6/19/2013

Los periodistas pal cafe . . .


En el contexto de su reunión con el grupo de líderes de ocho naciones con gran poderío mundial, adonde acudió como invitado con tintes de informante de gangas comerciales, Enrique Peña Nieto anunció el arranque de la venta petrolera mexicana. Por primera vez detalló partes de su plan de modernización privatizadora y generó inmediato bullicio partidista en México, al asegurar que la reforma en materia energética está siendo procesada en el seno del pacto que sostienen el PRI, obviamente adherido a la palabra del mexiquense; el PAN, esencialmente proclive a lo empresarial, y el PRD, que teóricamente debería oponerse con gran y genuina firmeza a ese proyecto.
El viajero de grandes comitivas (acompañado por una falange de secretarios y ayudantes, describió el Financial Times) reveló información que no deja lugar a dudas de que el tantas veces proclamado proceso de privatización en Pemex ha entrado en una fase final virtualmente definida, con recovecos técnicos y legales sembrados para posteriores ajustes e interpretaciones que a fin de cuentas permitirán a capitales extranjeros, y algunos nacionales, participar del gran negocio del sexenio (recuérdese la trampa de la reforma en telecomunicaciones: gran palabrería en lo constitucional, para que en las leyes secundarias se acomoden los detalles al interés de Los Pinos, sus aliados y abonados).
Como suele hacerse en política, especialmente en la mexicana tan modelada en función del aferramiento discursivo desde el poder en sentido contrario a lo que la realidad demuestra, el peñismo se esmera en asegurar a diestra y siniestra (una variante del te lo firmo y te lo cumplo, sabidamente manipulado) que no hay ningún propósito de entregar la riqueza petrolera a inversionistas extranjeros, sino que se está en presencia de un noble, generoso y muy necesario proceso de remodelación virtuosa.
La mano de gato con que Peña Nieto seguirá sacando las castañas del fuego es la del Pacto por México, en el que los dirigentes de la oposición partidista, Gustavo Madero y Jesús Zambrano, jugarán papeles distintos pero finalmente convergentes en cuanto a aprobar los arreglos ya asumidos en el curso de las múltiples negociaciones y repartos que se han realizado. Madero necesita apoyo para librarse del calderonismo que le agobia, en especial en la persona de Ernesto Cordero (una pieza de castigo, incluso con viabilidad judicial, es la de los asesores en el Senado, en especial un cuñado de Felipe Calderón, Juan Ignacio Zavala), y en ese esquema necesita un triunfo electoral que pareciera prefigurarse en la Baja California donde el PRI tiene como candidato a un beltronista.
Zambrano, por su parte, ayer mismo asumió el rol ya clásico de la graciosa disidencia que termina en apasionada entrega. Jugando al uno-dos tan conocido, el sonorense se mostró ayer reacio a los anuncios de cooptación opositora hechos desde Reino Unido por el desbordado EPN, mientras el máximo jefe chucho, de apellido Ortega, iniciaba el proceso de justificación de futuros votos desde bancadas del sol azteca a favor del proyecto enriquista (los votos del oficialismo –PRI, Panal y Verde–, más el PAN, necesitarían que algunos del sol azteca se sumaran conforme a su criterio a la reforma energética, mientras otros perredistas lo hicieran en contra para salvar cara). Modernizar sin privatizar es la coartada discursiva en turno.
Los tambores de guerra del peñismo han sonado mientras los partidos van entrando al torbellino de las 14 elecciones estatales que se desahogarán el primer domingo del próximo mes. Los cuadros partidistas opositores habrán de entretenerse en los cierres de campañas, los preparativos rumbo a las urnas, la jornada electoral en sí y los jaloneos posteriores, mientras el ya anunciado plan de la reforma energética es afinado y presentado con la mayor rapidez posible, antes de que se pueda organizar una resistencia social fuerte.
Sabida es la postura invariable de Andrés Manuel López Obrador respecto a estos planes modernizadores y los indicios de corrupción para beneficio de las élites nacionales y sus aliados extranjeros, así que a nadie debe sorprender que aparezca de nuevo al frente de ciudadanos legítimamente decididos a luchar en contra de la privatización petrolera. Ya se verá si su capacidad de convocatoria se mantiene en los términos acostumbrados a pesar de que este movimiento social tiene como presencia adjunta el interés constitutivo de un nuevo partido, Morena, y si las sosegadoras decisiones tomadas después de la declaratoria oficial a favor del PRI en la contienda presidencial le han aportado o restado seguidores.
