El Centro de Derechos Humanos Tlachinollan reporta que Leuteria recibió 30 lesiones con arma blanca asestadas por Herminio, policía municipal de Alcozauca: el 7 de enero sus padres presentaron la denuncia por feminicidio ante el Ministerio Público en Tlapa. Su cuerpo sin vida regresó a su pueblo el 8 de enero.
Madre de cuatro hijos, y la mayor de nueve hermanos, Leuteria fua
violentada por su esposo Arturo, del que se separó en marzo de 2024.
Tlachinollan refiere que al momento de su separación acudió a la
sindicatura de Alcozauca para exigir la custodia de sus hijos, pero no
se la concedieron por no tener una casa. Se fue entonces a vivir y
trabajar con sus padres en el poblado de Cruz Fandango. Cada ocho o
15 días bajaba a la cabecera municipal para ver a sus hijos, y llegaba a
la casa de Arturo, donde les lavaba la ropa y les hacía de comer
.
En octubre de 2024 consiguió trabajo de policía municipal en
la Dirección de Seguridad Pública del ayuntamiento de Alcozauca, donde
desde el inicio se quejaba del hostigamiento de sus compañeros, que le decían que era una loca y que entró como policía porque le gustaba andar con hombres
.
El policía Herminio de Dios Bautista la acosaba en las guardias y, de
acuerdo al centro de derechos humanos, la amenazó con quitarle el
trabajo si no se acostaba con él. Leuteria lo denunció ante el
presidente municipal, pero no pasó nada, y ella, el 20 de diciembre,
consiguió un empleo como cocinera del albergue del DIF municipal. Luego
la cambiaron a tránsito municipal. Herminio no paró de hostigarla y
acosarla. Y el 5 de enero la atacó hasta matarla. El feminicida fue
detenido.
Todas las violencias se juntan en la historia de Leuteria. Su feminicidio es consecuencia de un sistema violento desde sus entrañas. Que el culpable pague por su asesinato será la mínima justicia.
gobiernosde la misma ralea instalados en algunos países latinoamericanos y a un grupo de achicharradas
personalidades, es decir, ex mandatarios títeres e impresentables (como Felipe Calderón, Vicente Fox, Iván Duque, Andrés Pastrana, Jorge Tuto Quiroga, Mario Abdo, Mireya Moscoso, Guillermo Lasso y Laura Chinchilla, integrantes de Iniciativa Democrática de España y las Américas, regenteada por el franquista José María Aznar), comprometido a
acompañar a Edmundo González Urrutia (asilado en España) para juramentar y asumir su mandato constitucionalen Caracas. Desde luego, todo ello aderezado con una burda cuan escandalosa, mentirosa y sucia campaña de la prensa afín a la pandilla.
Esa es la fallida orquesta de marionetas demócratas
que
intenta meter las manos en Venezuela, en el más reciente caso: desde el
actual inquilino de la Casa Blanca y su enloquecido sucesor, recién
condenado por un tribunal estadunidense, hasta la pandilla carca, con
Aznar como cabeza visible, la cual ni lejanamente acompañó
al títere Edmundo González Urrutia a tomar posesión
(simplemente se instaló en lujoso hotel ubicado en un tercer país y de
allí no se movió, salvo para levantar la copa, mientras el presidente electo
ni siquiera se aproximó a territorio venezolano), sin olvidar el
repetitivo espectáculo mediático de María Corina Machado –cursi como una
cebolla– con su flácida concentración
en Caracas y falso secuestro
.
Pero, ¿por qué tanto interés de la Casa Blanca en luchar por la democracia
venezolana? Se puede dimensionar fácilmente: las mayores reservas
petroleras del mundo (estimadas en más de 304 mil millones de barriles,
más voluminosa riqueza mineral) que casualmente se ubican en… Venezuela
(ya se quedó con las de Irak, que suman 145 mil millones y para ello
también luchó por los hombres libres
, como en tantos otros países
en los que expolia sus recursos naturales), a las que no ha podido
meter la mano, con todo y su ejército de marionetas, impresentables y prensa libre
,
siempre dispuestos a justificar las innumerables intentonas
desestabilizadoras para derrocar a Chávez, primero, y a Maduro, después.
De por sí enloquecidos, agresivos, injerencistas y
expansionistas, a la lista de inquilinos de la Casa Blanca se suma, por
segunda ocasión, un bravucón que, de entrada, pretende anexionarse
México, Canadá, Groenlandia, Panamá, Honduras y las naciones que se le
ocurran, por lo que Venezuela no podía quedar fuera de su jugada. Para
este último país, y como parte del vodevil, siempre creativos, ahora Joe
Biden y Donald Trump juegan a los sheriffs del wild, wild west y como en aquellos tiempos ofrecen una recompensa de 25 millones de dólares por el arresto o condena de Nicolás Maduro
,
el día de su juramentación como presidente de Venezuela, dentro de un
nuevo paquete de medidas que incluye también sanciones contra
funcionarios vinculados a instituciones chavistas (como Diosdado
Cabello) y con el que Estados Unidos quiere dejar claro su
reconocimiento al opositor Edmundo González como presidente electo
.
Pero, una vez más, les falló y, por tercera ocasión consecutiva,
Nicolás Maduro juramentó como presidente de Venezuela, y si hay
problemas que atender, pues que los resuelvan los propios venezolanos.
Entonces, siguiendo su propio ejemplo y dado el tradicional bandolerismo de los mandatarios estadunidenses (golpes de Estado, invasiones, expansionismo, injerencia, invasiones, esclavismo, cárceles ilegales, bloqueos, asesinatos, hurto de recursos naturales y mucho más), ¿cuánto ofrecería la comunidad de naciones por el arresto y condena histórica de los 47 presidentes de aquel país (sólo sobreviven cinco, incluido Trump) por los latrocinios por ellos cometidos a lo largo de 249 años de independencia? (utilicen la calculadora científica).
Las rebanadas del pastel
Eso sí, los demócratas decentes
que luchan por Venezuela
,
con la Casa Blanca de titiritero, apoyan, justifican y financian el
genocidio en Gaza, y protegen al homicida Benjamin Netanyahu, cuyo
saldo, hasta ahora, es de alrededor de 42 mil asesinatos (mujeres y
niños, la mayoría), cerca de 100 mil heridos, miles de desaparecidos y
90 por ciento de la población obligada a desplazarse en condiciones
infrahumanas. Pero se dicen decentes
.
convencer, con todo tipo de amenazas y medidas de presión, a sus colegas ruso, Vladimir Putin, y ucranio, Volodymir Zelensky, de empezar a negociar un necesario alto el fuego como primer paso para un arreglo político del conflicto que enfrenta a estos dos pueblos eslavos, otrora hermanos y ahora separados para siempre.
