Si bien este año se ha disparado el número de personas
que solicitan la condición de refugiado en México, el incremento se ve
dramático debido a que en el pasado reciente nuestro país recibía pocas
peticiones, explicó el representante en México del Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Refugiados en México (Acnur), Mark Manly.
En términos relativos y absolutos, llegan menos personas a México buscando protección que a los países del sur afectados por la situación de Venezuela, indicó el funcionario internacional en redes sociales.
De acuerdo con cifras oficiales, de enero a julio del año en curso 39
mil 983 personas han solicitado la condición de refugio en México.
Mientras, en 2018, 29 mil 623 personas solicitaron asilo en el país,
un incremento de 103 por ciento en comparación con el año anterior. En
tanto, en 2014 hubo 2 mil 137 peticiones.
Mark Manly explicó durante el programa Las relaciones internacionales de México, presentado por el Instituto Matías Romero y Radio UNAM, que una persona refugiada
es alguien que se mueve porque su vida esta en peligro en el país de origen, es decir, enfrenta violaciones serias de derechos humanos, que no tiene la protección de las autoridades de su nación y por ende se ve obligada en salir y enfrentar un riesgo grave en el caso de ser devuelta.
En México, precisó,
estamos frente a un escenario muy dinámico que va cambiando rápidamente. Destacó que nuestro país tiene una muy larga historia de abrir sus puertas a personas que vienen huyendo de persecución.
Manly agregó que actualmente las personas que llegan a la República
Mexicana buscando protección como refugiadas son principalmente
originarias de Guatemala, Honduras y El Salvador, que vienen huyendo se
situaciones de violencia por parte de grupos delincuenciales y no
encuentran la protección de sus autoridades.
El representante en México de Acnur hizo mención del informe anual de
esta agencia publicado recientemente, el cual muestra una radiografía
de la situación de desplazamiento forzado y movimientos de refugiados a
escala mundial a finales de 2018,
y lo que muestra es que vamos muy mal.
Lo anterior, añadió, porque el número de personas que han sido
obligadas a salir de sus hogares, desplazarse dentro de sus naciones o
huir de sus países por conflictos armados, violencia generalizada o
violaciones de derechos humanos, no deja de crecer.
Añadió que en la región
la gran novedad ha sido el movimiento de venezolanos, quienes son el grupo más importante que solicitó la condición de refugio a escala global en 2018. Detalló que más de 4.5 millones de ciudadanos de ese país han salido de su nación desde 2015.
Es un movimiento masivo que afecta a toda América Latina.
Ana Langner
Periódico La Jornada
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