La novedad en el foro beligerante ha sido, en todo caso, Marcelo Ebrard, el ex jefe del Gobierno capitalino que había anunciado que dejando el cargo comenzaría su campaña para ser presidente de la República en 2018 (empezamos en diciembre; del seis en adelante, había dicho). No ha podido cumplir ese propósito ni el de buscar primero la dirigencia del sol azteca, en un encuadre que previa concertación con los chuchos, la corriente que domina la estructura directiva del PRD y sin la cual nada se puede hacer institucionalmente en ese partido, buscaría depurarlo y mejorarlo, en un proceso de años a cuyo final habría una suerte de frente de izquierdas con competividad electoral suficiente para aspirar de nuevo a llegar a la Presidencia de la República.
Ahora, criticando el plan energético peñista y plantándose frente a los chuchos que, engolosinados con los réditos del Pacto por México, pretenden seguir con la presidencia del PRD y olvidar los planes marcelistas de remodelación, Ebrard reasume un rol político que le puede llevar a encabezar junto a AMLO la protesta que se desarrollará de ahora a agosto, tal vez incluso con la participación del segmento de los chuchos que tácticamente se sume a tales inconformidades aunque al final los pactos con el peñismo habrán de ser cumplidos por esa corriente. Y, mientras sigue la guerra de lodo en el PAN, ¡hasta mañana!
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Los resultados de la primera reforma estrutural con sello pripánico –el reformón laboral– están a la vista: sólo se crearon 6 mil 929 plazas de trabajo con registro en el IMSS, y en los cinco meses anteriores, 292 mil 859. Son datos oficiales del instituto. En contrapartida, según datos de fuentes privadas, quedaron sin empleo alrededor de medio millón de personas sumando la economía formal y la informal. Hay un corredero de gente impresionante en los sectores de construcción de viviendas y en las outsourcing. ¿No que el reformón iba a hacer el milagro de crear empleos a montones? Lo curioso del asunto es que no dejó satisfechos ni a patrones ni a trabajadores. Será necesario hacer un reformón del reformón. Si así viene la reforma estructural del sector energético, vamos a estar en problemas.
El #gentleman de Pemex
¿Qué tienen las terrazas de los restaurantes que tanta atracción ejercen sobre los funcionarios? El director de comunicación de Pemex, Ignacio Durán, quería una mesa ayer al mediodía en la terraza del restaurante Capital Grill, de Reforma y Niza, pero no había disponibles y se la asignaron en el salón general. Eso fue suficiente para que montara en cólera y regañara duramente a las meseras y hasta a los capitanes del lugar. Ya saben ustedes: con el consabido no saben con quién están tratando. Les sacó las lágrimas a algunas de las jovencitas que no hallaban cómo calmarlo. Vaya contraste con su jefe, Emilio Lozoya, el joven director de la paraestatal, bien educado y de buenas maneras.
Devolverán impuestos a turistas
Trátese de París o Houston, el turista internacional está habituado a que el impuesto que pagó en las compras que hizo le sea devuelto mediante un trámite sencillo. El gobierno capitalino quiere promover el shopping y para incentivarlo también les regresará el IVA a los visitantes extranjeros. El secretario de Turismo del Distrito Federal, Miguel Torruco, mediante la estrategia llamada taxback, busca atraer a 12.5 millones de turistas al cierre de 2013 y participar en la derrama económica que deja este esquema. El SAT y Sectur autorizaron la devolución de impuestos en 154 plazas desde hace cinco años en México; sin embargo, la franquicia se ha explotado más en zonas como Cancún. Como resultado, se han regresado más de 137 millones de pesos a 121 mil turistas de 127 nacionalidades.
Elección complicada
Hay varios factores que podrían conducir a otra derrota del PRI en Baja California –entidad cuyo gobierno estatal se encuentra en manos del PAN desde que lo entregó Salinas de Gortari. Primero, que sigan escaseando los recursos que se entregan a los brigadistas. Increíble, pero los están recibiendo a cuentagotas por temor a una denuncia del PAN o el PRD. En segundo lugar, la alarma que ha generado la posibilidad de que por medio de Fernando Castro Trenti, Baja California caiga en poder de Manlio Fabio Beltrones y desde ahí acometa la venta de terrenos del litoral a extranjeros. El candidato era su chalán primero en el Senado y después en la Cámara de Diputados. Tercero, la supuesta existencia de un pacto dentro del Pacto por México, por el cual el panperredismo que postula a Kiko Vega de Lamadrid será premiado por el apoyo que han prestado a las iniciativas de Peña Nieto. Y al último, mas no por último, está el factor Hank. Aunque se tomó la foto con Castro Trenti, su entorno cercano comenta que no quedó conforme con su descarte. Sus amigos están haciendo labor de resistencia y en Tijuana al menos tiene más amigos que Castro Trenti. En otras palabras, hay muchas posibilidades de que el que fue el estado 29 de la República siga pintado de color azul. Y las elecciones ya están encima, serán el 7 de julio.



Los mexicanos son lerdos en estos menesteres y, por lo mismo, de inmediato les surgió la duda: si la intención gubernamental nunca ha sido privatizar a Pemex, porque la paraestatal no se vende ni se privatiza (Peña Nieto dixit); si ni el Presidente de la República ni ninguno de los integrantes del gobierno han hablado de privatizar Pemex ni mucho menos privatizar las reservas petroleras o de gas que tiene México (Videgaray dixit); si niego enfáticamente que exista algún propósito de privatizar Pemex, (porque) eso simplemente no se encuentra en los planes del gobierno (Pedro Joaquín Coldwell) y si, en síntesis, en Pemex se impulsa la modernización, no la privatización (Emilio Lozoya dixit), entonces ¿para qué carajos el inquilino de Los Pinos y su séquito promueven cambios constitucionales necesarios para darle certeza a los inversionistas privados?
¿Certeza de qué?, si la Constitución, en su artículo 27, es más clara que el agua: “tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radioactivos no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado y la nación llevará a cabo la explotación de esos productos, en los términos que señale la ley reglamentaria respectiva…” Entonces, ¿qué certeza pretenden otorgarle a quienes, por ley, están impedidos a participar en los referidos menesteres?, pues la ley ordena que el ciento por ciento del sector energético nacional, y de forma exclusiva, pertenece al Estado.
Durante su estancia en Londres, el presidente Peña Nieto concedió una entrevista al Financial Times, al que le dijo que “en dos o tres meses se presentará la reforma a Petróleos Mexicanos… la necesidad de modernizar Pemex se acordó en el marco del Pacto de México, y la reforma incluiría los cambios constitucionales necesarios para darle certeza a los inversionistas privados… me comprometo a seguir adelante con una transformación fundamental de Pemex, aunque hay diferentes opciones respecto a cómo deberá ser la reforma, pero estoy seguro que será trascendental…”. Y prometió la reforma para antes de septiembre.
Eso fue lo que expresó al citado rotativo, pero después parece que le asustó su propia declaración (aquello de los cambios constitucionales necesarios para darle certeza a los inversionistas privados), porque en conferencia de prensa con los medios mexicanos empezó a repartir culpas: “solamente recordar que es un punto que está inscrito en el Pacto por México. Todos los partidos políticos y el gobierno de la República coincidimos en temas fundamentales: primero, que el Estado debe mantener la propiedad de los hidrocarburos, la rectoría de esta empresa, que es de todos los mexicanos, y que debemos explorar los mecanismos que hagan posible ampliar la capacidad productiva de Pemex a través de la participación del sector privado… se está evaluando si la reforma energética será constitucional o a la legislación secundaria”.
Eso dijo, pero en el texto del Pacto por México en ninguna parte aparece la sagrada frase neoliberal “…a través de la participación del sector privado…”. Lo que sí surgió de inmediato fue el ridículo intento de deslinde de la empresa Chuchos SA, emotiva abajo firmante pactista: nuestro partido (sucursal de la otra empresa) impedirá a toda costa la privatización de la industria petrolera, porque, dijo, eso no lo firmamos. Lamentablemente para ellos, el inquilino de Los Pinos les puso tremenda encuerada, como si hiciera falta.
Durante su periplo británico, el presidente Peña Nieto siguió la tradición: vender al país en los foros internacionales, y poner el petróleo en bandeja de plata a los grandes inversionistas foráneos privados que quieran entrarle, por mucho que la oferta sea anticonstitucional. Así, refrendó la pasión de los mandatarios neoliberales autóctonos, desatada desde, cuando menos, los tiempos de Ernesto Zedillo, y puntualmente suscrita por el inenarrable par de la docena trágica blanquiazul.
Parte fundamental del problema es la forma por demás vergonzante en la que el nuevo gobierno, como antes los panistas, y previo a éstos los propios priístas, pretende aterrizar lo que llama reforma energética. Mucho discurso patriotero, auto desmentidos y puntualizaciones, todas las justificaciones para no hablar claramente sobre cuál es su propuesta real y concreta, cuáles serían las modificaciones legales que plantearán y hasta dónde tendría entrada el capital privado. Todo se hace bajo la mesa, y cuando alguien patina –como ayer lo hizo el propio Peña Nieto–, salen a corregir la declaración, y lo único que logran es embarrase un poco más.
Sin duda, las tres empresas políticas citadas por el inquilino de Los Pinos (PRI, PAN y PRD) han hecho su trabajo. La primera, de listones tricolores, moldeó, a gusto del nuevo cliente, la declaración de principios; los blanquiazules empujan decididamente las iniciativas de Peña Nieto con ostentosa factura en la mano, y los chuchirridistas hacen lo propio con el bolsillo abierto, pero negándolo todo. Bonito Pacto por el bien de México.
El hecho es que Enrique Peña Nieto una vez más patinó y dijo lo que no quería decir, porque no estaba en el libreto, aunque todo el mundo lo supiera: que el único fin de la reforma energética es privatizar; que para ello habrá modificaciones constitucionales; que los grandes corporativos mexicanos y las trasnacionales del ramo se servirán con la cuchara grande, como en tantos otros sectores de la economía doméstica, y que, en síntesis, a quien no le guste, pues que se aguante, y si no se ya sabe dónde puede ir. Ustedes dicen si se aguantan o se van.
Las rebanadas del pastel
¡Qué lástima! Otro ídolo nacional que se derrumba por no respetar, ni de lejos, uno de sus apotegmas (con 6 mil pesos se vive de maravilla, coche y colegiatura privada incluidas, y ya entrados en gastos viajes al extranjero marca clasemediero). Se trata del carismático Ernesto Cordero, hoy agarrado de la ubre senatorial, a quien le descubrieron una nómina personal (con dineros de la nación, desde luego) por 2.4 millones de pesos mensuales para el pago de sus 41 asesores (así le llaman ahora a los aviadores, entre ellos quien fuera el primer cuñado de la nación, el siempre agradable Juan Ignacio Zavala, hermano de Margarita), es decir, casi 59 mil pesos promedio por cabeza cada 30 días.


