11/28/2014

Peña Nieto (y Mancera) provocadores y escarmentadores del Estado represor

Miguel Ángel Adame C.


En ocasiones como la presente se hace visible la violencia estructural del sistema […]. El régimen había exhibido parcialmente la violencia latente; había usado el miedo y la violencia institucionalizada como herramientas para el disciplinamiento social, logrando una cierta adhesión pasiva de sectores de población que más bien se asemejaba a una sumisión servil […]. La violencia practicada desde el poder para conservar las injustas estructuras en beneficio de unos pocos es producto de la falta de razón. La violencia institucionalizada es la irracionalidad social exacerbada. Atrapado, desenmascarado por los hechos de Atlatlaya e Iguala, el régimen ha quedado desnudo. Las fuerzas del orden exhibidas. Con base en recursos demagógicos, sofismas y mentiras, Peña y sus acólitos en los medios pretenden dividir a los mexicanos entre buenos y malos, pacíficos y violentos. Llaman orden al desorden, paz al miedo, justicia al hambre y desarrollo al desempleo. Buscan seducir, persuadir, ablandar, y usan agentes provocadores y propaganda negra como bandera falsa para “legitimar” detenciones arbitrarias y sembrar un terror paralizante entre los jóvenes. Quieren desactivar el descontento, la protesta, la rebeldía; la digna rabia y la contraviolencia de los de abajo […] ante la violencia estructural y su corolario, la violencia institucionalizada.
Carlos Fazio

Para describir política y diplomáticamente la situación actual que vive concretamente la presidencia de la República, y de manera más general, su gobierno, encabezado por Enrique Peña Nieto, se han utilizado varios términos semejantes y, de alguna manera, complementarios: deslegitimado, desprestigiado, arrinconado, desesperado, acorralado, atrapado.

Tiene pocos meses (febrero de 2014) de que lo medios conservadores periodísticos publicitarios, representados por la Revista norteamericana Time, le concedieron la portada bajo el cristiano lema de Saving Mexico; y en sendas entrevistas a sus secretarios de Gobernación y de Hacienda los llamaron en este mismo medio “Comité para salvar México”. Igualmente en su visita a Estados Unidos la fundación interreligiosa La Appeal of Conscience le entregó, el "Premio Estadista Mundial 2014" por su liderazgo y por tomar decisiones que han dado un "decidido impulso hacia adelante a su país y a su pueblo"1. Michael Crowley en el Time internacional consigna en su entrevista a Peña Nieto que éste se concibe a sí mismo como “un fresco y joven reformista”2. Todos los organismos y agencias mundiales del capitalismo neoliberal estaban de plácemes con la imposición al pueblo mexicano del segundo ciclo de reformas neoliberales logradas en un año por su gobierno a través del “Pacto por México”. Especialmente el gobierno y las trasnacionales norteamericanas que veían que nuevamente se le ponía “la mesa servida” para sus neo-negocios y neo-dominios. Así es como Barack Obama declara en ese mismo mes que: “Un México pujante pondrá viento en las velas económicas de Estados Unidos y reducirá aún más el número de migrantes que cruzan la frontera de manera ilegal”.

La matanza con tiros de gracia de Atlatlaya (Estado de México), la madrugada del 20 de junio de 2014, de jóvenes supuestamente delincuentes, a manos de miembros del ejército mexicano y la manipulación de la escena por parte de los militares asesinos empezó a crear dudas de la actuación de esa agencia militar sustento primordial de los gobiernos de Felipe Calderón (2006-2012) y de Enrique Peña.

Pero fue a raíz del 27 de septiembre de 2014, un día después de la masacre de Iguala de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, que las cosas comenzaron a cambiar para Peña Nieto y su gobierno. Su falta de reacción, su incapacidad para dar respuestas, su lavado de manos inicial, su contrarreacción tardía, débil, evasiva y timorata mostraron su verdadero rostro (el de él, el de su gobierno y el del Estado neoliberal criminal mexicano3). Las acciones y movilizaciones populares masivas encabezadas por los normalistas que sobrevivieron y por los padres de los secuestrados-desaparecidos, le arrancaron su guapa y altanera máscara: apareció la calavera con su guadaña4. Este suceso retrata con exactitud el cambio que sufrió en la percepción internacional de las élites en unos días el estatus de Peña Nieto y su gobierno. Un titular periodístico atina en señalar lo sucedido: “A Peña Nieto se le cayó el show del Saving México”5.

