11/28/2014

Los periodistas pal café . . .





Tuvo Enrique Peña Nieto dos meses para hacer una buena lectura política e institucional de los sucesos de Iguala-Ayotzinapa (por si en la Feria Internacional del Libro que está por comenzar en Guadalajara le volvieran a preguntar por los tres textos que le hubieran marcado la vida), pero en lugar de entender a fondo la tragedia mexicana en curso se mostró ayer, en un escenario de poderes cupulares, lo palaciego pretendiendo ser solemne y convincente, como un intérprete regido por las claves policiacas, en temprana evocación nostálgica de su primer periodo reformista mediante el Pacto por México, liberador de la patria en una versión en tres colores de la guerra calderonista contra el narcotráfico, declamador en tonos épicos de un repetitivo (varias de las propuestas se discuten en el congreso o ya son letra legal), rollero, insuficiente y nada convincente decálogo de iniciativas, propuestas, consideraciones, presuntos buenos deseos y una inocultable apropiación oportunista del ser colectivo denominado Ayotzinapa, confirmación tajante de que en las alturas del Estado Mafioso (según diría Le Monde) no hay ninguna pretensión de corregir el rumbo de injusticia, corrupción y demagogia que tiene a México entero en crispación con riesgo de desbordamiento.
Todos somos Ayotzinapa, decía con énfasis el jefe de la pirámide de poderes que directa e indirectamente han creado las condiciones de corrupción e injusticia social que han desembocado en el asesinato o la desaparición de jóvenes, como se ha confirmado que sucedió con estudiantes de secundaria en Cocula (fue en 2013, según puntualizó el etéreo gobernador Rogelio Ortega) o los de ayer en Chilapa de Álvarez, Guerrero, once decapitados y parcialmente incinerados, como once son también los presos políticos que tomaron los gobiernos en el Zócalo el pasado 20 de noviembre en que la Sedena aceptó que transporta en sus unidades oficiales a soldados con vestimenta tan informal que luego parecen manifestantes violentos, aunque esa indumentaria tan confundible en las provocaciones políticas parezca inaceptable si los portadores son llevados a un acto sumamente solemne, como fue la entrega de medallas y promociones de grado.
A propósito, un militar con años en el retiro, cuyo nombre se omitirá, comentó a esta columna que, en su experiencia y recuerdos, “los militares entraban y salían del cuartel siempre uniformados. Inconcebible, y merecedores de arrestos, de lo contrario. A no ser que el Ejército se haya relajado mucho en estos años, pero me parece muy extraño que les permitieran salir y entrar a esos jóvenes, no sólo vestidos de ‘civil’, sino ¡vestidos como ‘anarquistas’! Además, dado que iban a una ceremonia donde iba a estar el jefe supremo de las fuerzas armadas (es el mando que tiene el Presidente), donde además iban a asistir los secretarios de Defensa y Marina, y todos con sus uniformes de gala. ¿Iban a llevar a esos soldados rasos a que fueran de civil tipo ‘anarquistas’? Repito, sólo que la disciplina se haya relajado, para mí suena absurdo e imposible”.
Pero, de vuelta a las venideras aventuras del Nain Guan Guan en versión nativa, ha de señalarse que no carece de maña el plan anunciado ayer por Peña Nieto. En el fondo, el ocupante de Los Pinos pretende convertir el caso Iguala en una justificación para más autoritarismo. Las medidas anunciadas ayer concentran más hilos de poder en el mexiquense y buscan tener más control social en un país de crecientes protestas, con Ayotzinapa como irónica coartada para reprimir a quienes no se acojan a los términos de la ruda doctrina Peña, en cuya esencia está el transferir la responsabilidad de las desgracias nacionales a entes ajenos a Los Pinos, como las autoridades municipales ya nada libres ni soberanas, sino susceptibles de intervenciones federales o desaparición de ayuntamientos a partir del criterio de los mandos federales presuntamente sacrosantos, o las policías de esos municipios como si fuesen la exclusiva o máxima instancia de corrupción y entendimiento con el crimen organizado, ahora entregados los mandos únicos a instancias estatales, según eso libres de los pecados cometidos en los niveles inferiores.
La mala lectura política e institucional de Peña Nieto proviene de la asignación de responsabilidades a los otros (salvándose siempre el declarante, su grupo y aliados), sin atender las motivaciones profundas de la movilización nacional que provocaron los hechos de Iguala. Discurso excesivo, como de candidato en campaña o como si el orador no tuviese dos años en el poder o apenas se estuviese enterando de males y problemas que por desconocerlos no incluyó en su primera tanda de reformismo pactado.
De lo anunciado ayer sólo pueden desprenderse más maniobras de control y más enredijos procesales para entrampar a críticos y opositores. Peña Nieto desaprovechó la improbable oportunidad de mostrarse solidario con las causas populares y emprender una compartida restructuración nacional. Prefirió quedarse anclado en el discurso efectista, en la inmediata propaganda apabullante, en el confort de sus comentaristas y medios alineados, crítico de corruptelas entre empresarios y políticos como si no hubiera Casa Blanca (la mansión financiada por un contratista a una esposa que por otro lado pagaba de contado un crédito inmobiliario en Miami), señalador de culpables lejanos (Al municipio, al municipio), ofensor del auténtico espíritu de Ayotzinapa al usarlo como inaceptable pretexto para placebos justicieros, como ya se había etiquetado aquí en entregas anteriores lo que sucedería ayer, en Palacio, frente a la clase política y empresarial tan predispuesta a aplaudir (ayer mismo, otro ejemplo, en la comida de la Cámara Nacional de la Radio y la Televisión con EPN).
Y, mientras en Jalisco la policía del gobernador priísta Aristóteles Sandoval conmemoraba la noche de Ayotzinapa tendiendo cerco a camiones en los que se transportaban estudiantes de la normal rural de Atequiza, reteniendo y amenazando a esos jóvenes, ¡hasta el próximo lunes!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Hernández, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx




Después de los sucesos amargos de los días recientes, el presidente Enrique Peña Nieto se reunió con un público que no escatimó el aplauso ni el elogio: los integrantes de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT). Ahí, el presidente del organismo, Tristán Canales, reiteró su lealtad incondicional a esta institución superior que es la Presidencia de la República y que hoy encabeza un mexicano patriota, valiente y ejemplar, con un compromiso a toda prueba con nuestro querido México.
La historia
La noticia de los 11 cadáveres decapitados hallados en Guerrero, sin embargo, operó en contra de la presentación de los 10 puntos que contiene el plan para enfrentar la violencia y la corrupción, en Palacio Nacional. De ese lugar Peña Nieto se trasladó a la reunión de la CIRT. Se le vio relajado y sonriente, sin los signos de preocupación de un presidente que esté pensando en renunciar. Salón repleto de comunicadores –muy pocos del llamado círculo rojo. Pasaron un documental sobre la historia de la radio y la televisión, desde la XEW hasta nuestros días. Cortos breves de conductores de programas de noticias y entretenimiento, y de telenovelas. Algunos asistentes se preguntaban si incluirían algún pasaje de La Gaviota, pero no, la excluyeron. En cambio, sí le dieron lugar a Nada personal y Cuna de lobos.
No recortarán la producción
Los países que integran la OPEP –la organización de países exportadores de petróleo– adoptaron una decisión dividida: no bajarán el volumen de producción actual de 30 millones de barriles al día. Los países árabes del grupo del Golfo Pérsico entraron a la reunión de ayer en Viena con un preacuerdo: no limitar la producción, dejar que el mercado se estabilice por sí mismo. Tienen reservas de divisas enormes, pero Venezuela, Nigeria y otros no. La OPEP es un cártel. Y un cártel es un arreglo entre competidores para controlar los precios. Sus miembros son Argelia, Angola, Irán, Irak, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y dos países latinoamericanos: Ecuador y Venezuela.
El peso, el petróleo
Fue un golpe duro para los gobiernos que necesitan el ingreso petrolero para equilibrar sus presupuestos, como México, entre otros, aunque Rusia es el más afectado. Ayer fue Día de Acción de Gracias, Wall Street no abrió, pero aun así el petróleo West Texas sufrió otra caída a 69.05 dólares el barril. Seguramente empujará a la baja la mezcla de exportación de Pemex. El dólar libre se cotizó a 14 pesos con seis centavos a la venta. ¿Y la reforma energética a la que el PRI, con el apoyo de los chuchos del PRD y el PAN, entregó su mayor empeño los dos primeros años del sexenio a raíz del Pacto por México? Está haciendo agua. Serán menos las compañías privadas que quieran invertir en la exploración del petróleo si su precio permanece debajo de 80 dólares el barril.
Que siempre sí se puede
Adicionalmente al plan de legalidad y justicia, Peña anunció una serie de medidas enfocadas a la reducción de la pobreza, la marginación y la desigualdad. Conviene detenerse en una. Ofreció promover los cambios necesarios en las leyes para desvincular el salario mínimo del pago de multas y derechos, con la finalidad de elevarlo. Hace pocas semanas el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, había publicado una carta rechazando el aumento. Se hizo acompañar de los directivos de las organizaciones empresariales y los sindicatos charros. Y ahora, ¿van a publicar ooootra carta, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez Candiani, y líderes charros como Francisco Hernández Juárez, el dueño del sindicato de telefonistas, diciendo que siempre sí? ¿Lo que sostuvieron como válido ya dejó de serlo? Vamos a ver si este otro compromiso de Peña Nieto no se atora en el camino. Y si el aumento es un aumentazo o sólo seis tortillas.