Hoy por hoy, viendo las cosas con realismo, no existen condiciones para iniciar negociaciones de paz, las cuales presuponen concesiones recíprocas que ni Moscú ni Kiev se plantean hacer y, si aspira Trump a ser reconocido como paladín de la paz, no debería asumir como suyas las demandas de una sola de las partes.
Lo que propone Zelensky para sentarse a negociar es inaceptable para
Putin y también para sus aliados europeos, no se diga estadunidenses:
garantías sólidas de seguridad que podrían ser, según él, el ingreso
inmediato a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) o el
despliegue de tropas extranjeras, con la salvedad de que no serían para
asegurar que se respete un cese de las hostilidades, sino para imponer la paz
a Rusia.
Y lo que quiere Putin tampoco lo pueden admitir Zelensky y sus apoyos foráneos: ceder para siempre Crimea, Donietsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, que equivalen a cerca de 20 por ciento de su territorio, renunciar a su adhesión a la OTAN y desarmar su ejército, y esto sólo para comenzar a hablar de los términos de la capitulación definitiva de Ucrania.
En ese contexto de posiciones antagónicas, forzados por la carga cada vez más pesada de esta guerra de desgaste en que Ucrania no puede expulsar a las tropas rusas de su territorio y Rusia tampoco puede infligir una derrota demoledora al enemigo, rompiendo sus defensas simultáneamente en varios sitios de los mil 200 kilómetros del frente y poniendo en riesgo de caer a ciudades clave como Kiev, Dnipró, Odesa o Járkov, es previsible que si llegaran a comenzar conversaciones este año, no podrán ponerse de acuerdo en la cuestión territorial y las garantías de seguridad. De ser así, la respuesta a la pregunta del título de esta entrega es lamentablemente obvia.
desconocer las órdenes ilegales que les sean dadas por quienes confiscan el poder.
Apenas el pasado jueves, en el Palacio Nacional de Santo Domingo,
cobijado por un grupo de expresidentes latinoamericanos conservadores,
incluidos los mexicanos Vicente Fox y Felipe Calderón, González anunció
que tomaría posesión de la presidencia en Caracas. No pudo hacerlo. Y, a
pesar de decir en su comunicado de ayer que los soldados son parte del mismo pueblo y le deben obediencia a través de mí
, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana ratificó su lealtad a Maduro.
Sus seguidores tampoco mostraron músculo en las calles. A pesar de que dijeron que movilizarían a un millón de personas, a sus protestas del pasado jueves asistieron apenas un par de miles. Así que, para alcanzar notoriedad, inventaron un supuesto arresto de su líder María Corina Machado, que nunca aconteció y del que no presentaron evidencia alguna.
Sin embargo, aunque no comande al ejército de su país, ni tenga control sobre territorio alguno, ni gobierne y tenga que enviar mensajes públicos desde otra nación, González cuenta con el apoyo de una parte de la comunidad internacional –de manera destacada de Estados Unidos e Israel–, que lo reconoce como presidente. Se ha convertido así en la caricatura del ya de por sí personaje de historieta Juan Guaidó, que tan buenos servicios brindó a las potencias imperiales que lo auparon, entregándoles riquezas venezolanas.
Y, aunque este apoyo colonial se presente como parte de una cruzada democrática y por la defensa de los derechos humanos (tan convenientemente olvidados en el caso del genocidio en Gaza), las razones por las que las elecciones venezolanas alcanzaron notoriedad mundial son de otra naturaleza. Venezuela es una potencia en materia de energía. Cuenta con la mayor reserva petrolera del planeta, la cuarta reserva de gas y con una poderosa industria petroquímica, que las grandes potencias quieren controlar para su beneficio.
Acompañando las medidas coercitivas unilaterales en su contra, Estados Unidos y Gran Bretaña han cometido contra Caracas verdaderos robos en despoblado, que en nada envidian a los perpetrados por los antiguos corsarios. El fondo buitre Elliot Mangement se quedó con la empresa estatal petrolera Citgo y su red de distribución y refinerías en Estados Unidos, cuyos activos equivalían a 10 por ciento del PIB venezolano. Mientras tanto, los piratas británicos retienen 31 toneladas de lingotes de oro del país caribeño, que se encuentran bajo la bóveda del Banco de Inglaterra, con un valor de mil 900 millones de dólares. Al apoyar a González, los Amos del Universo quieren seguir adelante con ese pillaje.
El reconocimiento
del candidato opositor, está sustentado en
la divulgación en la página web de la Plataforma Unitaria Democrática
(PUD), de 83.5 por ciento de las actas electorales, que supuestamente
demuestran su triunfo en los comicios del pasado 28 de julio. Sin
embargo, como quedó demostrado desde el primer momento, muchísimas de
esas actas son falsas. El análisis de los metadatos de los supuestos
comprobantes de mesas electorales presentados confirma el megafraude
opositor.
Al asumir ayer como presidente, Nicolás Maduro advirtió el porqué las grandes potencias no lo quieren al frente de su país. No
he sido, ni seré jamás presidente de las oligarquías, de los apellidos,
de los supremacismos, ni de los imperialismos. Tengo un solo dueño: el
pueblo de a pie
, dijo. De paso, hizo un llamado a un amplio diálogo para avanzar en una reforma constitucional.
En representación de la presidenta Claudia Sheinbaum asistió a la
toma de posesión de Maduro nuestro embajador en ese país. Y, en una
acción que revindica las mejores tradiciones de la diplomacia mexicana,
basada en la autodeterminación de los pueblos, la mandataria afirmó: quien debe decidir sobre Venezuela es el pueblo de Venezuela
.
Así de claro y sencillo: el país caribeño debe de ser para los
venezolanos, no para las imperios y sus trasnacioanales, que ambicionan
su petróleo, su gas y sus recursos naturales.
secuestrode la señora Corina Machado los desmentidos y refutaciones en pro de la objetividad también juegan una parte activa en el efecto que dicha oposición busca provocar.