Inmediatamente aparecieron las declaraciones y las opiniones de preocupación y luego de alarma en torno a sus capacidades antes alabadas. Ni la entrevista que tuvo el presidente el 29 de octubre en la casa oficial con los padres y familiares de los 43 desaparecidos y los jóvenes muertos lograron calmar las cosas; por el contrario, ante incumplimientos de acuerdos signados en los Pinos y las tácticas desviacionistas hacia la búsqueda con vida de los desparecidos, los familiares y un buen sector de la sociedad mexicana agraviada después de más de 30 años de neoliberalismo extremo en México, aumentaron sus exigencias de presentación con vida de los secuestrados por el narcoEstado militar-policial mexicano: ¡vivos e los llevaron, vivos los queremos! El montaje preparado por el titular de la PGR Murillo Karam para demostrar que los estudiantes desparecidos habían sido calcinados por el grupo de sicarios “los guerreros unidos”, y para justificar la gira presidencial al extranjero (9 al 15 de noviembre), le echó más diesel al fuego de la indignación y el hartazgo contra el gobierno. Justo en el momento de su partida se extendió como reguero de pólvora la noticia de la adquisición por parte de la pareja presidencial de una casa superlujosa valuada en 7 millones de dólares de la en la zona superexclusiva de la ciudad de México conocida como Las Lomas de Chapultepec. El vocero presidencial quiso aminorar el escándalo pero lo que hizo fue la opinión pública asociara esa casa a actos corruptos de Peña Nieto y de su esposa Angélica Rivera, la actriz exclusiva del consorcio televisivo que impulsó y apoyó la candidatura de su marido.

Presagios de la mano dura y la cara maquillada

Después de su viaje internacional a China y a Australia, Peña Nieto puso inmediatamente manos a la obra al ver que el enardecimiento social seguía y ahora él y su familia estaban señalados de enriquecimiento ilícito. Lo primero que hizo a su llegada a México fue advertir y amenazar a las protestas sociales y al periodismo denunciador al endurecer sus discursos declarando cosas como las siguientes: “El Estado está legítimamente facultado para usar la fuerza y para restablecer el orden”, “no se pude permitir los actos de la violencia o de vandalismo, y más cuando afectan derechos de terceros”. Unos días después manejó la hipótesis de los grupos desestabilizadores, de la siguiente manera: “ Al amparo de esta consternación social que hay por los hechos de dolor y de horror (...) hemos advertido los movimientos de violencia que, al amparo y al escudo de esta pena, pretenden hacer valer protestas que, a veces, no está claro su objetivo”. “Pareciera que respondieran a un interés general de generar desestabilización, de generar desorden social y, sobre todo, de atentar contra el proyecto de nación que hemos venido impulsando”6.

Mientras tanto la pareja presidencial se afanó inútilmente en aclarar el caso de la propiedad de la Lomas llamada popularmente “La casa blanca”; esta vez la protagonista fue la actriz y primera dama Angélica Rivera que a través de la difusión televisiva de un video previamente grabado trató de justificar, a partir de sus ingresos de años de trabajo en Televisa, la compra de ese multimillonaria mansión, y terminó su alocución diciendo que vendería dicha propiedad. Las actitudes mostradas por la “primera dama” no convencieron a nadie más que a su marido y los días siguientes el video-clip y su contenido fueron objeto de mofas, de desmentidos y de contra-videos en las redes virtuales. Mientras tanto los discursos del presidente insistían en la condena a los desórdenes y en el imperio la fuerza del Estado y del estado de derecho, al tiempo que desde su experiencia de estratega represor de Atenco (2006) preparaba su plan para iniciar la contención social mediante el amedrentamiento, la infiltración y la brutalidad policiaca. En efecto, el tradicional desfile militar en el Zócalo capitalino se suspendió y Peña Nieto y su Gabinete se refugiaron en la campo militar marte en la ceremonia de elogios, condecoraciones y ascensos militares (marina y ejército).

