Corredor transístmico
No se ha dado información a pueblos, aseveran representantes ejidales y anuncian movilizaciones
▲ Representantes de autoridades mixes, zapotecas e ikoots.
Juchitán, Oax., En asamblea regional comunitaria,
representantes de autoridades ejidales de siete municipios istmeños de
Oaxaca y Veracruz acordaron no avalar el megaproyecto del corredor
Transístmico que promueve el gobierno del presidente Andrés Manuel López
Obrador
porque no se ha dado información a los pueblos y comunidades, afirmaron.
Este fin de semana, en el ejido de Piedra Blanca del municipio San
Juan Guichicovi, en la zona norte del Istmo de Tehuantepec, participaron
45 representantes de autoridades ejidales de origen mixe, zapoteca e
ikoot de Jesús Carranza (Veracruz), así como de San Juan Guichicovi,
Santa María Petapa, Matías Romero, San Juan Mazatlán, San Dionisio del
Mar y El Barrio de la Soledad (Oaxaca), quienes rechazaron el plan.
Denunciaron que durante la serie de consultas que hizo el Instituto
Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) en algunos casos no fueron
invitados y en otros se les negó el derecho a la libre voz.
El proyecto interoceánico del Istmo de Tehuantepec, antes llamado
Zonas Económicas Especiales, pretende instalarse en esta región para
conectar los puertos de Salina Cruz, Oaxaca, y de Veracruz, Veracruz,
donde también se ubicarán empresas extranjeras, que según el gobierno
federal, generarán empleos.
Los representantes ejidales señalaron que desde hace varios años
Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal Electricidad ingresaron a sus
tierras y sólo provocaron daños; la realidad actual, dijeron, es que en
sus comunidades
hay muchas carencias y necesidades sin atención.
Los ejidatarios, en su mayoría campesinos y ganaderos, expusieron que
el campo debe ser prioridad, porque se ha desatendido en años pasados
debido a que los proyectos productivos se politizan y a los verdaderos
productores no les llega el apoyo.
Problemas pendientes
Nos preocupa que el gobierno del señor López Obrador le dé más atención a un proyecto que no beneficia a los pueblos indígenas; todavía tenemos carencias de agua potable, luz eléctrica y en la reconstrucción de viviendas y espacios públicos por los sismos de septiembre de 2017; sentimos que no somos tomados en cuenta, expresó Albino Pérez, de San Juan Guichicovi.
En tanto, Raúl Martínez de Jesús, agente municipal de la comunidad de
Palomares, municipio de Matías Romero, puntualizó que mientras el
gobierno se preocupa por impulsar megaproyectos, la delincuencia e
inseguridad se ha apoderado de sus pueblos. “No podemos hablar de un
desarrollo o un megaproyecto cuando la inseguridad es nuestro pan de
cada día, y a pesar de que la Guardia Nacional está en esta zona, la
delincuencia, los asaltos y las ejecuciones continúan, y eso nos preocupa. No estamos listos para un plan de este tipo. El señor Presidente debe escucharnos”, manifestó.
Acordaron hacer movilizaciones en defensa de la tierra, el territorio
y los derechos humanos, así como asambleas comunitarias y una marcha
masiva el 12 de octubre para demostrar su rechazo al corredor.
El asesor y fundador de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona
Norte del Istmo (Ucizoni), Carlos Beas Torres, sostuvo que las
comunidades acordaron manifestar su negativa porque se sienten
traicionadas debido a que durante las
asambleas, que más bien parecieron mesas de trabajo y quejas, que llevó a cabo el INPI en Oaxaca y Veracruz, nunca fueron invitados, y aunque de todos modos asistieron, no fueron escuchados.
Foto La Jornada
Diana Manzo
corresponsal Periódico La Jornada
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