8/24/2019

Cómo el patriarcado desmanteló el matriarcado por la diabolización de la mujer

Es difícil rastrear los pasos que hicieron posible la liquidación del matriarcado y el triunfo del patriarcado, hace 10-12 mil años. Pero han quedado rastros de esa lucha de género. La forma como fue releído el pecado de Adán y Eva nos revela el trabajo de desmontaje del matriarcado por el patriarcado. Esa relectura fue presentada por dos conocidas teólogas feministas, Riane Eisler (Sex Myth and Politics of the Body: New Paths to Power and Love, Harper San Francisco 1955) y Françoise Gange (Les dieux menteurs, Paris, Indigo-Côté Femmes éditions,1997).

Según estas dos autoras se realizó una especie de proceso de culpabilización de las mujeres en el esfuerzo de consolidar el dominio patriarcal.
Los ritos y símbolos sagrados del matriarcado fueron diabolizados y retroproyectados a los orígenes en forma de un relato primordial, con la intención de borrar totalmente los rasgos del relato femenino anterior.
El relato actual del pecado de los orígenes, ocurrido en el paraíso terrenal, pone en jaque cuatro símbolos fundamentales de la religión de las grandes diosas-madres.
El primer símbolo en ser atacado fue la propia mujer (Gn 3,16) que en la cultura matriarcal representaba el sexo sagrado, generador de vida. Como tal ella simbolizaba la Gran-Madre, al Suprema Divinidad.
En segundo lugar, se deconstruye el símbolo de la serpiente, considerado el atributo principal de la Diosa-Madre. Ella representaba la sabiduría divina que se renovaba siempre como la piel de la serpiente.
En tercer lugar, se desfiguró el árbol de la vida, considerado siempre como uno de los símbolos principales de la vida. Uniendo el cielo con la tierra, el árbol renueva continuamente la vida, como mejor fruto de la divinidad y del universo. El Génesis 3,6 dice explícitamente que “el árbol era bueno para comer, una alegría para los ojos y deseable para obrar con sabiduría”.
En cuarto lugar, se destruye la relación hombre-mujer que originariamente constituía el corazón de la experiencia de lo sagrado. La sexualidad era sagrada pues posibilitaba el acceso al éxtasis y al saber místico.
Entonces ¿qué hizo el actual relato del pecado de los orígenes? Invirtió totalmente el sentido profundo y verdadero de esos símbolos. Los desacralizó, los diabolizó y los transformó de bendición en maldición.
La mujer será eternamente maldita, convertida en un ser inferior. El texto bíblico dice explícitamente que “el hombre la dominará” (Gn 3,16). El poder de la mujer de dar la vida fue transformado en una maldición: “multiplicaré el sufrimiento de la gravidez” (Gn 3,16). Como se puede ver, la inversión fue total y muy perversa.
La serpiente se vuelve maldita (Gn 3,14) y símbolo del demonio tentador. El símbolo principal de la mujer fue transformado en su enemigo visceral: “pondré enemistad entre ti y la mujer… tú le herirás el talón” (Gn 3,15).
El árbol de la vida y de la sabiduría llega bajo el signo de lo prohibido (Gn 3,3). Antes, en la cultura matriarcal, comer del árbol de la vida era llenarse de sabiduría. Ahora comer de él significa un peligro mortal (Gn 3,3), anunciado por Dios mismo. El cristianismo posterior sustituirá el árbol de la vida por el leño muerto de la cruz, símbolo del sufrimiento redentor de Cristo.
El amor sagrado entre el hombre y la mujer es distorsionado: “darás a luz a tus hijos con dolor, la pasión te arrastrará hacia tu marido y él te dominará” (Gn 3,16). Desde entonces se volvió imposible una lectura positiva de la sexualidad, del cuerpo y de la feminidad.
Se realizó así una deconstrucción total del relato anterior, femenino y sacral. Se presentó otro relato de los orígenes que va a determinar todas las significaciones posteriores. Todos somos, bien o mal, rehenes del relato adánico, antifeminista y culpabilizador.
El trabajo de las teólogas pretende ser liberador: mostrar el carácter construido del actual relato dominante, centrado sobre la dominación, el pecado y la muerte, y proponer una alternativa más originaria y positiva en la cual aparece una relación nueva con la vida, con el poder, con lo sagrado y con la sexualidad.
Su interpretación no busca restablecer una situación pasada, sino, al rescatar el matriarcado, cuya existencia está científicamente demostrada, encontrar un punto de mayor equilibrio entre los valores masculinos y femeninos para el tiempo presente.
Estamos asistiendo a un cambio de paradigma en las relaciones masculino/femenino. Este cambio debe ser consolidado con un pensamiento profundo e integrador que posibilite una felicidad personal y colectiva mayor que la débilmente alcanzada bajo el régimen patriarcal. Pero esto sólo se consigue deconstruyendo relatos que destruyen la armonía masculino/femenino y construyendo nuevos símbolos que inspiren prácticas civilizatorias y humanizadoras para los dos sexos. Es lo que las feministas, antropólogas, filósofas, teólogas y otras están haciendo con expresiva creatividad. Y hay teólogos que se suman a ellas.

*Leonardo Boff junto con la feminista Rose Marie Muraro escribió: Femenino y masculino: una nueva conciencia para el encuentro de las diferencias, 2010.
Traducción de Mª José Gavito Milano

Ante contexto de violencia crece el número de protestas feministas en CDMX


 De 2015 a 2017 se reportan 66 movilizaciones
   
El hartazgo de las jóvenes feministas que protestaron en las calles de la Ciudad de México el 12 y 16 de agosto no surgió de la nada. La urgencia de resolver el problema de la violencia contra las mujeres se ha expresado en un número creciente de manifestaciones públicas en los años pasados; las protestas de mujeres pasaron de cinco, en 2007, a 26, en 2017, como muestra el informe “Movilizaciones feministas en la Ciudad de México 2007-2017”, publicado por Comunicación e Información de la Mujer AC (Cimac).

