo clínico Trump hace las cosas, pues está perdido.

También se le fue al cuello a los países latinoamericanos: no los necesitamos; ellos nos necesitan, todos nos necesitan, dijo el magnate, aunque olvidó mencionar que 45 por ciento del voto latino fue favorable a su candidatura. Entonces, queda en entredicho aquello de no los necesitamos, toda vez que sin esos sufragios no estaría despachando en la Oficina Oval.

Lo que cabe preguntarse es ¿por qué esa parte de la sociedad estadunidense (permanentemente amenazada, hostigada, reprimida, menospreciada y perseguida por personajes como el nuevo inquilino de la Casa Blanca) decidió votar a Donald Trump? ¿Qué tan desesperada por quedar bien con sus patrones blancos debe estar la comunidad latina como para actuar en contra de sí misma y sufragar a favor de alguien que desde siempre le ha dejado en claro que la aborrece y está en la mejor disposición de hacerla trizas y correrla a patadas?

Con él en la Casa Blanca, Trump presume el inicio de una nueva era, tan nueva que se basa en una legislación de 1798 (Ley de Enemigos Extranjeros, LEE, promulgada 227 años atrás) para cometer todo tipo de tropelías en contra de los propios latinos que lo votaron y declarar guerras (en contra de los migrantes, los cárteles de la droga y todo aquello que se le ocurra) para cumplir con su apotegma ( Make America great again, el espacio vital hitleriano, pero en versión gringa, con todo y saludo fascista de Elon Musk).

De acuerdo con el Centro Brennan para la Justicia de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York, a lo largo de la historia estadunidense dicha ley se invocó en tres ocasiones, cada una de ellas durante un conflicto declarado: la Guerra de 1812 (angloestadunidense), la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial. En estas dos últimas, la Ley de Enemigos Extranjeros fue clave en las detenciones, expulsiones y restricciones dirigidas contra inmigrantes alemanes, austrohúngaros, japoneses e italianos basándose únicamente en su ascendencia. La ley es más conocida por su papel en el internamiento de japoneses (campos de concentración), una parte vergonzosa de la historia de Estados Unidos, por la que el Congreso, los presidentes y los tribunales se han disculpado.

Tras la Segunda Guerra Mundial y antes de Trump, subraya el citado centro, ningún presidente reconsideró revivir la LEE, pero en la actualidad algunos políticos y grupos antinmigración abogan por una interpretación no literal, de modo que se pueda invocar en respuesta a la migración ilegal y al tráfico de estupefacientes transfronterizos. Estos políticos y grupos consideran que esa ley es para una deportación potenciada, pero la interpretación que proponen contradice siglos de práctica legislativa, presidencial y judicial, de tal suerte que invocarla en tiempos de paz para eludir la ley de inmigración convencional sería un abuso asombroso.

Entonces, entre el capricho, el siglo XVIII, el desconocimiento y los disparos de borracho de cantina del wild, wild west, mal inicia Trump su segundo mandato no consecutivo, en vías de empeorar.

Las rebanadas del pastel

Cabeza fría, recomienda la presidenta Sheinbaum, ante las interminables órdenes ejecutivas históricas del cavernícola. Bien, pero debió agregar hígado sólido, porque parece que las salvajadas son de todos los días… Lo dicho: apenas cuatro días mantuvo Estados Unidos a Cuba fuera de la lista de naciones patrocinadoras del terrorismo; Trump la rehabilitó. Ignominioso.

X: @cafevegacfvmexico_sa@hotmail.com

Poesía hasta el fin
Eso: “En ocasiones he visto la cifra / (no sólo en la retícula de hojas / que gustan de exhibirse para mí, / no sólo en lo fatal / de la belleza; / la he visto recortada por las cosas, / espacio entre dos árboles, / navaja de los párpados, / blanquísima elocuencia en el acceso / de asma, / costura entre dos nadas, trenza / vacía y ensimismada: / figura circular que no tiene final / ni tiene origen –floto, en el centro floto–), / pero nunca he podido pronunciarla”.

Mazagatos: “El pueblo tiene veinte o treinta casas / a lo más. / No vimos una iglesia ni encontramos / plaza alguna. / Lo agotamos en segundos / y nos fuimos / –y el pueblo se redujo, en el espejo, / a un montoncito medieval de piedras. / Pero hoy su nombre insiste / como un conjuro arcano: / Mazagatos, / Mazagatos”.

Mafia: Una mafia es nosotros, / contra yo.

Arriba tres impecables poemas –no faltará quien los haya reconocido– de Julio Trujillo, recientemente fallecido y al cual Eduardo Hurtado define como poeta extraordinario, leal a la profundidad, entusiasta de explorarlo todo, siempre cavando hondo, y cuya mirada crítica, su humor francamente corrosivo y su absoluta pasión por la poesía no serán olvidados.

