Por: Carmen R. Ponce Meléndez*
Cimacnoticias | México, DF.- En la última década (2003-2012), por cada 100 pesos que produce la economía del país 26 son aportados por la informalidad; de ese 26 por ciento, 11.1 corresponde al sector informal y 14.9 por ciento lo generan “otras modalidades de la informalidad”. En ambos, la mano de obra femenina supera a la masculina: es la ocupación informal.
Para el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el sector informal está conformado por los micronegocios urbanos no registrados ante la autoridad tributaria (como el comercio ambulante).
Las “otras modalidades de la informalidad” son las empresas o instituciones que no les dan acceso a la seguridad social a sus trabajadoras y trabajadores.
Abarca la agricultura de subsistencia, el servicio doméstico remunerado de los hogares, así como todas las variedades de trabajo que, aunque ligado a unidades económicas registradas o formales, desempeñan su labor bajo condiciones de desprotección laboral.
Significa que la aportación al Producto Interno Bruto (PIB) más alta está en la ocupación bajo condiciones de desprotección laboral, algo sumamente grave.
Las cifras sobre informalidad laboral para el primer trimestre de 2014 son de 57.82 en los hombres y 58.79 en las mujeres (ver gráfica). Exclusivamente para el sector informal (micronegocios), 26.69 y 29.79, respectivamente.
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.- El salario mínimo en México, el cual reciben más mujeres que hombres, es insuficiente para cubrir las necesidades básicas de una familia, lo que profundiza la pobreza y la desigualdad, señalaron especialistas en economía y trabajo.
Hoy inició aquí y concluye mañana el “Foro Internacional: Salarios Mínimos, Empleo, Desigualdad y Crecimiento Económico”, en el que participan organismos como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y la Fundación Friedrich Ebert Stiftung.
De acuerdo con Antonio Prado, secretario ejecutivo adjunto de la Cepal, el salario mínimo en México, que en promedio es de 67.7 pesos diarios, aumenta la pobreza per cápita porque disminuye el poder adquisitivo de las familias.
Aunque durante el foro no se vertieron datos desagregados por sexo, se estima que la precariedad salarial es peor para las mujeres, ya que en América Latina (AL) el ingreso promedio mensual por trabajo remunerado de las mujeres equivale al 69 por ciento del que perciben los hombres.
Según estudios recientes de feministas, del total de la población que recibe un salario mínimo en México –la cual equivale al 14 por ciento de la población ocupada–, 63 por ciento son mujeres.
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.- Mujeres integrantes de la Asociación de Costureras y Costureros 19 de Septiembre denunciaron el deterioro de sus condiciones laborales y demandaron a las autoridades un espacio para su organización sindical, además de que obliguen a los empleadores a darles mejores sueldos, seguridad social y prestaciones.
Frente al Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) –organización internacional ciudadana que castiga de manera simbólica las atrocidades cometidas por los gobiernos–, las trabajadoras denunciaron que sus sueldos son inferiores a 4 mil pesos mensuales y que no gozan de prestaciones.
La asociación, que actualmente integra a 500 trabajadoras, acusó que debido a las reformas laborales y económicas iniciadas con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, que permitió la entrada de empresas extranjeras, ahora laboran en malas condiciones y su organización se está debilitando.
En breve entrevista, Mercedes Ramírez Molina, ex secretaria general del extinto Sindicato Nacional de Costureras, señaló que la mayoría de ellas trabajan de forma independiente, pero que un gran número se emplea en fábricas donde llegan a pagarles sólo 580 pesos semanales, sin prestaciones ni derechos por maternidad.
En otros años, cuando inició el movimiento de las costureras, éstas conformaban originalmente un grupo de 3 mil trabajadoras, quienes cobraban hasta mil 800 pesos a la semana más todas las prestaciones, recordó.
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.- La secretaria de Desarrollo Social (Sedeso) del Gobierno del Distrito Federal (GDF), Rosa Icela Rodríguez Velázquez, se comprometió a iniciar a partir de este viernes mesas de trabajo con el presidente del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del DF (DIF-DF), Gustavo Gamaliel Martínez Pacheco, para que continúe el apoyo de despensas mensuales para las trabajadoras de las Cocinas Populares.
