En el marco de la Cuarta Acción Internacional de la Marcha
Mundial de las Mujeres se realizó en Buenos Aires un encuentro de
formación entre las integrantes del Cono Sur. Un espacio de analisis
sobre el contexto internacional con el objetivo de propiciar la
reflexión sobre los desafíos que enfrenta el feminismo popular y las
estrategias que el mismo se da desde el Movimiento.
Durante los días 22, 23 y 24 de agosto, con la participación de
militantes de Paraguay, Brasil, Colombia, Turquia, Chile, Uruguay y
Argentina se celebró en el Anfiteatro Eva Perón de ATE Nacional el
encuentro de la Subregional Cono Sur de la Marcha Mundial de Mujeres
(MMM), un movimiento internacional de grupos y organizaciones de bases
que se nuclean en acciones feministas y anticapitalistas desde el año
2000 como tal.
Sin embargo, sus inicios se remontan al año 1995 contexto en el que
el neoliberalismo era fuertemente hegemónico e imponía un pensamiento
único que proponía salidas individuales a su propia crisis. En
contraposición los movimientos sociales y de mujeres generaron
alternativas desde la construcción colectiva y la movilización
permanente, es así que luego de una manifestación realizada en Canadá
por más de mil mujeres que recorrieron 200 kilómetros luchando por la
reivindicación de derechos básicos, surge la necesidad de compartir y
replicar la propuesta de una marcha de mujeres.
Allí las mujeres organizadas en la Central Única de las Trabajadoras y
Trabajadores (CUT) de Brasil tomaron conocimiento y junto a otras
organizaciones participaron del primer encuentro acontecido en el año
1998 en Quebec, Canadá. En ese marco se elaboró la plataforma del
Movimiento que se compone de 17 reivindicaciones que exigen la
eliminación de la pobreza como así también de la violencia contra las
mujeres. Desde el año 2000 se llevan a cabo acciones internacionales las
cuales comienzan los 8 de marzo Día Internacional de las Mujeres
Trabajadoras y finalizan los 17 de octubre Dia Internacional Contra la
Pobreza de esta forma se pone de manifiesto la relación explicita entre
Capitalismo y Patriarcado que denuncian, definiendo al movimiento como
una articulación feminista de organizaciones populares y de
trabajadoras.
Este 8 de marzo comenzó con la realización de la Cuarta Acción
Internacional, la misma se propuso el objetivo de enraizar y fortalecer
las regionales de la MMM ante la necesidad de aunar la lucha de la
defensa de los terrritorios de las mujeres, es decir la defensa de los
propios cuerpos como así tambien de los territorios donde se desenvuelve
la vida, el trabajo, la organización comunitaria y las luchas. En ese
marco, el encuentro de la Regional Sur se presentó como un espacio de
reflexión y balance ante la coyuntura actual, en el mismo llevaron a
cabo exposiciones de las experiencias presentes a través de paneles,
charlas y talleres finalizando con una manifestación ante las oficinas
de la empresa trasnacional Monsanto como claro ejemplo de la violencia
trasnacional que ejerce el sistema capitalista y patriarcal sobre los
cuerpos-territorios.
Luego de dar la bienvenida a las compañeras internacionalistas que
allí se encontraban el encuentro comenzó planteando los “desafios
continentales actuales” eje central de debate de la formación. Allí, en
su comienzo Nalu Farías coordinadora brasilera de la MMM a nivel región,
reconoció la complejidad que afronta este campo del feminismo ante el
contexto actual ya que es “un momento que exige mucho de nosotras,
somos quizás el movimiento que tiene la critica más radical al actual
sistema de dominación”.
Farias puso de manifiesto que si bien en la actualidad el feminismo
ha vuelto a tener lugar en los debates políticos, y lo caracterizó como
“una situación de recomposición” del mismo. Advirtió que,
paradógicamente se presenta “cara legitimada y lavada del feminismo por
el mercado” lejana a la del feminismo orgaizado, de forma aparece
despolitizado como aislado de la lucha de clases e individualista
posiblemente “teñido en parte por las lineas posmodernas y queer del
feminismo” alejandolo de la propuesta del movimiento que entiende al
feminismo desde la lucha colectiva y la organización desde abajo. De
esta forma, la referente reconoció que “hay todo un debate que nos hace
reafirmarnos como movimiento politico” para ello el desafío entonces se
debe centrar “en la construcción de un proyecto politico común desde la
articulación con otras fuerzas políticas pero integrando la perspectiva
feminista.”
A continuación, Claudia Korol educadora popular del Equipo Pañuelos
en Rebeldía caracterizó al encuentro como positivo para la unidad y
clave para la construcción de la “indentidad del feminismo que
entendemos como popular”. Por lo que enfatizó la importancia de haber
comenzado la jornada con un homenaje a los 12 compañeros y especialmente
a las 4 compañeras combatientes fusiladas en Trelew por el Gobierno de
Lanusse ya que, “nuestra memoria es parte de esa construcción política”
por lo que da cuenta de la intención de continuidad de la lucha
revolucionaria. En ese marco expresó que “andar y caminar con esa
memoria subersiva de todo nuestro continuente y pensarnos en esa
búsqueda, como lo fue en ese momento, de unidad” se asemeja la identidad
de ese feminismo “que queremos ser” reconociendose como “parte de los
movimientos populares yen marcha contra este sistema de multiples
opresiones”.
