Pedro Echeverría V.
1. En Venezuela hay tres o cuatro líderes antichavista en la cárcel y
los multimillonarios y el imperialismo –usando la propaganda de los
medios de información a su servicio- ha levantado protestas en el mundo.
En México en el sexenio de Felipe Calderón se asesinaron 100 mil pobres
y parece que en el sexenio de Peña Nieto se busca superar la cifra, y
nadie dice nada. ¡Qué son 200 mil muertos de las clases explotadas de
México si tienen mucha prole que los sustituya! Pero si un gobierno de
izquierda mete a sólo 100 millonarios a la cárcel por explotadores, por
mantener a parte de la población en la miseria y por acumular
gigantescos capitales, le dan golpe de Estado por el imperio.
2. Los bombarderos yanquis asesinan a cientos en Siria, a otros
tantos en Afganistán y como si nada importante hubiese pasado; pero si
en los cafés de Nueva York, Washington o Baltimore les colocan una bomba
suicida, puta en todo el mundo se armaría el alarido. Con estos
primeros bombardeos Trump alcanzó la categoría de asesino igualando a
todos los presidentes yanquis. Estamos esperando lo que hará con la
Corea del Norte que le ha prometido una respuesta rápida e inmediata.
¡Éntrale “Trumpito” asesino, a ver cómo nos toca!, ha dicho el gobierno
de Corea que sigue sufriendo la división de su territorio por el imperio
yanqui desde los años 40. ¿Se atreverán los yanquis a iniciar otra gran
guerra?
3. Necesitamos que Corea del Norte, con sólo 27 millones de
habitantes, nos enseñe a hacerle frente a ese poderoso imperio yanqui
que en México lo llevamos cargando a los pocos meses de haber declarado
nuestra independencia en 1821. ¿Puede olvidarse acaso aquella consigna
yanqui de “América para los americanos” de la Doctrina Monroe de 1823?
¿No se recuerda acaso que desde entonces ya habían organizado su partido
político, las “Logias Yorkinas” para enfrentarla a las “Logias
Escocesas” que venían de Europa? Si todos los pueblos y sus gobiernos se
comportaran con la dignidad de Corea en el mundo habría mucho respeto y
no sumisión como México.
4. Nuestro pobre pueblo no ha podido levantar su cabeza porque ha
tenido que soportar gobiernos cobardes y entreguistas. Apenas logró su
independencia del colonialismo español que lo sometió durante tres
siglos, inmediatamente se clavaron los imperios francés, inglés y
yanqui, así perdió más de la mitad de su territorio y desde entonces se
hizo lacayo ante EEUU que lo agarró fuerte de los testículos. Desde
entonces, por más lentamente que reviso la historia, nunca hemos hecho
el menor esfuerzo de quitárnoslo de la espalda. Y hay quienes damos
brincos para tirarlo, pero hay otros, la mayoría, que les parece más
cómodo tenerlo prendido por atrás.
5. Después de 1847/48 que nos bombardearon, invadieron y nos
obligaron a firmar, no hubo ningún esfuerzo de México por su autonomía.
Observaron los yanquis la invasión y el imperio francés, tuvieron
privilegios durante el Porfiriato e intervinieron en 1914 durante la
Revolución; en 1923 impusieron los Tratados de Bucareli; en 1929
intervinieron en la Guerra Cristera; en 1938 se opusieron a la
expropiación petrolera; en 1941 se llevaron a México a la Guerra y,
desde entonces, han hecho de México lo que han querido. Desde 1982, con
la imposición del neoliberalismo y la Carta de Intención, México no ha
sido otra cosa que el “patio trasero”.
6. Pobre México tan lejos de su dignidad y tan cerca de su verdugo.
Estoy seguro que los pueblos oprimidos cambiarán de posición y lugar
respecto a sus opresores; así tiene que ser cuando las cosas se pongan
de pie. Como la historia no concluye y no sabemos lo que pasará en los
siguientes siglos, no se puede asegurar de que México seguirá sometido y
que no se levantará al fin para enterrar a quienes lo han mantenido en
cientos de años en las más oprobiosas condiciones. Las esperanzas son
muy grandes por ello cubren a todos y no se pueden perder, aunque pasen
muchas generaciones. (17/IV/17)
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