Pedro Echeverría V.
1. Escribe muy bien Galván Ochoa en La Jornada: Nunca se habían visto tan diligentes y eficaces algunos jueces federales como ahora que han tramitado amparos –dicen que 80, podrían ser más– para detener la construcción del aeropuerto de Santa Lucía. Aunque llegaran a mil, todos podrían quedar acumulados en un solo expediente, si así lo deciden las altas jerarquías del Poder Judicial. Los hila una motivación de carácter político, torpedear una obra clave del programa de gobierno. Detrás de los amparos aparece el paraguas #Nomasderroches, al que está dando aliento el tempranero aspirante a la Presidencia de la República, Gustavo de Hoyos, quien es, al mismo tiempo, presidente de la Coparmex. Un dato: en el prianismo los directivos de los organismos cúpula eran premiados con cargos muy bien pagados como recompensa por ‘los servicios prestados’, el caso más reciente fue el del cesante Gerardo Gutiérrez Candiani, que recibió de Peña Nieto la costosa entelequia que tenía a su cargo las Zonas Económicas Especiales.
2. Y continúa Galván: Eso se acabó con el nuevo gobierno, y uno de los damnificados es Gustavo de Hoyos, no lo premiaron ni con una diputación, así que anda buscando la chuleta de otra manera. Otro de los promotores es Claudio X. González Laporte, quien comparte con su padre una fobia enfermiza hacia todo lo que se relacione con López Obrador. Y eso desde la época de Salinas de Gortari. No habrían prosperado los amparos, porque al parecer los promoventes carecen de un interés jurídico directo en la obra, si no contaran con el apoyo de jueces que han visto amenazado sus ingresos con la iniciativa presidencial de bajarlos a menos de 108 mil pesos mensuales. Hay que tener claro que se trata de una embestida de carácter político contra el gobierno de López Obrador, en la que no cuentan ni la ecología ni los derechos de los habitantes de la comarca donde se asentará el aeropuerto. Es una nueva manera, también rara, de hacer política: no pueden ganar votos pero si ganar amparos.
3. Sin embargo, ante la feroz amenaza de Golpe de Estado de los empresarios y el poder judicial, contra el gobierno de López Obrador, el oportunismo en el partido Morena no deja de aflorar: el joven Batres –que viene del movimiento estudiantil de la UMAN- lanza broncas contra Monreal –un experimentado político expriísta- por haberlo removido con “votación manipulada” de la presidencia de la de la cámara de senadores. Muñoz Ledo se adelantó a pedirles que “negocien”, tal como lo hozo el mismo Muñoz Ledo al ser acusado por Noroña de oportunismo al asistir al último informe presidencial de Peña. Si Morena sigue escondiendo la lucha interna, tal como lo han hecho otros partidos burgueses (sin analizarlos y enfrentarlos a fondo), pronto, muy pronto, veremos a otro PRD, PAN o PRI. ¿Por qué no profundizar las luchas ideológicas con el fin de que el pueblo tire a la basura la ideología capitalista, neoliberal, burguesa, que ha chupado durante más de un siglo?
4. López Obrador –por su intenso e inmenso trabajo- controla el 99 por ciento de la militancia de Morena, pero en la dirección de su movimiento así como hay incondicionales ha comenzado a surgir gente crítica. Los primeros sólo ayudan haciendo propaganda, extendiendo los dichos del AMLO; los críticos apoyan a AMLO pero tratan de corregir errores muy evidentes. Por afuera de Morena está la derecha que busca derrocarlo y la izquierda (como yo) que lo apoya, que defiende su política general, pero no puede dejar de ser profundamente crítica y vigilante de todas las acciones. Obvio, hay otra izquierda más radicalizada –un poco sectaria, un poco dogmática- para quien el gobierno de AMLO es un gobierno burgués como los otros anteriores, que debe combatirse. La realidad es que nunca puede un izquierdista ilusionarse con elecciones burguesas, pero si ese gobierno domina y da márgenes para cambios revolucionarios, hay que entrarle.
5. Al parecer la tarea más importante para Morena –la formación de cuadros pensantes, inteligentes y críticos, y hasta cultos- no se ha tenido durante nueve meses. Por ahí están las quejas de los responsables que no denuncian con insistencia este hecho. ¿Qué pensará el más grande pensador del México actual, el filósofo Enrique Dussel? Pienso que la mayor parte del presupuesto de Morena debe dedicarse a la formación política en serio en todos los estados de la República. Mis títulos burgueses de licenciatura y doctorado de unos cuantos años son nada frente a mis 60 años de estudios libres, autodidáctas, nacidos de mis necesidades diarias. Incluso ello me ha llevado a pensar en que la escolaridad sirve exclusivamente para lograr un trabajo y un ascenso en la sociedad capitalista; que los conocimientos reales, humanos y solidarios, están fuera de la escuela.
6. Morena, en vez de fundar universidades con los mismos o parecidos planes y programas para formación de profesionistas burgueses, tiene que transformar buscando crear otra educación. (Por cierto en Internet puede, debe verse, “La educación prohibida” que es una exposición –de lo mejor en crítica a la escuela burguesa idiotizadora- de unos 10 profesores argentinos con la intervención de estudiantes. De lo contrario, ¿para qué carajos queremos más maestros, más días y horas de trabajo si se está enseñando a adaptarse o someterse a la sociedad de explotación, de mando y orden? De plano: pienso que con el gobierno de López Obrador hay espacios para darla batalla por transformar el país. Lo importante es lograr una buena unidad en las izquierdas para derrotar en serio a la derecha obligándola a entregar todo lo robado. ¿Se olvida que los anarquistas dijeron que toda gran propiedad es un robo?
7. El discurso de AMLO de que “todo va bien, que los mexicanos están felices”, me recuerda a todos los funestos gobiernos del PRI y del PAN que repetían siempre lo mismo y nosotros les mentábamos la madre preguntando: ¿de qué país o lugar hablas buey? Los mexicanos no son nada felices; sólo alcanzarán la felicidad cuando entre un siglo haya igualdad económica y política, todos trabajen y posean lo que necesitan. Rusia, China, Cuba, los radicales de izquierda, lucharon, luchamos, décadas con las ilusiones de una sociedad socialista, comunista, anarquista, con plena igualdad. No se pudo porque el imperialismo ha seguido estando fuerte con sus poderosas armas y sus demás medidas para el dominio del capitalismo. Espero que Morena no sea más de lo mismo; que arregle sus problemas internos con educación y conciencia política. ¿Cómo hacer para elevar la conciencia crítica, reflexiva y de investigación? (23/VIII/19)
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