Foto
Esta semana el Senado organizó dos actos que me han hecho pensar que la profunda crisis nacional (y las bancarrotas del gobierno de Peña Nieto y del PRD) abren espacios para una profunda reforma social como la que planteé, centrada en la articulación sinérgica entre lo económico y lo social, en mi conferencia (Para reformar la reforma social neoliberal, que ha fracasado, y fundar un auténtico estado de bienestar en México) en el acto del Senado Diálogos Públicos por un México Social. El segundo acto fue el miércoles y consistió en audiencias públicas en torno a la minuta que envió la Cámara de Diputados (CdeD) al Senado con Proyecto de Ley del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), reglamentaria de la reforma al artículo 26 constitucional que le da la autonomía a dicha institución, la cual empecé a comentar en la entrega del 21/11/14. Las audiencias fueron importantes, pero insuficientes en su amplitud, pues se centraron en los miembros actuales del Coneval y en funcionarios de las oficinas de organismos internacionales residentes en México. En mi intervención sugerí que se amplíen las consultas y se posponga el dictamen para el periodo de sesiones de febrero de 2015. Reproduzco a continuación los comentarios y propuestas que presenté.
La Ley del Coneval (Ley) debe versar sólo sobre los aspectos en los cuales el apartado C del artículo 26 de la CPEUM establece nuevas disposiciones. Como no lo hace respecto de la medición de la pobreza, todo el título referido a este tema en la minuta debe eliminarse. Lo normado en la Ley General de Desarrollo Social (LGDS) ha sido y sigue siendo suficiente. Al eliminarse todo el título se hace innecesario proponer la eliminación del artículo 34 que introduce una restricción a la práctica de medición (que congela las metodologías de medición por 10 años), violatoria de la Constitución al restringir esta facultad del Coneval. La minuta de la CdeD incluye también reformas a la LGDS. Las referidas a medición de la pobreza deben eliminarse. Pero el contenido del artículo 37 bis, que es una buena adición (que el Coneval informe sobre el cumplimiento de los derechos sociales), debe quedar en la Ley del Coneval como se apunta adelante. La minuta omite reglamentar el derecho a la participación social en la evaluación y supervisión de la política social que establecen los artículos 61 a 63 de la LGDS. Debe añadirse un capítulo al respecto en la ley.
Propongo modificar el carácter no vinculatorio de las recomendaciones del Coneval e incluir un mecanismo de arbitraje, remplazando el primer párrafo del artículo 47 del Proyecto de Ley con el siguiente texto:



Con la creatividad que los caracteriza, el inquilino de Los Pinos y sus asesores metieron en la misma palangana añejas ofertas gubernamentales, olvidadas promesas de campaña, incumplidos compromisos del Pacto por México, un ciento de pendientes y una buena dosis de cursilería. Batieron y batieron hasta alcanzar la mezcolanza esperada, y el amasijo fue presentado en sociedad como una novedosa estrategia para lograr un México en paz con justicia y desarrollo.
Cómo habrá salido el menjurje, que en la monárquica cumbre de ayer en Palacio Nacional lo más novedoso y creativo resultó ser la propuesta de EPN para que los mexicanos cuenten con un número (telefónico) único para pedir auxilio en casos de urgencia y poder acceder a otros servicios de ayuda y orientación, el cual –obvio es– no sería otro que la versión mexica del 911. Entonces, ¿cómo se alcanzará ese México en paz? Simple: a golpe de telefonazos.
Congregada ayer en Palacio Nacional, la crema y nata de la clase política nacional se dedicó a ovacionar al inquilino de Los Pinos por tan creativa propuesta, pero especialmente por no responsabilizarla por el hartazgo de la gente, por el descarado incumplimiento, la corrupción galopante y la connivencia con el crimen organizado. Porque, de acuerdo con su discurso, una fuerza extraterrestre municipal, y nadie más, es la causante de lo que sucede en el país, en el que se pasó de la inseguridad a la violencia y de ésta a la barbarie, como Ayotzinapa lo patentizó, por si alguien tuviera dudas.
Con la cara más dura que una piedra, esa crema y nata aplaudió a rabiar y se estremeció hasta las lágrimas como si nada tuvieran que ver en el deplorable estado en que se encuentra el país, e hicieron coro con el inquilino de Los Pinos cada que éste hablaba de indignación, agravio profundo, conmoción por los recientes acontecimientos, impunidad, castigo, corrupción, delincuencia organizada, exigencia de justicia, infiltración del crimen organizado la sociedad que hoy alza su voz para decir: ¡ya basta!, liberar a México de la criminalidad, todos somos Ayotzinapa, y así por el estilo.
Y una vez más los mexicanos se quedaron con las ganas de sentirse verdaderamente representados, de atestiguar acciones concretas con resultados inmediatos (que de eso se trata), porque la ruta trazada por el inquilino de Los Pinos es la de siempre: hacer más reformas burocráticas que, por involucrar modificaciones constitucionales, deberán pasar por el lerdo cuan torcido procedimiento del parlamento federal, y de este a los estatales bajo dominio de los gobernadores, aliados, uno sí y el otro también, con las distintas manifestaciones del crimen organizado (sea éste de cuello blanco o cuerno de chivo).
Sin importarle, la crema y nata de la clase política se manifestó, junto con el inquilino de Los Pinos, harta de sí misma, porque aplaudieron frases como México no puede seguir así, me sumo al clamor ciudadano que exige justicia (dicho por el mismo que está obligado a garantizarla e impartirla), no podemos continuar por esta ruta de desigualdad y división, no pueden quedar impunes estos actos de barbarie. Y de allí, con las manos recién lavadas, pasaron al decálogo (los cambios de fondo, según dijo) que permitan mejorar la seguridad, la justicia y el estado de derecho en México.
Y así como descubrió que los violentos extraterrestres sólo se instalaron en los municipios de la República (los gobiernos estatales y el federal quedaron eximidos de cualquier responsabilidad política, económica, social y penal), el inquilino de Los Pinos también registró que hoy existen dos Méxicos: uno, inserto en la economía global, con crecientes índices de ingreso, desarrollo y bienestar, y por el otro lado hay un México más pobre, con rezagos ancestrales que no han podido resolverse por generaciones.
Lamentablemente, lo registró mal, porque según su versión ese México con rezagos ancestrales se limita a tres estados de la República; Guerrero, Oaxaca y Chiapas, donde “tienen su origen la mayoría de los conflictos sociales y políticos más graves del país, precisamente por la falta de desarrollo. Los 29 restantes (incluido el Distrito Federal), de acuerdo con esa versión, formarían parte del otro México, es decir, el de la bonanza, el ingreso creciente, el desarrollo y el bienestar.
Bien harían sus allegados en documentar a su jefe, para que entendiera la verdadera dimensión de la disparidad existente en esta República de discursos, porque de acuerdo con informes oficiales el 80 por ciento de los mexicanos son catalogados como socialmente vulnerables, y todos ellos no caben en Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
Sin considerar lo anterior, anunció la creación de nuevos polos de desarrollo industrial, con el fin de crear empleos formales y bien renumerados. Por ello, por primera vez en nuestra historia, propongo que se establezcan tres zonas económicas especiales en la región más atrasada del país. Estas serán: el corredor industrial interoceánico, en el Istmo de Tehuantepec, que conectará el Pacífico con el Golfo de México; la segunda, en Puerto Chiapas, y la tercera, en los municipios colindantes al Puerto de Lázaro Cárdenas, tanto de Michoacán, como de Guerrero.