José Eugenio Sánchez (excepto puntos suspensivos, el final y la diagonal, signos de los que me responsabilizo, respetamos su sintaxis): “julio escribió que a los suicidas y a los carpinteros les interesan las herramientas que van a usar y no el objeto a construir: algo así es su poesía: una especie de diagrama o puzzle a resolver: y así fue regando las pistas que su inconsciente lo deslumbraba con revelaciones: vámonos: un poema en x y un día antes de desaparecer festejó el cumpleaños de su padre muerto: / julio murió en el sitio que dylan thomas consideró que era el lugar más bello del mundo: murió en la vertiente de agua más terrible del invierno donde las cosas pasan con exagerada calma: y momentos antes de hacerlo julio escribió que el mar no le dolería porque ya conocía la fuente: y se entregó a él: no para ahogarse sino para beberlo: poesía hasta el fin”.

Enrique Krauze (2009, sobre El capitán Trujillo): Se puede ser poeta y ser feliz, me dijo alguna vez… Viéndolo trabajar, escribir, gozar y vivir, he comenzado a descreer en el genio tácito de los poetas malditos. Hay también poetas benditos.

Ricardo Cayuela: Hay un dolor que no podemos imaginar ni comprender, sólo respetar.

EDITORIAL
En sus primeras horas de vuelta al poder, Donald Trump cumplió con creces las expectativas de sus partidarios e hizo un despliegue declarativo y propagandístico para confirmar los peores temores de sus detractores. Así, por ejemplo, retiró las sanciones contra israelíes promotores del genocidio, volvió a apretar la soga con que Washington ahorca al pueblo cubano desde hace más de seis décadas y otorgó impunidad a alrededor de mil 500 participantes en el intento de golpe de Estado de enero de 2021. Sin embargo, muchas de las órdenes ejecutivas que firmó tienen más efectos retóricos que reales, mientras otras previsiblemente se concretarán con facilidad, pero tendrán consecuencias contraproducentes para quienes esperan el fin del declive estadunidense.

En el frente que ha constituido el eje de su carrera política, la exaltación de la xenofobia disfrazada de preocupación por la seguridad fronteriza; suspendió una plataforma web para tramitar las solicitudes de asilo, declaró una emergencia nacional en la frontera sur, volvió a atacar el otorgamiento de ciudadanía por nacimiento, detuvo la llegada legal de migrantes provenientes de países latinoamericanos considerados dictaduras por su propia administración, reimpuso la política unilateral y abusiva Quédate en México, ordenó relanzar esfuerzos para construir barreras físicas adicionales a lo largo de la frontera sur e instruyó a las fuerzas armadas a sellar los 3 mil kilómetros de dicho límite terrestre –una instrucción vaga, ya que el comercio sigue fluyendo con normalidad y no hay asignaciones presupuestales que lleven a los hechos el sello–, entre otras medidas. Ayer, dio la orden de efectuar redadas en escuelas, iglesias y hospitales. La fobia se exhibió con el cierre de la página web y las redes sociales oficiales de la Casa Blanca en español, tal como sucedió en 2017.

Semejante embate contra los derechos humanos se inscribe en la doctrina de actuar con tal nivel de salvajismo que se empuje a los migrantes a autodeportarse. Pese a ese nivel de violencia de Estado, la experiencia indica que los racistas tendrán un éxito limitado en su anhelo de restaurar un pasado mítico de uniformidad racial y pensamiento único. Tom Homan –el zar fronterizo del magnate y artífice de la bárbara práctica de separar a las familias como método de disuasión contra los buscadores de refugio– ha reconocido que para llevar adelante las deportaciones masivas prometidas por su jefe, se requiere más del doble de las camas con las que cuenta el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), así como una cantidad mucho mayor a los 6 mil agentes disponibles en la actualidad. Homan también admitió que por ahora no hay ningún indicio de que el financiamiento esté en camino.

No sólo está en entredicho la capacidad de Trump para deportar a los 15 o 20 millones de migrantes indocumentados que, según él, habitan en Estados Unidos, sino también su voluntad real de hacerlo: en su primer periodo presidencial deportó a 2 millones de extranjeros, apenas 42 por ciento de los 4 millones 677 mil expulsados por Biden y muy por debajo también de los 2 millones 622 mil arrojados por Obama en promedio en sus dos mandatos.

Por lo que hace a la clasificación de terroristas aplicada a las organizaciones del narcotráfico, la traducción de esa medida en acciones concretas colocaría a la Casa Blanca en una situación delicada, por cuanto también tendría que perseguir como tales a los agentes aduanales y fronterizos corruptos que permiten el ingreso de los estupefacientes a territorio estadunidense, a los grupos que los comercializan y distribuyen, a los fabricantes y vendedores de armas que surten a los cárteles y a las instituciones bancarias, financieras y cambiarias que les lavan el dinero.

Por último, decisiones como retirar a su país de la Organización Mundial de la Salud, del Acuerdo de París sobre Cambio Climático, abolir las políticas de combate a la discriminación o promover la extracción innecesaria de hidrocarburos pueden contentar a sus bases más retrógradas, pero no harán sino ahondar el aislamiento de Estados Unidos, mermar el bienestar de sus ciudadanos y de su medio ambiente y hacer de la superpotencia un paria en la comunidad internacional, nada de lo cual apunta a la grandeza que los votantes de Trump creen rescatar.