La finalidad de lanzar un bulo que mencione a esa persona es lograr
el simple contacto noticioso con la parte indiferente de la opinión
pública; por eso se usa el secuestro
como carnada
sensacionalista, ajena a la política, que instala el nombre de la
opositora en terrenos hasta ahora intocados en la atención de la parte
del público refractaria al interés social. Cualquier aclaración o revire
posterior sólo amplía ese efecto, junto con el resto del polvo
levantado por la discusión. El fin es fabricar con esa gente una masa
útil, interesada en la toma de posesión
opositora y borrar el
asunto central: el enésimo intento estadunidense por derrocar al
gobierno chavista, para robar así la soberanía y los bienes naturales y
económicos de Venezuela.
Anselmo Galindo
Solidaridad ante la tragedia en Los Ángeles
Manifestamos nuestra solidaridad, empatía y fraternidad con el pueblo estadunidense, de California, y en particular de la ciudad de Los Ángeles, ante la muy lamentable y dolorosa destrucción provocada por los gigantescos incendios que sufre en estos momentos.
Francisco Martínez Marcué, Benito Collantes por veteranos del 68; Juan José Dávalos López
Abuso de poder, según Biden
Biden, presidente estadunidense, según nota de La Jornada, llamó a resistir frente al odio y al abuso de poder, el mayor de los pecados. Biden reitera en contradecirse y engañar al pueblo de su país y al mundo entero. Habla de abuso de poder cuando envía toneladas de armas y bombas para aniquilar, matar, destruir, junto con Netanyahu y su ejército genocida, a la población civil de Gaza; más de 46 mil civiles según últimas cifras, y lo peor, la inmensa mayoría mujeres, niños y personas mayores de 65 años. Biden no hace honor a la palabra de su padre, quien consideraba el abuso de poder como el mayor de los pecados.
José Lavanderos
Invitaciones
Obra: Las manos que manchan el cristal
El centro cultural El Albergue del Arte, Artemisa Teatro y Tadeco Teatro invitan a la corta temporada de la obra Las manos que manchan el cristal de Juan Cristóbal Castillo. Dirección: Juan Carlos Cuéllar. Reparto: Águeda Valenzuela, Gustavo Ávila y Jair Preciado. La Natividad significa el acto de nacer. Es una festividad para celebrar el nacimiento del hijo de ese Dios que nos quiere dar esperanza en la noche más fría y oscura del año. Noche para examinar y evaluar nuestra vida y pensamiento, sentimientos y acciones. Para recordar, dar gracias y perdonar. Pero qué pasa cuando en esta noche tan significativa aparece una mancha de descarnada realidad que trastoca y ensucia y hace que se nos olvide la esperanza y por lo tanto nuestra humanidad. Olvidando que, en esta natividad, nuestra natividad, todos los niños son sagrados.Funciones sábados 11, 18 y 25 de enero a las 19:30 horas, en el centro cultural El Albergue del Arte, ubicado en el Alberto Zamora 32, colonia Villa Coyoacán. Reservaciones al 55-5554-6228. Entrada libre
¡No dejemos de hablar de Palestina!
Mañana, como todos los domingos, estaremos en plantón en el Ángel de la Independencia de dos a cuatro de la tarde en protesta por la agresión y el genocidio contra el heroico pueblo palestino perpetrado por el estado sionista de Israel. Por tal motivo, convocamos a todas y todos a solidarizarnos con esta lucha. Te esperamos.
Daniel Rossell, Héctor Cifuentes, Maricarmen Jiménez, Silvia Ramos, Ignacio Hernández, Josefina Mena Abraham, Gilberto García Mora Ibarra
Protesta en embajada de EU
A movilizarnos contra las políticas antimexicanas de Donald Trump este lunes 20 de enero desde mediodía en la embajada de Estados Unidos en Ciudad de México y los consulados en el país. Hagamos frente a las agresiones antimigrantes del presidente electo contra nuestros paisanos y nuestro país.
María García, Coalición Binacional vs Trump
libre y soberano de Jalisco, misma que le dio su nombre a la más afamada y distinguida de las bebidas alcohólicas mexicanas, hay en el oriente y el sur de nuestro país por lo menos otras dos, muy pequeñas por cierto, que también lo ostentan.
Nunca he estado ahí, pero seguramente deben ser pedregosos y con mucha hierba, lo mismo que el poblado jalisciense, pues tal es el significado en náhuatl de esta palabra: tetl, quílitl y lan.
Como no falta quien quiera adornarse sin saber bien a bien, apareció
antaño el aserto –falso a todas luces– de que el nombre de tan
entrañable población quería decir lugar donde se trabaja
. Supuestamente venía de tequio. No sabemos si ello era para enaltecerla o para denigrarla...
Aparte de que resultaría rarísimo e inexplicable que se bautizara así a una población, lo normal es que los topónimos tuvieran relación con el terreno y no con actividades que tenían que ver con lo que sucedió cuando ya existían.
De hecho, la bebida no recibe el nombre tanto por lo que se hubiera hecho en la misma población, sino en todo el corregimiento
del que era cabecera, aunque con el tiempo, gracias a la abundancia de
agua en las inmediaciones de Tequila se establecieran más tabernas
.
Asimismo, ahora se sabe que fue en realidad en el vecindario del poblado de Amatitán donde se desarrolló primero dicha producción para satisfacer y medrar de las ansias de remojar el gaznate que tanto requerían los borrachotes españoles.
Lo cierto es que, por su calidad y eficiencia, el aguardiente que se sacaba de los agaves correspondientes se defendió por sí solo y, con el tiempo fue ganando clientela, a pesar de muchos desfiguros y abusos de sus principales fabricantes.
El ejemplo más claro y reciente es el gran descrédito que ocasionó la marranilla que se mandó a Estados Unidos durante la ley seca de los años 20 y después, durante la Segunda Guerra Mundial.
Del descalabro de la exportación tardó la industria muchos años en reponerse. Más ahora, en especial desde los años 90 del siglo pasado, circunstancias del mercado permitieron que, mejorando la calidad, se le abrieran las puertas también en Europa donde, por cierto, no faltaron en los malos tiempos pillastres que llamaran tequila a unos aguardientes abominables.
Recuerdo un tequila que se llamaba El sombrero fabricado, en España, según decía, con licencia de Porfirio, Juárez y Co. Se ofendieron algunos asistentes a una conferencia sobre el tequila que impartí en Madrid, cuando inventé, cínicamente, que yo tenía una empresa en México que estaba empezando a preparar un brandi con licencia de Franco, Borbón y Asociados...