Todo esto en vísperas y durante la realización de la Cuarta gran jornada de acción global por Ayotzinapa. Este día, 20 de noviembre, es emblemático para la conmemoración de la gesta revolucionaria de 1910; de esta manera, después de que por algunos días tres Caravanas de los normalistas y los familiares habían recorrido varias partes del país, se concentrarían en tres puntos simbólicos (plaza de las culturas en Tlatelolco, Ángel de la Independencia y plaza de la Revolución) para marchar junto con los cientos de miles de indignados mexicanos rumbo a la plancha del centro histórico de la Ciudad de México.

EL escenario

El escenario estaba preparado para el plan provocador, represor y escarmentador del narcoEstado mexicano (con aval por acción, aceptación u omisión de la mayoría de la clase política y la oligarquía mexicana, y con asesoría e intervención directa del FBI y la DEA norteamericanas “infiltradas” en los altos mandos de la marina, del ejército y de los cuerpos policíacos).

Escena 1

El 19 de noviembre a temprana hora Peña Nieto, su gabinete de seguridad y sus asesores se reúnen para ultimar los detalles del plan. Peña Nieto personalmente da las instrucciones precisas y contundentes y pide acatarlas por el bien de su proyecto de “salvación nacional” ante el embate de los desestabilizadores (anarquistas, marxistas, terroristas, guerrilleros, conspiradores, etc.) de toda calaña. Manda con sigilo y presteza girar órdenes a todos los mandos policíaco–militares (particularmente estado mayor presidencial, batallones del ejército y la marina en el DF, y cuerpo de granaderos para tareas especiales) de que lleven a cabo coordinadamente y puntualmente el plan, señala que todas las autoridades (políticas y judiciales) están de acuerdo y avisadas y que Miguel Ángel Mancera ha colaborado entusiastamente con él y ha puesto a su total disposición a sus subordinados; especialmente destaca el papel que tendrán la PGR (Procuraduría General de la República) Y PGJDF (Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.

Escena 2

Es el inicio de la represión anunciada. El día 20 de noviembre por la mañana. Se ven por varias de las avenidas de la ciudad de México algunos camiones del ejército mexicano repletos de militares vestidos de civil y embozados listos para actuar, se dirigen a las inmediaciones del Aeropuerto de la Ciudad de México (AICM), donde se preparan para actuar violentamente infiltrándose a un contingente de aproximadamente 100 jóvenes que intentaban bloquear los accesos al Aeropuerto; hay varios enfrentamientos entre estos grupos con piquetes de policías-granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF). Éstos repelen a los embozados y golpean, maltratan y apresan “selectivamente” a jóvenes implicados y no implicados en los hechos7.

Escena 3

Entrando la noche, los contingentes de la multitudinaria y combativa marcha llegan masivamente a la plancha del zócalo, siguen incansables coreando sus consignas “Fue el Estado” y “Fuera Peña Nieto”. A mitad de la plancha los festivos manifestantes queman un enorme monigote con la efigie del ocupante de los “Pinos”. En el templete principal los familiares y compañeros de los estudiantes desparecidos de Ayotzinapa denuncian que el país está plagado de fosas clandestinas, que el gobierno sabe dónde están los 43 normalistas, de que están decididos a cambiar de una vez por todas el país, de que si Peña se dice facultado para usar la fuerza pública el pueblo también tiene facultades y de que invitan a los asistentes a que se retiren a sus casas tranquilamente a meditar que pasos hay que seguir para que la lucha se fortalezca.