A partir de un rastreo de la cobertura que hace la agencia Cimacnoticias a las movilizaciones feministas, se contabilizaron 124 protestas de mujeres en la Ciudad de México en 10 años, entre protestas en espacios digitales como en la calle.
Es en 2014 cuando se observó un crecimiento de las protestas de feministas en la urbe, para en 2015 ya fueron 16 manifestaciones, en 2016, 24, y en 2017, 26. En principio, gran parte de las expresiones en las calles de la urbe se atribuyó a fechas emblemáticas, como el Día de la Mujer, 8 de marzo, o el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, pero con el paso del tiempo, casos emblemáticos de violencia de género o violaciones a Derechos Humanos movilizaron a las mujeres.
Tal ha sido el caso de Lesvy Berlín Osorio, víctima de feminicidio en la UNAM en 2017. Tan sólo éste año, se registraron cinco marchas que exigieron justicia por el caso e insistieron que “Fue feminicidio, no suicidio”. En apoyo a Yakiri Rubí Rubio Aupart, encarcelada por defenderse legítimamente de sus agresores en 2015, las mujeres organización cuatro protestas hasta que fue liberada y abanderó la marcha del 8 de marzo. Otros casos emblemáticos fueron el múltiple feminicidio y homicidio en el caso Narvarte (2015) y las protestas para exigir justicia para las mujeres víctimas de tortura sexual en Atenco.
En varias ocasiones, muestra el informe publicado en mayo de 2018 por Cimac, las madres de víctimas de violaciones a sus Derechos Humanos, como son las madres de las personas desaparecidas en su marcha el 10 de mayo, las madres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, o las colegas de la periodista asesinada Miroslava Breach, encabezaron sus propias marchas.  
Las feministas en la Ciudad de México también respondieron a movimientos internacionales, como la protesta contra el asesinato de la defensora indígena del medio ambiente, Berta Cáceres Flores, 2016 en Honduras, el Paro de Mujeres en 23 países como respuesta a la violencia social, legal, política, moral y verbal que viven las mujeres en diferentes latitudes (2017), o la “Primera Violeta”, en protesta del acoso callejero (2016 y 2017).
Estas vinculaciones con feministas de otros lados del mundo también mostraron la creciente influencia de la movilización digital. “Las redes sociales y el espacio digital, han posibilitado la movilización feminista, sobre todo en los últimos años y ante las coyunturas de denuncia de violencia en países como Argentina y Estados Unidos”, indicó el informe.
De la misma manera, “la movilización digital ha acompañado la manifestación en calle, sea como parte de la organización y la convocatoria como en el posicionamiento internacional. En algunos casos, la movilización ha sido únicamente digital.” Estos fueron los casos de los movimientos #MeToo, #MiPrimerAcoso, #NoTeDaVergüenza y #NoTeCalles, donde mujeres, en su mayoría de manera anónima, relataron ocasiones donde fueron hostigadas, acosadas sexualmente, abusadas o violadas.
“Las plataformas digitales como Facebook y Twitter posibilitaron la organización y convocatoria de las mayores manifestaciones”, constataron las investigadoras de Cimac, al mismo tiempo que instrumentos como peticiones en change.org, donde las usuarias de Internet se suman con su firma a demandas, han acompañado casos como el de Lesvy.
Cimac ve el número creciente de protestas como una respuesta al aumento de violencia contra las mujeres; sólo en ocho meses, entre noviembre 2016 y junio de 2017, ocurrieron 101 asesinatos de mujeres, citan en el informe.
En el informe se recuerda que estas condiciones llevaron a las organizaciones de la sociedad civil a solicitar en septiembre de 2017 la declaratoria de Alerta de Violencia de Género (AVG) en la Ciudad de México, en la petición argumentaron que la Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJ) en vez de investigar y sancionar estos casos, “revictimiza a las víctimas y sus familias, pierde evidencias y clasifica los delitos como homicidios simples o suicidios”.
Sin embargo, el 7 de junio 2019, la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) rechazó declarar la AVG en la capital del país. El caso de violación de una menor en Azcapotzalco por cuatro policías, ha puesto nuevamente la necesidad de activar el mecanismo, pues la víctima fue revictimizada por videos que filtraron autoridades de la PGJ y a doce días del crimen, la instancia descartó que policías hayan violado a la adolescente.

CIMACFoto: César Martínez López
Por: la Redacción, Cimacnoticias | Ciudad de México.

La antropóloga Marcela Lagarde exige “políticas públicas con perspectiva de género sin dilación”


 Unirse para ponerle “fin al feminicidio” 
   
En el contexto de protestas sociales simultaneas en México por el hartazgo de la violencia que enfrentan mujeres y niñas, la antropóloga feminista Marcela Lagarde y de los Ríos, exigió a las autoridades “el desarrollo y la aplicación de políticas públicas con perspectiva de género sin dilación”.

La creadora de Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida Libre de Violencia (LGAMLV) se pronunció de esta manera en el foro "Reflexiones sobre el feminicidio" que organizó el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM el 22 de agosto.
En su conferencia magistral de apertura "Feminicidio: pasado, presente y nuevos desafíos", Lagarde se refirió al anuncio del Gobierno de la Ciudad de México sobre implementar en 30 días “una estrategia” para proteger la vida de las mujeres y niñas, como “un abuso y maltrato a la ciudadanía, a las víctimas y los familiares de víctimas”.
Firme en que se puede poner “fin al feminicidio”, la teórica que introdujo el concepto de feminicidio en el país propuso al movimiento feminista crear soluciones “creativas y amables”; mencionó que no es válido tener reacciones de políticas punitivas y lenguajes bélicos –como la palabra estrategia-, o seguir corrientes como la “Cuarta Transformación”, pues el movimiento feminista ha recorrido un largo camino.
Desde las jóvenes que están iniciando su vida política en el feminismo, así como actoras históricas en el movimiento, Lagarde y los Ríos recalcó que es un tiempo en el que los distintos feminismos deben unirse en una “nueva ola”, pues a pesar de las diferencias, “todas vivimos y trabajos por la vida y la libertad de las mujeres”, expresó.
Como ejemplo, habló sobre los nuevos movimientos como el “Me Too" donde las mujeres están rompiendo el silencio frente a los diversos tipos violencias que enfrentan.
La investigadora propuso crear más observatorios que vigilen el estado de los Derechos Humanos de las mujeres y niñas, así como mecanismos como la Alerta de Violencia de Género (AVG), del cual mencionó que antes de reformarse, como lo está previendo la Cámara de Diputados, debe tenerse una investigación seria del estado en el que se encuentran las Alertas.
En la apertura del foro que continuo hoy actividades en la Torre II de Humanidades de la UNAM, la antropóloga feminista hizo un recorrido del trabajo que realizó con otras feministas como diputada federal (2003-2006), desde la creación de la Ley General de Acceso en 2007, la cual dijo se trató de “una reforma al Estado”, hasta las investigaciones que realizó en 10 estados como parte de la Comisión Especial para conocer y dar seguimiento a las investigaciones relacionadas con los casos de feminicidio.
Como entonces evidenció la antropóloga, que no existía una sistematización de la información sobre los asesinatos dolosos de mujeres en los estados y que la clasificación de las averiguaciones de muertes violentas de mujeres no era clara, dijo que actualmente se mantiene la danza de cifras sobre los casos de feminicidio. La antropóloga acotó que científicamente son cifras difíciles de obtener por ser normalmente fuentes secundarias.
Asimismo, recordó que el feminicidio surge fomentado por una sociedad que festeja y enseña a los hombres a ser violentos, planteó regresar a la historia, leer los textos de las primeras mujeres que como ella comenzaron a delinear el concepto de feminicidio, y revisar sentencias como “Campo Algodonero” en las que se reconoció internacionalmente el contexto de violencia que enfrentan las mujeres en el país.

CIMACFoto: María Fernanda Esparza Quintana
Por: Hazel Zamora Mendieta
Cimacnoticias | Ciudad de México.

Tratadas: sobrevivientes que nos comparten sus historias


MUJERES CAUTIVAS
   (Última parte)
Por: Teresa C. Ulloa Ziáurriz*


En la primera parte de este artículo, estaba contándoles la historia de Mary, quien huyendo de Boko Haram, viajó a Italia, donde le avisaron que viviría en un campamento y sería una prostituta, situación que no era exactamente lo que ella había soñado, incluso, sintió que esa actividad atentaba contra su dignidad.
Ahora, las personas que llevaron a Mary a Italia le estaban exigiendo dinero por el pago del viaje y la estaban amenazando con hacerle daño a su madre en Nigeria. Su voz flaquea, mientras ella explica que, “me decían que le harían algo muy malo a mi madre si no mandaba el dinero de mi viaje a Italia”.
Mary esperaba desesperada a que sus documentos fueran procesados para que su estancia en Italia fuera legal. “Estoy tan triste. Estoy tan estresada y bajo tanta presión. No sabía qué hacer … yo sólo quería ser libre. Quería que todo esto terminara, aunque fuera por un solo día”.
A pesar del inmenso sufrimiento que Mary estaba experimentando como víctima de trata humana, los sueños de Mary de una vida mejor se mantenían firmes. “Un día tendré mis documentos, tendré una educación y tendré un trabajo”, decía con esperanza. Quería ser una abogada y servir a quienes habían sido tratadas como ella. “Quiero ayudar a garantizar el acceso a la justiciar a las jóvenes y niñas que han sido explotadas en la prostitución”. “Ya nunca más me sentiré sola”.
También en México tenemos testimonios de sobrevivientes de la trata y de varias formas de explotación.  Quisiera compartir las historias de algunas mujeres que ha atendido la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés):

