Las fronteras
No estoy jugando, sostiene
Nueva york.
No estoy jugando, afirmó Donald Trump ayer al jugar con sus amenazas de cerrar la frontera y anunciar que ofrecerá un plazo de un año a México para frenar no sólo a los inmigrantes centroamericanos sino también las drogas ilícitas, y si no cumple, advirtió, primero podrá imponer aranceles a los automóviles fabricados en el país vecino y/o cerrar la frontera.
Ahora todos estarán a la espera de si el mandatario jugará otra vez
con sus amenazas este viernes, cuando visitará una barrera física en la
frontera en Calexico –que falsamente es anunciada como la primera
sección de su muro fronterizo– para tomarse una foto e insistir en su
mensaje antimigrante.
Al parecer retrocediendo de su amenaza del pasado viernes y tras reiterar durante varios días que cerraría
de inmediatola frontera si México no frena
todoel flujo inmigrante centroamericano, ayer Trump amenazó a su vecino con un arancel de 25 por ciento sobre automóviles, pero ofreció más tiempo.
“Vamos a darles una advertencia de un año y si las drogas no paran, o
en gran media paran, impondremos los aranceles sobre México y
productos, sobre autos particulares… y si eso no frena las drogas,
cerraremos la frontera”, declaró en la Casa Blanca ante los reporteros.
Una vez más elogió al país vecino, pero continuó con su amenaza. En un momento dijo:
Muchas cosas buenas están ocurriendo con México, y en otro, enfatizó que estaba haciendo
una buena labor en los últimos tres o cuatro días desde que hablamos de cerrar la frontera. Luego subrayó:
México entiende que vamos a cerrar la frontera, o voy a imponer aranceles sobre los autos. Haré una o la otra (cosa), probablemente empezando con los aranceles.
Insistió en que la seguridad fronteriza
es más importante para mí que el T-MEC (acuerdo de libre comercio con México y Canadá).
Después explicó:
No creo que jamás tendremos que cerrar la frontera porque el castigo de los aranceles de 25 por ciento sobre autos que entran a Estados Unidos desde México sería masivo.
Sin embargo, al preguntarle si esto implica que no cerrará la
frontera un año más, dijo que no había dicho eso y reiteró que primero
se impondrían aranceles y después
veremos qué pasa.
En sus declaraciones de ayer Trump nunca se refirió a lo que dijo en
días recientes ni explicó la razón del cambio en su mensaje.
Al mencionar el plazo de un año minó sus argumentos para que se declarara una
emergencia nacionalen la frontera ante las oleadas de inmigrantes e intentar que se canalizarán fondos de otros rubros del presupuesto federal con la finalidad de financiar el muro fronterizo después de que el Congreso rehusó aprobar ese gasto.
La lideresa de la mayoría demócrata de la Cámara de Representantes,
Nancy Pelosi, anunció ayer que su bancada está presentando una demanda
legal contra el presidente con la finalidad de evitar que
robe fondosdestinados a otros rubros para lo que calificó de falsa
declaración de emergencia.
Es de suponer que el cambio de mensaje es resultado de la reacción
casi unánime de los sectores empresariales y agrarios, economistas,
líderes legislativos –incluso de su propio partido–, políticos y
comerciantes en la frontera y hasta sus asesores en la Casa Blanca
contra un cierre de la frontera por sus consecuencias económicas.
La Cámara de Comercio de Estados Unidos, que calcula en 1.7 mil
millones de dólares diarios el comercio entre ambos países y que 5
millones de empleos dependen de ello, dio la bienvenida al cambio del
mensaje del mandatario.
“La crisis que el gobierno ha creado en nuestra frontera –tratando a
solicitantes de asilo como amenaza, separando a familias, desmantelando
el proceso de asilo– es una opción política, no una necesidad. El
gobierno debe poner fin a la crisis que ha creado y buscar una mejor
manera de tratar a las familias que buscan seguridad, que les da la
bienvenida y les asegura un proceso debido y de justicia”, comentó
Katharina Obser, de la Comisión de Mujeres Refugiadas, en una
teleconferencia patrocinada por America’s Voice.
Esta crisis es completamente fabricada. Calificar los cruces fronterizos de emergencia nacional es realmente una táctica cínica del gobierno para nutrir el temor y tratar de eliminar todo el proceso de asilo en violación directa de las leyes estadunidenses e internacionales, agregó Sandra Cordero, de Families Belong Together.
Nadie se atreve a pronosticar cuál será el mensaje de Trump sobre
estos asuntos (u otros) en 24 horas. Podría ser lo mismo o todo lo
contrario. El debate, desde que llegó a la Casa Blanca, es si la
incoherencia, el caos, las amenazas como manera de gobernar es a
propósito o no. Y por qué se le permite hacerlo.
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
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