OPINIÓN
OPINIÓN
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Silvia Núñez Esquer*
Cimacnoticias | Hermosillo.-
Cada
vez que se conmemora un año más de la tragedia de la Guardería ABC, las
acciones están marcadas por algún acontecimiento que lo distingue, por
algún sino. Sin duda este año se va a recordar por el estreno del
documental “ABC nunca más”.
Al ser el primer trabajo cinematográfico que documenta las historias de
madres y padres afectados por la tragedia en la ABC, ha causado un
grato recibimiento pues son los propios afectados quienes narran los
hechos y sus consecuencias en la salud, en sus relaciones
psicoafectivas, y en la imposibilidad de vivir un duelo normal, pues el
suyo se ha prolongado en ansias de la justicia que no llega.
La lucha por la sobrevivencia, las caídas, las levantadas, los
recovecos de la impunidad quedan descubiertos en una forma sensible y
humana, bajo la dirección de Pedro Ultreras.
Periodista y cineasta que se comprometió con las causas de la clase más
desprotegida, o en situación de vulnerabilidad, para la realización de
este largometraje hizo sinergia con las y los jóvenes de la empresa de
comunicación Sociedad Activa, dedicada a producir servicios y productos
comunicativos relacionados con causas sociales.
El sinuoso camino que siguen las y los migrantes quedó retratado en su
documental “La Bestia” y en la película “Siete soles”. De su trabajo,
hay una característica digna de resaltar: su marca es ponerse en los
zapatos y ver a través de los ojos de las personas, particularmente de
las mujeres involucradas.
Por primera vez, en “La Bestia” quedó documentado que las mujeres
también emigran a Estados Unidos, no como acompañantes, sino como
protagonistas principales, a costa incluso de perder calidad de vida, y
hasta una parte de su cuerpo por los accidentes que con frecuencia
sufren en la travesía.
Otra característica es que a Ultreras le gusta terminar con un dejo de
esperanza. Visibiliza también a las mujeres fuertes que se montaron en
el techo del tren, dos, tres, y las veces que fueran necesarias hasta
lograr su objetivo de cruzar la frontera.
El caso ABC fue un evidente golpe a las mujeres de la clase
trabajadora. Las violaciones a los Derechos Humanos alcanzan a muchas
otras personas que gravitan alrededor de las y los niños fallecidos y
afectados. Las principales, después de ellos: las madres.
Es por eso que Pedro Ultreras buscó meticulosamente quiénes de ellas
mostrarían la dimensión del agravio, de acuerdo al tamaño de lo que se
perdió. Desde 2010, un año después de la tragedia en la ABC, el
director de cine se trasladó a Hermosillo para realizar la
investigación que le permitiera estimar y decidir cuáles de las tantas
historias, dolorosas todas, habrían de representar a las demás.
Ultreras logró lo que se propuso: un producto exacto para la población
que más allá de los linderos de Hermosillo tenía noticia o sabía que un
día, hace algunos años, una ciudad se convirtió en el epicentro de la
fatalidad, cuyas revelaciones atravesaron todo el sistema político
mexicano.
Sin recurrir al chantaje emocional, ni mostrar cuerpos lastimados, su
reto era contar la historia y además salirse con la suya de reafirmar
que siempre hay una esperanza por venir. Su profesionalismo lo hizo
esperar el tiempo necesario para que los nacimientos que se muestran en
el documental se hicieran presentes a pesar de las adversidades.
No obstante, esto no compite con la exigencia de justicia. No es ni por
un momento la justificación para sentir que la bienvenida a los nuevos
seres sirva para perdonar u olvidar que los corruptos hayan arrancado
otras impunemente.
Al contrario, el documental “ABC nunca más” ha recrudecido el grito de
justicia de madres y padres que perdieron a sus hijas e hijos el 5 de
junio de 2009 en esa guardería de Hermosillo, Sonora. Sin él, tal vez
el cuarto aniversario de la tragedia hubiera sido recordado de otra
forma, como un día de luto y lucha, pero sin tanta resonancia nacional
e internacional.
La coordinación entre la “Marcha solemne de los 49”, realizada en la
Ciudad de México, rematando con la proyección en el Zócalo capitalino
del documental “ABC nunca más”, no podía haber sido más oportuna.
Mientras en Hermosillo 20 mil personas coreaban “¡No están solos! ¡no
están solos!”, cuando madres y padres del Movimiento 5 de Junio emitían
su comunicado, otras 15 mil, sentadas en la Plaza de la Constitución,
se enteraban de por qué esos padres no deben estar solos, y nunca lo
estarán.
Cuando a Pedro Ultreras le preguntaron si consideraba que habría
justicia con el nuevo gobierno de México por el caso ABC, simplemente
contestó que él tenía la ilusión de que sí la hubiera, pues la
esperanza no se la podía arrebatar nadie.
“Me iré más feliz si despierto la conciencia, que si me voy con un
galardón”, afirmó también cuando presentó el documental en la ciudad
del incendio.
Sin pretensiones hollywoodenses, el realizador echó mano del talento
local, por lo que jóvenes sonorenses le están agradecidos por la
oportunidad de participar en lo que ellos consideran una aportación
para la obtención de justicia para los deudos, a través de este
instrumento de difusión de la más grande atrocidad cometida contra la
niñez mexicana.
“ABC nunca más” es una película que nadie debe dejar de ver. Es el
primero, de los seguramente muchos trabajos en cine que se harán sobre
el tema, y que como ciudadanía debemos conocer para profundizar en cómo
es que madres y padres trabajadores requieren indiscutiblemente un
lugar adecuado para la atención, cuidado y desarrollo de sus hijas e
hijos.
El trabajo cinematográfico nos acerca a una necesaria auto evaluación
sobre cuánto sabemos, y sobre todo cuánto poder de decisión tenemos
sobre el lugar y las personas que cuidan a cada una de nuestras niñas y
niños. “ABC nunca más” nos pone frente al espejo, reflejándonos la
responsabilidad que tenemos sobre la niñez en general, y sobre nuestras
hijas e hijos en particular.
Pero también es nuestra conciencia cívica que se deja ver en las
acciones a las que nos hemos incorporado después del 5 de junio de
2009, para evitar que algo así vuelva a suceder. La vigilancia y el
marcaje que debemos ejercer sobre las autoridades responsables de las
políticas públicas, y sobre las judiciales para lograr, como si en ello
se nos fuera la vida, justicia por el caso ABC.
*Periodista sonorense, editora del sitio mujersonora.com, corresponsal
de Cimacnoticias en Sonora, e integrante de la Red Nacional de
Periodistas con Visión de Género.
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