Madres de víctimas exigen se respeten símbolos del feminicidio
Una de las cruces rosas colocadas por activistas el pasado 5 de marzo en el Bordo de Xochiaca |
Madres de víctimas de feminicidio y activistas por los derechos de las
mujeres llenaron con cruces rosas las calles de Chimalhuacán, uno de los
11 municipios del Estado de México donde se decretó la Alerta de
Violencia de Género (AVG) por asesinatos y desapariciones de mujeres,
pero cuyo gobierno local impide que se visibilice este flagelo en la
demarcación.
La víspera, desde muy temprano, decenas de mujeres se dieron cita en Chimalhuacán, en el Edomex (primera entidad del país donde se declaró la AVG, en julio de 2015), para marchar y exigir a la alcaldesa, la priista Rosalba Pineda Ramírez, que respete los símbolos rosas que se están colocando en distintos puntos de la localidad para honrar la memoria de las víctimas de feminicidio.
Las activistas y madres de víctimas, que marcharon desde el Palacio Municipal hasta el Bordo de Xochiaca (canal de aguas negras y basurero colindante con el municipio de Nezahualcóyotl) colocaron decenas de cruces rosas afuera de la sede del gobierno local, cuyas puertas estuvieron cerradas por ser domingo.
En 2014, las activistas ya habían instalado cruces rosas afuera de ese Palacio Municipal, para llamar la atención a las autoridades sobre el asesinato y desaparición de mujeres; sin embargo, personal de Chimalhuacán retiró y destruyó las cruces.
Según el Informe del Grupo Interinstitucional y Multidisciplinario conformado para atender la solicitud de AVG en la entidad, Chimalhuacán ocupa el quinto lugar de entre los 11 municipios del Edomex donde más se cometen asesinatos dolosos de mujeres, ya que de 2005 a 2010 se registró un total de 42 casos de feminicidio tan sólo en esa localidad.
Las mujeres –de acuerdo con el reporte– estaban siendo arrojadas a lugares donde transitan automóviles, sin vigilancia y sin alumbrado público.
RECONSTRUCCIÓN
Este domingo, las mujeres también colocaron cruces en las calles La Barranca y Benito Juárez, donde, según la prensa local, se siguen encontrando cadáveres de mujeres.
En el Bordo de Xochiaca –cuyas aguas fueron por años el destino de los cuerpos de mujeres asesinadas–, las activistas reconstruyeron y pusieron nuevamente las cruces rosas de unos tres metros de alto que el pasado 29 de abril fueron desenterradas por personal municipal para realizar supuestas obras públicas.
Ese personal dañó las cruces, mismas que tuvieron que ser resguardadas por las mujeres que habitan las casas cercanas al Bordo, quienes además avisaron que el pasado fin de semana fueron hostigadas por personas no identificadas para que entregaran los símbolos.
Chimalhuacán, uno de los 11 municipios en los que se decretó la AVG como medida urgente para erradicar el asesinato y desaparición de mujeres, tiene la obligación –según la ley– de implementar acciones de difusión, accesible para la población, sobre la existencia de este problema.
Ante la falta de difusión y la prevaleciente violencia feminicida en el Edomex, el 25 de noviembre de 2015 y el pasado 6 de marzo las activistas decidieron instalar las cruces rosas, que semanas después fueron derribadas por las autoridades.
Al respecto, la defensora Irinea Buendía recordó que la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por el caso de Mariana Lima, su hija asesinada en Chimalhuacán pero que la autoridad judicial juzgó como suicidio, ordena la capacitación en perspectiva de género de todo el personal de las instancias municipales, pues son ellas a quienes recurren en primera instancia las víctimas de violencia.
También señaló que las medidas urgentes que contempla la AVG deben ser acatadas y ejecutadas por los gobiernos municipales, no sólo por el gobernador Eruviel Ávila.
Buendía exigió a la presidenta municipal que respete los símbolos que las madres de víctimas de feminicidio –entre ellas Norma Andrade, cuya hija fue asesinada en Ciudad Juárez, Chihuahua– colocan para “honrar la memoria” de sus hijas y visibilizar la violencia en la entidad. Advirtió que las veces que quiten las cruces serán las mismas que las mujeres regresarán a ponerlas.
Por su parte, el gobierno municipal y la edil no se han pronunciado ante el llamado de las activistas, ni han respondido a esta agencia sobre si realmente están llevando a cabo alguna obra pública que requiera la destrucción de los símbolos del feminicidio.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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