Con el estadunidense vienen tiempos aciagos

Con el ascenso de Trump vienen años difíciles, probablemente aciagos para México y muchos países. Vaya paradoja. Un delincuente convicto con 14 cargos que parte de la base sin credibilidad de que ellos (los estadunidenses) son los buenos y los demás son los canallas que los roban en el comercio o los destruyen con las drogas, cuando desde hace 60 años, al menos, nunca han agarrado a un capo de la droga estadunidense y 80 por ciento de las armas que tiene en México el crimen organizado viene de Estados Unidos. Steve Bannon, que conoció a Trump como pocos, lo señaló hace unos días como alguien verdaderamente malvado. Un delincuente convicto que es –será– capaz de los actos más inhumanos y atroces, como ya los cometió en su primer mandato y volverá a hacerlos aún peores en estos cuatro años.

El gobierno mexicano deberá actuar con gran lucidez y habilidad y demostrar que se negocia pero no se pliega, o dicho inolvidablemente por Melchor Ocampo en los peores días, "me doblo pero no me quiebro”. Eso ha prometido el gobierno. Con toda firmeza debe de cumplirlo.

Marco Antonio Campos

Llama a detener la ola anarcocapitalista
Además de la beligerante y xenófoba política exterior que ha comenzado a ejercer Donald Trump en sólo dos días de su regreso a la Casa Blanca, se evidencia también el inicio de la misma política interior que sufre Argentina bajo el mandato de Javier Milei, que ciertamente, en el último año, ha sido el laboratorio de prueba de la oligarquía internacional, política de desregulación que se verá replicada dentro del país del norte, con anunciados cortes a las instituciones de asistencia social, salud, educación y derechos reproductivos, de las diversidades raciales, y comunidad LGBT+. Así anunció Elon Musk durante la toma de protesta de Trump: Más libertad y menos regulación, refiriéndose a la libertad de acumulación con pisoteo de derechos civiles de la población estadunidense, mucha de la cual votó por el magnate bajo su promesa de dar solución mágica a la crisis de desempleo de ya larga data, lo cual fue un canto de sirena similar a las promesas de campaña de Milei en la nación austral, donde cada vez son más los que expresan arrepentimiento por haber votado al libertario. No sólo los mexicanos y toda Latinoamérica debemos mantener alta la guardia frente a la embestida de la facción anarco-capitalista en su momento más desesperado, sino los mismos ciudadanos estadunidenses que indudablemente comenzarán a sufrir un mayor cercenamiento de su estado de derecho e instituciones civiles.
Horacio Socolovsky Aguilera.

¿Político o profeta?
Ahora resulta que Donald Trump es un enviado de la divinidad, cuya misión es hacer que Estados Unidos sea grande otra vez. Porque así lo dijo textualmente en el acto político en el que asumió su segundo mandato al cargo presidencial: mi vida fue salvada por por Dios para hacer grande a América otra vez (La Jornada, 21/1/25, pág. 3). ¿Será que es Trump un elegido, capaz de salvar al mundo? ¿Es una rencarnación de quienes han asumido esta tarea en el devenir histórico? ¿Es acaso una especie de Cristo redivivo?. Hay quienes así lo creen, y en ello va su apuesta. Uno de ellos es Ricardo Salinas Pliego, quien pagó la cena de celebración del empoderado empresario. Otro es Elon Musk, el que más aportó a los gastos de la campaña y que nos ofreció el saludo al estilo Adolfo Hitler.Cierto que no hay a quién irle entre la clase hegemónica estadunidense. Joe Biden y su vicepresidenta Kamala Harris mantuvieron su complicidad con el genocidio operado por Netanyahu. Y en un escenario electoral tan controlado por los oligarcas, las alternativas electorales brillan por su ausencia.No ahorró Trump calificativos ni amenazas cuando hizo referencia a México. Los millones de paisanos nuestros que allá viven, tendrían –según él– esencia criminal. Y por ello arremete contra ellos y otros sectores, con una andanada de decretos de enorme agresividad. Así, su fachada de profeta se desdibuja, pues no resiste la confrontación con sus hechos. Sería muy difícil creer que una divinidad está avalando tantas maldades.
La sabiduría de nuestro pueblo es proverbial: No hay persona más peligrosa que aquella que afirma ejecutar las órdenes de Dios. Nos corresponde actuar con cautela y con firmeza.
José Enrique González Ruiz

Opinión del periódico La Jornada miércoles 22 de enero 2025
https://www.jornada.com.mx/2025/01/22/opinion

Uno. ¿A quién endosar la deriva del capitalismo occidental? Un amigo sesentista responsabiliza a los compinches del magnate sudafricano y racista Elon Musk, dueño de una fortuna que haría morir de envidia a Midas, aquel mítico rey de Frigia que tenía el don de convertir en oro todo lo que tocaba.

