Placeres y Saberes
Adam Smith, el padre de la economía moderna, escribió que no era por la
benevolencia del carnicero y el panadero por lo que podíamos cenar cada
noche, sino porque ambos se preocupaban por su propio bienestar; así, el
ánimo de lucro hacía girar el mundo y nació el Homo economicus. Cínico y
egoísta, el Homo economicus ha dominado nuestra concepción del mundo
desde entonces y su influencia se ha extendido desde el mercado hasta la
manera como compramos, trabajamos y coqueteamos. Sin embargo, Adam
Smith cenaba cada noche gracias a que su madre le preparaba la cena, y
no lo hacía por egoísmo, sino por amor.
Hoy la economía se centra en el interés propio y excluye cualquier otra motivación. Ignora el trabajo no remunerado de criar, cuidar, limpiar y cocinar. E insiste en que si a las mujeres se les paga menos es porque su trabajo vale menos, ¿por qué, si no? La economía nos ha contado una historia sobre cómo funciona el mundo y nos la hemos creído hasta el final. Pero ha llegado el momento de cambiar esa historia. En esta atrevida mirada a la crisis actual, Katrine Marçal se enfrenta al mayor mito de la actualidad y nos anima a acabar con el Homo economicus de una vez por todas.
Libro: ¿Quién le hacía la cena a Adam Smith?
Una historia de las mujeres y la economía
Penguin Random House
Primera edición en México, febrero 2017
Imagen retomada del portal librosylibreros.com.ar
Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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