Persisten “lagunas” en leyes y mecanismos de protección
La
violencia contra las mujeres, además de ser una violación a los
Derechos Humanos (DH), afecta todas las áreas de la vida de la
población femenina, dijo ONU-Mujeres.
Como parte del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia
contra las Mujeres –25 de noviembre–, el organismo internacional llamó
a las naciones a la acción para “poner fin a la lacra mundial de la
violencia contra las mujeres”.
Además de las acciones que llamó a realizar para poner un alto a la
violencia, ONU-Mujeres recordó que durante la IV Conferencia Mundial
sobre la Mujer, celebrada en 1995, numerosos Estados miembros de
Naciones Unidas aprobaron la Declaración y la Plataforma de Acción de
Beijing.
Con ambos mecanismos se reconoció que la violencia “es uno de los
principales mecanismos sociales que niegan a las mujeres la igualdad, y
que tiene costos sociales, sanitarios y económicos elevados”.
Si bien ONU-Mujeres celebró los avances, advirtió que siguen existiendo
lagunas en las leyes, en la implementación de la protección legal y los
servicios esenciales. “Contamos con el impulso inicial, pero este
impulso debe acelerarse rápidamente”, apuntó.
En ese sentido, destacó que a 20 años de la Conferencia, es
indispensable señalar que la violencia “no es únicamente una esfera de
preocupación de pleno derecho, sino también una cuestión transversal
interrelacionada con cada una de las otras esferas de especial
preocupación (definidas en Beijing)”.
Cabe recordar que como marco definitorio para el cambio, la Plataforma
de Acción formuló amplios compromisos en 12 áreas de especial
preocupación.
ONU-Mujeres alertó que la pobreza puede aumentar la violencia, ya que
determinados grupos de mujeres y niñas se enfrentan a múltiples formas
de discriminación y, como resultado, también sufren un mayor riesgo de
violencia.
Diversos estudios –apuntó– reflejan que las niñas pobres tienen una
probabilidad 2.5 veces mayor de casarse en su infancia que las que
pertenecen al quintil más rico. Por otro lado, aquellas que viven
violencia doméstica o por parte de un compañero sentimental tienen
menos opciones de escapar de relaciones violentas, debido a su falta de
ingresos y recursos.
En materia de educación y capacitación, la violencia de género puede
ocurrir mientras ellas se desplazan a la escuela o en las propias
instituciones educativas. Según un informe del secretario general de la
ONU, en Estados Unidos, 83 por ciento de las niñas de secundaria y
preparatoria (de 12 a 16 años de edad) ha experimentado alguna forma de
acoso sexual en las escuelas públicas.
En materia de salud, ONU-Mujeres sostuvo que la violencia contra las
mujeres y niñas perjudica su salud, incluida su salud sexual,
reproductiva y mental y que las consecuencias de la violencia para la
salud de las niñas pueden persistir durante generaciones.
Y es que, por lo general, las niñas casadas no pueden negociar
efectivamente un sexo seguro, lo que las hace vulnerables a las
infecciones de transmisión sexual (ITS), incluido el VIH, además del
embarazo precoz.
ONU-Mujeres observó también que la violencia también repercute en las
familias y las sociedades, y tiene un costo económico muy alto.
A menudo, las mujeres sufren violencia, o amenazas de violencia, cuando
ejercen sus derechos políticos o cuando participan de forma activa en
la política (según lo señalado en la Plataforma de Acción de Beijing).
Diversos estudios –dijo ONU-Mujeres– demuestran que las mujeres que
votan tienen cuatro veces más posibilidades, en comparación con los
hombres, de sufrir intimidaciones durante comicios que se celebran en
Estados “frágiles o en situación de transición tras un conflicto”.
El mecanismo de Naciones Unidas concluyó que la violencia de género “va
más allá de los golpes y es una lacra que debe ser eliminada”.
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.-
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