Ahora el tequila goza de una salud espléndida, con el auxilio del Consejo Regulador, a pesar de algún pillastre que trabajó en él, y también de la Cámara correspondiente, pero el mérito mayor se debe a fabricantes probos que han hecho las cosas como Dios manda.
Estoy esperando las últimas cifras de producción y venta para hacer un análisis más cuidadoso. Sin embargo, no se necesita ser muy aguzado para darse cuenta de la bonanza que prevalece.
Nuestra forma de imaginar es una condición fundamental de nuestra forma de hacer política. La imaginación es política. La política no funciona, de un momento a otro, sin nuestra capacidad de imaginar. Didi-Huberman lo dice en el contexto de las tristes definiciones que el nazismo hizo del término
puebloy que, 20 años después, retomaron pensadores como Guy Debord y Giorgio Agamben: “Terminan estableciendo una especie de equivalencia desilusionada entre democracia y dictadura al nivel de una antropología de la
gloria, es decir, porque las imágenes y los pueblos fueron reducidos al principio, con Carl Schmitt, a puros procesos de servidumbre; los segundos, con Debord, a cuerpos puramente serviles. El pueblo no es otra cosa que lo que Schmitt y Debord dicen de él: es decir, algo que sólo puede definirse negativamente por exclusión”. El ideólogo nazi Schmitt, y Debord, el situacionista del 68, coinciden en la misma falta de imaginación que les hace condicionar su forma de hacer política. Su imagen de
puebloresulta ser: todos los que en un teatro no son actores, todos los que no tienen preminencia por su riqueza, posición social o educación. Ese término negativo de
pueblose aplicará de nueva cuenta durante el 1968 francés con el situacionismo que vio en la
sociedad del espectáculoa una masa encandilada por las luces del foro de televisión o cine. Agamben, por su parte, asimila el término
gloriaa la
aclamaciónque los nazis le otorgaban al pueblo como única actividad política.
Aclamación, para los nazis, era la propaganda. Y, aquí en el México de la 4T, hubo opositores de la derecha que utilizaron la definición de Carl Schmitt para atacar los niveles de aprobación presidenciales como efectos de los medios y no de los desempeños. En un país en que la oposición domina los medios corporativos y contra la que sólo existió La Mañanera. Uno de los opinadores de la derecha llegó a acuñar el término
dictadura plebiscitariao, como dicen los fachos europeos de estos días,
democracia totalitaria. Como señala Didi-Huberman, el problema con las
aclamacioneses que dejan a un lado toda la historia de las protestas, las resistencias, las revoluciones donde no todo es decir
sí o noal poder y la gloria. En la otra cara de la
aclamaciónestán los proyectos, las prácticas de la política, los sueños, los futuros. Es decir, está la imaginación..
No esperamos el futuro, sino el pasado –parafraseo a Walter Benjamin–, al referirme al horizonte político. No es el futuro de salvación al que estamos tan habituados, sino toda la persistencia de las causas perdidas. Son las que van alumbrando con intermitencia nuestro paisaje del presente. Una vez derrotadas, no son olvidadas ni se cierran o desaparecen, sino que persisten en formas de resistencia, de supervivencia. No son tradiciones o costumbres, sino las imágenes de los oprimidos, vulnerables y considerados excluidos. Ese es un nuevo tipo de pueblo. Todo aquello que para la derecha es prescindible, desechable, despreciable, va construyendo la nueva imagen que reaparece con persistencia. Son como las luciérnagas. El deseo que apela tanto a la memoria como a la esperanza. Lo que seguimos deseando, imaginando, sintiendo y pensando, a pesar de. Es una experiencia que, como todas, proviene de contestar un estado de cosas, una injusticia.
Didi-Huberman se refiere, entonces, a cómo la imaginación
onírica ayuda a fundar una postura política. Pone de ejemplo la terrible
recolección de los sueños que tenía la gente común durante el ascenso
de los nazis en Alemania, hecha por Charlotte Beradt en 1933. Transcribo
dos de esos sueños. Uno dice: “Voy a enterrarme en plomo. La lengua ya
está soldada con plomo, encerrada en el miedo. El miedo desaparecerá
cuando esté todo cubierto de plomo. Quedaré inmóvil, lleno de plomo.
Cuando vengan por mí, diré: ‘El plomo no puede levantarse’”. El otro
sueño es: Soñé que ya no sueño con nada más que rectángulos, triángulos y octágonos, que de alguna manera parecen galletas de Navidad
.
Hay sueños en que se decreta que las casas tumben sus paredes, otros en
que hacer el saludo nazi le cuesta tanto esfuerzo al brazo del soñante
que Goebbels mismo le repudia: No quiero su saludo
. Se suceden
sueños de una señora que piensa en el diablo escuchando su ópera
favorita pero, de alguna forma, la policía ha podido leer su mente y la
detienen por pensar en Hitler; una mujer que sueña que su lámpara la
escucha; otra que sueña que habla en ruso para que los demás no la
entiendan hablar contra los nazis, pero, como ella tampoco sabe ruso ni
en la vida ni en el sueño, lo hace para que yo misma no logre entenderme
.
Esas articulaciones oníricas son la conciencia de una postura política
y, también, del deseo de liberarse de la situación de opresión. La
lectura del libro de Didi-Huberman me tomó por sorpresa: en 1975, nueve
meses antes de ser asesinado brutalmente a golpes, el cineasta Pier
Paolo Pasolini publica un artículo sobre la desaparición de las
luciérnagas. Su tesis política es que el fascismo no fue derrotado en la
Segunda Guerra Mundial, sino que continuó en Europa gracias al
totalitarismo del mercado y las democracias cristianas. El también poeta
italiano se lamenta de que desaparezcan las señales que unos a otros
nos echamos en medio de la noche. Por otro lado, un sobreviviente del
horror nuclear en Nagasaki, el doctor Shimomura, es quien estudió la
bioluminiscencia de estos insectos. Todo parece un sueño de los
sobrevivientes, tanto la catástrofe definitiva, como de la vida de los
otros mundos dentro de este mismo.
