De 2015 a 2017 se reportan 66 movilizaciones
El
hartazgo de las jóvenes feministas que protestaron en las calles de la
Ciudad de México el 12 y 16 de agosto no surgió de la nada. La urgencia
de resolver el problema de la violencia contra las mujeres se ha
expresado en un número creciente de manifestaciones públicas en los años
pasados; las protestas de mujeres pasaron de cinco, en 2007, a 26, en
2017, como muestra el informe “Movilizaciones feministas en la Ciudad de
México 2007-2017”, publicado por Comunicación e Información de la Mujer
AC (Cimac).
A partir de un rastreo de la cobertura que hace la agencia
Cimacnoticias a las movilizaciones feministas, se contabilizaron 124
protestas de mujeres en la Ciudad de México en 10 años, entre protestas
en espacios digitales como en la calle.
Es en 2014 cuando se observó un crecimiento de las protestas de
feministas en la urbe, para en 2015 ya fueron 16 manifestaciones, en
2016, 24, y en 2017, 26. En principio, gran parte de las expresiones en
las calles de la urbe se atribuyó a fechas emblemáticas, como el Día de
la Mujer, 8 de marzo, o el 25 de noviembre, Día Internacional de la
Eliminación de la Violencia contra la Mujer, pero con el paso del
tiempo, casos emblemáticos de violencia de género o violaciones a
Derechos Humanos movilizaron a las mujeres.
Tal ha sido el caso de Lesvy Berlín Osorio, víctima de feminicidio en
la UNAM en 2017. Tan sólo éste año, se registraron cinco marchas que
exigieron justicia por el caso e insistieron que “Fue feminicidio, no
suicidio”. En apoyo a Yakiri Rubí Rubio Aupart, encarcelada por
defenderse legítimamente de sus agresores en 2015, las mujeres
organización cuatro protestas hasta que fue liberada y abanderó la
marcha del 8 de marzo. Otros casos emblemáticos fueron el múltiple
feminicidio y homicidio en el caso Narvarte (2015) y las protestas para
exigir justicia para las mujeres víctimas de tortura sexual en Atenco.
En varias ocasiones, muestra el informe publicado en mayo de 2018 por
Cimac, las madres de víctimas de violaciones a sus Derechos Humanos,
como son las madres de las personas desaparecidas en su marcha el 10 de
mayo, las madres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, o las colegas de
la periodista asesinada Miroslava Breach, encabezaron sus propias
marchas.
Las feministas en la Ciudad de México también respondieron a
movimientos internacionales, como la protesta contra el asesinato de la
defensora indígena del medio ambiente, Berta Cáceres Flores, 2016 en
Honduras, el Paro de Mujeres en 23 países como respuesta a la violencia
social, legal, política, moral y verbal que viven las mujeres en
diferentes latitudes (2017), o la “Primera Violeta”, en protesta del
acoso callejero (2016 y 2017).
Estas vinculaciones con feministas de otros lados del mundo también
mostraron la creciente influencia de la movilización digital. “Las redes
sociales y el espacio digital, han posibilitado la movilización
feminista, sobre todo en los últimos años y ante las coyunturas de
denuncia de violencia en países como Argentina y Estados Unidos”, indicó
el informe.
De la misma manera, “la movilización digital ha acompañado la
manifestación en calle, sea como parte de la organización y la
convocatoria como en el posicionamiento internacional. En algunos casos,
la movilización ha sido únicamente digital.” Estos fueron los casos de
los movimientos #MeToo, #MiPrimerAcoso, #NoTeDaVergüenza y #NoTeCalles,
donde mujeres, en su mayoría de manera anónima, relataron ocasiones
donde fueron hostigadas, acosadas sexualmente, abusadas o violadas.
“Las plataformas digitales como Facebook y Twitter posibilitaron la
organización y convocatoria de las mayores manifestaciones”, constataron
las investigadoras de Cimac, al mismo tiempo que instrumentos como
peticiones en change.org, donde las usuarias de Internet se suman con su
firma a demandas, han acompañado casos como el de Lesvy.
Cimac ve el número creciente de protestas como una respuesta al
aumento de violencia contra las mujeres; sólo en ocho meses, entre
noviembre 2016 y junio de 2017, ocurrieron 101 asesinatos de mujeres,
citan en el informe.
En el informe se recuerda que estas condiciones llevaron a las
organizaciones de la sociedad civil a solicitar en septiembre de 2017 la
declaratoria de Alerta de Violencia de Género (AVG) en la Ciudad de
México, en la petición argumentaron que la Procuraduría General de
Justicia capitalina (PGJ) en vez de investigar y sancionar estos casos,
“revictimiza a las víctimas y sus familias, pierde evidencias y
clasifica los delitos como homicidios simples o suicidios”.
Sin embargo, el 7 de junio 2019, la Comisión Nacional para Prevenir y
Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) rechazó declarar la
AVG en la capital del país. El caso de violación de una menor en
Azcapotzalco por cuatro policías, ha puesto nuevamente la necesidad de
activar el mecanismo, pues la víctima fue revictimizada por videos que
filtraron autoridades de la PGJ y a doce días del crimen, la instancia
descartó que policías hayan violado a la adolescente.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: la Redacción, Cimacnoticias | Ciudad de México.
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