El problema es mayor en África y Medio Oriente, según el informe de Unicef
(Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) que analizó las
consecuencias a largo plazo de la MGF y el matrimonio infantil en 29
países.
El informe, divulgado el martes 22, vincula a la MGF con
“hemorragias prolongadas, infecciones, infertilidad y muerte” y señala
que el matrimonio infantil puede predisponer a las involucradas a la
violencia de género y al abandono escolar.
"Lo que hace falta en serio es un esfuerzo mundial coordinado que sea acorde a la escala y el tamaño del problema”: Ann Warner.
“Las cifras nos dicen que debemos acelerar el esfuerzo. Y no nos
olvidemos de que estos números representan vidas reales”, declaró el
director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, en un comunicado el martes.
“Si bien estos problemas son de escala mundial, las soluciones deben
ser locales, impulsadas por las comunidades, las familias y las propias
niñas para cambiar las mentalidades y romper los ciclos que perpetúan
la MGF y el matrimonio infantil”, añadió.
La Cumbre de las Niñas tuvo lugar el martes 22 en Londres,
organizada por Gran Bretaña y Unicef, mientras los problemas de las
adolescentes, y en especial la MGF, reciben una creciente atención de
ciertos sectores.
Ese día, el primer ministro británico David Cameron anunció un
cambio legislativo que obligará legalmente a los padres a impedir la
MGF.
“Hemos llegado a un pico histórico tanto en la conciencia política
como en la voluntad política para cambiar las vidas de las mujeres en
todo el mundo”, señaló Ann Warner, especialista en género del Centro Internacional para la Investigación sobre las Mujeres (ICRW), con sede en Washington.
Warner publicó recientemente un informe que recomienda que las niñas
tengan acceso a educación de calidad y redes de apoyo, y que las
comunidades ofrezcan incentivos económicos, campañas informativas y
fijen una edad legal mínima para contraer matrimonio.
En una conferencia celebrada el martes en Washington, como actividad
paralela a la Cumbre de las Niñas en Londres, Warner añadió que existen
numerosas “iniciativas prometedoras, iniciadas por oenegés, ministros
de gobierno y grupos cívicos de todo el mundo, que lograron cambiar el
rumbo de la temática y modificar actitudes, conocimientos y prácticas”.
Los activistas pueden aprender especialmente de los avances de India
para prevenir el matrimonio infantil, agregó. Sin embargo, Warner cree
que hace falta una respuesta mundial.
“Lo que hace falta en serio es un esfuerzo mundial coordinado que
sea acorde a la escala y el tamaño del problema” de la MGF y el
matrimonio infantil, dijo.
”Como 14 millones de niñas se casan cada año, un puñado de proyectos
individuales en todo el mundo simplemente no bastan para hacerle mella
al problema”, sostuvo.
La necesidad de mejorar la coordinación fue compartida por Lyric Thompson, copresidenta de Niñas, no Novias, una fundación de Estados Unidos que copatrocinó la conferencia paralela en Washington.
“Si vamos a terminar con el matrimonio infantil en una generación,
como nos desafía la carta de la Cumbre de las Niñas, eso implica un
esfuerzo mucho más sólido que el actual”, dijo Thompson a IPS. “Unos
pocos proyectos, no importa cuán efectivos, no acabarán con la
práctica”, añadió.
Thompson solicitó al gobierno de Estados Unidos que adopte una
postura más activa contra las prácticas que perjudican a las mujeres en
el mundo, en coherencia con la ley de violencia contra la mujer que
este país aprobó en 2013.
“Si Estados Unidos es serio acerca de acabar con esta práctica en
una generación, esto implica… también la ardua labor de asegurar que
los diplomáticos estadounidenses negocien con sus contrapartes en los
países donde la práctica está muy extendida”, expresó.
“También implica la participación directa en arduas negociaciones de
la ONU, como las que determinarán la agenda de desarrollo posterior a
2015, para garantizar que la meta del cese del matrimonio infantil,
precoz y forzoso se incluya en el objetivo de la igualdad de género”,
dijo.
El martes, Washington anunció casi cinco millones de dólares para
combatir el matrimonio infantil y por la fuerza en siete países en
desarrollo durante 2014, y se comprometió a redactar una nueva ley al
respecto en 2015.
“Sabemos que la lucha contra el matrimonio infantil es la lucha
contra la pobreza extrema”, declaró el martes Rajiv Shah, director de
la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Punto de inflexión internacional
La clave para el cambio social en estos problemas seguramente la tengan los actores de la sociedad civil.
“Los organismos en condiciones de responder a los casos de
matrimonios por la fuerza deben trabajar juntos, con la comunidad y las
oenegé para garantizar el desarrollo de políticas”, exhortó Archi
Pyati, directora de políticas públicas del Centro de Justicia Tahirih, una organización de defensa jurídica con sede en Washington.
“Maestras, consejeros, médicos, enfermeras y otros en condiciones de
ayudar a una niña o una mujer a evitar un matrimonio por la fuerza…
deben estar informados y preparados para actuar”, exhortó.
Pyati informó que una campaña de sensibilización en torno a los
matrimonios por la fuerza realizará una gira por Estados Unidos a
partir de septiembre.
Shelby Quast, directora de políticas de Igualdad Ya,
una organización humanitaria internacional con sede en Nairobi, reiteró
la importancia de la lucha contra la MGF y el matrimonio infantil a
través de diversos ámbitos.
“La estrategia que mejor funciona es la multisectorial… incluido el
derecho, la educación, la protección infantil y otros elementos, como
el apoyo a los sobrevivientes de la MGF y las estrategias de promoción
mediática”, explicó Quast.
“Estamos en un punto de inflexión a nivel mundial, así que vamos a
mantener el impulso para asegurar que todas las niñas en situación de
riesgo estén protegidas”, añadió.
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