Hannah Arendt, quien promovió la publicación de los sueños del
ascenso nazi, ya en los años 60, reflexiona sobre esa experiencia de
tomar la palabra legítima como punto de partida de todo poder: La memoria debe ser una fuerza, no un fardo
. Coincide, en el fondo, con las últimas líneas de Freud en La interpretación de los sueños: Este futuro, tomado por el soñador como su presente, ha sido formado a semejanza del pasado por su indestructible deseo
.
Y eso es justo desde donde habla lo que llamamos pueblo y la derecha tacha simplemente de tiranía de la mayoría
. Todavía andan por ahí las luciérnagas.
La respuesta del gobierno del dictador Porfirio Díaz, el cual siempre estuvo del lado de las minorías empresariales y no del pueblo, fue una sanguinaria represión. Decenas de trabajadoras y trabajadores fueron asesinados. Sin embargo, la represión autoritaria no significó una derrota de la rebelión obrera. La huelga de Río Blanco se convirtió en uno de los eventos precursores de la Revolución Mexicana y sus ideales terminaron plasmados en el artículo 123 de la Constitución de 1917.
Es importante traer a la memoria a los mártires de Río Blanco porque
su heroico ejemplo resulta especialmente valioso en los momentos de
transformación que vive nuestro país. Nos enseñaron la importancia de
luchar por el incremento salarial y la reducción de la jornada laboral,
al mismo tiempo que demostraron un hecho central: el trabajo tiene que
ser siempre digno y socialmente útil
.
El programa Jóvenes Construyendo el Futuro precisamente surge con el objetivo de generar oportunidades para las y los jóvenes mexicanos, los cuales fueron abandonados a su suerte durante el régimen neoliberal, neoporfirista. Frente a una visión que calificaba despectivamente a las y los jóvenes como ninis, como los que ni trabajan ni estudian, los gobiernos de la Cuarta Transformación hemos trabajado por garantizar su derecho al trabajo, por impulsar su formación y capacitación para que puedan superar las barreras estructurales existentes e incorporarse plenamente al mercado laboral. Al día de hoy, se han beneficiado 3 millones de jóvenes, con una inversión de 128 mil millones de pesos.
El régimen neoliberal, neoporfirista, pretendió cancelar el futuro de las y los jóvenes mexicanos, queriéndolos despojar de cualquier horizonte de posibilidad, de cualquier mecanismo para construir una vida libre y plena.
Hoy, gracias a los gobiernos de la Cuarta Transformación, eso ha cambiado radicalmente. Hoy el programa Jóvenes Construyendo el Futuro va en camino a ser un derecho fijado en la Constitución. Hoy es una política pública que garantiza el derecho al trabajo de las personas jóvenes de entre 18 y 29 años, que se encuentren en desocupación laboral y no estén cursando algún nivel de educación formal. Habilita que tengan acceso a un apoyo económico mensual, equivalente a un salario mínimo general vigente, con el propósito de que se capaciten para el trabajo por un periodo de hasta 12 meses. De esta manera, hemos asegurado la protección de los derechos de las y los jóvenes y garantizado su acceso al trabajo digno, así como propiciado la creación de oportunidades que permitan su desarrollo integral.
El programa nos ha permitido estar cerca de las y los jóvenes y constatar su pasión, su inteligencia, su espíritu solidario, su curiosidad insaciable, su ánimo para el trabajo, su compromiso con el país. Sus características particulares nos han hecho detenernos y reflexionar sobre las luchas de las y los trabajadores en el pasado. Nos han dejado como máxima enseñanza que la fuerza de los procesos de transformación social no sólo viene de una búsqueda por construir un mejor futuro para las generaciones del mañana, sino también de una búsqueda por redimir a las generaciones pasadas, aquellas que nos precedieron en la lucha por la construcción de un país más justo.
*Secretario del Trabajo y Previsión Social
A modo de prólogo, un ejercicio de memoria reciente. Hace un mes, el Tribunal Constitucional de Rumania anuló la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Se han suspendido unos comicios en un país de la UE y de la OTAN y aquí no ha pasado nada. ¿La razón? Unos informes poco concluyentes de los servicios de inteligencia que apuntan a una injerencia extranjera –eufemismo para referirse a Rusia– que habría favorecido a Calin Georgescu, el candidato outsider de extrema derecha que se impuso en la primera vuelta. Las alarmas no se encendieron por sus postulados ultras, por supuesto, sino por su discurso contra la OTAN y a favor de Putin.
Tras este apunte, vayamos al grano. Donald Trump y Elon Musk han comenzado a avasallar sin haber pisado todavía la Casa Blanca. No debería sorprender. Aplican a la política la estrategia matona que aplican en los negocios. Es, en el fondo, un esquema negociador. Está basado en una perversa concepción de las relaciones humanas, saca a relucir lo peor de cada uno, pero en su lógica, es un esquema negociador. Dejarse intimidar sería un primer error de difícil vuelta atrás.
La ofensiva de Trump en lo que respecta a Europa se ha concretado en una amenaza de mayores aranceles si no se le compra más gas y petróleo, así como en la pretensión de dominar Groenlandia, cuya cotización geoestratégica aumenta a cada litro de hielo que se derrite. Musk, por su parte, trata de repetir al otro lado del Atlántico la jugada que tan buenos réditos le ha dado en Estados Unidos. Y para ello ha elegido a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AFD), que será la segunda fuerza más votada, según todos los sondeos, por detrás del candidato conservador de la CDU, Friedrich Merz.
Musk entrevistó el jueves en X, red social de su propiedad, a la candidata de la AFD, Alice Weidel, para la cual ha pedido ya el voto en reiteradas ocasiones. Su motivación se entiende mejor si atendemos otra noticia de esta semana: Musk está a punto de cerrar un megacontrato con el gobierno italiano de la ultraderechista Georgia Meloni para hacerse cargo del sistema de telecomunicaciones.
A la amenaza anexionista de Trump han contestado tímidamente algunos
países europeos como Dinamarca –directamente afectada, pues Groenlandia
está bajo su soberanía–, Alemania o Francia. La Comisión Europea, con su
presidenta, Ursula von der Leyen, convaleciente de una fuerte neumonía,
calla. El silencio aún es más escandaloso en el caso de Musk y las
elecciones alemanas. “ Don’t feed the troll”, ha dictado el presidente saliente, Olaf Scholz. Es una elección política, por el momento, el no alimentar todavía más ese debate
, indicaron desde la Comisión.