¿La misión del poeta, su cometido, es sentir lo que siente hasta abrirse al sentido de lo sentido? Con relativa frecuencia pienso en eso, o llanamente eso.
Al terminar un poema uno sabe que lo sentido ha terminado y que empieza, y que apenas empieza, la generación de sentido: ya no más lo sentido, desde ahora el sentido, podríamos decir.
La escritura y corrección de un texto, desde luego poético (o nada más con expresa vocación literaria), buscan alcanzar, y hacer alcanzar, la percepción de la poesía desde, pero más allá, de las palabras.
Ya la escritura misma pudiera ser mirada como una corrección de lo por el sujeto escribiente percibido. Y no hay corrección, auténtica corrección, de la escritura que no conlleve una afinación de la visión, un mejor enfocar lo enfocado, un mejor conocer lo mirado.


Decenas de miles de brasileños volvieron a tomar ayer las calles de Sao Paulo y las inmediaciones de Río de Janeiro para protestar en contra del alza generalizada en las tarifas del transporte público, al denunciar la presunta corrupción en los gobiernos de distinto signo político y demandar la mejora de los servicios públicos. En capitales estatales como Porto Alegre y Recife, las manifestaciones de los últimos días derivaron en el anuncio de que se reducirán los precios en autobuses, metro y tren, en tanto que el alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, aceptó ayer mismo revisar el costo al público del primero de esos medios de transporte.

Comentarios sobre artículo de El Fisgón
He leído la polémica que suscitó el bien documentado artículo de Rafael Barajas (El Fisgón) acerca de las raíces fascistas del Partido Acción Nacional. Pese a la negativa que hacen los teóricos de la Fundación Miguel Estrada, los genes fascistas no sólo estuvieron presentes en algunos de sus fundadores. Y no se expresaron únicamente en la revista pro nazi La Reacción (?) Están hoy y se manifiestan en el lenguaje común de algunos panistas del siglo XXI. Quien oiga con relativa atención a senadores o diputados notará que cuando alguno de ellos –de nuevo o viejo arribo al partido que nació para combatir la política transformadora del general Cárdenas– quiere presumir su raigambre de militante, suele referirse al presidente del PAN como el jefe nacional.

La primera señal me llegó biográficamente tarde. Con la muerte de aquellos pájaros sentí que algo violento había cambiado para todos. Como tragedia ya había ocurrido en diciembre de 1952 en Londres. Después el fenómeno se repetiría en otras partes.

Los arrestos transformadores del actual gobierno al parecer se agotaron en el discurso de campaña. A un año de que el PRI fue declarado triunfador de la pasada elección federal, el panorama que espera a los mexicanos se ha clarificado. La continuidad seguirá a marchas forzadas hasta consumir las pocas reservas de legitimidad que quedan al gobierno. Todas las llamadas reformas estructurales llevan el duro, nocivo estigma de la desigualdad. Pero todavía más lo certifican las posturas que se adoptan desde la cúspide decisoria ante casi cualquier circunstancia y oportunidad. Ninguna de las acciones que se han llevado a cabo apunta en dirección contraria al curso concentrador del ingreso. La lucha entre los factores, capital y trabajo, ya de por sí desbalanceada en favor del primero (60 a 40), sigue el curso previsto por las elites del país. Las condiciones de vida del grueso de la población, en cambio, se deterioran a pasos consistentes.

Durante los años que siguieron a la segunda guerra mundial, el mundo de las finanzas tuvo que subordinarse a los dictados de un esquema regulatorio que frenó sus ínfulas de dominación. La conferencia de Bretton Woods estableció un esquema regulatorio que en buena medida (no totalmente) estaba comprometido con el objetivo de abaratar el costo del dinero y, para ello, impuso un sistema de controles sobre los flujos de capital. Ese sistema internacional de paridades fijas fue una de las claves para alcanzar las altas tasas de crecimiento que marcaron la época de los años dorados del capitalismo mundial.

sde 1954 Julio Cortázar se sentía muy a disgusto por los textos que se publicaban. ¿Ha visto usted lo que se publica habitualmente en las revistas?, le preguntaba en una carta a Juan José Arreola. Los cuentos publicados, decía, eran producto de la haraganería o la incapacidad de los escritores porque eran difusos tratamientos de cualquier tema.


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