Aumentará el monto en Ciudad de México: AMLO
Los adultos mayores que residen en Ciudad de México verán
reflejado un incremento en el apoyo que reciben cuando el gobierno
federal asuma plenamente la administración del programa que, por ahora,
es financiado parcialmente con recursos del gobierno federal. El
presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que se van a emparejar
los montos que este sector de la población recibe en todo el país a
partir de los 68 años.
Durante la conferencia de prensa matutina, a la que asistió la jefa
de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, señaló que de los
525 mil adultos mayores que forman el universo total en la capital,
hasta abril 180 mil reciben esta aportación del gobierno federal en su
tarjeta de pensión alimentaria, otra parte se deposita en la pensión del
Seguro Social o del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
Trabajadores al Servicio del Estado y un tercer grupo ya reciben este
beneficio con la nueva tarjeta del gobierno federal.
Sheinbaum consideró que esto obedece a que aún se encuentra en
transición el programa para que este respaldo sea financiado con
recursos de la Federación. Dijo que no hay ningún problema, pues en su
momento todos recibirán los recursos del gobierno federal.
López Obrador reconoció que existe desinformación en este proceso y
aseguró que se va a seguir apoyando a los adultos mayores con 2 mil 550
pesos. La mayoría de ese sector de Ciudad de México ya recibía una
cantidad parecida, un poco menos, ahora aumenta poco, pero hay un
aumento.
Ahora ya todo va a ser 2 mil 550 pesos parejo. Ese es el programa. Por eso hay esta desorientación, porque no se ha informado adecuadamente.
Alonso Urrutia
Periódico La Jornada
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En junio la Federación manejará el programa
Será hasta junio cuando el gobierno federal se haga cargo
ciento por ciento de la pensión de los 864 mil 777 adultos mayores, con
68 años y más, que viven en Ciudad de México.
Así lo informaron la jefa del Gobierno, Claudia Sheinbaum, y la
secretaria de Bienestar federal, María Luisa Albores, quienes explicaron
que durante los dos meses de transición las autoridades capitalinas
realizarán los pagos correspondientes.
La delegada estatal de programas para el desarrollo en la capital del
país, Cristina Cruz, precisó que hasta la fecha sólo se han repartido
100 mil tarjetas de Bienestar a los beneficiarios en sus domicilios y se
han hecho entregas en efectivo a 3 mil 453 personas en Milpa Alta,
Tláhuac y Tlalpan, mientras reciben el plástico.
Sheinbaum explicó que en Ciudad de México viven 864 mil 777 adultos
mayores, con 68 años y más, que al igual que en el resto del país
recibirán un apoyo de 2 mil 550 pesos bimestrales, en sustitución de la
pensión alimentaria que otorgaba el gobierno capitalino por medio de un
monedero electrónico color rosa.
De este universo, la ciudad otorgaba la ayuda económica a 525 mil
adultos, porque había un rezago de más de 200 mil que estaban en lista
de espera desde hace tres años o más, porque tenían que esperar a que un
beneficiario muriera para acceder a la tarjeta.
Detalló, además, que en la capital del país había 292 mil 534 adultos
que también estaban incluidos en el programa 65 y Más que les otorgaba
un apoyo, que se mantendrá exclusivamente para quienes ya estaban
registrados.
Indicó que desde enero todos los adultos mayores de 68 años de edad
recibirán sólo la pensión de Bienestar del gobierno federal, pero en la
transición ha habido confusión, porque se decidió que los pensionados
por el Seguro Social o el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de
los Trabajadores al Servicio del Estado recibirán los 2 mil 550 pesos
bimestrales en la misma cuenta bancaria.
Los que estaban inscritos en 65 y Más recibirán la ayuda en la
tarjeta que tienen desde la anterior administración y los que recibían
la pensión alimentaria en Ciudad de México lo harán en el monedero rosa.
En ambos casos se hará así hasta que les entreguen la tarjeta de
Bienestar.
Los adultos mayores que ya cuentan con la nueva tarjeta de Bienestar
del gobierno de federal lo recibirán por ese medio, refirió.
Para cualquier aclaración el gobierno capitalino puso a disposición
los teléfonos: Instituto para la Atención del Envejecimiento Digno:
5512-1351, Locatel: 5658-1111 y Línea Plateada y Consejo Ciudadano:
5533-5533.
