Red de ingenieras realiza proyectos en comunidades de Chiapas
¿Cómo pueden estar vinculadas las energías renovables y la perspectiva
de género? ¿Qué tienen que ver las celdas solares, por poner un ejemplo,
con las mujeres y la mejora de sus condiciones de vida?
Juana María Hernández Jarquín, coordinadora de la Red de Mujeres en
Energía Renovables y Eficiencia Energética (Redmere), lo tiene muy
claro, y por eso es que impulsó la creación de este grupo de ingenieras
en energía en Chiapas.
Está convencida que desde su trabajo como ingeniera en Energía puede
apoyar a que más mujeres se empoderen, desde sus propias compañeras
profesionales como otras que viven en condiciones de pobreza y
marginación.
El uso de energías renovables, además de los beneficios ambientales que
traen, proporciona beneficios sociales importantes. Las mujeres de los
lugares donde se instala una planta de energía renovable se pueden ver
beneficiadas con la oportunidad de nuevas formas de empleo, reducción de
jornadas domésticas y la mejora de la salud.
“Cuando se puede instalar, por ejemplo una bomba de agua, las mujeres se
ven beneficiadas porque ellas son las que acarrean el agua; esto mejora
su salud y condiciones de vida”, explica Juana María Hernández, la
primera persona en Chiapas que está certificada en energías renovables.
El uso de las energías renovables tienen que aplicarse con una visión de
género, de lo contrario podrían aumentar las diferencias dentro de las
comunidades beneficiarias, y para ello se debe impulsar la participación
femenina antes de que se instale el proyecto.
“Hay que conocer las necesidades de ellas, qué es lo que necesitan, cómo
se pueden ver beneficiadas con un proyecto de energía renovable”,
comenta Hernández Jarquín.
En Chiapas, el número de ingenieras en Energía es reducido en
comparación de los hombres. Alrededor de 20 por ciento del total de
personas que egresan de esta carrera son mujeres.
Debido a los estereotipos de género, muchas veces las mujeres que se
gradúan de esta carrera no se dedican a la instalación de equipos de
energías, sino que se especializan en otras áreas.
“Para nosotras como mujeres es difícil salir a campo, entonces entre
nosotras tenemos que tender puentes que nos permitan ejercer mejor
nuestro trabajo. La red que construimos es una red sororaria”, destaca
la ingeniera.
La Redmere busca profesionalizar a las ingenieras en Energía, y fomentar
que más mujeres puedan empoderarse mediante el uso de energías
renovables. La conforman 25 ingenieras egresadas de la Universidad
Politécnica, Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, y el Instituto
Tecnológico de Cintalapa.
Este grupo sabe que juntas pueden avanzar más y ayudar que otras mujeres también vean la luz más pronto.
Juana María Hernández Jarquín | Foto: Revista Enheduanna
Por: Sandra de los Santos
Cimacnoticias/Enheduanna | Tuxtla Gutiérrez, Chis.-
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