Pedro Echeverría V.
1. Advertía en pasado artículo que alguien me comentó: “por donde le rasques a México sale pus”, es decir, podredumbre, y ahora es el Nuevo aeropuerto de Texcoco. Publica Proceso: “Fueron unas cuantas empresas mexicanas y extranjeras, solas o agrupadas en consorcios, las favorecidas durante el sexenio de Peña Nieto con el otorgamiento de multimillonarios contratos de obra pública… Los consentidos del presidente son el Grupo Higa, pero no faltan los apellidos como Hank Rhon, Azcárraga, Slim, Ruiz Sacristán, Servitge… y empresas como OHL, Odebrecht y Mota-Engil. Son los beneficiarios de las pomposas reformas estructurales que defiende a muerte el gobierno actual” (25/III/18)
2. Tengo la convicción que los contratos en el aeropuerto están a nombre de los fieles socios favorecidos por Peña y varios políticos más. La revista Proceso explica que cuando Salinas en su gobierno (1988-94) vendía al por mayor la banca, las minas, las telecomunicaciones y las carreteras, se disparó el número de multimillonarios. Entonces sólo la familia Garza Sada aparecía en la lista de Forbes, seis años después México tenía a 24 en la lista de los más grandes multimillonarios. Mientras unos mil de convertían en poderosos el 80 por ciento de la población de debatía entre la pobreza, la miseria y el hambre. La fortuna de 16 mexicanos suma 141 mil millones de dólares (Más de dos billones, 635 mil 700 millones de pesos)
3. Hoy sí creo que López Obrador está jugándose la vida en serio. Exigir el revisión de los grandes contratos del aeropuerto y oponerse en serio a la privatización del petróleo y la electricidad, los negocios más grandes de México donde los intereses de los 50 hombres más ricos de México están en suspenso, es realmente jugársela la seguridad personal y la de su familia. Pienso que en la izquierda, por más grandes acciones que se han o hemos realizado contra la clase dominante en las guerrillas y las batallas en las calles, ninguna ha sido tan grande como la que en estos momentos enfrenta López Obrador con sus denuncias. Por ello pienso que hay que extender la conciencia de lucha contra la burguesía, hasta que comprenda el pueblo.
4. Nunca me han convencido los procesos electorales en México o en el mundo; nunca he votado porque me han parecido instrumentos de engaño del capitalismo para prolongar su vida, sin embargo siempre he estado atento y he ayudado a denunciar al sistema capitalista como sistema de explotación, de desigualdad y de opresión. Sin embargo los próximos tres meses (abril, mayo y junio) serán definitivos porque las confrontaciones llegarán a un punto máximo porque López Obrador –el candidato del pueblo que por lo menos 15 años ha visitado cinco veces todas las comunidades del país- tiene que obtener la Presidencia y, si eso no sucediera, no sabemos hasta qué grado podría llegar la lucha social.
5. Me empieza a parecer que ahora se va a expresar la lucha de clases en esta competencia electoral; no en su forma clásica de explotadores y explotados, sino entre poderosos (representados por el gobierno, el PRI, el PAN, el PRD, empresarios, medios de información y fuerzas armadas), y oprimidos y engañados representados por López Obrador y Morena, el PT, religiosos, clases medias bajas y el pueblo pobre en particular. He escrito más de medio centenar de artículos apoyando y criticando a AMLO-Morena, pero a partir de estos días he considerado que López Obrador debe ser apoyado con mayor decisión porque está colocado en la mira de la clase dominante y para que suba el PRI y el PAN se tiene que echar abajo a AMLO. (27/III18)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario