Gilberto López y Rivas
La Jornada
En el contexto de renovadas
luchas anticapitalistas de los pueblos indígenas, ante la puesta en
marcha de megaproyectos y políticas neoindigenistas del gobierno actual
que amenazan sus territorios, recursos vitales y procesos autonómicos,
resulta imprescindible la lectura (e, incluso, el estudio colectivo) del
libro de Jérôme Baschet, ¡Rebeldía, resistencia y autonomía! La experiencia zapatista. [México: Ediciones EÓN, 2018].
Este singular trabajo investigativo y analítico, expresión del
pensamiento crítico, constituye una de las más integrales y fecundas
obras sobre el zapatismo contemporáneo. A partir de la experiencia de
vivir en Chiapas, e interpelado por la grieta zapatista que le hace
despertar de la resignación impuesta por el triunfo neoliberale, incluso, desistir de la vida académica, escribe la obra: “desde el hecho de asumir que me reconozco en la lucha zapatista –o quizás, más bien, que me busco en ella”. La considera un
esfuerzo por resaltar los alcances teórico-prácticos de la experiencia zapatista.
Actualizado hasta finales de 2018, el texto da cuenta en el prólogo,
en apretada síntesis, de la historia del Ejército Zapatista de
Liberación Nacional (EZLN), antes y después del primero de enero de
1994, destacando los antecedentes de las luchas campesinas e indígenas
en Chiapas; la formación y el crecimiento del EZLN, así como las
transformaciones que experimenta el proyecto inicial de
liberación nacionalen articulación con el mundo indígena, cuando se convierte de
un ejército de vanguardia revolucionaria a un ejército de las comunidades indígenas. Trata el impacto del levantamiento armado en el México de arriba, anclado en el Norte del TLC, “un gesto audaz que rompía la ilusión del ‘fin de la historia’ y un grito que le devolvía su lugar a la esperanza”; cubre los acontecimientos que van del cese al fuego, luego de 12 días de cruentos combates, a la Marcha del Color de la Tierra; describe las vicisitudes del diálogo de San Andrés entre el Gobierno federal y el EZLN; la llamada
traición de febreroo el intento fracasado de solución militar por parte del gobierno de Ernesto Zedillo para neutralizar la rebelión indígena; la incorporación de la llamada sociedad civil y una representativa presencia de numerosas etnias en el diálogo y, en este contexto, la formación del Congreso Nacional Indígena, así como el incumplimiento de los acuerdos de San Andrés, que da inicio, después de 2003, a la profundización de la autonomía en los hechos, y el fin de la interlocución con el Estado.
En el capítulo 1, Baschet analiza con profundidad el proceso de
construcción de la autonomía en territorios zapatistas, considerado el
corazón de su proyecto político y parte esencial de una lucha más
global,
a la vez nacional y planetaria, que no es sino una guerra entre la humanidad y el capitalismo.Se tocan temas centrales de las autonomías para
hacer crecer formas de vida autodeterminadas: comunidad, tierra, territorio, educación, salud, las luchas de las mujeres y la transformación de las relaciones de género; se examina la organización de los gobiernos autónomos, sus niveles, la impartición de justicia, las relaciones entre asambleas y autoridades, y un acercamiento al significado de
mandar obedeciendo, sin dejar de abordar las dificultades del proceso, que, en buena parte, derivan de la agresión contrainsurgente; pero, también, de factores de toda lucha como el cansancio, el desánimo, la migración temporal o permanente, la relación entre la construcción civil de la autonomía y la estructura político-militar del EZLN.
En el capítulo 2
Podemos gobernarnos a nosotros mismos. Una política muy otra, abajo y a la izquierda,se plantean interrogantes esenciales para alejarse de la política de arriba: ¿No tomar el poder? ¿Qué hacer con el Estado? También, dentro de la política de abajo: la autorganización y autogobierno, la ética y la dignidad, en suma, la autonomía como una política contra el Estado. Todo lo cual,
rechaza la centralidad del Estado, así como los modelos organizativos basados en la unidad, la homogeneidad y la hegemonía.
En el capítulo 3 se profundiza en el planteamiento zapatista de
considerar al capitalismo como una IV Guerra Mundial en contra de la
humanidad; el 4 desarrolla las implicaciones del llamado zapatista a
construir
un mundo donde quepan muchos mundos, mientras el capítulo 5
insiste en la importancia que la historia y la memoria tienen en la palabra y la experiencia zapatistas, apuntando hacia nuevas concepciones del tiempo histórico.
Una herramienta necesaria y oportuna para las luchas muy otras.
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