Mientras los cansados pero no agotados familiares van saliendo de la plancha ya pasadas las 8 de la noche; los cuerpos represivos civiles y militares, previamente drogados y adiestrados de cómo actuar, se alistan para actuar la siguiente parte del plan. Un grupo de jóvenes que se decían “anarquistas”, la mayoría nuevamente embozados (eran casi los mismos de la escena 2), comienzan a remover las vallas metálicas que resguardaban el acceso al palacio nacional, a pesar de los gritos insistentes de la mayoría de los manifestantes asistentes que todavía quedaban de “no a la violencia “y “fuera provocadores”; los embozados arrojan objetos incendiarios, botellas, cohetones y piedras contra los elementos del Estado mayor Presidencial y granaderos de la policía federal que se encontraban apostados afuera de los accesos del palacio nacional8. Éstos estuvieron respondiendo (también bajo los estímulos de las drogas) por un buen rato intermitentemente con chorros de gases pero no avanzaban, fue hasta que se lanzaron dos bengalas al aire (cerca de las 10 de la noche) como señal del inició de la operación “barrido” que los granaderos se lanzaron indiscriminadamente contra todos las personas (manifestantes o no, incluidos periodistas, vendedores, comensales de restaurantes, niños y personas mayores) que estaban en el zócalo y sus alrededores, toleteando, pateando, golpeando, aplastando, gaseando y deteniendo “selectivamente” a los jóvenes “sospechosos”. Varias de las personas agredidas que pidieron auxilio a las camionetas de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal apostadas en esas calles fueron ignoradas a propósito.

Los policías hasta donde se sabe no desaparecieron a los detenidos, pero los concentraron al lugar previamente acordado: la Subprocuraduría Especializada en la Investigación de Delincuencia Organizada (Seido).

Escena 4

Durante todo el 20 de noviembre Peña Nieto recibía información de los operativos del plan, media hora antes de la medianoche finalmente recibió el reporte final que fueron a notificarle personalmente los mandos superiores militares, marinos y policíacos incluido el jefe de la SSPDF. Todo había salido conforme al Script, Peña Nieto hizo dos llamadas rápidas primero al embajador norteamericano para darle la buena nueva y luego habló con Mancera para felicitarlo por su cooperación, éste le dijo que estaba a sus órdenes y se alegraba por el escarmiento; posteriormente buscó a Angélica para darle la noticia y juntos se fueron a dormir muy satisfechos, pues –dijeron- parte de su orgullo herido comenzaba a recuperarse.

A esa misma hora los infiltrados militares vestidos de civil que participaron embozados en las refriegas ya roncan plácidamente en sus habitaciones después de haber cenado opíparamente.

Escena 5

El 21 y 22 de noviembre, los 31 detenidos están en los separos de la SEIDO, la PGR de Murillo Karam a partir de las acusaciones de los policías-granaderos represores (y a éstos ¿quién los puede acusar, enjuiciar y castigar?) les fincan en colaboración estrecha con la PGJDF un catálogo de delitos “aplicando todo el peso de la ley” (dice más que satisfecho el procurador) como: ataques de la paz pública, portación de objetos aptos para agredir, ultrajes a la autoridad, daño en propiedad ajena, lesiones; y especialmente a 11 de ellos (7 varones mexicanos un chileno y 3 mujeres) se les imputa terrorismo, homicidio en grado de tentativa y delincuencia organizada, pero finalmente se les consigna por asociación delictuosa, motín y homicidio. Se les remite al Centro de Readaptación Social 5 oriente en Villa Aldama Veracruz y a las mujeres al Centro Federal Femenil Noroeste Tepic Nayarit.

A ninguno de ellos y ellas se les respetaron mínimamente sus derechos humanos pues todas les detenciones fueron arbitrarias pero “selectivas” (ser joven y traer mochilas, usar tenis, tener el pelo largo, etcétera). Fueron no sólo agredidos y golpeados sino también incomunicados, amenazados y torturados. Además los propios encargados de los procesos, los agentes ministeriales del Ministerio público de la Federación señalaron que por órdenes de “muy arriba” les sembraron esos graves delitos; todo conforme al Script del escarmiento ejemplar.

