Mitad de personas empleadoras en México no tienen seguro social
El
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) comenzó a probar el
programa para afiliar a las trabajadoras del hogar y equiparar los
derechos laborales de un sector históricamente discriminado, el reto
será vencer las resistencia de los empleadores, que además, la mitad
tampoco tienen acceso al sistema de seguridad social.
El “Programa piloto para la incorporación de las personas
trabajadoras del hogar al IMSS” derivó de un fallo del 5 de diciembre de
2018 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), donde
reconoció que no existe justificación para excluir a las trabajadoras
del hogar del régimen obligatorio del IMSS como lo establece actualmente
la Ley del Seguro Social (LSS).
La afiliación a este programa que comenzó a funcionar el pasado 30 de
marzo, a propósito del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar,
se mantiene opcional porque no se ha reformado la Ley del Seguro
Social, no obstante, supone un parteaguas en la lucha del gremio por
tener los mismo derechos que cualquier persona trabajadora. En México
hay alrededor de 2.2 millones personas trabajadoras del hogar, 98 por
ciento sin acceso a la seguridad social.
El programa piloto del IMSS garantiza a las trabajadoras del hogar
los servicios médicos, hospitalarios, farmacéuticos, atención
obstétrica, incapacidades, pensión por invalidez y vida, fondo para el
retiro, así como guarderías; beneficia también a su cónyuge o concubina,
hijos, padre y madre; y contempla el esquema de varios patrones y de
quienes viven en su lugar de trabajo.
Pero es difícil que este programa por sí mismo tenga éxito si no se
coordina con una política pública más amplia de formalización de la
población mexicana y promueva un cambio cultural en las personas que
contratan estos servicios para que asuman las obligaciones que les
genera su condición de empleadores, reflexionó en entrevista la
coordinadora del Departamento de Ciencia Política del Instituto
Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Marta Cebollada Gay.
¿QUIÉNES CONTRATAN?
Recientemente la Organización Internacional del Trabajo (OIT) realizó
un estudio colaborativo con el Nacional Monte de Piedad del perfil de
las personas empleadoras del hogar en México, permitiendo cuestionar el
argumento de la imposibilidad de extender los derechos laborales a
quienes se encuentran en este sector debido al costo que supondría para
las y los empleadores.
La investigación elaborada por el consultor externo de la Oficina de
México y Cuba de la OIT, Nelson Florez Vaquiro, revela que empleadores
del hogar son una minoría en el país, lo hacen menos del 10 por ciento
de los hogares. Como es de esperarse, son personas que tienen
condiciones de vida mejores que el promedio nacional: 95.5 por ciento
son no pobres y tienen un ingreso corriente total del hogar en promedio
de 39 mil 789 pesos mensuales.
Dado que también tienen altos niveles de escolaridad y formalidad
laboral podría pensarse que tengan disposición para formalizar su
relación laboral con la trabajadora, sin embargo, el investigador
recalca que alrededor de la mitad de las personas empleadoras no están
afiliadas a una institución de seguridad social. Aunque podrían contar
con seguros privados, es un obstáculo para vencer las resistencias a
afiliar a las trabajadoras del hogar al IMSS.
Al respecto la maestra Cebollada Gay, quien ha estudiado ampliamente
las condiciones de quienes se emplean en el trabajo del hogar, enfatizó
que el tema requiere una reflexión amplia sobre las ventajas que trae
consigo la formalización.
“No ha sido prioridad de los últimos gobiernos, sólo 43 por ciento de
la población activa está formalizada, es muy difícil mantener un
sistema de seguridad social cuando contribuyen en él menos de la mitad
de las personas económicamente activas, es decir, se necesita una
política para que el empleador vea que tiene la posibilidad de
formalizarse y por lo tanto, si él lo tiene lo debe tener su
trabajadora”, precisó.
A pesar de esta falta de acceso al sistema de seguridad social,
apoyada en el estudio de la OIT sobre las condiciones económicas de
quienes contratan servicios domésticos, la investigadora del ITAM
rescata que los hogares mexicanos tienen la posibilidad económica de
afiliar a las trabajadoras del hogar.
Según la investigación de la OIT, el gasto mensual en servicios
domésticos fue en promedio de mil 839 pesos. Para 2018 las y los
empleadores que tenían un trabajo informal fueron la minoría, 17 por
ciento. Casi la tercera parte son profesionales, técnicos y trabajadores
del arte, un 8.2 por ciento trabajan en gobierno y 56 por ciento en
micro o pequeños establecimientos.
