La Conferencia Nacional
de Procuración de Justicia en México aprobó el 5 de Marzo de 2018, los
“Lineamientos para el registro y clasificación de los presuntos delitos
de feminicidio para fines estadísticos”, a efecto de facilitar y
transparentar la integración de la estadística de las instituciones de
procuración de justicia del país relativas a esta conducta delictiva.
(sic). Solo para ese fin.
En un documento oficial del Secretariado
Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Publica, SESNSP, nos da las
cifras por feminicidios por año; 411 en 2015, 600 en 2016, 742 en 2017,
879 en 2018 y 448 a junio de 2019, con un total oficial de 3080, es
decir 61 cada mes, 2 diarios que es la tendencia y, que, sumando los
días de julio y al 20 de agosto, se suman ya 98 casos más, haciendo un
total, de 3178. Dicha contabilidad del delito de feminicidio se realiza
conforme a su tipificación en las entidades federativas, la cual se ha
venido dando de forma gradual durante los siete años, completándose las
32 entidades federativas en octubre de 2017. Cabe mencionar que del
análisis de la información oficial de 2015 a la fecha no hay ningún mes
que se salve de feminicidios, lo que habla por sí mismo el dato.
Para 2018 en el país no estaba tipificado completamente el feminicidio
como tal, al grado que la ONU exige a México que así se haga. Para el
Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, éste es considerado una
violación grave a los derechos humanos de las mujeres, así como una de
las manifestaciones más extremas de discriminación y violencia contra
ellas. El odio, la discriminación y la violencia tienen su expresión por
medio de las formas brutales en las que los cuerpos de las niñas,
adolescentes y mujeres adultas son sometidos, y de esta forma se
evidencia el odio y desprecio hacia ellas. Esta misma asociación en una
entrevista en el Periódico español El País, afirmó en 2018 que, aún 13
entidades en el país no cuentan con un tipo penal que cumple total o
parcialmente con las características adecuadas para poder acreditar el
delito de feminicidio (privar de la vida a una mujer por razones de
genero) criterio que para especialista se ha quedado corto, dado que
muchos feminicidios son inexplicables.
Y el problema que
cancela vidas de inocentes, desgraciando vidas y familias enteras con
consecuencias drásticas no para. Las manifestaciones de la semana pasada
en el país y sobre todo la Ciudad de México, con la consigna
#yositecreo #niunamas encabezadas por mujeres ofendidas y temerosas por
sus vidas y de las suyas, levantaron la voz para exigir justicia,
teniendo además como estandarte la diamantina purpura, que llegó para
quedarse.
Los destrozos a inmuebles, empujones a transeúntes,
agresiones a periodistas entre otros, como el cobarde puñetazo a un
reportero de ADN 40, no fueron propios de los contingentes femeninos y
legítimamente reclamantes de ni una más, que las proteja la policía y no
las lastime, que nadie las mate, sino de un grupo identificado como
porros y golpeadores a sueldo infiltrados, donde figuraron también
rostros políticos de hombres y mujeres por cierto contrarios al actual
gobierno morenista, lo que hoy todos sabemos y éste escribe por las
noticias de medios serios y redes sociales ciudadanas.
Pero el
punto es el mismo, mientras la Conferencia Nacional de Procuración de
Justicia en México, no tenga herramientas certeras y técnicas de
investigación criminal precisas para detener a los autores materiales e
intelectuales de esos feminicidios ya cometidos, sus estadísticas solo
desalientan las luchas feministas, pero al mismo tiempo las exasperan lo
que es grave. Por otra parte en cada estado y municipio se deben
instaurar trabajos estratégicos de seguridad pública surgidos de los
diagnósticos que sobre el problema ya se tiene, para garantizar espacios
libres de violencia y muerte a las mujeres mexicanas, por lo que urge
que la Conferencia Nacional de Gobernadores, CONAGO la convoque, o el
Presidente de México.
La inacción de las fiscalías estatales en
la materia, solo hacen que los colores purpuras sean cada vez más
intensos. Nadie está exento hoy de ser púrpuramente “diamantizado”, pero
eso queda en la anécdota, lo cierto es que cada día, con la tendencia
de feminicios sigue, dos hogares diariamente lloran dos mujeres de
distintas edades, producto del feminicidio, maldición permitida en su
mayoría por inacción oficial, penalidades cuestionables y la
construcción de nuevos paradigmas ciudadanos.
Rafael
Marín Marín es Abogado Postulante, Presidente del Colegio de
Profesionales y Técnicos del Estado de Veracruz y, Delegado en su Estado
del Instituto Nacional para la Celebración del Día del Abogado. INCDA.
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