Las comunidades de las escuelas y de los lugares de donde provenían lo manifestantes pacíficos que las policías tomaron como “chivos expiatorios” se movilizan, por las redes sociales se llama a nuevas protestas para sacarlos de los centros de disciplinamiento. Por el lado de los inquietos y rebeldes de la sociedad en vez de miedo crece la rabia pero ahora recorre con más claridad las necesidades de avanzar en la autodefensa y la precaución colectivas, y en generar otras maneras más organizadas de lograr los objetivos inmediatos: ¡libres y vivos se los llevaron, libres y vivos los queremos! y ¡fuera Peña, fuera Mancera, fuera todos!
Escena 6
Los días siguientes vienen los cínico discursos re-legitimadores del orden social re-establecido:
a) para generar la percepción que los responsables de la inseguridad del país no son los del Estado sino los que protestan;
b) para justificar sus violencias y arbitrariedades amparados en el estado de derecho burgués; y
c) para –según ellos– abonar a que Peña Nieto y todos los poderes legales y fácticos del Estado-gobierno tengan un respiro e impongan “ nuevos pactos cupulares engañabobos” y “nuevas medidas placebas“

Veamos cuatro ejemplos. El Jefe de Gobierno del DF Miguel Ángel Mancera: “Sihay violencia la Policía responderá” (¡clap, clap, clap!) El secretario de gobernación Osorio Chong: “Jamás será la violencia vía para obtener justicia” (¡clap, clap, clap!). El elocuente secretario de Marina Castro Soberón: reprobó los actos violentos protagonizados por encapuchados, que son grupos minoritarios “mezquinos” que generan violencia y destrucción . Soberón dijo que ante la situación que vive el país, están dispuestos a combatir la ilegalidad y hacer cumplir la ley y el orden pues es lo que en estos momentos los mexicanos demandan. Finalmente Indicó que las Fuerzas Armadas respaldarán las firmes decisiones del presidente Enrique Peña Nieto para consolidar su proyecto, que es “mover a México”9 (¡super claps, claps, claps!).

El Director de la policía del DF Rodríguez Almeida: “Felicito a mi personal por el trabajo demostrado, por el gran valor, gallardía, responsabilidad y sobre todo porque restablecieron el orden público le guste a quien le guste” (¡super sic!)

A manera de conclusiones

Como en todos los represores encumbrados en el poder habidos en la historia, la alharaca discursiva en torno a la legitimidad de la violencia estatal y luego el paso justificatorio de la represión planeada para inhibir las protestas sociales reflejan un perfil pusilánime y cobarde. Peña Nieto desde que fue gobernador en el Estado de México mostró y demostró ese perfil. Siendo candidato presidencial en el 2012, ante la pregunta cuestionadora de los estudiantes de la Universidad Iberoamericana sobre su papel y su responsabilidad en los hechos de Atenco en 2006, sin ambages declaró que él había sido el que había tomado la determinación de usar todo el peso de la fuerza pública para mantener el orden, es decir, justificó ante la comunidad escolar y los medios que se encontraban en el auditorio su actitud represiva. En esa ocasión los estudiantes lo interpelaron, lo increparon y lo abuchearon ante tal descaro, así tuvo que salir por la puerta trasera y refugiarse con sus guaruras en los baños. Pero en su mentalidad la represión es recurso válido y ni importa si en Atenco se hayan violentado derechos humanos: detenciones arbitrarias, violaciones sexuales, daños físicos, golpes, torturas, encarcelamientos ejemplares. Si Peña Nieto lo hizo como gobernador y lo defendió públicamente como método impositivo como candidato del PRI en aquella ocasión (11 de mayo de 2012); obviamente bajo la situación actual justo antes de que cumpla 2 años de mandato, bajo situación de acorralamiento múltiple y objeto del repudio popular con la quema simbólica de su monigote en el zócalo, lo vuelve a utilizar con esta modalidad: se atrincheró tras los costados del Palacio Nacional y con su operación «barrida» intentó arrasar con sus cuestionadores, no con los provocadores embozados infiltrados, sino con los que se atrevieron a hacerlo cenizas.