Dos. Midas era hijo de Gordio, humilde labrador que fue nombrado rey por haber entrado por la puerta de Oriente a esa región central de la Turquía actual, tal como había previsto el oráculo. Con lo cual, en señal de agradecimiento, ofreció su carro al templo de Zeus, atando la lanza y el yugo con un nudo tan complicado, que nadie podía desatar.

Tres. Sin embargo, cuatro siglos después, el macedonio Alejandro llegó a Frigia por la puerta de Occidente, y frente a la exigencia del pueblo de desatar el nudo para ser legitimado, lo cortó de un tajo diciendo: es lo mismo cortarlo que desatarlo. Desde entonces, la expresión nudo gordiano simboliza a los problemas difíciles de resolver.

Cuatro. Días atrás, luego del hipócrita alerta de Joe Biden en su discurso de despedida (preocupante y peligrosa concentración de poder en manos de ultrarricos), el amigo sesentista exclamó con resignación fatalista: “¡Ganó ‘Goldfinger’!” Se refería a Musk, como dijimos, y al supervillano de la novela homónima de Ian Smith llevada a la pantalla grande por Guy Hamilton (1964).

Cinco. Calculo haber visto Goldfinger ene veces, filme de la guerra fría que recurre a tópicos aún vigentes: chinos comunistas y (cómo no), narcos latinos al servicio del malísimo que intentan contaminar radiactivamente el depósito federal de reservas de oro de Estados Unidos en Fort Knox (Kentucky). Nudo gordiano que el agente 007 (o sea, James Bond) rompe con la pinche pistolita Beretta que Sotheby’s subastó en 2020 por 256 mil dólares. ¡Ah!, sin quitarse el esmoquin.

Seis. Durante la guerra fría, los escritores ingleses crearon vigorosos personajes de ficción. No obstante, el pedante 007 (o sea, Sean Connery) tuvo su némesis en El espía que surgió del frío, novela del inigualable ­John Le Carré que desarrolló tramas más complejas para reformular los entresijos geopolíticos de las grandes potencias. Gracias a Le Carré, entendí que los supervillanos nunca mueren, y que Picasso tenía razón: El arte es la mentira que nos permite comprender la verdad.

Siete. Glosando al comunista italiano Bruno Rizzi, el oxímoron guerra fría fue acuñado en plena guerra caliente por el troskista estadunidense James Burnham, quien decía que el capitalismo no iba a ser remplazado por el socialismo ni la clase obrera, sino por ejecutivos, técnicos, burócratas, militares y megamillonarios ( La revolución gerencial, 1941).

Ocho. Luego, el anarcovirginal George Orwell retomó dicha expresión, instalando el supuesto de que nazis alemanes, burócratas soviéticos y liberales estadunidenses, guardaban pocas diferencias. Con lo cual, terminaron colaborando con la Oficina de Servicios Estratégicos (precursora de la CIA), denunciando a escritores y cineastas sospechados de simpatizar con el fascismo rojo (Rizzi).

Nueve. Tras el referido discurso de Biden, algunos medios evocaron al presidente Dwight Eisenhower en su propia despedida: “En los consejos de gobierno, debemos evitar la compra de influencias injustificadas […] por el complejo industrial-militar” (17/1/1961). Idea que, seguramente, le acercó algún lector de La élite del poder (1956), libro del sociólogo liberal Wright Mills que analiza la indefensión del ciudadano frente los intereses militares, corporativos y políticos de la sociedad.

Diez. En suma, los politólogos superilustrados de Occidente empiezan a resentir la confusión de las distópicas utopías que tuvieron su clímax en el emblemático 1989, cuando las ideologías realmente existentes (con excepción de la sionista) cayeron hacia ambos lados del muro. Aunque también es posible que el momento de inflexión que atraviesa la política occidental surgió con el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York (2001), jamás investigado.

Once. Momento aquel en que el multimillonario estadunidense Warren Buffett aprovechó para decir que la lucha de clases siempre existió, y que los suyos la iban ganando. Un sinceramiento que no le permitió vislumbrar aquello que las ultraderechas olfateaban: que los condenados de la tierra pasaban a la ofensiva, y que el equilibrio de poderes siempre fue un bulo de idealistas reaccionarios.

Doce. Así, en esta época de poco amor y mucho egocentrismo, honorables medios corporativos como The New York Times , The Economist , El País de España o Infobae (entre otros) sólo editan fake news, calumnias, odio, difamación, insultos y un modo de entender la libertad con resultados que saltan a la vista: la naturalización del genocidio militar y económico y, por sobre todo, la degradación de la vida humana junto con la extinción cultural y ambiental de pueblos enteros.

La Iglesia oficial y las autoridades de Zúrich los declararon herejes y enemigos de la unidad religiosa/política del cantón. La razón fue que los llamados anabautistas decidieron ir a contracorriente de las doctrinas respaldadas por el reformador Ulrico Zuinglio, las cuales contaban con el visto bueno del concejo que gobernaba la ciudad.