A finales de los años 70 del siglo pasado, Alfredo Juan Álvarez decidió publicar una Colección Privada de Arte Erótico con tiraje limitado a 328 ejemplares. Agotada la edición, en 1980 los cinco tomos aparecieron bajo el sello de Juan Pablos Editor, que él fundó y hoy dirige atinadamente Blanca Sánchez. En uno de ellos se reunieron 60 de los 100 grabados ideados por el marqués de Sade para ilustrar Juliette. Esta colección, y publicar Juliette, Justine y 120 días de Sodoma y Gomorra le ocasionaron al también escritor no pocas contrariedades. La peor, ser encarcelado.
En ese entonces, Donatien Alphonse François, marqués de Sade, era un personaje maldito. Desde la Francia de tiempos de Napoleón cuando, por publicar Justine y Juliette, fue retenido dos años en un convento. Las autoridades confiscaron y destruyeron los ejemplares de ambas obras. Tampoco era grato por su anticlericalismo, su condena a la pena de muerte, criticar la tiranía y llevar una vida escandalosa. Pero hoy sus libros y otros textos están traducidos a varios idiomas. Recientemente se editaron en español todos sus cuentos.

 

Durante las protestas por el caso Ferguson en Los Ángeles, 323 personas fueron arrestadas y otras 35 en Oakland. De acuerdo con voceros del Departamento de Policía de LA, 130 de esas personas fueron detenidas por quebrantar el orden público en las calles Hope y Sexta, después que un grupo de manifestantes se negó a acatar la orden de dispersarse.

La voz de los mexicanos en el extranjero
Pasan los días, pero el dolor sigue ferviente. La lucha sigue, gritó Zapata y ahora gritan a coro las olas de mexicanos aglomerados en las calles, indignados por los hechos violentos, la complicidad y, sobre todo, la impunidad.

Recientemente se ha puesto en evidencia la grave situación en que se encuentran las y los jóvenes del mundo; particularmente en México están llenando las calles para protestar por las condiciones de exclusión e injusticia que se han puesto al desnudo ante el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, los ejecutados de Tlatlaya, los 11 jóvenes criminalizados por protestar y lo que se acumule en la semana. Desafortunadamente, la exclusión no comienza en la etapa juvenil, también las niñas, los niños y los adolescentes son blanco de la exclusión y del maltrato.

En medio del luto que nos sacude a raíz de la tragedia de Ayotzinapa, sorprende la noticia de que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha aprobado el libre consumo de 132 productos transgénicos, de los cuales 50 por ciento corresponde a maíz, el resto son de algodón, soya y canola, entre otros. Esto manifiesta entusiasta Alejandro Monteagudo Cuevas, director ejecutivo de AgroBio México, pues mantiene el negocio en lo que se aprueba la siembra de maíz transgénico, declaró recientemente.

Las grandes y profundas crisis, esas que suceden de tanto en tanto pero son parteaguas, pueden crear movimientos antisistémicos de larga duración, o sea, movimientos que no se agoten en movilizaciones que, por numerosas que sean, son necesariamente efímeras. Los movimientos, por el contrario, perduran, no se desvanecen con el paso del tiempo, son capaces de trascender coyunturas y adoptan un empuje propio que los lleva mucho más lejos de lo que pueden las inercias del momento.

En medio de una crisis económica que no encuentra salida y un creciente descontento social, cuyos signos más visibles son Ayotzinapa y el conflicto del Instituto Politécnico Nacional, el gobierno de Enrique Peña Nieto finalmente accedió a reconocer que para concluir la liquidación de Luz y Fuerza del Centro (LFC) se requiere extinguir sus pasivos laborales, consistentes en obligaciones laborales que el gobierno federal tiene con los trabajadores y jubilados del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). Para tal fin entregó al SME una propuesta para concluir la etapa final de liquidación de LFC y por esa vía garantizar la reinserción laboral de más de 15 mil trabajadores que no se han liquidado.
Puesto que ya nuestros 
dioses han muerto Déjenos pues ya morir Déjenos ya perecer.
Miguel León-Portilla
(Filosofía náhuatl)

Por la manchega llanura/ se vuelve a ver la figura, de don Quijote pasar/ va cargado de amargura/ va vencido el caballero de retorno a su lugar/ cuántas veces, don Quijote, por esa misma llanura/ en horas de desaliento te miro pasar/ ¡y cuántas veces te grito, hazme un sitio en tu montura y llévame a tu lugar/ hazme un sitio en tu montura/ caballero derrotado/ hazme un sitio en tu montura/ que yo también voy cargado de amargura y no puedo batallar/ ponme a la grupa contigo/ caballero del honor/ ponme a la grupa contigo/ y llévame a hacer contigo/ pastor/ por la manchega llanura/ se vuelve a ver la figura/ de don Quijote pasar. (León Felipe… identificado con los vencidos, marginados)

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