Los planteamientos anteriores se encuentran plasmados en el nuevo libro Fortuito de la periodista Luciana Wainer, que ayuda a visibilizar la cara oculta de la criminalización del aborto en México.
Las historias que se relatan en este libro empiezan en un baño, continúan en una celda y concluyen en una batalla legal. A través de testimonios entrevistas, cifras y expedientes, se reconstruyeron las historias de Dafne McPherson, Susana Díaz Dueñas, Aurelia García, Malena Ramos e Imelda Fernández, define en su libro la periodista.
«Cinco mujeres que después de tener una emergencia obstétrica fueron acusadas de homicidio doloso u homicidio en razón de parentesco», refirió.
Sus casos como los de otras 200 mujeres que se han podido documentar en México permanecen en los límites de la legalidad, en los vacíos jurídicos que llenan las páginas de los códigos penales, lejos de los radares de los informes oficiales, lo que los convierte en indetectables o, lo que es peor, en Invisibles, sustenta en las páginas de Fortuito.
De esta forma es como se criminaliza el cuerpo de las mujeres, sin que la autoridad, se detenga a reflexionar, en que más bien se trataba de una emergencia médica. En nuestro país subsisten los prejuicios que juzgan sin miramientos a las mujeres, en lugar, de comprender que en ese momento, ellas están pasando por una situación cruenta.
La constante en la problemática son mujeres que tienen emergencias obstétricas, partos prematuros, abortos fortuitos o partos fortuitos y, que son criminalizadas por el delito de homicidio, homicidio en razón de parentesco, filicidio o infanticidio.
De acuerdo con datos de GIRE publicados en Maternidad o castigo, a partir de la entrada en vigor del Código Nacional de Procedimientos Penales en 2014, el delito de aborto en México se clasifica como no grave, por lo que las mujeres pueden permanecer en libertad mediante el pago de una caución o fianza y continuar con el proceso fuera de prisión, según lo establecido en el artículo 19 de la Constitución.
A pesar de que esto representa un cambio positivo, es importante tomar en cuenta que dicho pago representa una carga significativa para la mayoría de las mujeres que enfrentan procesos penales, que provienen de contextos de marginación económica y que podrían no tener los recursos suficientes para cubrirlo.
GIRE señala en el mismo informe detalla que las sanciones por el delito de aborto para las mujeres se clasifican en penas privativas de la libertad, que van desde 15 días hasta seis años o multas.
El libro de Luciana Wainer, Fortuito. El otro lado de la criminalización del aborto en México, se confeccionó en los talleres de Editorial Grijalbo y, su primera impresión fue el 15 de febrero del 2024; justo con dos semanas de diferencia en la que la última mujer e historia relatada en su libro saliera en libertad, Malena.
La introducción del libro es una disertación, acerca de la apropiación lenta y gradual, en la que las propias mujeres toman consciencia de las distintas dimensiones para habitar sus cuerpos, Luciana compartió en la introducción de su libro:
«Nuestro cuerpo es el primer territorio tangible. Antes de que tengamos conciencia, antes de la idea y el sentimiento de pertenencia se nos impone como una realidad irrenunciable».«El cuerpo se transforma con los años, se vuelve arma, obstáculo, deseo, se muestra y se oculta, pero no nos abandona», por eso lo pensé como punto de partido en este libro, señaló.
De igual forma, la periodista Luciana Wainer hace referencia a otra escritora que es un referente, Margo Glantz, refiere, escribió que el cuerpo de las mujeres siempre ha sido un campo de batalla. Un campo -que hay que decirlo- en el que hemos perdido más de lo que hemos ganado.
La periodista Luciana Wainer quien encabeza el noticiero vespertino en el canal informativo ADN 40, escribió el libro con la intención de generar ciertos tipos de planteamientos y empatía para que la sociedad en su conjunto pueda conectar con estas mujeres.
La autora del libro Fortuito, detalló que es un tema invisibilizado, que es importante, que incluso, necesario que las autoridades se enteren de que esto ocurre en sus territorios:
«Muchas veces las autoridades no lo saben y por otro lado, creo que también es importante generar un cierto tipo de empatía de las causas de estas mujeres con la sociedad en su conjunto, que, ¿podemos ser todas, no?
La periodista dijo que se a la tarea de buscar cifras que sustentaran el material que pensaba redactar, de modo que al intentar conseguir cifras, terminó encontrando más historias que cifras:
«En ese sentido, el primer caso que encontró fue a través de la organización Las Libres, además, fue por un evento masivo que había ocurrido en Guanajuato».
Cuando comenzó a documentar historias, casos específicos de mujeres presas, básicamente por no tener los recursos para defenderse, «digamos que la constante, en la gran problemática, son mujeres que tienen emergencias obstétricas, partos prematuros, abortos fortuitos y partos fortuitos, siendo criminalizadas por ello», destacó.
Se criminaliza el cuerpo de las mujeres sin detenerse a pensar que era una emergencia obstétrica, la tipificación de estos delitos ocultos, por ejemplo, «en los casos de estas cinco mujeres, es que pasan 13, 16, 18 o 25 años en la cárcel, con sentencias de hasta 45 años».
A diferencia de lo que ocurre con el delito del aborto, que en la mayoría de los Estados ya no implica ir a prisión, está despenalizado. Luciana reflexiona, «¿qué vuelve a estos casos invisibles? porque evidentemente es una emergencia obstétrica, no es un delito. Y, mucho menos un delito de homicidio.
Pasos hacia la despenalización
México ha dado pasos notables en la liberalización de las leyes de aborto. De hecho, en abril de 2007 el entonces Distrito Federal aprobó su despenalización y comenzó a ofrecer el servicio en hospitales públicos e instituciones de salud, esto fue posible gracias al impulso de los grupos feministas, un logro que parte de un largo camino que ubica a México a la vanguardia de América Latina en el tratamiento humanitario del aborto.
Luego del fallo de la Suprema Corte de Justicia de México en septiembre del 2023, se ha avanzado significativamente hacia la despenalización del aborto, con 12 de los 32 estados tomando esta medida. En la mayoría de estos estados, los congresos locales votaron a favor de despenalizar el aborto modificando la legislación local. En 2 estados, el cambio se produjo a través de sentencias de la SCJN.
Aborto sigue como delito federal
Según Human Rights Watch, el aborto seguía siendo un delito federal, excepto en los casos de violación y de peligro para la vida de las mujeres. Esto significaba que, incluso en los 12 estados que despenalizaron el aborto, los proveedores de salud federales no prestaban servicios de aborto, ya que operaban de acuerdo con el Código Penal Federal.
Esta contradicción legal entre códigos penales ha limitado el acceso a los servicios de aborto. Los sistemas federales de salud de México (IMSS, IMSS Bienestar, ISSSTE e ISSFAM, y PEMEX) atienden a dos tercios de la población, incluyendo las personas que cuentan con seguridad social a través de sus empleadores, las personas funcionarias públicas y los miembros del ejército, indica.
Esta sentencia sin precedentes de la SCJN, supone un enorme avance hacia la garantía de los derechos humanos en México. Significa que los servicios de aborto deben estar disponibles en todos los centros de salud federales y que ninguna mujer, proveedor o cualquiera que la ayude a abortar puede ser criminalizado en México.
Aún existen barreras para acceder al aborto en la práctica, incluso en lugares donde el aborto ha sido despenalizado y donde las instituciones sanitarias están obligadas a prestar servicios de aborto. Estas barreras incluyen la escasa disponibilidad de servicios fuera de las grandes ciudades, estereotipos y prejuicios en la atención médica, y la falta de aplicación de la legislación y directrices existentes, destaca Human Rights Watch.
Esta sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, también indica que es posible avanzar en materia de derechos humanos, y recuerda la importancia de una sociedad civil fuerte y un poder judicial independiente. El gobierno federal debe tomar medidas para reforzar los servicios de salud, a fin de garantizar el acceso al aborto para todas las personas, agrega. (Escrito por Rita Magaña, el 15 de febrero del 2024).
El caso Paulina y la Ley Robles: parteaguas para la ILE en México
(Escrito por Diana Hernández, 27 de septiembre del 2023) En 1999, la adolescente de 13 años Paulina del Carmen Ramírez Jacinto —originaria de Baja California— presentó un embarazo luego de que un desconocido entrara a su hogar para abusar sexualmente de ella. Aunque en su estado podía solicitar el aborto de manera legal, las autoridades (junto con la iglesia) hicieron de todo para detenerla… y lo consiguieron.