Al enunciar los desafios propios del momento, Korol recalcó que es en
si mismo un desafío para las feministas generar una una mirada
continental y territorial sosteniendo a la vez el acompañamiento desde
los cuerpos y de la vida cotidiana, compartiendo aquí el ejemplo ellos
casos de criminalización de Relmu y Reina. Por eso cuando entendemos la
dominación debe ser en terminos continentales y estrategicos pero
también debe darse “la batalla por cada cuerpo” al mismo tiempo ya que,
“cada cuerpo que queda prisionero es una derrota de todas como así cada
triunfo en libertad es trinfo de todas”.
Para finalizar la militante concluyó que en esta coyuntura “hay que
pensar un horizonte único anticapitalista, anticolonialista y
antipatriarcal desorganizando la violencia que los sostienen ” porque
“no nos alcanza con trabajar en las grietas, vamos a tener que hacer
revolciones”. Y para ello, reforzó la linea planteada por Nalu Farias
previamente “la forma es construyendo una fuerza, haciendo alianzas,
organizadas y solidarias”.
Luego de dicha apertura se dieron en simultáneo seis talleres desde
donde se continuaron poniendo en común los desafíos del feminismo
popular en el contexto continental per partiendo esta vez de las
distintas experiencias presentes en el encuentro, en base a las mismas
se trabajó sobre la “soberanía sobre nuestros territorios y bienes
comunes; La lucha contra la megaminería, el fracking, los hidrocarburos,
las megarepresas y el déficil energético” también “el derecho a decidir
sobre nuestros cuerpos y sexualidades, con la presencia de integrantes
de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito
entre otras. A su vez se propuso otro espacio donde abordar “violencias
hacia las mujeres: trata, explotación sexual, femicidio” ante el
panorama del Ni una Menos.
Otro tema central en la formación fue “militarización:
criminalización y judicialización frente al avance del extractivismo y
el modelo hegemónico en la región” teñido por la participación de las
compañeras del Congreso de los Pueblos de Colombia y Relmu Ñamku
militante mapuche criminalizada por defender sus tierras de una
petrolera, por lo que realizó un comunicado en solidaridad para cada
compañera entendiendo la dualidad entre la crítica al sistema en general
pero a su vez atendiendo la particularidad de la lucha y acompañamiento
a quienes lo viven en sus propios cuerpos. Por último se realizó
también el taller “mujeres y trabajo. División sexual del trabajo,
trabajo reproductivo, trabajo formal y precarizado. La economía del
cuidado” donde se problematizó el rol de las mujeres trabajadoras y la
tensión que este provoca entre las organizaciones sociales, los
sindicatos y la vida cotidiana.
Las conclusiones obtenidas en dichos talleres se compartieron al día
siguiente en el que se continuó con la exposición de experiencias
concretas de construcción de alternativas para el enfrentamiento de la
mercantilización de la vida, aquí se acercaron integrantes de la Campaña
Nacional Contra las Violencias Hacia las Mujeres y de la Casa de las
Mujeres del Moviemiento Popular La Dignidad, Socorristas en Red, Barrios
de Pie, Central de Trabajadoras/es de la Argentina, poniendose en común
también la acción colectiva en la que integrantes de distintas
organizaciones del campo popular argentino, consolidaron un espacio de
formación politica feminista.
El día domingo finalizó con la realización de una plenaria general,
en la que por un lado se leyeron los distintos comunicados realizados en
solidaridad con las compañeras criminalizadas para luego dar tiempo
para el debate de las distintas temáticas que atravesaron las dos
jornadas, como trabajo, criminalización de la protesta, extractivismo y
violencias hacia las mujeres entre otros.
Ya en el cierre del evento, Nalú Farias referente de la MMM se
refirió al encuentro para Marcha como “muy positivo, ya que logramos los
objetivos que nos habíamos propuesto, de marcar por un lado con una
accion subregional y a la vez convocar y articular las mujeres de
Argentina”. En ese marco, afirmó que con la dinamica realizada se obtuvo
“un debate bastante amplio desde nuestras resistencias y alternativas
frente al modelo de sociedad actual”. Por lo que reforzó la necesidad de
generar un debate más amplio en el que la perespectiva feminista pueda
articular, ya que para Farias la importancia del Movimiento es que el
mismo “organiza a las mujeres desde su trabajo y realidad pero conecta
este accionar con la realidad nacional e internacionales”.
Para finalizar, en nombre de la Marcha Mundial Farias recordó que el
encuentro terminaría con un escrache a las oficinas de Monsanto
planificado de ante mano con el objetivo de “marcar nuestra posicion de
movieminto y de lucha. Se eligió realizar esta acción simbólica para
mostrar nuestro rechazo a las trasnacionales y al modelo que ellas
representan” y a continuación manifestó “nuestro pueblo no necesita a
Monsanto, necesita soberanía alimentaria”.
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