Rocío González Alvarado
Periódico La Jornada
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Viven en la incertidumbre
Desde enero se detuvo la pensión a adultos mayores
Quienes estaban inscritos en dos programas dejarán de percibir mil pesos cada dos meses
▲ Adultos mayores beneficiarios de programas de asistencia social hacen
fila ante las oficinas del centro regional en Cuauhtémoc para averiguar
por qué no se les ha depositado el apoyo correspondiente al mes actual.
Miles de personas que recibían apoyos de los programas de
pensión para adultos mayores de los gobiernos federal y de Ciudad de
México viven en la incertidumbre. Desde enero se suspendió la entrega de
mil 160 pesos bimestrales de la estrategia federal (ingreso fundamental
para un sinnúmero de hogares de personas de la tercera edad) y a partir
del primero de abril la administración capitalina canceló la entrega
bimestral de la despensa (2 mil 418 pesos). Desconocen que los dos
apoyos se convertirán en uno. La mayoría de quienes recibían ambos
obtendrán mil pesos menos.
La puesta en marcha del programa Pensión para el bienestar de las
personas adultas mayores de 68 años del gobierno federal ha sido lenta,
opaca y ha provocado confusión a los beneficiarios, que desde hace
semanas recorren las oficinas de la Secretaría de Bienestar, en la calle
Lucerna, donde lo mismo les dicen que vayan a su casa a esperar que los
censen, que en unas semanas se les hará el depósito o que vayan al
banco a checar si ya tienen recursos en su tarjeta, cosa que no ha
sucedido, salvo a la mayoría, aún no todos, de los pensionados de los
institutos Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajadores al Servicio del Estado (Issste).
Los adultos mayores recibían 2 mil 418 pesos bimestrales para
despensa del Gobierno de Ciudad de México y se les depositaba en la
tarjeta rosa. El gobierno federal, durante el sexenio anterior, les
entregaba mil 160 pesos bimestrales en la denominada tarjeta azul. Esto,
en conjunto, les daba un ingreso bimestral de 3 mil 578 pesos. Ahora
recibirán 2 mil 550 pesos.
Desde finales de febrero La Jornada solicitó información a
la Secretaría de Bienestar acerca del retraso en la entrega de apoyos y
un balance de la situación del programa en el país, debido a que en los
estados tampoco se ha regularizado la distribución. Hasta ahora no ha
habido respuesta. La información publicada en este diario el 25 de marzo
acerca de las deficiencias en Ciudad de México proviene de los
testimonios de los beneficiarios.
Apenas ayer el gobierno capitalino presentó algunos datos, y ahora se
sabe que aquí 292 mil ancianos contaban con los dos programas.
Desde el lunes, para muchos beneficiarios la situación se volvió
desesperante. Centenas de los que fueron a los supermercados a surtir su
despensa, comprar medicinas e insumos básicos se encontraron con que
los cajeros rechazaron la tarjeta rosa. Joaquín Espinosa, quien contaba
con esa despensa, dice:
No se vale que a la gente más vulnerable, los más pobres, sin pensión del IMSS o del Issste les quiten mil pesos. La promesa de que se les daría más apoyo fue un engaño.
Enriqueta Carreto, de 81 años de edad, suelta el llanto y con
dificultad relata que desde enero dejó de recibir el apoyo. Tiene un
nieto de 26 años que hace un año sufrió un infarto cerebral, no puede
caminar. Ella tiene problemas en las rodillas, casi no ve y vende dulces
en la esquina de su casa, en la colonia Obrera. También vive con una
hija con problemas mentales.
Dice que el lunes fue a comprar pañales, medicamentos y algo de
comida, pero salió sin nada. En el supermercado rechazaron la tarjeta
rosa. Y en la del gobierno federal no le han depositado un peso. Cuando
termina su relato, un joven que la escuchaba se acercó, le dio un abrazo
y un billete de 200 pesos.
Las historias de desesperación por el retraso en los pagos se
multiplican. Gilberto Villaverde, de 82 años, relata que desde noviembre
me traen vuelta y vuelta. No se ha visto la ayuda. Hay gente a la que ya le llegó el apoyo. Pero a mí, nada. Estoy solo, hace un año murió mi esposa, estoy enfermo de un riñón y no tengo ayuda. Me dedicó a la venta de fierro viejo, pero el carro pesa 50 kilos y ya no puedo con él.
Foto Pablo Ramos
Angélica Enciso L.
Periódico La Jornada
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