Tatiana Coll
Hace unos 15 días el dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa, dijo que
México debe prevenirse para no caer en la oscura caverna del populismo, algo que ha venido repitiendo como eslogan electoral contra cualquier atisbo de posible cambio en el país.
A mi me pareció que esta expresión se adecuaba acertadamente para calificar la propuesta denominada
Nuevo Modelo Educativo: Educar para la libertad, parte medular de la reforma educativa. Es populismo electorero, del más burdo, decir que este gobierno pretende educar para la libertad, basta recordar a los 43 de Ayotzinapa, los maestros y periodistas impunemente asesinados. Ochoa Reza señaló que nunca el populismo y la demagogia serán el camino para la democracia y la libertad de una sociedad. Como dice el dicho popular,
el burro hablando de orejas. No ha habido en la historia de este país, y de muchos otros, un ente político capaz de mayores cantidades de demagogia que el PRI y los gobiernos que ha encabezado durante años. Tal vez lo único comparable a su dosis de demagogia sea la del cinismo que esparce impunemente.
Esencialmente el mal llamado
nuevo modelo, como ya señalamos junto con otros analistas, no tiene nada de nuevo, presentado por primera vez en 1971 por Edgar Faure tuvo una gran influencia mundial en aquellos años. Baste recordar en nuestro país las propuestas, esas sí innovadoras, de los CCH, de la UAM, incluso de la UPN, basada en procesos de
investigación-exposiciónpor parte de los alumnos como método pedagógico de
aprender a aprender.
Propuestas que constituyeron verdaderas reformas educativas y que
desgraciadamente se han venido desgastando y diluyendo a partir del
embate de la educación neoliberal y sus manoseadas competencias y
eficiencias.
A estas alturas, después de años y años de repetir la cantaleta de la
calidad-evaluación, de la medición, de la estandarización, de la
certificación y competitividad en el servicio educativo, etc…etc,
resulta demagógico y fraudulento lanzar un
nuevo modelocomo el presentado por la SEP. En realidad no es más que una propuesta electorera para incautos. Un discurso oportunista para simular un cambio en un difícil periodo electoral, sembrado de corrupción por doquier.
La educación siempre ha sido el territorio preferido para construir
este discurso electoral grandilocuente y aparentar un interés social
inexistente. Si hubiera dudas al respecto, lo confirmó el mismo titular
de la SEP al señalar que: no hay garantías de la continuidad de la
reforma educativa y del modelo educativo (La Jornada 31/03/17). A menos, por supuesto, de que gane las elecciones el PRI. Ya es pues elemento de chantaje político-electoral.
Todos los maestros saben perfectamente que es un despropósito
inoperante decir que habrá autonomía curricular y de gestión escolar,
estando sujetos al control de SEP y a las evaluaciones del Servicio
Profesional Docente (SPD). El documento del
nuevo modelopresenta 14 innovaciones, la mayoría de ellas obviedades. La primera dice:
articula los componentes del sistema educativo, la segunda es inmejorable:
se formula de manera explícita, o la cuarta:
selecciona aprendizajes clave y los articula con los contenidos, ¿entonces nada de esto ocurría en los modelos anteriores? La sexta se refiere a la autonomía curricular, dicha autonomía en realidad se reduce a una o dos horas/semana, sobre temas predeterminados o talleres ya existentes ¿pretenden convencer a alguien? La octava señala que la autonomía de gestión se dará
bajo el liderazgo del personal directivo¡faltaba más! El conjunto descansa sobre la esperanza de que
los estudiantes deben ser resilientesy los maestros también. Una oscura caverna de demagogia.
El más reciente
debateentre el INEE y la SEP parece reflejar lo que ya hemos señalado hasta el cansancio: la imposibilidad de aplicar este sistema de evaluaciones al millón y medio de profesores. Apenas llevan 150 mil sumados los de 2015 y 2016, 10 por ciento. Si este año se lanzan por otros 150 mil en plena campaña electoral requerirán de una movilización policiaca brutal. Además, en 2019 tendría que empezar de nuevo la evaluación de los primeros, sin haber avanzado más allá de 30 por ciento en el mejor de los casos.
Henry Giroux, conocido teórico y profesor, ha presentado un
Manifiesto para la pedagogía crítica: las reformas que golpean a los profesores nunca van a tener éxito, en el cual, entre muchas otras cosas, plantea que
Desde la década de 1980, las escuelas se han convertido cada vez más en centros de pruebas que desactivan a los maestros y estudiantes, por ello si los
multimillonarios de derecha y los apóstoles del poder corporativo continúan por este caminolas escuelas se convierten en
zonas muertas de la imaginación.
Estuvimos hace unos días en el Primer Congreso de la Asamblea Estatal
Democrática (CNTE) de la Sección 40 de Chiapas, donde cientos de
maestros interesados, creativos,
debatidoresincansables, perfilaron las propuestas de una educación alternativa y necesaria, una educación comunitaria y liberadora. Ese es el único camino para recuperar la escuela pública.
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