El 21 de enero de 1525 los reunidos en casa de Anna, la madre de Felix Mantz, uno de los líderes del grupo, sabían bien que pesaba sobre ellos una orden que prohibía congregarse en hogares para estudiar e interpretar la Biblia y efectuar actos como la Santa Cena. Tanto el Gran Concejo de Zúrich, como el Pequeño, partidarios de las enseñanzas de Zuinglio, habían decretado tres días antes que los niños no bautizados debían serlo en el plazo de una semana. Esto implicó que Conrado Grebel, Felix Mantz, Jorge Cajacob y otros tomaran la decisión de no obedecer la citada ley, confrontándola con su entendimiento bíblico sobre el significado del bautismo.

El asunto de bautizar o no a los niños se debatió ante las autoridades zurichenses entre Zuinglio y teólogos afines, por una parte, mientras la oposición estaba formada por ex discípulos del reformador, uno era Felix Mantz. Éste puso por escrito a mediados de diciembre de 1524 los argumentos del grupo para rechazar el bautismo de infantes. Mantz resaltó varios pasajes del Nuevo Testamento, entre ellos Hechos 22:6-16, donde Pablo relata su conversión y posteriormente es bautizado. Argumentaba que la citada sección mostraba claramente qué es el bautismo y cuándo debe practicarse, es decir, en aquel que habiendo sido convertido por la Palabra de Dios y habiendo cambiado su corazón, desea de ahora en adelante vivir una vida nueva, como Pablo claramente lo muestra en la Epístola a los Romanos, capítulo 6, muerto a la vieja vida, circuncidado en su corazón, habiendo muerto al pecado con Cristo, habiendo sido sepultado con él en el bautismo y resucitado con él en una vida nueva, etcétera. Aplicar tales cosas como las que acabamos de relatar a los niños es contra toda Escritura.

El sábado 21 de enero de 1525 las autoridades de Zúrich prohibieron a Felix Mantz, Conrado Grebel y el círculo que coincidía con ellos hablar de sus enseñanzas. Igualmente quedaron proscritas las reuniones caseras. Por la tarde los inconformes estuvieron analizando qué debían hacer ante las circunstancias adversas. Conscientes de las represalias a sufrir si iban en sentido contrario a las doctrinas de la simbiosis Iglesia-Estado, se vieron en la necesidad de precisar cuáles eran sus convicciones centrales y las acciones que debían llevar a cabo.

El intercambio de pareceres acerca de poner en práctica una convicción fuertemente arraigada llevó a uno de los presentes en la reunión, Jorge Cajacob, a pedir a Conrado Grebel que lo “lo bautizara por el amor de Dios, con el verdadero bautismo cristiano sobre su fe y su conocimiento. Y cuando se arrodilló con esa súplica y ese deseo, Conrado lo bautizó […]. Después de que esto se hizo, los demás desearon de manera semejante que Jorge los bautizara. Y él bautizó a todos cuantos se lo pidieron. De esa manera todos a una se entregaron a sí mismos al nombre del Señor, en el alto temor de Dios. Cada uno de ellos confirmó al otro en el servicio del Evangelio, y comenzaron a enseñar y a conservar la fe”. La narración de lo acontecido la gélida tarde/noche del sábado 21 de enero de 1525 es de la conocida como Crónica Hutterita, cuyo autor inicial fue Gaspar Braitmichel; él tuvo como fuente a Jorge Cajacob, el primer bautizado.

Al otro día de los bautismos en Zúrich, Conrado Grebel, Felix Mantz y Jorge Blaurock revitalizaron al grupo de simpatizantes que tenían en Zollikon, población de 350 habitantes y distante a pocos kilómetros de Zúrich. En la semana del 22 al 29 de enero de 1525 fueron bautizadas en Zollikon 35 personas. En el poblado la familia Hottinger fue muy activa en la difusión de las creencias anabautistas, a causa de esto tanto mujeres como hombres fueron encarcelados. Años después, en 1530, buscando refugio en Moravia, Jakob Hottinger y su hija Margarita fueron condenados a muerte por su anabautismo. Él pereció por decapitación, ella fue ahogada por sus verdugos.

Tres de los principales protagonistas de lo sucedido el 21 de enero de 1525 debieron vivir el resto de sus vidas bajo persecución. Conrado Grebel, quien bautizó a Jorge Cajacob, murió víctima de la peste en agosto de 1526, tenía 28 años. Felix Mantz, en cuya casa se realizaron los primeros bautismos, fue condenado a muerte mediante ahogamiento por las autoridades reformadas de Zúrich, la pena se cumplió el 5 de enero de 1527, entonces tenía 29 años. Cajacob fue quemado en la hoguera por autoridades católicas cerca de Klausen (actual Chiusi, en Italia), el 6 de septiembre de 1529, tenía 38 años.

La expansión del movimiento anabautista por gran parte del territorio europeo se debió al activismo evangelizador de sus integrantes, pero también fue un resultado de las persecuciones que obligaron a los anabautistas a huir y dispersarse por distintos territorios. Pese a la gran hostilidad en su contra el anabautismo construyó, en el clandestinaje, caminos de continuidad que trascendieron los siglos y sus descendientes confesionales son hoy una familia global bien arraigada, familia que continúa enfatizando rasgos identitarios defendidos por sus ancestros del siglo XVI.

El retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos representa una seria amenaza para el ya de por sí complicado escenario internacional y tiene serias implicaciones para México, su vecino y principal socio comercial. El cierre migratorio de la frontera con México que decretó en su primer día, catalogar a las organizaciones criminales vinculadas al narcotráfico como terroristas, promover la producción y consumo de combustibles fósiles, y borrar de un plumazo derechos y libertades conquistadas por décadas de lucha de las mujeres, los afroestadunidenses, la comunidad de la diversidad sexual y los migrantes, significan una modificación de la relación de Estados Unidos con el mundo y son un grave riesgo para nuestro país.

La respuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum ha sido digna y sensata. Ha subrayado que México es un país libre y soberano, que la relación con Estados Unidos será sobre la base del respeto y la cooperación, ha establecido una red de mecanismos de apoyo para nuestros connacionales que pudieran ser afectados por las medidas de Trump y ha llamado a mantener la unidad y la calma para enfrentar este desafío.

Es posible que muchos de los amagos de Trump no se concreten. Hay resistencias de empresas y grupos que verían amenazados sus intereses. Pero también es cierto que tendrá condiciones más favorables que en su primera presidencia, cuenta con la mayoría en el Congreso, mayor apoyo de la Suprema Corte, se ha apoderado del Partido Republicano y hay más personajes que respaldan sus posturas supremacistas, racistas, xenófobas, misóginas. Existe el riesgo de que en el caso de México haya deportaciones masivas, aranceles y acciones de fuerza contra el crimen organizado en territorio nacional.

Al margen de lo que pueda ocurrir, conviene recordar algunos episodios en la historia expansionista de nuestro vecino. Desde su arribo, los colonos ingleses que en 1776 formarían Estados Unidos tuvieron el propósito de poblar las tierras y ampliar sus fronteras por la fuerza, la compra o la negociación, apropiándose de territorios donde estaban establecidas numerosas culturas originarias. Este expansionismo continuó como nación independiente, a través de la guerra contra otros pueblos originarios y contra sus vecinos, británicos y mexicanos.

Las tribus indígenas del norte de América eran sociedades igualitarias, pequeñas, itinerantes, con cerca de 375 lenguas autóctonas. El colapso demográfico por los virus y bacterias traídos por los europeos, provocó la extinción de la mayoría de ellos. A esa catástrofe demográfica, se sumó la violencia de la conquista, la guerra y la destrucción de sus culturas. En 1800, sólo sobrevivían 600 mil de los 5 millones de indígenas que poblaban Norteamerica. La ambición por sus tierras se convirtió en una guerra de exterminio contra los pueblos americanos. La primera colonia inglesa, Virginia, pronto entró en guerra para despojar a los indígenas ahí establecidos. Con el florecimiento del cultivo del tabaco, el algodón, el arroz y el añil, los colonos hicieron de la esclavitud de la población africana arrancada con violencia de sus lugares de origen, el pilar de su desarrollo. En Virginia, Maryland y en el resto de las colonias sureñas se creó una sociedad desigual, racista y discriminatoria, dominada por la oligarquía expansionista. En el norte, en Nueva Inglaterra, el despojo y la guerra contra los indígenas ocupó buena parte del siglo XVII. El avance de los colonos sobre las tierras de los indígenas continuó durante el siglo XVIII. Consumada su independencia, la Confederación de Estados Unidos continuó con la expansión territorial. Entre 1784 y 1787 las Ordenanzas del Noroeste permitieron la ocupación de tierras indígenas y alentaron el establecimiento de repúblicas que formarían parte del nuevo país. Se fundaron Ohio, Michigan, Wisconsin, Indiana e Illinois.

En 1800, con Thomas Jefferson, se agudizó la expansión territorial. Los apremios de Napoleón Bonaparte, en guerra contra la Santa Alianza, le dieron la oportunidad de comprar a Francia por 15 millones de dólares la Luisiana, cuya frontera norte lindaba con Canadá y la del sur llegaba al Golfo de México. Con esa compra, Estados Unidos duplicó su territorio. La ocupación de la Luisiana impulsó aún más el expansionismo, con una mística de conquista y apropiación de territorios indígenas y novohispanos. Se propusieron llevar su frontera hasta el río Bravo, por el Sur, y hasta el litoral del Pacífico, por el oeste. El primer paso fue apoderarse de Florida, entre 1810 y 1814. La conquista del Oeste fue el motor de su desarrollo, identidad y objetivo estratégico. Después, lograron la anexión de Texas, independizada de México en 1836. La culminación fue la guerra de conquista de México en 1846-1848, con lo que se quedaron con California y Nuevo México, más de 2 millones de kilómetros cuadrados y el tratado con Gran Bretaña que les permitió quedarse con Oregon en 1848. Entre 1792 y 1861 entre el río Ohio y el río Misuri se constituyeron 17 nuevos estados. Su sueño expansionista se había cumplido.