El escenario puede resumirse así: Alemania está a punto de celebrar unas elecciones cruciales en las que el presidente electo de EU y un futuro miembro de su administración, que además es el hombre más rico del planeta, están haciendo campaña activa a favor de una candidata que llama comunista a Adolf Hitler. Para ello, están utilizando la visibilidad que otorga una red social de su propiedad, cuyos algoritmos, según se ha demostrado en otras ocasiones, manipula para potenciar y visibilizar los mensajes que le interesan. En nombre de la libertad de expresión, sin embargo, Europa se limita a señalar que ya hay una investigación en marcha desde hace tiempo y que Musk tiene derecho a dar su opinión.
Faltaría más, pero no hablamos de la opinión de Musk, sino del poder que tiene para alterar las reglas del juego y dar preminencia a esa opinión. Es exactamente lo contrario a un debate libre en igualdad de condiciones. La Comisión tiene en la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés) las herramientas necesarias para intervenir y frenar este despropósito, como ha recordado estos días el ex comisario francés Thierry Breton, pero prefiere hacer oídos sordos.
Para ello, opta por confundir planos. Porque ignorar y no comentar para nada la entrevista entre Musk y Weidel es una decisión inteligente, pero cerrar los ojos ante la desleal e impertinente irrupción del hombre más rico del mundo en una campaña –que pretende alterar con recursos que otros no tienen– no es una opción. Los indicios de injerencia que han servido para anular las elecciones en Rumania han sido, desde luego, mucho menores.
Puede que en Bruselas se sientan una esbelta jirafa que alza su cuello por encima del fango y el arbolado, ignorando afrentas mundanas y mirando más allá, pero la imagen ofrecida al mundo apenas es la de un avestruz escondiendo su cabeza debajo de la tierra. ¿Si este es el comienzo, cuál va a ser la posición negociadora de la UE con la nueva administración estadunidense?
Con motivo del centenario del líder comunista Arnoldo Martínez Verdugo, quien nació un 12 de enero de 1925 en Mocorito, Sinaloa, me gustaría convocar la pionera forma en la que abordó el vínculo entre el pasado y futuro. Fue el último secretario general del Partido Comunista Mexicano, cargo al que arribó tras la cruenta represión de 1959, que llevó a la cárcel a decenas de líderes obreros, campesinos y de la izquierda. Dirigió el partido desde 1960 hasta su disolución en 1981. En ese periodo hizo del PCM un importante protagonista de los procesos de convergencia de las izquierda, como lo fue el Movimiento de Liberación Nacional, o de activa movilización frente a la sociedad, como lo fue el Frente Electoral del Pueblo. Arnoldo fue, también, pieza clave para que el PCM dirigiera sus esfuerzos hacia un programa de democratización, mismo que pasaba por laobtención de derechos políticos para las izquierdas. Gran parte de este trayecto se explica en Obra de un dirigente comunista, compilación hecha por Elvira Concheiro e insumo clave para mirar los derroteros de la izquierda mexicana en el siglo XX.
La relación de Martínez Verdugo con el pasado denota su cualidad de líder. Por ejemplo, en 1970 elaboró un libro con la historia del PCM, que muestra lo que consideró eran errores e insuficiencias en la caracterización política del régimen posrevolucionario y sembró el terreno para el proceso de modernización que tendrá su máxima expresión en el programa del XIX Congreso, cuya vigencia estriba en la posición socialista y democrática de abordar los grandes problemas nacionales. Más tarde, sin desechar la ardua historia del comunismo, dio un paso al que pocos líderes asociados a esa corriente se atrevieron: impulsar la disolución de la organización con miras a lograr la unidad de las izquierdas. En su concepción, el socialismo era un proyecto histórico de gran calado cuya vitalidad tenía que superar las fronteras impuestas por siglas, banderas o himnos.
El momento más sugerente es el que convocó a que en 1983 se fundara el Centro de Estudios del Movimiento Obrero y su órgano de difusión: Memoria. En esos años, Martínez Verdugo trabajó en la recuperación de los documentos, periódicos, carteles y fotografías que componen el archivo de las izquierdas. En este marco, impulsó una revisión de la actitud de los comunistas en los momentos claves del movimiento obrero para comprender la forja del modelo autoritario. Paralelamente incentivó la relectura de marxistas latinoamericanos como Mella o Mariátegui y propuso una visión renovada de Hernán Laborde, diputado comunista desaforado durante el Maximato y principal dirigente del PCM en el cardenismo.
Alejado de cualquier tipo de nostalgia, el ejercicio político de
Martínez Verdugo con la creación de aquellos espacios de preservación de
la memoria, conectaba la herencia político-ideológica de las izquierdas
con la construcción del futuro. Así, la memoria del comunismo no era
–parafraseando a Wenceslao Roces– un volcán apagado, sino lava ardiente
que en su avance producía nuevos sedimentos. El tipo de memoria que
propuso conservar no refería a un catálogo de reliquias, sino a la
preservación de la herencia que generaciones pasadas que, con su
esfuerzo, voluntad y no pocas veces sacrificio, legaron ricas
experiencias en la lucha por la libertad. Así, un ejemplo paradigmático
se dio cuando en el transcurso de la gestación del partido que daría
continuidad al movimiento de 1988, Martínez Verdugo recordó que las
izquierdas habían luchado abiertamente contra el presidencialismo y
animaba a abrir el debate sobre la necesidad del modelo parlamentario
como uno al cual las izquierdas debían aspirar. Esta posición, presente
en los primeros programas electorales del PCM, se heredó al PSUM y al
PMS, y se desvaneció bajo el signo de la transición a la democracia
neoliberal.
El centenario de Martínez Verdugo es apenas un recordatorio de la necesidad de reconstruir nuestro pasado en la clave esencial del proyecto socialista inseparable de la democracia; aun más, en el legado con respecto al derrotero de la identidad política: el cultivo de la memoria como un valioso instrumento para los combates del presente y del futuro.
* Investigador UAM
Sumidos en la miseria, trabajaban 14 horas diarias. Ganaban salarios de hambre. Los obligaban a comprar en las tiendas de raya productos caros y de mala calidad. Eran vigilados y castigados por los capataces, representantes de los dueños, muchos de ellos, españoles, franceses o ingleses. No tenían derecho a indemnización por accidentes laborales; si se dañaba una pieza tenían que pagarla.
En octubre de 1906 estallaron huelgas en las fábricas de Santa Gertrudis y Santa Rosa, en protesta por la reducción de salarios. Se levantaron sin lograr sus objetivos, pero estallaron otras dos en San Ángel y San Antonio Abad, en la Ciudad de México. Pedían aumento de salarios y reducción de la jornada. En diciembre se fueron a huelga 30 fábricas textiles de Puebla y 10 más de Tlaxcala.
Los patrones se unieron en el Centro Industrial Mexicano para hacer frente común a los obreros. Emitieron un reglamento que establecía una jornada de 6 am a 8 pm, con 45 minutos para desayunar y comer. Prohibía leer periódicos o revistas. Mantenía las multas y el derecho patronal a despedir a quienes crearan desórdenes.
Los obreros elaboraron su propio reglamento. No aceptaban pagar las refacciones; exigían poder leer revistas; rechazaban las tiendas de raya y despidos por actividades sindicales; exigían que el patrón pagara la mitad de gastos por accidentes laborales y salarios diferenciados por tipo de trabajo, y solicitaron la mediación del presidente Díaz, que los patrones rechazaron y organizaron un paro patronal en Orizaba, Querétaro, Distrito Federal y estado de México. 30 mil trabajadores no pudieron entrar el 24 de diciembre de 1906. El 31, los patrones aceptaron la mediación presidencial.
Díaz se reunió con ambas partes el 3 de enero de 1907. El 4 emitió un laudo que establecía el fin del paro para el 7 de enero; que las multas fueran para ayudar a viudas y huérfanos de los trabajadores; que sólo pagaran el equipo dañado por negligencia y que los supervisores llevaran un cuaderno de control de cada trabajador sobre su conducta y eficiencia. También comprometía a los obreros a no realizar huelgas.
Al conocerse el laudo presidencial algunas fábricas decidieron
regresar a labores el 7. En asamblea el 6 en Río Blanco y Santa Rosa se
rechazó. Un obrero gritó: ¡primero mártires que esclavos!
El lunes 7 el ambiente era tenso. Las familias de los trabajadores no tenían alimentos. Afuera de las fábricas gritaban: ¡Abajo la dictadura, muera Díaz!
A las seis, algunos trabajadores entraron. Las mujeres se opusieron. Formaron dos hileras en la entrada gritándoles: ¡sinverguenzas!, ¡miserables!
,
pronto se generalizaron vivas a México y a Juárez. La multitud se
dirigió a la tienda. Margarita Martínez e Isabel Díaz, encabezaron al
contingente hacia la tienda de Río Blanco. Llamaron a sus compañeros a
no dejarse. Les dispararon, un obrero murió. En reacción, saquearon e
incendiaron la tienda.
La respuesta patronal no se hizo esperar. A las nueve, llegaron dos
compañías de soldados que rodearon la fábrica. El descontento crecía.
Los trabajadores se dirigieron a la fábrica de Nogales e incendiaron la
tienda. Atacaron el palacio municipal y liberaron a los presos. Un ¡ya basta!
de cientos de hombres y mujeres, cansados de la explotación, la
injusticia, abusos y malos tratos Un participante lo recordaría así: Nos sentimos libres y dueños de nuestro destino, después de tanta miseria y opresión. Parecía un día de fiesta
.
Las tropas dispararon. Mataron a dos obreros, hirieron a otros y arrestaron a 50. Los trabajadores se reorganizaron y se dirigieron a Santa Rosa. Quemaron la tienda antes de ser acribillados. Hacia mediodía, en Santa Gertrudis y Nogales, también fueron reprimidos. Ese día fueron asesinados 18 trabajadores y heridos 11 más. Algunos huyeron a los cerros que rodean Orizaba, pero fueron perseguidos y ejecutados. El 8 llegaron más tropas federales. El 9 fueron fusilados seis ante la vista de cientos de sus compañeros, incluidos los líderes Manuel Juárez, Rafael Troncoso y Rafael Moreno. El saldo de la represión fue de entre 50 y 75 obreros masacrados; un corresponsal de El Diario publicó que fueron centenares. Por incitar a la violencia, 225 obreros fueron enjuiciados; algunos enviados a campos de trabajos forzados en Quintana Roo. Al menos, 17 mujeres fueron encarceladas.
La masacre de Orizaba no fue una derrota definitiva. La lucha, la dignidad y el heroísmo sirvió para alimentar la revolución que acabaría con la dictadura porfirista cuatro años después.
* Director general del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México
Ya antes, también Jeff Bezos, dueño de Amazon y The Washington Post, había declarado que modifica lo que llaman moderación de contenidos
en los medios que controla. Engañosamente alegan que es en nombre de la libertad de expresión
.
Por el contrario, se trata de una nueva ola de censura selectiva. Tanto X como Facebook e Instagram han borrado arbitrariamente contenidos que no quieren difundir sus dueños; un caso dramático es la información sobre el genocidio de Israel contra Palestina. Aunque Zuckerberg lo niega, un artículo de investigación de la BBC en diciembre de 2024 muestra cómo Facebook e Instagram han restringido las noticias que periodistas palestinos publican desde Gaza y Cisjordania.
Ya desde octubre de 2023, luego del ataque de Hamas contra ciudadanos
en Israel, Facebook restringió las noticias que llegaban de periodistas
palestinos, además de cambiar el algoritmo para que cualquier
comentario sobre personas de Palestina fuera más agresivo, por ejemplo
agregando la palabra terrorista
en las traducciones. Un ingeniero de Meta expresó preocupación por la introducción de un nuevo sesgo contra los usuarios palestinos
. Meta confirmó que efectivamente había cambiado el algoritmo, pero que para responder a lo que llamó un aumento de contenido de odio
proveniente de los territorios palestinos (https://tinyurl.com/2wtfuau3).
Igualmente, la red X de Musk tiene abundantes casos de censura y discriminación selectiva, incluso cerrar cuentas de usuarios en este y otros temas, según las preferencias políticas o comerciales de Musk (https://tinyurl.com/46jcz4f9).
Un artículo de Sheera Frenkel y Kate Conger en The New York Times mostró cómo los discursos de odio, racistas, homófobos, misóginos y neonazis aumentaron exponencialmente luego de que Musk compró Twitter y renombró la red X en 2022. “Elon Musk envió la batiseñal a todo tipo de personas racistas, misóginas y homófobas de que Twitter estaba abierto para sus negocios, y ellos respondieron”, expresó Imran Ahmed, director del Centro para Contrarrestar el Odio Digital (https://tinyurl.com/2r3ak33f).
Al tiempo que la industria de la digitalización ha puesto en crisis
muchos medios informativos, miles de millones de personas acuden a las
redes sociales como principal fuente de información. Si bien la
verificación de datos de Facebook e Instagram –que refería al trabajo de
asociaciones independientes de verificación de datos– no era garantía
de que toda la información de esas redes fuese fidedigna y contrastada,
lo que hay ahora es un abierto llamado a los discursos racistas,
sexistas y de odio. En su anuncio, Zuckerberg pone como ejemplo que ya
no se moderarán contenidos relativos a migración y género, argumentando
que esos criterios están fuera de contacto con el discurso dominante
y que han sido usados para callar opiniones y personas con ideas diferentes
.
Zuckerberg anunció que remplazará la verificación de información con notas de la comunidad
,
que en realidad son comentarios de otros usuarios, generalmente formas
de multiplicar exponencialmente las mismas parcialidades, sin fuentes y
sin ninguna transparencia real sobre el origen de los comentarios. Esto
replica el contexto que han impuesto los programas de búsqueda más
usados en Internet, que entregan como primera opción información
generada automáticamente por algoritmos de inteligencia artificial, sin
dar fuentes, sin contrastar y básicamente reproduciendo al infinito las
parcialidades de discriminación y otros errores que son mayoría en el
promedio de las comunicaciones en las redes electrónicas.
Musk, Zuckerberg y Bezos son tres de los 10 hombres más ricos del
mundo; cada uno de ellos tiene más dinero personal que varias decenas de
países juntos. Está claro que su meta principal es trabajar en formas
de aumentar aún más sus fortunas, mediante el control de usuarios,
mercados e instituciones. Todos ellos siguen con atención el experimento Musk
de ir mas allá del cabildeo y otras formas de influencia (debida o
indebida) para lograr asentarse directamente en el gobierno, decidiendo
sobre millones de personas que ni siquiera lo votaron.
Con el enorme poder de su riqueza y manipulación de la información y los usuarios de redes sociales, se oponen ferozmente a cualquier regulación de sus actividades. Por ello pretenden hacer aparecer cualquier forma de revisión independiente o supervisión pública como censura, cuando el verdadero y urgente problema es el rol extraordinariamente nocivo que las titanes tecnológicas tienen en la definición de discursos públicos parciales y basados en la discriminación y el odio, al tiempo que controlan cada vez más sectores industriales y también aspectos tecnológicos claves que les aseguran cada vez más dependencia de los propios gobiernos.
*Investigadora del Grupo ETC
A lo largo de los siete devedés, alternando su propia narración con fragmentos interpretados por la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Birmingham, Rattle guía al espectador a través del fascinante laberinto de la música orquestal de nuestro tiempo, siguiendo un camino muy personal que, evidentemente, no es el único posible, pero cuyo trayecto tiene una lógica muy sugestiva. El primer volumen se titula Danzando en un volcán; la historia arranca en la Viena de 1900, en el contexto de la caída de un imperio, de un potente fermento cultural y artístico, y de una revolución musical sustentada, sobre todo, en la ruptura de la tonalidad tradicional, prefigurada ya en el Tristán de Wagner. Los compositores aludidos aquí son el propio Wagner, Mahler, Strauss, Schoenberg, Berg y Webern. El segundo capítulo está dedicado al ritmo como elemento articulador de la nueva música, con el cambio hacia la irregularidad, hacia la velocidad y hacia esquemas en los que desaparece la repetición predecible de patrones rítmicos; todo ello conduce, por una vía particular, al minimalismo y manifestaciones similares. Aquí Rattle ofrece fragmentos de obras del indispensable Stravinski, de Varèse, Ligeti, Reich, Boulez, Messiaen, Mahler y Nancarrow. Tema del tercer capítulo: el color, con la música impresionista en primer plano. Rattle habla del color como forma y del entonces novedoso concepto de la melodía de timbres, efectuando interesantes analogías con las artes visuales y el nacimiento del cine. Los trozos musicales, de Debussy, Stravinski, Schoenberg, Boulez, Messiaen, Takemitsu y Ravel.
El siguiente capítulo es quizá el más interesante por cuanto se involucra en la dimensión humana (y humanista) de la música y sus creadores Se titula Tres trayectos por oscuros paisajes, y se concentra en las terribles pugnas a las que, por motivos políticos e ideológicos externos, estuvieron sometidos el húngaro Béla Bartók, el soviético Dmitri Shostakovich y el polaco Witold Lutoslawski. Rattle conduce sus trayectos, respectivamente, al exilio, a la verdad y a la libertad; de ellos son los ejemplos musicales incluidos en este devedé. Para la quinta entrega de su serie, el director inglés decide volver ojos y oídos hacia el Nuevo Mundo, específicamente a Estados Unidos, con La manera americana, donde explora el surgimiento de una identidad musical nacional construida sobre diversas influencias y lenguajes, no todos ellos europeos. Con el jazzista Gershwin y el excéntrico Ives por delante, Rattle explora también las contribuciones de compositores tan disímbolos como Cage, Carter, Copland, Weill, Bernstein, Feldman, Riley y Adams, todos ellos representados en la parte musical del devedé. En el capítulo titulado Después de la vigilia, se explora la gran brecha generacional entre los compositores de la vieja guardia que fueron testigos del pasado y los de la nueva generación que miran hacia el futuro, decididos a borrar con su música ese pasado. En esta esquina, Strauss y Schoenberg; en esta otra, Webern, Boulez, Stockhausen, Britten y Stravinski, aunque quizá sea posible colocar a Webern y Stravinski con un pie en cada bando.
El último capítulo de la serie se titula Hilos, y en él Rattle ofrece una selección más subjetiva y personal de compositores y obras a los que considera como los primeros atisbos de otra revolución musical y otro relevo generacional. Aquí conviven Berio, Henze, Kurtág, Birtwistle, Turnage, Knussen y Gubaidulina. Y ahora, el dato fundamental: esta serie fue realizada originalmente en 1996 como serie de televisión, pero todos los conceptos ahí expresados y toda la música ahí presentada siguen siendo de una validez incontestable. Sólo faltaría realizar la actualización de la serie, de 1996 a la fecha; sería un ejercicio fascinante.