Foto: Brenda Ayala/MujeresNet
Los secuestros de mujeres para ser utilizadas como esclavas sexuales
o domésticas, es un fenómeno que ocurre en todo el mundo. En los medios
de comunicación hay casos registrados a partir del año 1991, en Japón
cuando una mujer fue encontrada tras llevar nueve años secuestrada.
Los casos más recientes y que han sido destacados en la prensa internacional son:
El caso de Josef Fritz, bautizado por los medios de comunicación
como el "Monstruo de Amstetten", en Austria. Fritz escondió durante 24
años en el sótano a su hija Elisabeth para abusar de ella. Durante su
cautiverio, Elizabeth tuvo siete hijos, uno de los cuales falleció.
Josef fue condenado a cadena perpetua por asesinato, esclavitud,
violación sexual, encarcelamiento y asalto.
El caso de Ariel Castro, identificado por los medios de comunicación
como el "Monstruo de Cleveland". Castro mantuvo encerradas a tres
mujeres durante más de una década, en su casa en Ohio. Las convirtió en
sus esclavas sexuales, fueron víctimas de violencia sexual, psicológica
y física. Castro provocó el aborto de una de las víctimas. Fue
condenado a cadena perpetua y un mes después decidió quitarse la vida.
Inicio el análisis de la identificación del concepto de esclavos:
personas que no tienen ningún derecho, no perciben salario o si lo
hacen es un salario injusto que les impide sobrevivir de manera
adecuada, el amo tiene derecho de hacer con la vida del esclavo lo que
desee, incluso matarlo si ya no sirve a sus propósitos.
Si trasladamos esta antigua idea sobre la esclavitud a la
actualidad, podemos distinguir similitudes con los casos de mujeres que
viven en cautiverio. Son seres humanas sin derechos, que no viven
adecuadamente y que tienen un amo que puede disponer de ellas e incluso
pueden matarlas.
Los amos, sujetos que parecen no darse por enterados del crimen que
cometen, son hombres catalogados por los otros como buenos vecinos.
Llegamos a ser sujetos de una sociedad mediante procesos de
inclusión y exclusión, mediante estos procesos, hombres como Fritz y
Castro actúan de forma clandestina ya que en cuanto es revelado el
delito, el incesto o secuestro, son rechazados.
Estos hombres parecen no tomar nota simbólica del acto que cometen,
como si no les importara, son hombres extraños a sí mismos,
considerados cínicos, ya que reconocen su culpa, la cual ya era
conocida antes de que la sociedad se enterara de ello. Tomo el concepto
de sujeto cínico de Zizek.
El sujeto cínico está al tanto de la distancia entre la máscara
ideológica y la realidad social, pero pese a ello insiste en la
máscara. La fórmula como la propone Sloterdijk, sería entonces: "Ellos
saben muy bien lo que hacen pero aun así, lo hacen" (pag. 57 Zizek,
Slavoj ¿Cómo invento Marx el síntoma?).
Es en donde surgen las dudas sobre las limitaciones acerca de las
libertades. Como el propio Zizek establece y deja la duda en el aire:
¿Se es libre de ser esclavo?
Con el establecimiento de la sociedad burguesa, las relaciones de
dominio y servidumbre se reprimen; formalmente, parece que lo que nos
incumbe son sujetos libres cuyas relaciones interpersonales están
exentas de todo fetichismo; la verdad reprimida -de la persistencia del
dominio y la servidumbre- surge en un síntoma que subvierte la
apariencia ideológica de igualdad, libertad y demás. (pág. 53 Zizek,
Slavoj ¿Cómo invento Marx el síntoma?)
Estos sujetos no quieren curarse, porque aun conociendo el
sufrimiento que ejercen sobre esas mujeres, lo minimizan por su apego
al síntoma. Como explica Recaltati.
El ser humano no quiere su Bien o, como se dice en nuestra época, no
quiere su bienestar. Es la tesis ética más importante que podemos
extraer de la pulsión de muerte de Freud. Es una tesis que, como vimos,
se impone sobre todo en la experiencia clínica: los seres humanos no
quieren curarse, no renuncian fácilmente a su apego al síntoma, al goce
del síntoma. (85-86 pag. Recaltati, Massimo Sobre la pulsión de la
muerte) La pulsión es un impulso hacia la destrucción de la vida. La
naturaleza de la pulsión no es progresiva sino conservativa. La
arqueología no es sólo arqueología-archivo sino arqueología pulsional.
(83 pag. Recaltati, Massimo Sobre la pulsión de la muerte)
Es importante ubicar el fenómeno en el Orden Simbólico que es lo que
estructura el pensamiento. En unos casos, es el lenguaje mismo, lo que
en sus dicotomías permite sólo lo masculino y lo femenino; lo humano y
lo animal; el cielo y el infierno. En otros casos, es la Ley - no la
ley de un Estado, sino el conjunto de costumbres, sentido común, y
deberes sociales de la sociedad- que construye la matriz de nuestra
experiencia. La autoridad del Padre (sea Dios, el Estado, la sociedad,
o los padres) es la fuerza que está tras este Orden. Pensar y vivir con
esta estructura; permite la vida, pero también la limita.