* Director general del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México

Finalmente, quiénes le temen a un bocón que, además, porta, al cinto, pistolas de grueso calibre. Al parecer, buena parte del mundo. Entre los cuales, el gobierno de México, puede, de no prepararse, ser uno de ellos. Y tiene razón por estar, al menos, preocupado por este reciclado presidente estadunidense. Uno de los muchos, radicados en ese norte de ambiciones, al que se le debe tener, al menos, algo de miedo.

Aunque, pensándolo bien, son los acompañantes que ha elegido este señor boquiflojo, los que deben causar mayor alarma. Invitar a Milei de Argentina, Bukele de El Salvador, Orbán, de Hungría o incluso a la alborotada Meloni, de Italia, sí que enciende los suficientes focos rojos y alarmas ideológicas. Más si Trump se hace seguir por raleas multimillonarias y promotores de las ultraderechas regionales. Entre nosotros tenemos varios, afortunadamente, por ahora, no han logrado penetración alguna. Personajes que, de progresar entre los diferentes auditorios, se irán compactando hasta formar, ríspidos y peligros ensambles contra la paz pública y el bienestar popular. Ya se ha visto cómo, en este país, han salido al espacio público distintos y viejos adalides, (E. Zedillo) ya muy desgastados, pero que no renuncian a seguir promoviendo sus dañinas ideas conservadoras. Ciertamente son pocas de ellas las que logran pergeñar pero, añadidas al modelo de acumulación, pueden provocar distorsiones innecesarias. Máxime que, ahora, tienen un abultado cobertor donde cobijarse y darles más amplia repercusión. Y ese sí que será un problema del cual se debe estar alerta y ocupado en su prevención.

Las presiones de Trump y sus alocados espadachines no dejarán pasar oportunidad alguna para encimarse en el diario acontecer nacional, si es que se les deja carta abierta. Los asuntos como migración y drogas son los botones álgidos que se prestarán para las acostumbradas amenazas fincadas, todas ellas, en temas comerciales. Mal llevados, ensancharán las oportunidades de indebida injerencia. Trabajados con alternativas pueden convertirse incluso en ayudas. Pero no se debe esperar que, las pretensiones del nuevo gobierno estadunidense se diluyan y no conlleven consecuencias.

Por lo demás, las diferencias de pensamiento y actitud entre los dos gobiernos no pueden ser mayores, tanto en los debidos balances y respetos de género como en haberes o fortunas de cada uno de los seleccionados que conforman su equipo de trabajo. A este respecto y con facilidad pueden apreciarse los abismos que los separan. Quedan marcadas las abismales diferencias ideológicas y, sobre todo, las galácticas distancias de sus respectivas visiones. Aunque Trump ha voceado que buscará devolver a su pueblo el poder perdido, nada, ni en su pasado o presente, puede auxiliarlo. Todo lo que hizo en su primer mandato, abona la separación de este ideal humano. Simplemente se agrandó el quiebre en la desigualdad que afecta a ese país. La promesa de recortar impuestos a los causantes mayores seguirá ensanchando la brecha. A nuestra Presidenta, por el contrario, poco puede interrumpirle su diálogo e interés, respecto a las necesidades populares, en especial, las de aquellos menos favorecidos por la vida.

Siempre se debe tener en cuenta que, el pleito principal de los recientes gobiernos estadunidenses ha sido con China y el de éste sin duda lo será. Y, en ese respecto, la alianza mexicana puede ser muy útil. No sólo útil, sino indispensable y crucial. La ventaja china actual es clara debido a los costos de una serie inmensa de productos, en especial en la estratégica industria automotriz. Los aranceles no podrán compensar tan pronunciadas diferencias. Comenzando con las baterías de litio, su producción y tecnología. Sin olvidar la electrónica y la amplia gama de satisfactores domésticos. Las ventajas de los vecinos en ciencia y tecnología (balística o espacial) han desaparecido o se han compensado con otras que China maneja y proyecta mejor. Los semiconductores o aún más notable, los llamados hardware y software informáticos se han cerrado. Si alguna ventaja permanece en Occidente es debido al capital de las inmensas tecnológicas, todavía dominantes, en esta parte del mundo. Los empeños chinos por lograr la independencia respectiva se ha llevado con diligencia notable. Prueba de todo lo anterior afirmado es el creciente porcentaje del comercio mundial captado por China, desplazando a Estados Unidos del primer lugar, muy a pesar del exitoso tratado que Trump propone alterar.

Mención especial merecen asuntos de transporte marítimo (Panamá) y minería: metales raros que se buscan y encuentran en África o Groenlandia. Minucias, como el cambio de nombre al muy conocido Golfo de México, se empañarán por los cuatro cortos años que le esperan a esta tonta pretensión. Por lo demás, tiempo suficiente se tendrá para procesar con responsable eficacia la insuflada lista de sus prioridades y acomodarlas a la normalidad rutinaria.

Estamos en estos días siendo testigos de una transición hegemónica como no la habíamos experimentado desde el periodo entre la primera y segunda Guerra Mundial, con el ocaso del Reino Unido y la nueva Pax Americana que se institucionalizó con el poderío socioeconómico y militar estadunidense desde 1945. Incluso, desde 1944 (en los acuerdos conocidos como de Bretton Woods, con 44 países, destacando EU, la URSS, China y el Reino Unidos), cuando se iniciaron las negociaciones en las que EU logró imponer un grupo de instituciones que han perdurado hasta hoy en día.

