Reporte de la Secretaría de Hacienda
▲ Integrantes de la banda musical Poj Tsaa, de Tierra Blanca, en Tamazulapam, Oaxaca.
Programas enfocados a infraestructura indígena,
mejoramiento de la producción, productividad y difusión de los derechos
de ese sector de la población, todos a cargo del Instituto Nacional de
los Pueblos Indígenas (Inpi), han destacado por su rezago en la
ejecución de gasto durante el primer semestre del año.
De acuerdo con un reporte de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público, entre las entidades no sectorizadas de la administración
pública federal se han dejado de gastar mil 499 millones de pesos
respecto de lo calendarizado.
Entre las causas que aduce la dependencia está
menores erogaciones para los programas Infraestructura Indígena y Mejoramiento de la Producción y la Productividad Indígena.
Lo mismo ocurre en la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y
Urbano (Sedatu). En general, esta dependencia destaca por el
subejercicio que arrastra respecto del presupuesto que se le aprobó. Ha
dejado de gastar 2 mil 925.9 millones de pesos por menores recursos para
los programas Mejoramiento Urbano (PMU) y Nacional de Reconstrucción.
En particular, el subejercicio para comunidades indígenas en la
Sedatu se registra en 39.7 por ciento en el PMU, sin que ello implique
que se dejen de gastar salarios en la burocracia que debería ejecutar
esos programas.
Así, entre las erogaciones para el desarrollo integral de los pueblos
y comunidades indígenas que atañen a proyectos entre diversas
dependencias, entre enero y junio hay un retraso del gasto de 8 mil 544
millones de pesos.
Si bien la austeridad para las comunidades indígenas se ha
concentrado en el INPI y en la Sader, también desde la Secretaría de
Economía, del Programa de Microcréditos para el Bienestar en esta
población apenas se han gastado 49.6 por ciento de los 152 millones 652
mil pesos que actualmente se contemplaba que ya estuvieran entre los
beneficiarios.
Lo mismo en los recursos que tiene a su cargo la Secretaría de
Educación Pública para ese sector, donde los 3 mil 552 millones de pesos
que ha ahorrado la dependencia en los programas son cuatro de cada 10
pesos de todo lo que no se ha ejercido para atender a población
indígena. En esta dependencia el subejercicio responde a que, al igual
que en todos los programas que involucran a Prospera –nombre de la
política social que ha mutado desde el Oportunidades de Carlos Salinas
de Gortari–, hay una retención del gasto que se aprobó en diciembre por
la Cámara de Diputados.
A la par, también desde la Comisión Nacional de los Derechos Humanos
los programas de promoción, difusión y protección de garantías entre los
integrantes de pueblos y comunidades indígenas, así como para atender
asuntos de indígenas en reclusión, llevan un ahorro de 27.5 por ciento,
más de una cuarta parte de lo que se tendría que haber ejercido a la
fecha.
En particular, en el Inpi, el Programa para el Mejoramiento de la
Producción y la Productividad Indígena, que tiene el objetivo de
impulsar la consolidación de proyectos productivos y turísticos en
localidades con 40 por ciento y más de población indígena, a la fecha
debió erogar 444 millones 919 mil pesos, pero apenas ha ejercido 6.9 por
ciento de ese monto, 30 millones 746 mil pesos.
En el Programa de Apoyo a la Educación Indígena, a cargo del abogado
Adelfo Regino Montes, lleva un retraso de 202 millones 757 mil pesos en
el gasto.
Mientras, el Programa de Infraestructura Indígena, que tiene como objetivo que las comunidades que defina el INPI
superen el aislamiento y dispongan de bienes y servicios básicos mediante la construcción de obras de infraestructura básica y vivienda, el rezago en la ejecución de los recursos es de 628 millones 766 mil pesos, 65.7 por ciento de lo estimado para junio de este año.
Foto Francisco Olvera
Dora Villanueva
Periódico La Jornada
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