Pedro Echeverría V.
1. Me entusiasma que centenares de miles de africanos y de cercano
oriente –desesperados por conseguir trabajo y alimentación- se hayan
decidido al fin por luchar por su vida y la de sus familias y que estén
llegando incluso a la violencia necesaria. ¿Será otra chispa de la
revolución mundial que tanto deseamos los seres humanos? Al asaltar las
bardas, los ríos y confrontar a los gendarmes de las fronteras, le
están enseñando a todos los proletarios del mundo -que están sufriendo
un gigantesco desempleo y hambre- un camino: “su decisión de asaltar
masivamente el cielo”, como Marx dijo de los obreros de la Comuna de
París en 1871.
2. Parece que algunos países del sur europeo como Grecia, España,
Turquía, han tenido muy poco qué ofrecer a los cientos de miles de
migrantes que viven en la desesperación al ser víctimas de saqueos,
invasiones, guerras y asesinatos desde hace ya muchas décadas. ¿Creyó
acaso el imperio yanqui y sus aliados que sus invasiones y magni
matanzas en Afganistán, Irak, Siria, en el cercano oriente, iban a
enterrarse con borrón y cuenta nueva y ya? Estas semanas Alemania y
Austria parecer ceder aceptando a decenas de miles de migrantes
estacionados en Hungría; pero no sabemos que trampa puedan estar
jugando los países ricos.
3. Lo importante es que en varios países europeos han salido miles
de manifestantes en las calles a dar solidaridad a los migrantes. Todos
esos manifestantes europeos son luchadores sociales que han estado
exigiendo que los gobiernos del mundo atiendan los reclamos de esos
pueblos si no quieren que las luchas terminen en una revolución mundial
armada. Aunque también me hacen presente a “Las Patronas” de Veracruz
México que al paso de la “Bestia” –el tren de migrantes- siempre les
ofrecen comida, frutas, refrescos y todo lo que puedan recibir en un
tren en marcha. La migración en países europeos, en los EEUU y Canadá,
llevan más de 70 años, desde 1945.
4. De acuerdo a las condiciones geográficas y económicas
capitalistas existentes, la migración jamás parará porque forma parte
de la estructura social. ¿Algún iluso podrá pensar en acabar con la
pobreza sin acabar con la riqueza acumulada en unas cuantas familias o,
al mismo tiempo, convencer a los ricos que no exploten y paguen un
salario justo? Nada de eso; no debe olvidarse que la burguesía tuvo que
armarse y hacer revoluciones para expulsar del poder a los señores
feudales y el sistema monárquico; ha tenido que sacrificar ganancias
para mantener un Estado burgués con ejército y policías para su
resguardo y no entregará el poder.
5. Los migrantes mexicanos –viviendo más de 12 millones en EEUU-,
además de otros latinoamericanos y otros continentes, han sido fuerza
de trabajo súperbarata que han enriquecido más a los millonarios de ese
país. En tanto a los mexicanos les pagan de un dólar o tres dólares la
hora de intenso trabajo, los trabajadores de EEUU exigen un pago de 15
dólares o más por hora. Con ello los migrantes –explotados,
maltratados, discriminados- desplazan a los obreros de EEUU…y lo mismo
sucede en Europa. Pero aquí cabe otra consigna al parecer “imposible”:
la lucha por elevar los salarios en los países ricos para migrantes y
no migrantes.
6. Si se eliminaran o abolieran las fronteras impuestas por la
fuerza del poder, las armas y las guerras del más fuerte, no habrían
migrantes, sino sólo seres humanos en busca de trabajo y sustento. No
habría discriminación por el hecho de “pertenecer a otro país”. Todos
tendríamos derecho de luchar contra los grandes ricos explotadores que
nos impiden vivir. ¿Sabías que -según muchos estudios publicados- si
repartiera la riqueza mundial alcanzaría para que toda la población
tuviera para comer y vivir adecuadamente dando lugar a que todos
trabajes de dos a tres horas diarias? ¿Sabías que esas riquezas
acumuladas sólo son producto de la explotación y el saqueo?
7. Todas las batallas, todas las luchas de los trabajadores, vengan
de donde vengan, deben ser apoyadas en la práctica, por nosotros: así
sea de Asia, África o América Latina. Ya las batallas gremiales o
profesionales han sido rebasadas por las intervenciones y guerras
imperiales y globalizadas. Debemos apoyar todas las luchas grandes y
pequeñas: maestros, campesinos, estudiantes, amas de casa; pero éstas
sólo deben ser parte de la batalla mundial contra el capitalismo y
todas sus formas de dominación. ¡Que viva la migración en Europa, los
EEUU, Canadá y en todos los países ricos! Puede ser otro hilo de la
revolución universal. (6/IX/15)
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