MARÍA DEL SOL Y MARÍA DEL MAR

Hace como diez años, cuando teníamos 8 y 9 años, mi papá nos vendió. Nacimos en una comunidad Mixteca, muy pobre, en el Estado de Oaxaca. Acabamos en la Ciudad de Nueva York, en un prostíbulo, siendo explotadas sexualmente, a nuestra corta edad. 
Cuando llegamos allá, casi no hablábamos español, y mucho menos inglés. Un día la CATWLAC y otras organizaciones de la Ciudad de Nueva York, llegaron con la policía, y nos sacaron de esa pesadilla que para nosotras significaba todo lo que nos hacían los clientes de ese lugar y también las personas que nos tenían encerradas. Casi no nos daban de comer, y si no queríamos ir con los señores, nos golpeaban, nos castigaban, nos violaban con palos.
Con señores de la Embajada de México, nos trajeron a México y el DIF nos mandó de regreso a nuestra casa. Mi papá se enojó mucho y en menos de dos semanas nos volvió a vender por dos chivas y dos cartones de cerveza y nos dijo que no nos quería volver a ver ahí. No supimos cómo, pero la CATWLAC se enteró nuevamente que estábamos en el mismo burdel en Nueva York y volvió a llegar por nosotras con la policía, pero esta vez no nos trajeron a México.  Nos llevaron a un hogar sustituto, y ahí nos mandaron a la escuela, aprendimos a hablar inglés y español bien, tenemos la residencia, y estamos estudiando en la universidad.
Tenemos muchos años de tener terapia psicológica, y todavía cuando nos acordamos de los horrores que vivimos y de cómo nos despreciaba y humillaba nuestro padre, sufrimos mucho. Nos cuesta todavía permitir el contacto con hombres. Todavía ninguna de las dos tenemos novio. Queremos trabajar en una organización que apoye a las niñas en prostitución, sobre todo las niñas indígenas que traen de México a esta ciudad en la que nos reubicaron.
Todavía en las noches tenemos pesadillas, y despertamos gritando, sudando mucho. Se nos ha hecho muy difícil superar esa experiencia y toda la violencia que vivimos sobre nuestros cuerpos e integridad física de niñas.

MARGARITA, ROSA Y CLAVEL

Éramos tres amigas muy unidas, de 12 y 13 años de edad, que nacimos en un pueblo indígena de Hidalgo, que todavía se rige por los usos y costumbres. Un día, una señora que conocimos afuera de la escuela, se acercó a nosotros y nos dijo que si no queríamos trabajar en Cuernavaca, en un restaurante, para que les ayudáramos a nuestros papás. Como éramos muy pobres, las tres aceptamos y nos fuimos con esa señora. Pero nos llevó a la casa de Don Carmelo y ahí nos mantuvo encerradas, nos decía que todavía no encontraba dónde colocarnos. Un día llegó un señor y me dijeron que me fuera con él, luego supe que a cada una de nosotras nos entregó a un hombre distinto.
A mí, Margarita, me llevó un señor a una comunidad y me entregó a su hijo de 15 años, y le dijo, mira hijo lo que te compré. A partir de ahí, el muchacho me dijo que era su mujer y empezó a violarme, me exigía que le diera de comer, que le lavara la ropa. 
Cuando paso el mes, le dije que cuándo me iban a pagar, pero me dijo que ya me estaban dando casa y comida, y que como yo era su mujer, que me portara bien, o me iba a pegar. 
A Rosa se la entregaron a un señor que le exigía que limpiara su casa, le hiciera la comida, le lavara su ropa y la golpeaba con un fuete. Le daba tales golpizas que le abrió la espalda. También la violaba y le decía que era de su propiedad, que para eso la había comprado.
De Clavel no sabemos nada. Nuestros papás nos empezaron a buscar, y llegaron a la casa de la señora y de Don Carmelo, y levantaron un acta con la autoridad municipal, en la que la señora declaró que nos habían vendido por 40 mil pesos. Las autoridades le exigieron que dijera a quiénes nos habían vendido, y sólo pudieron encontrarnos a nosotras dos, a Margarita y a Rosa. 
Hoy todos están en la cárcel, pero no han querido decir qué hicieron con Clavel.  No la han encontrado, y dicen que lo mismo hicieron con otras 40 niñas.
Yo, presente un embarazo, y ya no me quiero regresar a mi comunidad. Me van a mal ver, así que, para no darle vergüenza a mis papás, les dije que mejor me quedaba con el muchacho, que al fin no me trataba tan mal.
Rosa, está muy triste, llora todo el tiempo. No se puede contentar.  Está muy marcada de la espalda y todo el cuerpo.
Éramos unas niñas con muchas ilusiones, con ganas de progresar y ayudar a nuestras familias y hoy, ya no tenemos esperanzas, nos destruyeron la vida. Extrañamos mucho a Clavel….
No podemos negar todo el sufrimiento y la violencia que han enfrentado estas sobrevivientes de la trata y la explotación sexual, en algunos casos conjuntamente con otras formas de explotación.  Y tampoco podemos negar cuántas historias hemos compartido con sus protagonistas, y justo ahora que se está discutiendo la falta de políticas públicas eficientes contra la violencia hacia las mujeres, atender con la debida diligencia y garantizar el acceso a la justicia, es el momento de que se haga conciencia de todas las mujeres y niñas asesinadas, desaparecidas, víctimas de la trata y la explotación sexual.
La prostitución no es “trabajo”, es violencia contra las mujeres y, por eso, no debemos admitir ni permitir su reglamentación. El Gobierno de la Ciudad de México, no puede convertirse en un gobierno proxeneta o un gobierno administrador del dolor de las víctimas de trata para surtir el mercado de la prostitución.
*Directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés).
Twitter: @CATWLACDIR
Facebook: CATW
Foto: Tercero Díaz
Cimacnoticias | Ciudad de México.

