Gobierno desaprovecha experiencia de las organizaciones
El gobierno de Nicaragua, encabezado por el presidente Daniel
Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo, se propuso prevenir los
asesinatos contra las mujeres pero su intención podría fracasar si su
estrategia es hacer una campaña que enaltezca a la Iglesia católica y
Evangélica como principales voceras para prevenir la violencia de
género.
Esta es la consideración de la activista y enlace Nacional de la
Red Nacional de Mujeres contra la Violencia, Evelyn Cecilia Flores
Mayorga, quien aseguró que es preocupante que el gobierno de su país no
aproveche la experiencia y trabajo de la sociedad civil que lleva años
trabajando con mujeres y víctimas de violencia.
La también integrante de la Iniciativa Nicaragüense de Defensoras
de Derechos Humanos estuvo en México para hablar ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos del trabajo del movimiento feminista
en el país centroamericano y los riesgos que implica; tras su
participación con los comisionados charló con Cimacnoticias.
Un tema de preocupación surgió la semana pasada cuando la
vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, se pronunció por los casos
de feminicidio luego del revuelo que causó el asesinato de una mujer
que fue decapitada por su pareja. Las hijas de la mujer exigieron a su
padre saber dónde estaban los restos de su madre. Al respecto la
funcionaria condenó los hechos y anunció que el gobierno comenzaría una
campaña en contra de violencia, en alianza con la iglesia católica y
evangélica.
El mensaje del Poder Ejecutivo, expuso en entrevista Flores Mayora,
es que la única acción a realizar será en coordinación con las
autoridades religiosas cuando Nicaragua es un Estado laico y a sabiendas
de que las agrupaciones religiosas siempre han pedido a las mujeres
aguantar cualquier sufrimiento en aras de mantener la unión familiar,
aunque eso signifique aguantar la violencia de pareja.
“El mensaje que siempre están dando (la Iglesia) es que las uniones
de la familia se deben principalmente a la disposición y esfuerzo que
hace la mujer; y esta política por qué la quiere promover el gobierno de
Nicaragua. Nos preocupa”, señaló.
Esto sucede mientras en ese país hay un aumento del feminicidio y
un incremento de la saña, la misoginia, la crueldad con que están
matando a las mujeres: desmembrando sus cuerpos, con decenas de
cuchilladas o a machetazos. “Hay una misoginia, un odio muy fuerte y,
esto, nosotras no podemos seguirlo permitiendo”.
De acuerdo con las agrupaciones feministas en aquel país, en agosto
se asesinaron a siete mujeres atrozmente, además se contabilizaron 38
casos de feminicidio y 45 intentos de feminicidio.
La defensora critica las posiciones del gobierno emanado del Frente
Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) porque no consideró el
trabajo de más de 25 años de experiencia de la sociedad civil que se han
esforzado en dar a conocer los distintos tipos de violencia de género,
tipificar el feminicidio (nombrado como femicidio) y sacar avante la Ley
Integral Contra la Violencia hacia la Mujer (conocida como Ley 779),
entre otros logros.
“En vez de reconocer esas historias de estos espacios dicen que se
van a coordinar con entidades religiosos. Ese es un retroceso para
nosotras. Otra de las preocupaciones que también hemos señalado es todo
lo que significa la persecución a las defensoras de los derechos
sexuales y reproductivos, con énfasis a las defensoras que trabajan las
diversas expresiones de la diversidad sexual”.
En Nicaragua, donde prevalece una política conservadora que
criminaliza el aborto, las defensoras de la salud sexual y reproductiva
de las mujeres son amenazadas y hostigadas por el simple hecho de dar
información sobre el aborto, por promover la salud integral de las nicas
o por tratar de prevenir embarazos en adolescentes y de niñas.
Con experiencia en grupos feministas como Las Petateras o la
Articulación Nacional feminista, Flores Mayorga ha sido señala por su
activismo. “La mayoría de las defensoras hemos vivido más de un tipo de
agresión, las principales agresiones que hemos vivido son de
intimidación, de amenazas, desprestigio a nuestra labor de defensoras,
además de eso hostigamiento, cuando nos andamos expresando en la vía
pública”.
A la Comisión Interamericana de Derechos Humanos Flores Mayorga
informó que han registrado 202 casos de agresiones contra mujeres
defensoras de los Derechos Humanos y expresó su preocupación por la
impunidad en estos casos y pese a ello asegura que continuarán
trabajando en las causas que unen a las nicaragüenses.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anayeli García Martínez Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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