9/16/2017

Iglesias voceras contra la violencia de género en Nicaragua, advierten OSC


Gobierno desaprovecha experiencia de las organizaciones
   
El gobierno de Nicaragua, encabezado por el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo, se propuso prevenir los asesinatos contra las mujeres pero su intención podría fracasar si su estrategia es hacer una campaña que enaltezca a la Iglesia católica y Evangélica como principales voceras para prevenir la violencia de género.
 
Esta es la consideración de la activista y enlace Nacional de la Red Nacional de Mujeres contra la Violencia, Evelyn Cecilia Flores Mayorga, quien aseguró que es preocupante que el gobierno de su país no aproveche la experiencia y trabajo de la sociedad civil que lleva años trabajando con mujeres y víctimas de violencia.
 
La también integrante de la Iniciativa Nicaragüense de Defensoras de Derechos Humanos estuvo en México para hablar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos del trabajo del movimiento feminista en el país centroamericano y los riesgos que implica; tras su participación con los comisionados charló con Cimacnoticias.
 
Un tema de preocupación surgió la semana pasada cuando la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, se pronunció por los casos de feminicidio luego del revuelo que causó el asesinato de una mujer que fue decapitada por su pareja. Las hijas de la mujer exigieron a su padre saber dónde estaban los restos de su madre. Al respecto la funcionaria condenó los hechos y anunció que el gobierno comenzaría una campaña en contra de violencia, en alianza con la iglesia católica y evangélica.
 
El mensaje del Poder Ejecutivo, expuso en entrevista Flores Mayora, es que la única acción a realizar será en coordinación con las autoridades religiosas cuando Nicaragua es un Estado laico y a sabiendas de que las agrupaciones religiosas siempre han pedido a las mujeres aguantar cualquier sufrimiento en aras de mantener la unión familiar, aunque eso signifique aguantar la violencia de pareja.
 
“El mensaje que siempre están dando (la Iglesia) es que las uniones de la familia se deben principalmente a la disposición y esfuerzo que hace la mujer; y esta política por qué la quiere promover el gobierno de Nicaragua. Nos preocupa”, señaló.
 
Esto sucede mientras en ese país hay un aumento del feminicidio y un incremento de la saña, la misoginia, la crueldad con que están matando a las mujeres: desmembrando sus cuerpos, con decenas de cuchilladas o a machetazos. “Hay una misoginia, un odio muy fuerte y, esto, nosotras no podemos seguirlo permitiendo”.
 
De acuerdo con las agrupaciones feministas en aquel país, en agosto se asesinaron a siete mujeres atrozmente, además se contabilizaron 38 casos de feminicidio y 45 intentos de feminicidio. 
 
La defensora critica las posiciones del gobierno emanado del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) porque no  consideró el trabajo de más de 25 años de experiencia de la sociedad civil que se han esforzado en dar a conocer los distintos tipos de violencia de género, tipificar el feminicidio (nombrado como femicidio) y sacar avante la Ley Integral Contra la Violencia hacia la Mujer (conocida como Ley 779), entre otros logros.
 
“En vez de reconocer esas historias de estos espacios dicen que se van a coordinar con entidades religiosos. Ese es un retroceso para nosotras. Otra de las preocupaciones que también hemos señalado es todo lo que significa la persecución a las defensoras de los derechos sexuales y reproductivos, con énfasis a las defensoras que trabajan las diversas expresiones de la diversidad sexual”.
 
En Nicaragua, donde prevalece una política conservadora que criminaliza el aborto, las defensoras de la salud sexual y reproductiva de las mujeres son amenazadas y hostigadas por el simple hecho de dar información sobre el aborto, por promover la salud integral de las nicas o por tratar de prevenir embarazos en adolescentes y de niñas.
 
Con experiencia en grupos feministas como Las Petateras o la Articulación Nacional feminista,  Flores Mayorga ha sido señala por su activismo. “La mayoría de las defensoras hemos vivido más de un tipo de agresión, las principales agresiones que hemos vivido son de intimidación, de amenazas, desprestigio a nuestra labor de defensoras, además de eso hostigamiento, cuando nos andamos expresando en la vía pública”.
 
A la Comisión Interamericana de Derechos Humanos Flores Mayorga informó que han registrado 202 casos de agresiones contra mujeres defensoras de los Derechos Humanos y expresó su preocupación por la impunidad en estos casos y pese a ello asegura que continuarán trabajando en las causas que unen a las nicaragüenses.
 
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anayeli García Martínez Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

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