Poderosa diamantina I


Transmutaciones
Por: Lucía Melgar*


Cruces rosas, ropa morada, pañuelos bordados, murales y memoriales con rostros de mujeres asesinadas se han convertido en México en símbolos de la lucha de las mujeres contra el feminicidio, la desmemoria y la impunidad que dejan fuera de la historia la violencia machista cotidiana. Simbolizan también la recuperación del espacio público por mujeres que por años han callado acoso, violaciones y violencia de pareja; que por años han recorrido juzgados en busca de justicia para víctimas de feminicidio, desaparición, trata. Todas hartas de la violencia feminicida, institucional, social. A este arsenal de resistencia, se suma ahora la diamantina rosa, polvo transgresor de las buenas costumbres, del orden tan querido por los (y las) gobernantes, de los buenos modales que ahora algunas y muchos defienden.
Lanzada por un grupo de jóvenes contra el secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez, la diamantina puso en jaque a la autoridad. Su halo rosado dio un tono festivo a la protesta, se extendió a lo largo y ancho de las redes, tendió hilos de solidaridad contra las vejaciones institucionalizadas y su impunidad.
El polvo gris, sin embargo, rodea al poder, enturbia la vista. La jefa de Gobierno,Claudia Sheinbaum Pardo, condena “categóricamente” la “provocación” que imagina planeada para provocar la represión gubernamental. Diversos medios convierten la “brillanteada” al funcionario en una “agresión” de “provocadoras” que ¡sin duda! deberían quedarse en sus casas (tan seguras).
La puerta rota de la Procuraduría, destruida por unas cuantas jóvenes, se convierte en imagen icónica de la peligrosidad de las manifestantes. Se empaña así el motivo de la protesta: las sucesivas violaciones de mujeres perpetradas por policías que deberían protegerlas, el caos de las investigaciones, las filtraciones. Se pierden también las palabras de Araceli Osorio (activista, madre de Lesvy Berlín, asesinada el 3 de mayo de 2017), quien explica que el enojo tiene que ver “con el hartazgo” por las mujeres “violadas, asesinadas” y la falta de apoyo de toda autoridad. Se difumina, más rápido que el glitter, la responsabilidad del Estado, su obligación de prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
Ante esta cortina de humo, la diamantina se alza para acompañar una nueva protesta, ahora provocada por la reacción hostil del gobierno capitalino. Se posa también en otras ciudades donde las jóvenes también están hartas de la violencia impune que mina o destruye su vida. “No me cuida la policía, me cuidan mis amigas”.
A la protesta del viernes 16 muchas asisten vestidas de negro, llevan carteles y diamantina. “Qué ganas de ser pared para que te indignes si me tocan sin permiso”. Las organizadoras difunden una carta con denuncias y demandas: alerta de violencia de género, debido proceso, sanción por filtraciones, no militarización. Las manifestantes se indignan ante la SSC, caminan hacia la Victoria alada, con música, gritos, consignas, y expresiones altisonantes contra la falocracia feminicida. Se sienten unidas, acompañadas, en su rechazo al miedo, al silencio, al maltrato. Algunas (¿infiltradas? ¿desesperadas? ¿furibundas?) causan daños en una estación de Metrobús y en una estación de policía. Otras más grafitean el Ángel, como otros antes han rayado monumentos (bien o mal, es un hecho). “No somos estadísticas”, “Estado feminicida”…
¿Quién podía imaginar entonces que, de nuevo, el motivo de la protesta, los abusos policiacos, quedaría fuera de foco, remplazado por los “destrozos”, la agresión de un infiltrado contra un reportero, el acto de lesa majestad contra el Monumento? ¿O que ese “vandalismo” (¡nunca visto!) justificaría más discursos de odio y más amenazas?
Magnificar las transgresiones de las mujeres al orden patriarcal, al orden público; descalificar sus voces y su acción colectiva, forma parte de una tradición autoritaria que hoy sus guardianas (es) ven amenazada. Desacreditar una protesta que da voz a millones de mujeres por los actos violentos de una minoría (infiltrada o sólo dolida y furiosa) es cegarse ante la evidencia: “Nos están matando”.
*Ensayista y crítica cultural, feminista

CIMACFoto: Hazel Zamora Mendieta
Cimacnoticias | Ciudad de México.-

Clínicas alemanas resguardan pruebas de violación sexual por años


 Se aseguran hasta que la víctima quiera denunciar el delito 


En casos de violación sexual, la víctima muchas veces no se siente psicológicamente capaz de levantar una denuncia, ya sea porque se siente humillada, avergonzada, traumatizada, o con miedo de ser re victimizadas ante instancias oficiales. Sin embargo, desde el año 2000, en Alemania, existe una iniciativa para resguardar las pruebas hasta que la víctima quiera denunciar el delito.
Mientras pasan las horas desde que ocurre una agresión sexual, la evidencia física se pierde. La mujer puede sentir la necesidad de bañarse, destruyendo pruebas como ADN del perpetrador en su piel o bajo las uñas. Los hematomas y las huellas de esperma se desvanecen, y las drogas que algunos hombres ponen en las bebidas de sus víctimas para narcotizarlas sólo son detectables en la sangre durante pocas horas.
Es por eso que, desde el inicio del año 2000, en Alemania organizaciones no gubernamentales y feministas promovieron la apertura de clínicas donde mujeres y hombres víctimas de violencia sexual, sin necesidad de levantar una denuncia, pudieran ir a hacerse exámenes anónimos. El personal médico asegura las pruebas y las envían a los servicios forenses correspondientes, donde permanecen guardadas por años, dependiendo de la clínica, hasta que la víctima decide que tiene el valor de proceder legalmente.
Las pruebas en este caso tienen una solidez jurídica y pueden ser utilizadas meses y en algunos casos hasta años después ante la Corte. El delito de violación en Alemania se puede denunciar hasta 20 años después de ocurrido el crimen.
Regina Czaijka, quien es encargada de Igualdad en la ciudad de Bochum, en el oeste del país, explicó al diario alemán Die Welt: “Queremos que la mujer, después de una violación, tenga la opción de si quiere levantar la denuncia directamente, o si quiere asegurar las pruebas primero. Luego puede decidir tranquilamente cómo quiere proceder”.
“Algunas mujeres simplemente necesitan tiempo para decir: viví una injusticia y lo denuncio ante la policía”. De acuerdo con datos de la organización Terre des Femmes, en Alemania, ocho mil mujeres levantan una denuncia por violación cada año, aunque se estima que la cifra real es mucho más grande. En 2012, sólo en 8.4 por ciento de los casos, el violador fue sentenciado. Eso pasa porque en el proceso, es la palabra de la víctima contra la del victimario, y porque muchas veces faltan pruebas y personas que testifiquen.
“El aseguramiento anónimo de pruebas puede ser un elemento esencial para que más mujeres tengan el valor de levantar una denuncia”, dijo la referente para violencia sexual de Terre des Femmes, Vanessa Bell, a Die Welt. “Porque hoy en día, las mujeres deben temer que no les crean y que se culpabiliza a ellas”.
Las clínicas para las diligencias anónimas muchas veces se encuentran en hospitales locales. Están financiadas por los estados alemanes, y el número y la cobertura difiere por región, ya que algunas entidades no le otorgan mucha importancia al tema. La sociedad civil también ha criticado que no todo el personal médico que atiende a las víctimas sabe interpretar y guardar las evidencias para que tengan una solidez jurídica.
El personal que atiende a la mujer tiene que ser capacitado para tratar víctimas traumatizadas y asegurar las pruebas de manera correcta. La doctora Mignon-Denise Keyver-Paik explicó a la cadena WDR que, en primer lugar, habla con la víctima sobre lo acontecido. Luego, tiene una maleta con materiales estériles para asegurar las pruebas, como tijeras para cortar las uñas, un peine para asegurar cabellos, bastoncillos de algodón para muestras en la vagina, la boca, y la piel.
También toma fotos de hematomas, y envía pruebas de sangre a un laboratorio, ya que muchos victimarios en Alemania usan narcóticos para dejar inconscientes a sus víctimas, por ejemplo, gotas en su bebida en la discoteca, las cuales sólo son detectables durante pocas horas. “Tenemos los mejores resultados mientras menos tiempo ha pasado”, expuso Keyver-Paik, “pero podemos asegurar pruebas razonables hasta una semana después, aproximadamente”.
En los últimos años las clínicas de aseguramiento anónimo de pruebas se han multiplicado en Alemania, aunque la financiación no esté asegurada de manera fija todavía. Lo que falta son estudios que comprueban la utilidad y necesidad de este servicio en los procesos legales. El porcentaje de sentenciados sigue siendo uno de los más bajos en Europa, según Terre des Femmes. Sin embargo, organizaciones que combaten la violencia sexual en Alemania consideran que las clínicas anónimas son una herramienta importante para lograr que eso cambie en el futuro.