Además de reforzar el sistema de Naciones Unidas, EU no sólo logró imponer el dólar como moneda internacional y de reserva, sino que particularmente un American way of life, una particular forma de democracia (presidencial y/o parlamentaria), así como el multilateralismo con base en la reciprocidad y el libre comercio de bienes y servicios. Instituciones globales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial fueron fundamentales, así como el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y de Comercio de 1947 y la Organización Mundial del Comercio desde 1995. Estados Unidos también se comprometió a financiar parte de esta nueva arquitectura financiera y militar.

La toma de posesión del presidente Trump, el 20 de enero de 2025, pone en cuestión prácticamente la totalidad de conceptos e instituciones fundadas por EU, arriba descritos. En la inauguración y como candidato, Trump repitió: Hacer de nuevo grande a EU y que la decadencia americana ha terminado; la política migratoria, energética y la reforma del Estado serán sus prioridades, según lo publicado por la Casa Blanca en el primer día de la presidencia de Trump.

Más allá del corte eminentemente conservador –regresar a la época dorada de los años 1950 y 1960 de EU– es incluso mucho más importante reconocer que el fundador de la hegemonía estadunidense está erosionando sus propias bases.

Por un lado, al ofrecer perdón a todos los alrededor de mil 600 individuos que han sido acusados de tomar el Capitolio el 6 de enero de 2021; varios incluso ya con sentencias dictadas. Los antecedentes y las implicaciones para la democracia estadunidense –y de otros países– serán profundas, ¿podrá recuperarse la democracia de EU de este embate? Bienvenidos a nuevos debates en América Latina y el Caribe, también en México.

Segundo, las reformas propuestas el primer día de la presidencia de Trump avizoran profundos cambios ambientales y de política económica, buscando que EU recupere fortalezas en los ámbitos energéticos e industriales vía el regreso a energías fósiles (permitiendo que los consumidores y no el gobierno definan las energías a utilizarse y explotarse) y el masivo uso de aranceles en contra de China, Canadá y México, por lo pronto.

Estas iniciativas, las cuales se concretarán a corto plazo con la ratificación de los principales funcionarios del Ejecutivo, reflejan el fin del multilateralismo y la reciprocidad; en el planteamiento de Trump –probablemente ya desde la presidencia de Biden– desapareció referencia alguna al libre comercio. El planteamiento, más allá de los funcionarios, es contundente: EU tomará las medidas unilaterales requeridas en todos los campos que considere pertinentes, sin excepción. Los compromisos históricos de EU en términos realistas, son letra muerta. Bienvenidos a una compleja e incierta transición global.

Tercero, respecto a la política exterior, la Casa Blanca es clara en su objetivo desde el 20/1/25: el presidente ordena: De este día en adelante, la política exterior de Estados Unidos defenderá los intereses estadunidenses fundamentales y pondrá siempre a Estados Unidos y a sus ciudadanos en primer lugar. El multilateralismo y particularmente la reciprocidad son conceptos del pasado; los intereses de EU y su seguridad nacional regirán la futura política exterior de EU, incluso con una significativa influencia de un pequeño grupo de multimillonarios, lidereados por Musk, Zuckerberg y el secretario de Comercio, Howard Lutnick, entre otros.

Las fronteras en las funciones entre empresarios y políticos son borrosas, desde la contienda electoral, y continuarán durante la presidencia de Trump con negocios múltiples de éstos y otros funcionarios en criptomonedas, servicios financieros, autos eléctricos y otros en los países a los que EU buscaría imponer aranceles.

Las reacciones internacionales, más allá de algunos presidentes invitados a la inauguración, han sido diversas. Países como China han destacado la importancia de relaciones estables, respeto mutuo y la política y principio de Una China acordado en 1979.

La agresividad de la nueva política estadunidense hacia Panamá y su interés por adquirir Groenlandia, entre otros, refleja la nueva perspectiva de la política exterior de EU. Trump también dejó en claro el 1/20/25 que impondrá unilateralmente nuevos aranceles a Canadá y a México a partir del primero de febrero. El caso de México es particularmente complejo, ya que Trump explícitamente vinculó los temas migratorios, del crimen organizado y los aranceles. El gobierno de Claudia Sheinbaum seguramente buscará distinguir entre los respectivos temas y lograr negociaciones separadas; por el momento, el poderío de Trump pareciera no estar interesado en una estrategia de este tipo. Es más, no queda siquiera claro si la nueva administración de Trump estuviera interesada en una negociación con México –no existe referencia explícita a tal–, sino que se trata todavía básicamente de un acuerdo entre los propios asesores de Trump, con intereses empresariales y personales diversos, y la elección del Departamento de Comercio de EU.

¿Será?

* Profesor del Posgrado en Economía y coordinador del Centro de Estudios China-México de la UNAM

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