En entrevista, Leticia Chávez Rodríguez, dirigente de la Coordinadora Popular de Madres Educadoras (Copome), informó que en una reunión de trabajo ayer la funcionaria escuchó la demanda de que las cocinas sean consideradas desayunadores comunitarios, para evitar así su desaparición y continuar con la entrega de despensas mensuales.
La semana pasada, mujeres integrantes de 33 Cocinas Populares – espacios públicos donde se ofertan desayunos a mínimo costo a estudiantes, personas adultas mayores y de escasos recursos– manifestaron su indignación ante la decisión del GDF de desaparecer de las reglas de operación de DIF local el subprograma de “Espacios de Alimentación, Encuentro y Desarrollo” (nombre oficial de las cocinas).
Con “la marcha de las cacerolas”, las mujeres recorrieron las calles de la Ciudad de México para llegar a la sede del GDF y exigir una reunión con el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, y con la titular de la Sedeso, a quienes les pedirían no detener la entrega de despensas que ellas reciben a cambio de su labor.
Al finalizar la protesta se acordó una reunión con Rosa Icela Rodríguez, la cual se realizó ayer. De acuerdo con Sánchez Rodríguez, la funcionaria sostuvo que “de ella no dependía que a las mujeres les fuera reactivada la entrega de despensas”, ya que el DIF-DF es autónomo y no depende de la instancia a su cargo, por lo que no puede dar una orden directa.
Por: Silvia Núñez Esquer, corresponsal
Cimacnoticias | Nogales.- Rosa
ya no tiene lágrimas, no habla, no se mueve. Sus ojos rasgados se han
cerrado más de lo acostumbrado, ha llorado por dos noches y un día y
medio completos.
No quiere voltear a ver a nadie, obedece cuando le dan a tomar agua, le
frotan un poco de alcohol en el cuello y brazos tratando de reanimarla.
Está ida, no parece darse cuenta de lo que ocurre.
Pronto nos percatamos de que esto no es así, lo que pasa es que su
mirada sólo tiene una dirección: el ataúd de su hija Dina Elizabeth
López Muñoz, el cual permanece frente al altar de la capilla de Santa
María, contigua al Hospital del Socorro, escuela y lugar de trabajo de
Dina.
Es blanco y pequeño, casi como para una niña. Dina era una mujer de 21
años, bajita de estatura y delgada, por eso las dimensiones del
féretro. Es blanco porque era el color de su vida.
Así era su uniforme de enfermera; también era el color de su bondad
para asistir a los demás, ya sea en su vida particular o en su vida
profesional.
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.- La falta de promoción de la lactancia materna “exclusiva”, que sólo reciben el 14.4 por ciento de las y los recién nacidos, deriva en altos costos para la salud de las y los niños y las madres, así como en un elevado costo económico, que terminan pagando las familias más pobres, problemática a la que el Estado mexicano no ha respondido con políticas adecuadas.
La doctora Teresita González de Cossio, investigadora del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), explicó que al no fomentar la lactancia “exclusiva” y al no garantizar las condiciones necesarias para que las madres puedan amamantar, tampoco se abona a una nutrición adecuada para las y los menores de edad, ni a la prevención de enfermedades.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la lactancia materna “exclusiva” es aquella que debe iniciar en la primera hora de vida del recién nacido, y con ella la o el lactante sólo debe recibir leche materna sin ningún otro alimento ni bebida, ni siquiera agua, además de que no se deben utilizar biberones.
De acuerdo con la evidencia médica –retomada por González de Cossio–, la lactancia “exclusiva” durante los primeros seis meses de vida protege a las y los recién nacidos de la gripe y enfermedades gastrointestinales, que incluso pueden costarles la vida, además de que previene a largo plazo otros padecimientos como obesidad, desnutrición o diabetes tipo 2.
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