CIMACFoto: César Martínez López
Por: Sonia Gerth
Cimacnoticias | Ciudad de México

El traje del emperador y de la emperatriz

Miguel Lorente Acosta


El emperador no va desnudo, ¿por qué ha de ir si todo el mundo dice que lo ve vestido?. En cambio, la emperatriz sí pasea toda su desnudez por el escenario público, al menos es lo que comentan las voces que cubren a los hombres con la vestimenta de la masculinidad para que siempre vean en ellos sus prendas, aunque muchos no las usen. De ese modo los hombres son vestidos como justos, buenos, capaces, equitativos, inteligentes, ponderados, racionales, con criterio, determinación, sinceros, directos… Sin embargo, ese mismo sastre desnuda a las mujeres de esas prendas masculinas, y las viste con una serie de complementos femeninos imprescindibles, con independencia de si la moda es renacentista o vanguardista, de primavera-verano o de otoño-invierno. Son complementos en forma de transparencias que revelan lo más íntimo y profundo de su personalidad, esa maldad y perversidad que ya vestía Eva con su desnudez, la mentira, la incapacidad, la labilidad, la sentimentalidad, la falsedad… En definitiva, todo aquello que el modisto de la cultura ha diseñado para vestir a las mujeres dentro y fuera del hogar.
Los comentarios al traje de la Presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, reflejan esa ceguera del machismo capaz de ver lo invisible y de no ver la realidad incómoda para sus ojos, y  así vestir y desvestir a las personas con el uniforme interesado para que ocupen los espacios previamente definidos para lucir esos trajes identitarios.
Dos son los elementos que impone el diseño del “sastrecillo machista”.
  1. Uno es la funcionalidad, esa capacidad comentada de adaptar sus trajes a las funciones que han de realizar en su ambiente de trabajo y de relación, de modo que el uniforme no dificulte su realización, y todo el mundo pueda identificaras como responsables de esas tareas. Por ejemplo, a los hombres con la autoridad y la dirección, a las mujeres con el cuidado y el afecto.
  2. Y el otro es el “componente sexual” del diseño, es decir, destacar determinados atributos previamente decididos con el objeto de que sea su propio cuerpo quien dé las razones para profundizar en el escote, en la entrepierna o allí donde se detenga la mirada. Así, bajo ese criterio, pueden mantener las referencias que “cosifican” a las mujeres y luego utilizar el argumento de la provocación, como ocurre incluso en las agresiones sexuales, y como mantiene la opinión machista a pesar de las sentencia judiciales.
Los hombres aparecen vestidos, pero invisibles a esa mirada machista, pues no se es más o menos hombre por cómo se va vestido, sino por cómo se comportan, de ahí esa ignorancia hacia su ropa y sobre el sentido de la misma.
Se imaginan un artículo o una noticia que hablara de la ropa de un Consejero en su toma de posesión, y que dijera algo así: “el nuevo Consejero vestía un traje gris vitrina muy ajustado que resaltaba su cuidada figura, sin duda consecuencia de horas de gimnasio y entrenamiento. El pantalón muy de tendencia, estrecho y recortado lo justo, no dejaba mucho espacio para la imaginación al apreciarse un paquete bien armado y cargado sobre el lado izquierdo, como debe ser en un hombre con arrojo y valor, elementos que nadie se atrevería a poner en duda en un diestro que pisa la arena del coso donde ha de librarse la lidia política”…
No se atreverían a escribirlo, y si alguien lo hiciera no lo publicarían.
Para el machismo los hombres van desnudos de los atributos de su intimidad porque su traje es lucir su hombría y virilidad en la escena pública. Las mujeres justo lo contrario, y como dijo el exalcalde de Granada, Torres Hurtado, “cuanto más desnudas, más elegantes”, es decir, más reconocidas como mujeres.
Y luego muchos preguntan aún que qué es el machismo y cuáles son los privilegios de los hombres. Por ejemplo, ver a muchos hombres vestidos en su desnudez, y a muchas mujeres desnudas de ropa y capacidad a pesar de sus trajes y acciones.

A propósito de los vidrios rotos…


"¿De veras van a perseguir a las compañeras que rompieron unos vidrios?... 
En este país de mujeres rotas. Cuerpos rotos. Corazones rotos",
 escribe María Teresa Priego Tapia.

Foto: Graciela López/ Cuartoscuro

Primera marcha.
“Vamos a hacer azúcar con vidrios”, escribió el poeta José Carlos Becerra.
Yo también patee esa puerta.
Yo también quería/quiero que los cristales estallaran/estallen.

Es un Acto.
Un grito.
Un sollozo muy largo.

En una patrulla, violación tumultuaria.

¡Escuchen!
¿De veras van a perseguir a las compañeras que rompieron unos vidrios?
En este país de mujeres rotas. Cuerpos rotos. Corazones rotos.
¿De veras?

Entonces, vengan por nosotras y somos muchísimas.
Yo también “vandalicé” los muros con consignas.
No eran sólo ellas, las 300 mujeres que acudieron a la marcha.
Somos miles y miles y miles.

Nueve niñas, adolescentes y mujeres asesinadas cada día.
Tras abuso sexual y tortura.
Yo también usé esa arma tan dañina y tan mortífera: la diamantina rosa.




también me siento herida, furiosa indignada.
Yo también siento miedo, sobre todo por las niñas y las mujeres muy jóvenes.
Las mujeres muy jóvenes son – sobre todo- las víctimas de la violencia misógina y feminicida.

“No nos cuida, nos violan”.
La diamantina rosa como símbolo de la denuncia ante el horror.
Y de la impotencia.
Y del “Ni una menos”.
Y, del “vamos juntas”.

“A mí me cuida mi amiga, no la policía”.
No, no fue una “provocación”, se llama dolor, se llama impotencia y rabia y desesperación.
“No criminalicen la protesta”.

Yo también patee esa puerta de vidrio.
Pero lo que queremos, lo que ellas quieren, es “hacer azúcar”, cuando la violencia se detenga.
Lo que ellas quieren, lo que queremos: es dejar de mascar vidrios…
Y de tragarlos.

Como si no existiera, no pudiera existir, ninguna otra vida posible.
Por cada una de las niñas, adolescentes y mujeres víctima de la violencia misógina y feminicida:
Yo también patee esa puerta.




SEGUNDA MARCHA

Las cámaras siguen con meticulosidad las roturas en la estación del Metrobús.
“Las feministas, vandalizan…”
Son destrozos. Sí.
Imaginemos que es una mujer. Que es de noche. Que es su cuerpo.
Así sucede.

Los feminicidas vandalizan los cuerpos femeninos.
Los destruyen. Los escrituran.
Un pezón arrancado a dentelladas.

La escritura de la más feroz de las violencias.
Y caminan las calles de las ciudades ensangrentadas.
Los feminicidas. Los violadores.
Como si nada.

“Objeto punzo-cortante. Treinta y cinco puñaladas. Introducción objetos. Cortes transversales. Irreconocible por quemaduras”.
“Están rompiendo los vidrios con un extinguidor”, nos informa el reportero esta noche.
Nota roja pan nuestro de cada día: “Violación tumultuaria”.

“Vandalizan los muros”, nos informa el reportero esta noche.
Nota roja pan nuestro de cada día: “Cuerpo femenino. 20 años. Fragmentado”.
“Fragmentado”, quiere decir, que después de violación, tortura, feminicidio, cortaron el cuerpo en pedazos.
Ajá, con una sierra, por ejemplo.
O, con cuchillo, ¿verdad? Sí, es laborioso.

Y, luego, hay que ir al supermercado, ¿verdad? por las bolsas negras de basura. ¿Verdad? De esas de plástico.
Es difícil que las madres encuentren el cuerpo de sus hijas.
Los familiares buscan.
Cuerpos desmembrados.