El portavoz de la OIT en México también recomienda al gobierno
contemplar la condición en la que se encuentran la mitad de los
empleadores para orientar las políticas de afiliación de las
trabajadoras del hogar, una acción positiva sería implementar incentivos
fiscales o reducciones en el pago de cuotas para estimular la
afiliación.
A partir de la experiencia que han aportado otros países como Uruguay
que alcanzan 70 por ciento de cobertura en seguridad social de las
trabajadoras del hogar, Marta Cebollada marca una ruta de políticas
públicas que debería acompañar el gobierno con el programa del IMSS.
Entre estas se encuentran: cambios a la Ley del Seguro Social y la
Ley Federal del Trabajo (LFT) para que la afiliación al IMSS sea
obligatoria y regule las condiciones laborales, establecer medidas de
incentivos para empleadores, medidas para el incremento del salario
mínimo, así como campañas mediáticas de educación y sensibilización de
la población, y la ratificación del Convenio 189 de la OIT.
SEGUIMIENTO AL PROGRAMA
Para la presidenta de la organización civil Hogar Justo Hogar,
Marcela Azuela Gómez, es claro que es un momento importante del
reconocimiento del trabajo del hogar, indicó en entrevista, por lo que
debe existir una estrategia integral de pedagogía que lleve a un cambio
de actitud social frente a esta profesión, que visibilice la
discriminación que vive el sector, así como difundir los derechos que
gozan las trabajadoras del hogar para que puedan ejercerlos.
Al mismo tiempo, es primordial que el programa del IMSS se difunda
ampliamente y ofrezca la visión positiva a ambas partes, añadió Azuela.
Por ejemplo, en términos de cobertura de accidentes de trabajo, de
pensiones, cobertura maternidad, recordar a los empleadores que no serán
ellos quienes tendrán que cubrir los gastos, sino el IMSS, además que
la estabilidad laboral está relacionada con el incremento en la
productividad.
Otra ventaja del programa piloto del IMSS es que tienen un sistema de
administración simplificado, reconoce Marcela Azuela, ya que por medio
de un portal en internet se puede realizar la inscripción y el pago de
cuotas, no es necesario acudir a las oficinas del Instituto, pero será
necesario dar asesorías y acompañamiento a las trabajadoras del hogar
para el uso de la misma, indicó Azuela.
Como es un programa piloto, de la experiencia que resulte estará
sujeto a modificaciones y mejoras, entre ellas, tanto Marcela Azuela
como Marta Cebollada coincidieron en que la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público debe participar para tener la posibilidad de dar
incentivos fiscales a las y los empleadores.
La investigadora del ITAM añadió que debe mejorarse el pago de cuotas
en los casos de trabajadoras del hogar que laboran con más de un
patrón, ya que actualmente el sistema del programa del IMSS no permite
que cada empleador realice su aportación, una persona, puede ser la
trabajadora, debe juntar la contribución de cada patrón para hacerlo.
REFORMAS EN CAMINO
Es importante destacar también que el programa piloto por el momento
está a voluntad del IMSS debido a que la Ley todavía no pide la
obligatoriedad de la inscripción de las trabajadoras del hogar, de ahí
que las modificaciones a las normativas, como exige la sentencia de la
SCJN, son esenciales.
Actualmente hay dos proyectos para reformar las leyes del Seguro
Social y Federal del Trabajo. Una en la Cámara de Diputados que fue
presentada por la diputada del Movimiento Regeneración Nacional
(Morena), Lorena Villavicencio Ayala, para modificar el artículo 13 de
la LSS y derogar el régimen voluntario al que están sujetas las
trabajadoras del hogar para afiliarse al IMSS.
Otra está en el Senado de la República, legisladoras de todos los
grupos parlamentarios presentaron una iniciativa de reforma a la Ley
Federal del Trabajo, para que se haga obligatorio un contrato escrito
entre trabajadoras del hogar y el empleador, definir el tipo de labores
que realizarán, remuneración y periodicidad de los pagos, horas de
trabajo y pago de prestaciones como vacaciones, descansos diario y
semanal, y el suministro de alimentos y alojamiento, según sea el caso.
El dictamen de esta iniciativa ya fue aprobado por la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado.
De acuerdo con información del IMSS, a 48 horas del arranque del
programa piloto se han generado 275 líneas de captura, con las cuales
empleadores y trabajadoras realizarán en el banco el pago de la cuota
correspondiente para que a partir del 1 de mayo las trabajadoras puedan
hacer uso de los servicios médicos y las prestaciones sociales que el
IMSS otorga.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Hazel Zamora Mendieta
Cimacnoticias | Ciudad de México
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