Así decimos que hay un sistema que se ha instaurado en la sociedad y
que impide que se logre un avance a la equidad de las y los seres
humanos. Lo que el profesor Salvador Mendiola ha nombrado Orden
Simbólico Falogocéntrico, lo que nos ha hecho creer que las mujeres
debemos ser de formas y pensamientos definidos, es decir, por ser
poseedoras de sexo femenino tenemos que actuar y pensar de formas
determinadas.
El concepto del profesor Mendiola parte de la idea de que el
Patriarcado, como sistema de organización, hace referencia a una
distribución desigual del poder entre mujeres y hombres, en la cual los
varones se observan beneficiados desde las líneas de descendencia, los
derechos de primogenitura, la autonomía personal en las relaciones
sociales, la participación en el espacio público, la distribución del
trabajo y los sueldos, pero al encontrarse "patriarcas" en desuso,
¿cómo es que se ha logrado mantener el sistema de desigualdad entre
mujeres y hombres?
Es debido a un complejo Orden construido desde el esquema base del
patriarcado judeo-cristiano, y es difundido por la escritura y los
símbolos.
El poder de los hombres se logra con el control del cuerpo y mente
de las mujeres, el cual se ha logrado a través de la expansión de
mensajes difundidos por las religiones. (Hernández R., Ma. Adela y
Mendiola, Salvador. [1995] Apuntes de Teoría de la Comunicación. UNAM,
México D. F.)
Es una especie de mente oculta de la sociedad de control, la
ideología predominante donde hasta la gente analfabeta piensa y actúa
mediante enunciados hechos con palabras alfabetizadas y de allí su
relativa pero efectiva desventaja social; es un discurso sin sujeto que
nos impone lo que es "normal para las mujeres" y lo que es "normal para
los hombres" pero sin definirlo.
Es por eso que estos hombres chocan con una realidad de respeto y
equidad que los lleva a secuestrar a las mujeres que son objeto de su
deseo, como un derecho divino. E l sujeto se enfrenta a la prohibición
del incesto, una actitud antisocial y contario a lo cultural y
socialmente aceptado. Por lo que al mismo tiempo existe una dualidad en
sus pensamientos, es su derecho pero mejor que permanezca oculto.
El sentimiento de culpa, surge hasta que es descubierto y exhibido
ante los ojos de la sociedad. Lo que llevará a los delincuentes al
aislamiento como un modo de protección. Tanto Fritz como Castro aceptan
su culpa, el primero recurre a la negación como mecanismo de defensa y
el segundo decide quitarse la vida.
Finalmente hay que aclarar que este tipo de fenómenos también están
fuertemente relacionados con la ideología. Una ideología entendida como
"el sistema de ideas, de representaciones, que domina el espíritu de un
hombre o de un grupo social. (...) La ideología es una "representación"
de la relación imaginaria entre los individuos y sus condiciones reales
de existencia. (pág. 128 y 131 Althussier, Louis. Ideología y aparatos ideológicos del estado.)
Es decir, ellos entienden como algo que se puede hacer, por su lugar privilegiado, avalado por la cultura.
La ideología no es simplemente una "falsa conciencia", una
representación ilusoria de la realidad, es más bien esta realidad la
que ya se ha de concebir como "ideológica" - "ideológica" es una
realidad social cuya existencia implica el no conocimiento de sus
participantes en lo que se refiere a su esencia-, es decir, la
efectividad social cuya misma reproducción implica que los individuos
"no sepan lo que están haciendo". "Ideológica" no es la "falsa
conciencia" de un ser (social) sino este ser en la medida en que está
soportado por la "falsa conciencia". (pag. 46, 47 Zizek, Slavoj ¿Cómo invento Marx el síntoma?)
Para finalizar me gustaría lanzar una reflexión propia, haciendo uso del concepto de repetición de Freud.
Esta compulsión de repetición que Sigmund Freud identifica en los
seres humanos como el impulso a repetir actos, pensamientos, sueños,
juegos, escenas o situaciones desagradables o incluso dolorosas, la
traslado a un estado de colectividad.
Esta repetición está observándose y manifestándose en la frecuencia
en que estos actos de secuestro se presentan. Son hombres y mujeres
diferentes quienes están presentes en la repetición, pero es la misma
sociedad la que genera las condiciones para que sea posible.
Para romperla y llegar a la transferencia se debe no sólo
implementar medidas más severas para quienes cometen este tipo de
delitos sino que se debe dar un cambio en la mentalidad de la personas
que forman la sociedad, mujeres y hombres.
Sostengo que este fenómeno, delito permitido a través de la cultura
machista, debe mirarse bajo un lente feminista, ya que es la única
forma de observar los detalles, no solo las relaciones de poder, sino
el odio.
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