Paulina tuvo a su bebé en el 2000 y dos años después, en 2002, la Corte Interamericana de Derechos Humanos tomó su caso para luego determinar que el Estado mexicano había violado las garantías de la adolescente.
Antes de eso, también en el 2000, Rosario Robles Berlanga (quien en ese entonces era jefa de gobierno interina de la Ciudad de México) publica la llamada Ley Robles, la cual amplió las razones por las que no podía penalizarse el aborto en el entonces Distrito Federal.
Así, el código penal de la entidad estableció que la interrupción del embarazo no podía castigarse en casos de violación, por acciones imprudenciales de la mujer, cuando la salud de la madre estuviera en riesgo sin que hubiera peligro de muerte, por malformaciones en el producto o cuando el embarazo fuera consecuencia de una inseminación artificial no consentida. Además de esto, con la Ley Robles se estableció de manera clara cómo debían actuar las autoridades de salud y de justicia cuando una mujer solicitara el aborto por casos de violación.
Siete años después, en 2007, la Ciudad de México se convertiría en la primera entidad de México en despenalizar el aborto. Después de eso, la discusión siguió multiplicándose en diferentes estados hasta llegar a las nueve entidades donde las mujeres ya pueden recurrir a la ILE. Y entre una y otra legislación, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emitió un dictamen que despenalizó el aborto en todo el país en 2021.
En este recuento hay muchas historias y personajas que omitimos pero que respaldan la decisión de cada una mujer que decide abortar en México. El camino que falta puede parecer mucho y muy cansado, pero mientras la organización persista, el lema seguirá siendo el mismo: «Educación para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir«. Por un México feminista, alcemos la voz este 28S.
Lado luminoso
La periodista señaló que a pesar de estas historias, «terribles, brutales, dolorosas; creo que hay una parte muy, muy luminosa, el de Las Colectivas, Las Activistas, de Las Abogadas, que son las que ponen el cuerpo ahí, todo el tiempo y, son las que salvan a estas mujeres», definió.
Luciana celebra esa red de apoyo, que son las que conllevan el verdadero mérito de ayudar a sacar de la cárcel a mujeres que, por sus condiciones sociales y la falta de recursos económicos para obtener una buena defensa, y por ello, se les condena al encierro y al olvido.
Refirió, «son estas redes que se tejen, a veces son familiares, a veces son amigas, a veces son desconocidas, a veces son abogadas. Pero lo cierto, es que creo que es el ejemplo más evidente de que los cambios los tenemos que hacer juntas, porque el camino individual es muy difícil, muy solitario y seguramente, con muchas trabas.
Es un libro cimbra y ayuda a poner visibilidad al contar las historias de cinco mujeres a las que la casualidad y el infortunio, las llevó a vivir en condiciones de reclusión. Hasta que mujeres y abogadas fueron por ellas y, se las arrebataron a la injusticia.
Tal y como Luciana, se cuestionó cuando intentaba escribir un libro sobre la legalización del aborto y, al comenzar a escarbar en las cifras, a preguntar con abogadas y activistas, se dio cuenta de que, en nuestro país, existe un abismo para entender, que aunque se vaya logrando la despenalización del aborto, existen otras figuras legales, que se asegurarán de mantener bajo llave a las mujeres y, a sus cuerpos.
Porque en esta sociedad patriarcal en la que vivimos, nuestros cuerpos son asediados, se les pone sello de pertenencia, o bien, son cosificados. Así que la batalla campal es por adueñarnos y habitar nuestros cuerpos, sin culpas, sin prejuicios. Y, con una mirada que surja desde el amor y la comprensión hacia nosotras mismas. Aprender a hablarnos bonito en privado.
Luciana Wainer, es maestra de Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Educación Especializado (CIDE). Trabajó como reportera, conductora y consultora en comunicación estratégica.
Actualmente, encabeza el noticiero vespertino en el canal informativo ADN 40 y comparte la titularidad del espacio radiofónico de noticias ¿Qué chilangos pasa? en Radio Chilango. Es creadora del pódcast Hijas y coautora del libro ´Una insurrección en la mirada. Crónicas infrarrealistas´
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