Daniela en ese taxi que desviaba la ruta.
Sola. Desamparada. La chamaca más infinitamente sola del mundo.
Somos esa sociedad, que no supo y no pudo proteger a Daniela.
“¡Ayúdame!”
“Ya no se ve nada”.

Una niña, una adolescente, una mujer.
Una niña una adolescente una mujer.
Una niña una adolescente una mujer.

Así, nueve veces, cada día.
Su rostro, sus palabras, su vida.
Su pánico. El horror.
Su a- se- si -nato.

Lento y terrible, sí.
Son demasiados.
A los medios no les daría el tiempo de cubrirlos.
No. Es un matadero de mujeres, no bastan los reporteros. Ni las cámaras.
No bastan.

Y no se trata de deprimir a la audiencia.
La asesinaron en su casa.
A dos cuadras de su casa.
Tenía 11 años: en el pesero.
Tenía 70 años: en su hogar.
Por allí comenzamos.

Por los cuerpos femeninos vandalizados.
Destruidos lentamente.

Por los cuerpos fragmentados arrojados en bolsas al río de los Remedios.
En un tanque de agua en la azotea: el cuerpo de una mujer.

En cualquier lote baldío: un cuerpo, dos cuerpos, tres cuerpos. “Femenino masacrado”.
Allí, en esos huesos para el forense. Hubo una vida. Un nombre. Una manera de andar por el mundo.
“La violencia no se combate con más violencia”.

Es verdad. Es verdad.
Suena justo. Hasta bonito.
La legalidad, caray, qué más quisiéramos.
¿Cómo les digo? Es un asunto de proporciones.
La barbarie. Tomó las calles.

Tenemos miedo. Casi todas. Y, ellas, más. Son tan jóvenes. Son valientes. Son sororas. Y nos dicen:
“Nos están matando”.
Hoy, se escrituraron los muros alrededor de una glorieta en la Ciudad de México…
Estamos obligados a escuchar.
No ha sucedido. No hemos podido. Escuchar.
Daniela: “Ya no se ve nada”.

Y, esta tarde- noche.
Una joven viva. Viva. Viva.
Abre los brazos hacia las nubes.

Como en la foto.
Por ellas.
Esa es la “secuencia”.

Esa, y no otra.
Y, se los ruego.

A los enemigos de la Cuarta T.
No irrumpan acá.
Por favor, no.

Los feminicidios, por primera vez, tienen la posibilidad de ser escuchados.
No comenzaron hace ocho meses.
Ojalá, que los feminismos…
tan distintos entre sí…
ojalá, y que todas las generaciones de los feminismos…
podamos abrirnos a un diálogo.

Nos necesitamos.
Vamos juntas.
A pesar de nuestras diferencias: ante la violencia misógina,
vamos juntas.
Nos tenemos que cuidar.

Tomemos las plazas. ¡Claro que sí!
Tomemos también, las mesas de diálogo.
Tenemos tanto que aprender las unas de las otras.
Ni una Menos.
Si Tocan a Una Respondemos Todas.




¿Para qué educar a una niña libre?

Por: Naidel Ardila Sarquis*

¿Cuál es la relación que existe entre la educación, la libertad y la felicidad? Es una importante pregunta que debemos hacernos, pues su relación es estrecha y necesitamos poner toda nuestra atención en ella. Hay formas de educar que van cerrando posibilidades, que se basan en el miedo y nos crean muchas limitaciones y barreras internas. Conforme vamos creciendo y nos volvemos personas adultas, particularmente las mujeres, aunque los hombres también, destinamos muchísimo esfuerzo y energía a emanciparnos de estas barreras para construir una identidad mucho más libre y poder navegar el mundo con libertad y plenitud.
En cambio, hay otra forma de educar que es a la que yo le apuesto: se basa en crear un campo muy fértil de oportunidades para que esa persona pueda desarrollar sus máximas capacidades, una forma de educación que abra puertas y ventanas; que al estar libre de prejuicios sea verdaderamente prolífica y llena de posibilidades.
Ahora, para entrar al tema de educación de crianza y de niñas, hay un punto clave que requerimos conocer y comprender. Desde hace mucho tiempo la sociedad buscó una forma de organización social que permitiera nuestra supervivencia como especie. Para ello se realizó una división en la humanidad, donde se separaron las tareas de las mujeres y los hombres. Existía un gran número de mujeres y fetos morían durante el parto o bebes que morían posterior a él. Así que las mujeres buscaban asegurarse que esto no sucediera, gracias a los cuidados que ellas tenían con otras.
Por su parte, el hombre era el encargado de salir, a un entorno hostil y peligroso y conseguir el alimento. Ellos debían proteger y proveer. Gracias a esta división de tareas, la especie sobrevivió. Sin embargo, las condiciones de entonces no son la realidad de hoy en día. La humanidad como especie ya no se encuentra en riesgo, sin embargo, las normas y mandatos que iniciaron entonces, siguen vigentes en muchas esferas de la vida de las mujeres y hombres.
En la actualidad, aún se espera que “naturalmente” las mujeres sean más pasivas, se encarguen de la crianza, reproducción y cuidado de los demás. Por el lado de los hombres, se espera de ellos que sean activos y se encarguen de proteger y proveer. Por supuesto, dichas ideas permean consciente o inconscientemente la forma en la que educamos a las niñas y niños.
Las niñas reciben los mensajes que les damos, las expectativas que les colocamos, cómo les tratamos y estimulamos. Conforme van creciendo, si no hacemos conciencia de nuestros sesgos como cuidadores, terminamos por dar por hecho que las personalidades de las niñas y niños “naturalmente” entran en estas formas preconcebidas de ser mujer y hombre. Una de los más caros costos que se pagan con esta generalización, es el que se encierra a las personas en una sola forma de ser y se termina por relegar su talento y por limitar sus sueños, desde la primera infancia.
Otra gran realidad que construyó esta diferencias hace miles de años, es la jerarquización. Siempre que dividimos, estamos jerarquizando; y en esta jerarquía las que quedamos abajo fuimos las mujeres. Como menciona Marina Subirats, concejala de educación y ex directora del Instituto de la Mujer en España, es impresionante saber que entre los 3 y 4 años una niña ya interiorizó al “masculino” como superior. Para entonces, una niña ya aceptó la idea de que su lugar es “por debajo de”, no a un lado. Por supuesto, esto es debido a la educación formal e informal que damos como sociedad; donde normalizamos la desvalorización hacia la mujer.
¿Cuál es la relación que existe entre la educación, la libertad y la felicidad? Si la educación que damos inicia libre de prejuicios, de mandatos y de expectativas de género, seguramente los mensajes que demos y cómo tratemos a las niñas también lo estarán; y así podremos entonces centrarnos en exponer la individualidad de las niñas.
Sin importar si es sensible, delicada, osca o aventurera. Ella y sus necesidades, serán nuestra guía sobre cómo acompañarles en el proceso de descubrir la vida.
Por otra parte, si somos conscientes de los retos a los que se enfrentan las niñas por crecer en una sociedad sexista que continuamente envía mensajes desvalorizantes, seremos capaces evitar e identificar nosotras mismas dichos mensajes y también dar herramientas efectivas y oportunas para prevenir que esto tenga implicaciones en su autoconfianza y autoimagen.
Una persona que crece en un entorno seguro, libre de prejuicios; y en un espacio que le valoriza, será una niña que tendrá muchas más oportunidades a su alcance y menos barreras internas a superar y por consiguiente, más posibilidades de ser feliz.
las niñas pagan altos impuestos por crecer en una sociedad sexista

Hay cuatro altísimos costos que las niñas pagan al crecer en una sociedad sexista; donde a través de las diferentes esferas en las que se desenvuelven e interactúan, se envían mensajes que la desvalorizan. Ellos son interiorizados y reproducidos en sus vidas, sin que siquiera se identifique la toxicidad de los mismos.
Marina Subirats, en su libro “Co-educación, educar para la igualdad”, expone cuáles son estos impuestos que cobra la educación sexista y la sociedad machista. Al desconocerlos, solemos responsabilizar a las niñas o mujeres por “pagarlos” sin comprender a fondo cuál es la coresponsabilidad social y educativa que existe en este fenómeno social.

