Unos 35 migrantes varones caminaron por las vías del tren junto a las y los 45 integrantes –entre madres, familiares y activistas– de la X Caravana de Madres Centroamericanas “Puentes de Esperanza”, que la víspera llegó a este municipio del estado de Hidalgo.
Cansados y con los pies hinchados, los migrantes recorrieron las vías en solidaridad con las madres y también como una forma de protesta, ya que horas antes 12 de ellos (11 hombres y una mujer) fueron extorsionados por dos delincuentes.
Cerca de las 6 de la tarde, la caravana arribó a la localidad de Bojay, en este municipio, donde ya era esperada por mujeres de la Casa del Migrante Samaritano. Una vez allí, los 35 migrantes que esperaban hospedarse en el albergue contaron a las madres lo sucedido horas antes.
De
acuerdo con Edwin Canales, un hondureño de 30 años que testificó lo
sucedido, los migrantes –provenientes del municipio de Huehuetoca, en
el Estado de México– bajaron del tren y se disponían a llegar al
refugio cuando fueron abordados por dos sujetos que también viajaban
con ellos.Los desconocidos siguieron a los migrantes por las vías del tren y alcanzaron a un grupo de 12 personas, entre ellos una guatemalteca de 26 años de edad, de nombre Olga. Al parecer, contó Edwin, los hombres armados llevaron a las personas a los matorrales donde es probable que los extorsionaran.
Edwin narró que avisaron a la policía de lo sucedido. Las patrullas lograron detener a los presuntos delincuentes, pero también se llevaron a las víctimas para que dieran su declaración. No obstante, hasta las 11 de la noche de ayer los migrantes fueron dejados en libertad sin que se hubiera iniciado una denuncia.
Esta mañana, Olga narró a Cimacnoticias que lleva 15 días de viaje desde Guatemala con destino a Nebraska, Estados Unidos, pero su viaje se interrumpió a la 2 de la tarde de ayer cuando su grupo fue interceptado y llevado al monte, donde a cada uno le pidieron una “cuota” para dejarlos pasar.
Aún nerviosa y tiritando, Olga explicó: “Nos tuvieron, pero estaban esperando a que llegara más gente a traernos; nos iban a llevar, no dijeron a dónde, sólo que si no pagamos la cuota de mil dólares (13 mil 650 pesos mexicanos) nos iban a matar”.
Según el testimonio de la mujer, estuvieron retenidos por tres horas, e incluso a uno de los hombres lo amarraron porque decían que él era “el líder”. Sin embargo, ella y el resto de los migrantes insistieron en decir que no tenían dinero, lo cual era cierto porque días antes fueron asaltados y se quedaron sin nada.
Olga, madre de tres niños (de nueve, seis y tres años de edad) que dejó en Guatemala, aseguró que entre los momentos más difíciles fue cuando ella fue amagada con una pistola. “No me decían nada, pero se paseaban y se nos quedaban viendo. Uno decía ‘sólo va de jugar la pistola y se me va un tiro’”.
De las 12 personas, dos prefirieron irse porque ayer el Ministerio Publico insistió en que no denunciaran y después amenazó con llamar al personal del Instituto Nacional de Migración.
“¿Seguirás tu viaje?”, le preguntó Cimacnoticias. “La verdad ahorita no sé; entré en ‘shock’ cuando llegaron los policías. Yo sólo dije: ‘Si me deportan me voy’, pero voy sana, no me han hecho nada”, respondió.
Ayer las personas sin documentos de estancia legal que llegaron a la Casa del Migrante Samaritano acompañaron a las madres por su paso en esta entidad. Ellas continuarán su camino por Hidalgo hacia San Luis Potosí, al norte del estado.
En tanto, Olga se cubría del frío y seguía de pie en las vías del tren. Ella y sus compañeros de viaje tendrán que acordar si deciden denunciar ante las autoridades, continúan hacia EU o regresan a sus países de origen.
“Queremos ir a verificar si en verdad los detuvieron (a los asaltantes), porque más atrás vienen más compañeros inmigrantes y les puede pasar lo mismo que a nosotros”, advirtió la mujer.
CIMACFoto: Anayeli García Martínez, enviada
Por: Anayeli García Martínez, enviada
Cimacnoticias | Atitalaquia, Hgo.- 
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