Desde hace 15 años es hostigada por implicar a Estado en crimen
Claudia Julieta Duque es una comunicadora colombiana que forma parte de
una larga lista de periodistas amenazados por el ejercicio de su
profesión.
Su historia no dista de muchas otras, en las que las agresiones, seguimientos ilegales y actos de intimidación a su integridad y a la de su familia, se convierten en una cobarde estrategia de gente con el fin de detener investigaciones y denuncias que califican de “inoportunas”, sobre todo cuando el mismo Estado resulta involucrado.
Pues bien, el “pecado” de Claudia Julieta Duque fue encontrar evidencias que presuntamente demuestran que agentes del extinto Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) participaron en el asesinato en 1999, del abogado, pedagogo, humorista, filósofo, periodista colombiano, Jaime Hernando Garzón Forero.
Como consecuencia, se convirtió en blanco de difamaciones y amenazas hacia su integridad y la de su hija, que en ese tiempo era menor de edad. Hacia 2001, Duque fue secuestrada y hostigada al punto de llevarla al exilio.
Regresaba y se iba frecuentemente del país sudamericano. Sobre todo, cuando supo que el esquema de seguridad que le otorgaron para su protección pasaba informes de inteligencia en su contra.
En 2008, la Corte Constitucional en una sentencia ordenó al DAS a desclasificar la información que el organismo tenía sobre la periodista en sus archivos.
Como acto de “misericordia”, en 2011 la justicia colombiana la declaró como víctima de tortura psicológica, perpetrada por agentes del DAS. Además, Duque denunció en 2012 al ex presidente de Colombia y actual senador Álvaro Uribe Vélez, y al ex director general del DAS Jorge Noguera, por los delitos de injuria y calumnia.
Distintos organismos internacionales defensores de Derechos Humanos, como los eurodiputados del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria/Izquierda Verde Nórdica, le han demandado al gobierno colombiano que se castigue a los autores materiales e intelectuales que protagonizaron uno de los actos más vergonzosos a manos del DAS, organismo de inteligencia que velaba por la seguridad de la ciudadanía, y que resultó deslegitimado hasta su disolución.
Reclaman la captura del ex director de inteligencia, Giancarlo Auque De Silvestri, aún prófugo; e insisten en el compromiso que tiene la cancillería para emitir un pronunciamiento de respaldo a la lucha por la justicia de la periodista. Sin embargo, aún no se ha dado, y eso que debió realizarse antes del 15 de septiembre de 2015.
Aunque a principios de este año la Fiscalía General de la Nación citó a declarar a cuatro ex agentes del DAS por tortura psicológica, Claudia Julieta Duque asegura que comienza una –muy difícil– fase en su caso, debido a que algunos vinculados, según ella, mantienen fuertes relaciones de poder que los blindan del accionar de la justicia.
El caso de esta periodista ha servido como referente para exponer la verdadera situación del periodismo colombiano, uno de los oficios más peligrosos de ejercer, y se espera que casos como éste jamás vuelvan a ocurrir, especialmente en un país que se ufana de ser democrático, pero que olvida que sin prensa libre la democracia sería sólo una falacia.
Claudia Julieta Duque | Foto: Cortesía Women Human Rights Defenders
Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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