BEIJING+20
Autoridades aún las discriminan y les niegan derechos
Durante
las últimas dos décadas se han registrado avances en las demandas de
los pueblos originarios, pero aun con acuerdos internacionales de por
medio los derechos de las mujeres indígenas están rezagados, aseguraron
líderes y promotoras comunitarias.
Así lo dijeron a Cimacnoticias al hablar de la próxima revisión, del 8
al 20 de marzo, que hará Naciones Unidas de la Declaración y Plataforma
de Acción de Beijing, un acuerdo firmado por los Estados en 1995 en la
capital china para promover los derechos de niñas y mujeres.
Ahora que se hará un balance mundial del cumplimiento de la Plataforma,
las indígenas mexicanas aseguraron que los acuerdos internacionales
están lejos de la realidad porque la sociedad y las propias autoridades
todavía las discriminan y les niegan derechos.
Maritza Laura Avendaño Vázquez, indígena oaxaqueña radicada en Baja
California, recordó la reciente frase de la directora del Instituto de
las Mujeres de Tijuana, Liliana Sevilla Rosas, quien la semana pasada
escribió en redes sociales: “Qué tal si lo mío está en Europa y yo aquí
sufriendo con estos indígenas”.
Al respecto, Maritza Avendaño señaló que el problema es tal que hasta
las instituciones dedicadas a promover la igualdad discriminan a las
indígenas. “Un instituto, una directora que conoce leyes, que tiene el
cargo para defender a las migrantes, a las mujeres, hablando en general,
desde ahí”, criticó la oaxaqueña.
La activista lamentó que la funcionaria haga estas declaraciones y no
tome acciones a favor de las mujeres en Tijuana, urbe fronteriza con
Estados Unidos llena de maquiladoras a donde llegan muchas indígenas que
viajan al país vecino, pero que ante la necesidad de sobrevivir se
quedan a trabajar por salarios ínfimos, con altas cargas laborales y sin
derechos.
Maritza, quien a los 11 años de edad salió de su comunidad en la mixteca
oaxaqueña para después emigrar al norte del país, abundó: “Son muchas
injusticias, me ha pasado y lo he visto con las compañeras que trabajan
en la maquila”.
Dijo que en Tijuana, como en muchas otras regiones del país, las
indígenas se enfrentan a muchos obstáculos, a veces el primero es la
comunicación “por no hablar bien el español, hablar en su lengua, y
desconocer sus derechos; (hasta) a las vendedoras de artesanías les
pueden quitar a sus hijos”.
Russy de Rosalba Chay Tucuch, indígena yucateca e integrante del Centro
Alternativo para el Desarrollo Integral Indígena, agregó que la lengua
también es un obstáculo para las mujeres víctimas de violencia, porque
si quieren denunciar no lo pueden hacer porque el sistema de justicia no
tiene traductores.
Russy aseguró que en las agencias del Ministerio Público las y los
funcionarios no atienden a las indígenas o no alcanzan a comprender qué
pasa, por ejemplo, cuando una mujer retira la denuncia porque la presión
social y del agresor es más fuerte, “y en vez de hacer lo que les toca
se ponen a juzgar”.
“No hay nadie que pueda hacer la traducción, siempre te discriminan o te
critican”, subrayó, por lo que consideró que si bien desde que México
se adhirió a la Plataforma de Beijing hay avances, éstos no se alcanzan a
ver en las comunidades porque los derechos escritos no son los mismos
que se aplican.
Sharon Renee Cano Chulim, también indígena yucateca, añadió que un
problema más es la discriminación en el sistema educativo, y expuso que
aunque ahora hay universidades interculturales, las estudiantes siguen
estando entre dos mundos: “Son dos lógicas, que nos generan ciertos
escenarios de inseguridad”.
La activista que forma parte del Programa de Mujeres Indígenas del
Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir y además es ingeniera en
sistemas de producción agroecológicos, indicó que “se han dado pasos,
pero a nivel pueblos indígenas, específicamente en las mujeres, no es
tan notorio” porque a ellas no se les considera.
Observó que en Yucatán las mujeres mueren porque no las atienden en los
hospitales públicos, en los pueblos ni siquiera hay médicos y las
jóvenes no tienen acceso a métodos anticonceptivos, y muy pocas lograr
tener estudios de bachillerato o universitarios, una realidad que
ilustra lo que sucede en los estados.
La lista de problemas continúa, por ejemplo, en el acceso a la tenencia
de la tierra, precisó Ana Laura Moreno Margarito, indígena de
Tlamacazapa, Guerrero: “No se respetan los derechos de las mujeres;
todavía tenemos mucho machismo; por decir, en la tierra las mujeres no
tienen derecho a tener un documento donde digan que es propietaria”.
Por su parte, María Cleotilde Arce Sandoval, también indígena de
Tlamacazapa, un pueblo donde la población se dedica a la artesanía de
palma, apuntó que por eso las mujeres se están organizando para hacer
ver que tienen derechos, e incidir en la toma de decisiones de su
comunidad.
“Hasta en una asamblea comunitaria no podemos participar, no tenemos
voz”, dijo al señalar que cada vez que los comuneros se reúnen para
debatir las decisiones que afectan sus propiedades, las mujeres no
pueden participar porque ni siquiera se les reconoce el derecho a tener
tierra, y ése es un fenómeno que lleva décadas.
Entre los temas a revisión la próxima semana sobre la Plataforma de
Acción de Beijing se incluyen esferas como “Mujer y pobreza”, “Educación
y capacitación”, “Salud”, “Violencia”, “Economía”, “Ejercicio del
poder”, “Derechos Humanos”, y “Medios de Difusión”.
CIMACFoto: Yunuhen Rangel Medina
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | México, DF.- 02/03/2015
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