20 de junio: XII Día Mundial de las personas Refugiadas
Mientras aumentan las crisis humanitarias que fuerzan al desplazamiento de civiles y la violencia sexual contra las mujeres en conflictos armados se perpetúa, Europa se blindaI
Madrid,
18 jun. 13. AmecoPress. El 20 de junio se celebra el Día Mundial de las
Personas Refugiadas, una fecha para llamar la atención de la ciudadanía
sobre los aproximadamente 40 millones de personas obligadas a abandonar
su lugar de residencia al ver su vida y su integridad seriamente
amenazadas y sufrir persecución por causa de su origen, sexo, religión,
opinión política o pertenencia a determinado grupo social. Casi la
mitad de las personas desplazadas y refugiadas de todo el mundo son
mujeres.
ACNUR Euskal
Batzordea basa su trabajo con esta problemática en tres elementos: la
Equidad de Género, la Comunicación Participativa basada en las personas
y la construcción de Paz Positiva.
Emergencia en Siria: el mayor desafío humanitario
La
organización recuerda la crisis humanitaria que se desarrolla en Siria.
Más de 1.600.000 personas han huido del país desde que estalló la
violencia en marzo de 2011. Se estima que otros 4,25 millones de
personas están desplazadas dentro de Siria, aunque el número de
afectadas por la guerra es aún mayor. Prácticamente la mitad (49,1%)
son mujeres. Además, el 51% son niños y niñas menores de 18 años.
Estas personas
se han trasladado en busca de refugio principalmente al Líbano,
Jordania y Turquía, pero también a Egipto e Irak. Allí requieren ayuda
internacional para cubrir las necesidades básicas de refugio,
identificación, alimentación, salud, higiene, educación y protección.
“Siria como
civilización se está desmoronando con casi la mitad de su población en
necesidad urgente de ayuda por este salvaje conflicto”, dijo Antonio
Guterres, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.
Lo más urgente
es encontrar formas de enviar ayuda a 2,9 millones de personas que
viven entre las líneas de combate en el conflicto es una prioridad. Ya
se han puesto en marcha actividades para identificar a las personas que
en este contexto están más vulnerables: mujeres, niñas, niños y
personas mayores. Asimismo, se están desarrollando programas destinados
a apoyar a supervivientes de violencia sexual y basada en el género.
República Democrática del Congo (RDC): capacidad de resiliencia de las mujeres del Este
En la
República Democrática del Congo (RDC) las personas desplazadas dentro y
fuera del país suman más de 3 millones (1 millón sólo en Kivu Norte).
Al menos la mitad de estas personas son mujeres. La población al Este
del país lleva casi 20 años sufriendo múltiples violencias que impiden
su vida normal.
Entre otros
motivos, los recursos naturales únicos (el coltán, el oro, casiterita,
diamantes, etcétera) alimentan esos conflictos. Las empresas del sector
tecnológico, entre otros, que utilizan esos materiales en la
manufactura de sus productos sostienen en muchos casos el contrabando.
Las condiciones de extracción son de esclavitud.
Además, la
violencia sexual y basada en el género sigue siendo uno de los más
graves desafíos a los que debe enfrentarse la población. La inequidad
existente previamente provoca que, con el surgimiento del conflicto,
las mujeres sean el blanco de una violencia específica contra ellas,
simplemente por su condición de mujeres. En menor medida, los hombres
también son agredidos sexualmente como una forma de “humillación” que,
según los parámetros de inequidad, los “rebaja a una condición de
mujeres”.
Kyung-Wha
Kang, secretaria general adjunta para asuntos humanitarios de la ONU,
declaró este mes, en su visita al Hospital Panzi especializado en la
atención de víctimas de violencia sexual en Kivu Norte: "Supe a través
del Dr. [Denis] Mukwege, director médico del hospital que ha habido
realmente un incremento en la cantidad de mujeres y niñas que han
acudido al hospital para recibir tratamiento respecto de 2012”.
Actualmente, el hospital recibe a unas 300 supervivientes de
violaciones cada mes.
Darfur (Sudán): una década de devastación y resistencia
Darfur, en el
oeste de Sudán, también es escenario de un conflicto violento en el
cual las mujeres son agredidas de forma específica. Un total de 2,5
millones de personas viven desplazadas internamente en todo el país, a
las que se suman otras 500.000 refugiadas en el extranjero. Las
agencias humanitarias estiman que unas 90.000 personas se han visto
desplazadas en abril y mayo sólo de las localidades de Muhajeria y
Labado, en Darfur Este, Darfur Norte y Darfur Oeste. La mayoría de
estas personas son mujeres, niñas y niños que necesita urgentemente
refugio, alimento, agua potable y asistencia médica. Habitualmente
huyen de de las matanzas y los incendios de aldeas.
Las mujeres
que viven en las aldeas atacadas por las milicias janjaweed y los
grupos armados, son víctimas de todo tipo de agresiones, entre ellas
las violaciones sexuales. Una vez más, la discriminación preexistente
es la base que propicia su vulnerabilidad. Asimismo, las mujeres
desplazadas a los campamentos dentro y fuera del país son atacadas por
hombres residentes en ellos, así como por integrantes de los grupos
armados.
Las mujeres
darfuríes reclaman un espacio para ser oídas y decidir sobre su futuro
y el de la región donde viven. Si bien algunas iniciativas de consulta
las incluyen, las darfuríes no llegan a acceder a las mesas de
negociaciones.
Europa y España se blindan
Desde Accem,
organización especializada en el trabajo vinculado al asilo, advierten
que “en un momento en el que el número de refugiados en el mundo se
mantiene en torno a los 43 millones de personas, y en el que asistimos
a graves crisis de refugiados como las que estamos viendo en Siria,
Sudán o en Malí (estas dos últimas desaparecidas de los medios de
comunicación), en España se hayan reducido drásticamente las
solicitudes de asilo”.
En 2012 se
registraron únicamente 2.565 solicitudes de asilo, frente a las 7.664
de 2007 y las 6.309 de 2002; un porcentaje muy pequeño de las 297.000
solicitudes de asilo tramitadas en países de la UE en 2012, que se
incrementaron en un 7% con respecto a 2011. Uno de los factores que
explican esta reducción de las solicitudes de asilo en España radica en
las dificultades que encuentran las personas necesitadas de protección
internacional para acceder a nuestro país. El blindaje de la Unión
Europa para tratar de frenar la inmigración impide también la llegada a
Europa de las personas refugiadas. Particularmente, el férreo control
europeo de la frontera sur hace muy difícil la llegada a nuestro país
de las personas refugiadas y migrantes que proceden de los países
africanos. Además, las personas refugiadas realizan su viaje dentro de
los llamados flujos mixtos (refugiadas, migrantes, etc.), generalmente
a través de las redes ilegales de tráfico de personas, que se ven
reforzadas con el cierre de fronteras europeo.
Accem, además
de denunciar las enormes dificultades que encuentran las personas
refugiadas para acceder a suelo europeo y español y a la protección a
la que tienen derecho, quiere aprovechar este Día internacional para
reclamar que se reconozca el derecho a la protección internacional de
las personas que son víctimas de esa forma de esclavitud que es la
trata de seres humanos con fines de explotación, un colectivo de
especial vulnerabilidad al que es necesario garantizar una adecuada y
eficaz protección, y que está formado en gran parte por mujeres y
niñas.
Fotos: AmecoPress
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