Lo necesitaba volver a hacer, pues ya no le quedan muchos recursos, pues sus iniciativas antes de nacer aparecen desgastadas y pocos efectivas de enderezar la legalidad y la legitimidad perdidas. Pero requiere mandar señales de fuerza estatal para intentar recuperar un mínimo de credibilidad ante los poderes neoliberales internacionales y nacionales que lo impusieron. Recurrir a la represión y a cerrar filas represivas en los aparatos idem del Estado era la manera de infundir miedos y amedrentamientos a las movilizaciones populares. Ahora piensa que las demás medidas simulatorias que vienen en los próximos días-meses (administrativas, políticas, etcétera) podrán asimilarse o digerirse más fácilmente.

Corazas duras y corazas blandas para encubrir ausencias de cerebro y corazón sus ineptitudes, sus desprestigios desmoronados y sus falsas salidas solucionadores de los graves problemas nacionales. Su reformas neoliberales de segundo ciclo y sus desplantes son ya inaguantables.

Como el PRD, el gendarme Mancera ha traicionado a sus votantes en el Distrito Federal que votaron por un gobierno de izquierda y progresista que los defendiera de los embates del neoliberalismo no que los dejara a la disponibilidad de las formas represivas de la que él mismo contribuyó. Él ha sido cómplice voluntario pero trata de moderarlo al reconvenirle a Almeida de que no sea tan descarado: la represión una vez hecha no se elogia, se camuflajea, le dice.

Así pues con la trampa del 20 de noviembre se cierra la doble pinza del Estado represor: Peña Nieto y su fiel colaborador Mancera.

¡La historia los juzgará, más temprano que tarde!

Notas:
1 “Recibe Peña Nieto el premio Estadista mundial 2014#, Excélsior en línea; 24/09/2014 09:28 Enrique Sánchez. http://www.excelsior.com.mx/nacional/2014/09/24/983227
2 “¿Saving México, lo que dice Time sobre Peña Nieto”, SDP Noticias.com, 13 de febrero de 2014, http://www.sdpnoticias.com/nacional/2014/02/13/saving-mexico-lo-que-dice-time-sobre-pena-nieto
3 Véase mi artículo en Rebelión “El Estado mexicano Forbes y el qué hacer en la coyuntura Iguala-Ayotzinapa”, 18-11 de 2014, www.rebelion.org/noticia_pdf.php?id=192130
4 En Facebook han circulado parodias de portadas del Time re-hechas donde aparecen el cuerpo y la cara de Peña Nieto modificadas: como virgen, como títere, como encubridor de Salinas de Gortari, como pro-yanqui, etcétera. Entre las que destaca la de la muerte con su guadaña.
5 Aristegui noticias que cita a la revista inglesa The Economist que en un artículo dice que “La absoluta anarquía del área, a unas cuantas horas de distancia de la capital por carretera, encuentra eco en una presunta masacre en junio en Tlatlaya, no lejos de Iguala, en la que soldados mataron a 22 personas sospechosos de ser delincuentes”. “Las dos atrocidades –dice The Economist– parecen lo suficientemente serias para cambiar el rumbo del gobierno de dos años del Presidente Enrique Peña Nieto, quien ha priorizado las reformas económicas y subestimado la ley y el orden como manera de modernizar México, sin reconocer que ambas son igual de importantes”, 20 de octubre de 2014 por Dolia Estevez http://aristeguinoticias.com/2010/mexico/a-pena-nieto-se-le-cayo-el-show-del-saving-mexico/
6 Véase Excélsior, 16 de noviembre de 2014.
7 Véase Olivares, Arellano Servín: “Impide la policía bloqueo al AICM”, La Jornada, 21 de noviembre de 2014. http://www.jornada.unam.mx/2014/11/21/politica/004n2pol
8 Véase Camacho, Olivares y Urrutia: “Enfrentamiento frente a Palacio Nacional”, la Jornada, http://www.jornada.unam.mx/2014/11/21/politica/004n1pol
9 Ver “Condena secretario de Marina violencia de encapuchados; son grupos ‘minoritarios’ dice”, Diario contrapoder en Chiapas, 23 de noviembre de 2014, http://www.diariocontrapoderenchiapas.com/2014/index.php/nacional/5140-condena-secretario-de-marina-violencia-de-encapuchados-son-grupos-minoritarios-dice

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