El primer impuesto que pagan muchas niñas es la baja autoestima. Ante un entorno que suele desvalorizarles, no es sorpresa que ellas duden de sus talentos y habilidades, que les atemorice tanto equivocarse. Muchas niñas crecen con el supuesto de que cuando logren la perfección, cuando cumplan con todo lo que se les exige, al fin serán vistas y valoradas. Incluso también son víctimas de la hipersexualización a la que las sometemos, donde enviamos el mensaje de que para adquirir un poco de poder y ser aceptadas, requieren cosificarse.
Las niñas tienen hoy la exigencia de ser lindas, dulces, suaves, pasivas, dóciles; no deben ser muy fuertes, ni mucho menos decidir por ellas mismas. Solemos enseñar a las niñas a cuidar más de su apariencia y cómo son vistas por los demás por encima de dar voz a sus necesidades e intereses. Los mensajes que reciben las niñas valorizan su cuerpo y su imagen por encima de su inteligencia y habilidades. Con el tiempo, comienzan a dudar de su propia voz y peor aún, de su propio juicio, permitiendo que otros tomen por ellas las decisiones de su vida.
Debido a esta sobrevaloración a la imagen de la mujer, se observa el tercer impuesto, un desprecio continuo a su propio cuerpo, uno que no cumple con los estereotipos de belleza. Existen altísimos índices de anorexia y bulimia en la juventud y un número escalofriante de niñas que se someten a dietas desde primaria.
El cuarto impuesto que pagan las jóvenes por crecer en una sociedad sexista es la búsqueda frenética por “conseguir y estar en pareja”. Se enseña a entregarse por amor, lo que afecta la calidad de las decisiones que toman respecto al tipo de relaciones que merecen.
Si bien, conocer estos impuestos no evitará que existan, sí nos darán más herramientas para prevenir que las niñas injustamente los paguen.
*Defensora de los Derechos Humanos, escritora y divulgadora con más de 13 años impulsando el desarrollo humano con perspectiva de género con audiencias académicas, gubernamentales y corporativas

CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | Ciudad de México.

Se necesita más presupuesto para formación de liderazgo político de mujeres


Paridad de género no basta, concuerdan expertas


La presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Nadine Gasman Zylbermann, reconoció durante el tercer encuentro de “Observatorios Locales de Participación Política de las Mujeres” que el principio de paridad permite tener más mujeres en la política y cuando esto ocurre cambian las cosas en el país.
Sin embargo, esto no bastaría para que se garantice a las mujeres el pleno ejercicio de sus derechos políticos y electorales, falta avanzar en la formación de cuadros, la inclusión en la toma de decisiones dentro de los partidos políticos y erradicar la violencia de género, así lo concluyeron varias de las especialistas presentes durante el encuentro realizado en la ciudad de Puebla este 22 de agosto.
FALTA RESOLVER PROBLEMA DE FONDO
La secretaria para la Igualdad Sustantiva de Género del estado de Puebla, Mónica Díaz de Rivera de Álvarez, expuso que, si bien se ha avanzado en la inclusión de las mujeres en el ámbito político, no se ha resuelto el problema de fondo: garantizar una posibilidad real de competir contra los candidatos hombres y, una vez en el cargo, participar en la toma de decisiones.
Díaz de Rivera de Álvarez dijo que para lograr ese fin no sólo debe haber una cantidad importante de aspirantes mujeres, sino que perfiles sólidos y propuestas de calidad.
Para que ello sería necesario que los partidos políticos realicen acciones verdaderas y no simuladas, que permitan la formación de cuadros de mujeres y tener una visión más amplia e incluyente, dijo.

FALTA LEGISLAR VIOLENCIA POLÍTICA
Por su parte la consejera electoral Dania Ravel Cuevas dijo que uno de los mayores avances en la materia de participación política es la reforma constitucional de paridad de género, aunque esta acarrea un gran reto para las autoridades electorales, sobre todo para las elecciones de los Ejecutivos.
“Tenemos que hacer algo para cambiar la subrepresentación de las mujeres en estos espacios, tenemos que brindar garantías a las mujeres para que ocupen estos espacios (…) No podemos avanzar hacia una democracia verdadera, si la mitad de la ciudadanía no puede ejercer sus derechos políticos a plenitud”, dijo Ravel Cuevas.
Para ello consideró importante el acompañamiento de las organizaciones de la sociedad civil, la designación de presupuesto para la capacitación en liderazgo de las integrantes de los partidos políticos y que se tipifique la violencia política de género, así como se generen acciones para prevenir, enfrentar y reparar estos actos.
Por su parte Nadine Gasman, presidenta del Inmujeres refirió que el 3 por ciento del presupuesto de los partidos políticos para el liderazgo de las mujeres es insuficiente. “Aquí con nuestras diputadas y senadoras queremos exigir que este porcentaje sea significativamente mayor, no mayor, significativamente mayor”.

COORDINACIÓN EN AVGM PUEBLA
Entrevistada de manera posterior al evento, la titular de Inmujeres dijo que es muy temprano para saber si se puede retirar la Alerta por Violencia de Género contra Mujeres (AVGM) en Puebla, ya que se están revisando las acciones que ha realizado el gobierno estatal
A pesar de ello dijo que para que se vean resultados es fundamental que exista coordinación entre las diferentes instituciones y la designación de un presupuesto suficiente para ejecutar las acciones.
En ese sentido Gasman informó que el 30 de agosto se presentará la estrategia nacional de protección para las mujeres, donde se le pone un método en la forma en la que hay que atender la violencia género. Además, la estrategia se centra en la coordinación de las instituciones, poniendo en el centro las necesidades de las propias mujeres.

Imagen cortesía del Inmujeres
Por: Samantha Páez Guzmán, corresponsal
Cimacnoticias | Puebla, Pue.

Rescatando al soldado Epstein


La desaparición de Jeffrey Epstein de la escena pública con un inverosímil “suicidio en prisión” aviva las sospechas sobre su rol de agente de inteligencia. ¿Su misión? Inducir a miembros de las élites a cometer pecados inconfesables, filmarlos y someterlos a servidumbre a través de la extorsión.  

La muerte en prisión de Jeffrey Edward Epstein, el multimillonario convertido en un ícono mundial del abuso sexual de menores, mina la credibilidad del sistema judicial de EE.UU. y muestra la vigencia de las estructuras de poder supraestatales habitualmente aludidas como Estado Profundo.

El final de la "saga Epstein" no parece reflejar las desventuras de un millonario caído en desgracia. Más bien aviva las sospechas previas sobre su rol de agente de inteligencia, y sugiere una compleja operación para sacar de escena a un soldado encubierto que cumplió largamente su misión: filmar a decenas, cientos de personalidades influyentes en situaciones comprometedoras, en macabras "trampas de miel".

En la era del lawfare, la información sensible para el chantaje es un precioso arsenal de guerra.

