Violencia
es gobernarnos, robarnos nuestra capacidad, quitarnos nuestra
autonomía, limitarnos, gestionar nuestras vidas, nuestras mentes y
nuestros cuerpos.
Violencia
machista es quitarnos nuestra autonomía por el hecho de ser mujeres,
limitarnos desde que nacemos para que no desarrollemos nuestras
capacidades todo lo que podemos y queremos: limitarnos para que
esperemos, que siempre esperemos en vez de hacer. Violencia machista es
ser gobernada por el presidente, el líder, el patrón o el dios que
toque…y por el padre, el “marido”, el compañero. Violencia machista es
ser inferior ante quien debería ser un igual pero resulta que es
hombre. Violencia machista es que cuente más SU opinión, que nosotras
no existamos ni en la mente ni en el discurso ni en el lenguaje ni en
los hechos de este sistema jerárquico. Violencia machista es que se nos
eduque no sólo en ser obreras obedientes, sino en ser mujeres sumisas.
Violencia machista es que los gobiernos se sientan con derecho de
gobernar no sólo nuestra individualidad sino nuestro cuerpo por ser
mujeres porque para ellos somos mera mano de obra gestando a la futura
mano de obra ; que los hombres se sientan con derecho a manipularnos y
poseernos como una muñeca y que nuestro NO no importe.
Violencia
machista es que no exista nuestro coño, que nuestra sexualidad se haya
visto intencionalmente reducida y presentada en escaparate como dos
tetas y un boquete que penetrar…violencia machista es que no exista
nuestro clítoris y nuestro punto G. Violencia machista es toda la
tecnología ortopédica, unida a toda una serie de sabios, disciplinas y
saberes varios, que nos ha enseñado y nos ha hecho mujer a la medida
del hombre: que nos ha moldeado como mujer en vez de dejarnos crecer
como queramos.
Violencia es el trabajo asalariado, el robo de
la fuerza de trabajo, la deshumanización como trabajadoras siendo sólo
una herramienta más del sistema socioeconómico.
Violencia
machista es trabajar asalariadamente, cuidar de hijas, personas
dependientes y algún que otro caradura independiente, hacer la compra,
la comida, limpiar la casa, poner lavadoras y aún así ser tiernamente
comprensiva con ellos que vienen cansados de trabajar. Violencia
machista es haber visto así años a nuestras madres sin que nadie las
mirara y gritara BASTA. Violencia machista es cobrar menos que mi
compañero de al lado, o cobrar lo mismo por trabajar mucho más.
Violencia machista es aguantar no sólo el abuso de un chulo patrón,
sino aguantar su mano en tu culo.
Violencia es la institucionalización de las luchas, vaciar su contenido, insertarlas en el sistema para desarticularlas.
Violencia
machista es un discurso vendido como feminista para intentar callarnos
que mantiene toda esta violencia machista. Violencia machista son tus
chapas, quedároslas para intentar apuntalar vuestro ministerio cuando
os lluevan las piedras el día de la revolución.
Siempre anarquistas, siempre feministas.
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