Luis Hernández Navarro
¡Milagro! El Santo Niño
de la APPO reapareció en Oaxaca. Dentro de una urna, con el paliacate
rojo cubriendo su rostro, la boina negra con una estrella roja de cinco
picos sobre su cabeza, cuerpo de resina, y una bazuca de tubos PVC en la
espalda, encabezó la multitudinaria marcha del magisterio y los padres
de familia del pasado 27 de mayo.
No iba solo. Con él, resurgió, también, la Virgen de las Barrikadas,
que tantos milagros hizo al movimiento de la Asamblea Popular de los
Pueblos de Oaxaca (APPO) en 2006 y 2007. Representación del ícono
guadalupano en blanco y negro, la madona proletaria se cubre el rostro
con una máscara antigases, mientras de su cuello cuelga un collar de
púas, y en su manto arden varias llantas.
Desautorizadas por la jerarquía eclesial, estas imágenes han
retornado como puente herético entre el actual movimiento
magisterial-popular y el que en 2006 cimbró los cimientos de la sociedad
y la clase política oaxaqueña exigiendo la salida del gobernador Ulises
Ruiz. No es exageración comparar ambos acontecimientos. Desde el pasado
15 de mayo, la protesta docente en Oaxaca se ha convertido en un
huracán que suma a su paso la inconformidad popular con vigor y
radicalidad creciente. En casi todas las regiones del estado se suceden,
día a día, marchas multitudinarias de padres de familia en apoyo a sus
profesores.
La hazaña de reavivar y relanzar la lucha de los trabajadores de la
educación de Oaxaca es, por supuesto, obra de la capacidad de
resistencia de docentes mismos. Pero su conversión en una fuerza popular
es resultado del pésimo cálculo de sus enemigos. La inescrupulosa
ofensiva contra la sección 22 desde el golpe de mano en el Ieepo, la
militarización de la capital del estado, el encarcelamiento de algunos
dirigentes sindicales y el anuncio del despido de casi mil 400 maestros
lanzaron a los padres de familia del lado de los docentes. La ofensiva
gubernamental tuvo un efecto bumerán.
Simultáneamente, la campaña electoral en curso, en la que candidatos y
partidos han protagonizado una incruenta guerra de lodo, ha dejado muy
mal parados al gobernador Gabino Cué, a Enrique Peña Nieto y a la
mayoría los aspirantes a gobernar la entidad. Ante los ojos de la
población, el rey y su corte han quedado desnudos. Y los beneficiarios
directos de este escandaloso espectáculo han sido, de rebote, los
maestros.
Más intensa que en Oaxaca es la revuelta en curso en Chiapas. El
pasado miércoles 25 de mayo por la noche, la población de Chiapa de
Corzo expulsó por la fuerza a los policías federales (PF) que se
hospedaban en el hotel La Ceiba. Indignadas por la represión a los
maestros, gritando
¡asesinos!, más de 2 mil personas resistieron las descargas de gases lacrimógenos que los uniformados les dispararon, hasta que lograron correrlos de la ciudad.
El mismo 25 de mayo, pero horas antes, cuando en las calles de Tuxtla
Gutiérrez la PF cargó contra los piquetes de maestros, la población
salió a defenderlos. Espontáneamente, les ofrecieron agua, refrescos,
alimentos y protección. No fueron pocos los pobladores que, arriesgando
su integridad física, increparon o enfrentaron directamente a los
agentes desde la retaguardia. Enardecidos, miles de ellos sumaron a las
ya de por sí numerosas manifestaciones de los docentes.
Las protestas en la entidad crecen cada día. El cabildo de
Tonalá demandó establecer una mesa de negociación y cesar la represión.
Este lunes 30, los transportistas pararon y este martes profesores y
padres de familia tomarán buen número de presidencias municipales.
Los maestros chiapanecos se han convertido en galvanizadores del
enorme descontento que existe en el estado. Hasta un amplio grupo de
pequeños y medianos empresarios, a quienes el gobierno estatal no ha
pagado servicios y obras, se ha sumado a sus movilizaciones. El EZLN
expresó públicamente su solidaridad a la causa de los mentores (http://goo.gl/bkWESM).
Oaxaca y Chiapas son las entidades donde la insurgencia magisterial
se ha imbricado masiva y profundamente con amplios sectores populares. Y
donde existe el mayor peligro de que se produzca una explosión de
descontento popular incontrolada. Pero distan de ser las únicas. Como se
ha visto en Michoacán y Guerrero, en casi todo el país los docentes han
efectuado todo tipo de protestas contra la reforma educativa.
El secretario de Educación, Aurelio Nuño, ha respondido
intensificando la represión, acusando a los líderes de la CNTE de
proteger sus privilegios y poniendo condiciones inadmisibles para abrir
una negociación.
Sus publicistas han difundido la idea de que Nuño Mayer acabó con el
mito de la coordinadora, y que la fuerza de la insurgencia se está
desinflando. Sin embargo, como se ha demostrado a lo largo de estos
últimos 15 días, el movimiento magisterial puede recordarle al
secretario las palabras de Pierre Corneille:
Los muertos que vos matáis gozan de cabal salud.
Ha pasado prácticamente un año desde que el gobierno federal se cerró
a negociar con la coordinadora cualquier cosa que no sea su rendición.
Un año en que, pasando por arriba de la leyes, se ha asesinado y
encarcelado a maestros, se les han girado órdenes de aprehensión, se les
ha retenido su salario y sus cuotas sindicales, se les ha calumniado y
denostado, y se ha impedido su libre tránsito. Lejos de solucionar el
conflicto, esta política lo ha avivado. Adicionalmente, ha abierto una
profunda herida (que puede hacerse aún mayor) con amplios sectores de
padres de familia.
Incapaz de reconocer su equivocación, temeroso de la desaprobación de
los empresarios que conducen la política educativa del país, embarcado
en la aventura de hacerse candidato presidencial a cualquier costo, Nuño
Mayer está arrastrando a la educación pública a una zona de desastre.
Su odio visceral hacia los maestros más humildes, su intransigencia y su
incapacidad de hacer política, están generando un problema nacional de
consecuencias imprevisibles.
Por lo pronto, reaparecieron ya en Oaxaca el Santo Niño de la APPO y
la Virgen de las Barrikadas. Por algo será. La mera verdad, yo no creo
ni en santos –sean paganos u oficiales– ni en milagros. Pero de que los
hay los hay...
Twitter: @lhan55
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