El suicidio de Esptein no tiene sentido” 

Según los reportes oficiales, Epstein fue hallado ahorcado la mañana del sábado 10 de agosto de 2019, en su celda del Centro Correccional Metropolitano en la ciudad de Nueva York. Estaba acusado de gestionar una red de servidoras sexuales menores de edad.

Epstein tenía problemas crónicos con la Justicia. Su historial público se remonta al año 2002, cuando aparecieron las primeras acusaciones. La prensa de todo el mundo destaca su amistad con celebridades, miembros de la realeza y figuras prominentes de la política mundial, que participaban en sus fiestas y reuniones privadas. Abundan las fotografías que lo muestran junto a políticos, actores de cine y personalidades prestigiosas.


Little James Island, una de las residencias famosas de Jeffrey Epstein.

 La “conveniente” desaparición de la escena pública de Jeffrey Epstein aviva por lo menos dos preguntas inquietantes. La primera es cómo pudo “suicidarse” un acusado tan emblemático en una cárcel de alta seguridad.  

“El hecho de que uno de los prisioneros federales de más alto perfil del país pueda incluso suicidarse desafía toda lógica y creencia”, afirma Bernard Kerik, ex comisionado del Departamento Correccional de la ciudad de Nueva York. “¿Cómo podría ahorcarse un prisionero, como lo hizo Epstein, según los primeros informes, y ningún guardia lo vería o reaccionaría de inmediato? ¿Por qué, dado su intento anterior y todos los problemas relacionados con su caso, no era un oficial de supervisión que lo observaba constantemente y podía responder de inmediato?” 

“Solo el tiempo dirá si eso fue lo que sucedió con Epstein o si ocurrió algo más siniestro”, concluye Kerik. 

El suicidio de Epstein es tan inverosímil que ha desatado todo tipo de especulaciones. El miércoles, en FOX Business Network, el Dr. Cyril Wecht discutió los resultados de la autopsia. Wecht, que es médico y abogado, dijo que un estudio de Montreal encontró que solo 2 de 239 muertes por ahorcamiento resultaron en un hueso hioides roto. Epstein sufrió fracturas en el cuello y un hueso hioides roto que es “más común en las muertes por estrangulamiento”.  

Otros cuestionamientos van más allá: ¿Es realmente Epstein el cuerpo que se muestra parcialmente en las imágenes que la prensa ha publicado? La doctora Cynthia McKinney, excongresista y candidata a presidente por el Partido Verde, se hizo eco en su cuenta de Twitter de una imagen comparativa que circula en la red:


Misión: Organizar, filmar y chantajear 

La segunda pregunta se puede resumir así: Si la pedofilia y el sexo consentido con menores de edad es moneda corriente y sin riesgos legales en los círculos del poder ¿Por qué un magnate con contactos en el más alto nivel se complicaría la vida contratando menores que una y otra vez lo denunciaban? ¿Cuál era el sentido de socializar estas prácticas aberrantes con la alta sociedad? 

La periodista especializada Whitney Webb -que ha escrito algunos de los mejores artículos sobre el tema- avanza una respuesta que es moneda corriente entre los conocedores: “Jeffrey Epstein estaba grabando chantaje sexual”, declaró entrevistada por Marc Steiner para el portal True Dig.  

El chantaje estaba orientado a figuras políticas, jueces y personajes influyentes. Epstein trabajaba en forma orgánica para servicios oficiales de inteligencia. Así quedó acreditado en 2008, cuando el millonario logró un acuerdo para su liberación sobre la base de la revelación de que su trabajo servía a intereses vinculados con la seguridad nacional. En ese entonces, el ex secretario de Trabajo Alex Acosta justificó el controvertido acuerdo que consiguió Epstein con la Justicia “porque le habían dicho que Epstein estaba vinculado a la inteligencia". Claro que no se especificó qué agencia de inteligencia... Un detalle: el acuerdo le otorgaba cobertura (inmunidad) a todos los co-conspiradores que hubieran ayudado a Epstein a conseguir sus fines.

Los operativos destinados a involucrar a figuras públicas en prácticas aberrantes y vergonzosas, para filmarlos inadvertidamente y luego tenerlos bajo control para siempre, se denominan "trampas de miel" en la jerga del ambiente. La de Epstein no era la única célula operativa con estos fines. Para Webb, hay “una cantidad abrumadora de evidencia” de que “ésta es una red mucho más grande, que tiene documentado vínculos con operaciones que involucran chantaje sexual que precedieron a Epstein”. 

“Las personas que habían estado vinculadas a esas operaciones anteriores de chantaje sexual, para mí, realmente muestran que Epstein estaba llevando a cabo una operación que no inventó. Esto es algo que no comenzó y no terminó con él...”  

“Algunas de las narraciones que han surgido en torno a este caso sugieren que Epstein fue el único responsable por toda esta actividad y que todo es culpa de un solo hombre. Creo que si hacemos eso, realmente estamos haciendo una injusticia a sus víctimas porque esto es algo mucho más grande que Epstein”, resalta Webb, quien recuerda que las operaciones de inteligencia encubiertas con fines de chantaje sexual tienen muchas décadas de historia en la vida política moderna. 

Rescatando al soldado Epstein 

Robert D. Steele, ex oficial de la CIA, activista político y autor de numerosas publicaciones, en entrevista con este medio agrega precisiones: “Jeffrey Epstein es un oficial de operaciones clandestinas del Mossad, asistido por la oficial de operaciones clandestinas del Mossad Ghislaine Maxwell. Su misión es hacer exactamente lo que han estado haciendo: atrapar a los políticos, jueces, celebridades, fiscales y líderes corporativos de los Estados Unidos en reuniones donde “todo vale” y el Mossad lo muestra todo en video: personas adultas que hacen cosas malas a niños pequeños”. 

Robert D. Steele además preside la Comisión Judicial de Investigación sobre Trata de Personas y Abuso Sexual Infantil. En la asunción del cargo, en audiencias que tuvieron lugar en abril de 2018, Steele denunció que el Estado Profundo de EE.UU usa el tráfico de niños y la pedofilia como una forma de control de sus miembros.


Hoy reafirma su postura: “El caso Epstein trata sobre el tendido de trampas deliberadas de pedofilia para operaciones de chantaje por parte del Mossad; la CIA y el FBI son cómplices, y hay cientos de otras operaciones similares de pedofilia en los EE. UU y en todo el mundo”. 

Steele pone en duda que Epstein sea un millonario genuino. Le asigna más bien un papel de miembro de un grupo organizado de inteligencia. Y concluye: “Por supuesto que Epstein no está muerto. Lo han trasladado a un lugar seguro y cómodo donde puede informar sobre lo que cada persona chantajeada hizo por Israel”. 

Este enfoque es compartido por los estudiosos. Para el analista Alfredo Jalife, "existe abundante literatura que implican a Epstein, a Robert Maxwell y a su hija Ghislaine como operadores del Mossad".

Por eso, parece improbable que podamos conocer qué sucedió realmente con Jeffrey Epstein.

El 6 de julio, los investigadores del FBI derribaron las puertas de la casa de Epstein en Nueva York después de que fue arrestado en Nueva Jersey. Una búsqueda en la casa de Epstein arrojó cientos de fotos de mujeres desnudas, algunas de ellas menores de edad, dinero en efectivo, diamantes, obras de arte y un pasaporte austríaco vencido, con la cara de Epstein pero el nombre de otra persona. En el documento, figuraba Arabia Saudita como lugar de residencia. Seguramente no era la única herramienta de que disponía para falsear su identidad.

Al igual que el atentado contra las Torres Gemelas, tal vez nunca sepamos qué fue lo que realmente sucedió. Pero podemos estar seguros de que la versión oficial de los hechos es falsa.https://www.alainet.org/es/articulo/201690