La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
actualizó este mes su Protocolo para la Atención de Casos de Violencia
de Género. En la segunda versión del documento se amplió el plazo para
recibir quejas de este fenómeno y se hicieron puntualizaciones sobre la
confidencialidad de la información personal en esos casos.
Desde que se implementó el protocolo, en agosto de 2016, diversas
voces han señalado que éste tiene limitaciones y la universidad ha
indicado que se trata de un instrumento perfectible. Son recurrentes las
protestas de alumnas y académicas en contra de la violencia de género,
quienes han manifestado que el delito es común. Una de las protestas más
recientes se registró el jueves en el plantel 6 de la Escuela Nacional
Preparatoria, donde estudiantes tapizaron con carteles la fachada
principal del edificio, en los que denunciaban acoso y hostigamiento por
parte de académicos y trabajadores.
Entre junio de 2017 y junio de 2018 se presentaron 251 quejas, 98 por
ciento de ellas fue interpuesto por mujeres, y en 97.2 por ciento los
acusados fueron hombres, según informes de la universidad sobre la
implementación del protocolo.
De acuerdo con la Oficina de la Abogacía General (OAG) de la UNAM,
que recientemente notificó la actualización del protocolo en la Gaceta UNAM,
a casi tres años de que se implementó el mecanismo, la institución ha
evaluado los aciertos y debilidades de éste, con el fin de mejorar su
funcionamiento y garantizar que cumpla con el objetivo para el que fue
diseñado.
Indicó que se recibieron opiniones de académicas expertas en género de la UNAM y de diversos grupos de la comunidad.
En la nueva versión del protocolo, según la OAG, se enfatizan etapas
fundamentales de la atención a casos de violencia de género: la
orientación, la entrevista a la persona que considera haber sido víctima
de estos ilícitos, el establecimiento de medidas urgentes de
protección, el acompañamiento de la persona que presenta su queja y el
seguimiento al cumplimiento de las sanciones.
Entre otras modificaciones, en el nuevo protocolo se eliminó la
cláusula que indicaba que la UNAM sólo recibiría quejas relacionadas con
violencia de género dentro de los 12 meses posteriores a la comisión
del acto reclamado. Ahora no se especifica un plazo máximo para la
interposición de las quejas.
También señala que las autoridades que conozcan de casos sobre
violencia de género están obligadas a proteger los datos de las
víctimas.
Arturo Sánchez Jiménez
Periódico La Jornada
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