Nueva York, 21 mar. 18. AmecoPress/SemMéxico.- Tarcila Rivera Zea definió a las mujeres indígenas como actoras en resistencia en la lucha por sus derechos.
La defensora de las mujeres indígenas y experta del Foro
Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU, dijo lo anterior
ante otras expertas de Asia y África que compartieron junto con Gladis
Acosta, Luisa Carvalho y Lola García-Alix, de la CEDAW, ONU MUJERES e
IWGIA, el evento paralelo Derechos de las Mujeres Indígenas es una
herramienta vital para garantizar la igualdad de género y el
empoderamiento económico y social.
En un evento paralelo al 62 Periodo de Sesiones de la Condición
Jurídica y Social de la Mujer, Tarcila Rivero clara, con la voz de una
mujer paciente, Tarcila Rivera Zea, habló sobre sus luchas, encima de la
colonización, ideologización, evangelización y politización que han
sufrido las mujeres indígenas lo que las ha desunido.
Pero Tarcila Rivera saca una luz de esperanza cuando sostiene que hoy
hay cambios. “Podemos oír a las hermanas de Asia y de África y ellas
nos escuchan”, más adelante afirma que todas hemos llegado a una misma
conclusión: no queremos violencias contra nosotras, contra nuestras
hijas, contra nuestras vidas, nuestros cuerpos, nuestros territorios
dice tras asegurar que las mujeres indígenas de Latinoamérica
entendieron que el despojo de sus tierras y de sus recursos, como el
agua, es violencia contra ellas.
Avances que son resultado de varios años de trabajo, de varias
generaciones de mujeres que se han revelado a seguir en un sistema que
las oprimía y que las sigue oprimiendo. Sus palabras son claras y
precisas, tanto que dibujan en el imaginario las luchas de mujeres
campesinas.
Tarcila, dicen cuando la presentan, parece que nadie necesita saber
que nació en Perú, en la comunidad de San Francisco de Pujas. “Es que ya
todas la conocen”, dice la moderadora de la mesa Lola García-Alix, del
Grupo de Trabajo Internacional para Asuntos Indígenas (IWGIA), ella
experta, madura y hasta sabionda dibuja una sonrisa.
Se refiere a la participación política de las mujeres, “donde hemos
asumido el desafío y no siempre hemos tenido buenas lecciones, pero
hemos aprendido”. La mayoría de las comunidades de base tienen
liderazgos femeninos, pero recuerda que muchas veces son incluidas en
las listas por el “caudal” de votos que ellas representan, “así
responden de buena o mala manera a la cuota de género”. Sin embargo, más
adelante rechaza la idea de que las mujeres aspiren a participar en
política si solo van como relleno.
Recuerda el Encuentro Latinoamericano de Mujeres Indígenas en Oaxaca
(2011) y ahí definimos el racismo y la discriminación como las peores
formas de violencia contra las mujeres indígenas y entendimos que ambos
actos destruían la autoestima
Hemos avanzado en los últimos 30 años, pero nos falta mucho, tenemos
que globalizar nuestras aspiraciones como mujeres indígenas, concluye
esta mujer bajita pero de grandes ideas.
Originaria de Kenia, África, Jane Meriwas, se refirió al contexto
cultural que da alas mujeres un lugar de exclusión, “en el fondo nos
quieren decir que como mujeres no somos nada”.
Vestida a la usanza de las mujeres de esa nación africana, Jane
Meriwas, dijo que la marginación hace que muchas mujeres crean realmente
que no valen nada, “usted nació ahí y no puede cambiar nada”, entorno
no amigable para las mujeres que viven en el campo.
De dónde vengo, añadió, es una zona ganadera, y aunque la costumbre
nos margina, hemos tenido algunos pequeños logros en materia de
representación política, hay una cuantas mujeres indígenas en el Senado,
en el parlamento, mujeres que son referente para las niñas y para otras
mujeres de Kenia.
Elina Horo, del Pacto de los Pueblos Indígenas de Asia, dijo que los
intereses políticos dividen a las comunidades indígenas de la India,
favoreciendo el despojo de sus tierras, porque a pesar de que tenemos
tierra no nos pertenece, porque las leyes no se aplican y tampoco el
gobierno reconoce los sistemas tradicionales.
El mayor desafío es la cada vez mayor reducción de espacio para el
trabajo con la sociedad civil y nos enfrentamos a mujeres que por el
contexto social creen que son inferiores y son presas de la violencia.
Gladis Acosta, ex titular de UNIFEM en Latinoamérica y experta en el
Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW),
dijo que las indígenas cada vez más se asumen como defensoras de
derechos humanos y por tanto deben ser tratadas como tales y no ser
criminalizadas.
La experta indicó que recién se hicieron recomendaciones a los
Estados para que se garanticen los derechos de educación, salud y
política de las indígenas, así como reconocer su liderazgo en las
propuestas para enfrentar el cambio climático.
Gladis Acosta indicó además que las mujeres indígenas deben entregar
sus propios informes ante la CEDAW, luego dijo que Ginebra será un
espacio para escuchar sus voces.
Lola García-Alix, de IWGIA, dijo que las experiencias y desafíos de
las mujeres indígenas de un lado y de otro son muy semejantes y están
cruzadas por la discriminación.
Somos conscientes de que las mujeres indígenas siguen padeciendo de
la falta de oportunidades y falta de acceso a servicios, desigualdad que
afecta a las mujeres de hoy y a las que vendrán en el futuro, pero
también al resto de sus comunidades. Condición que se agrava en
condiciones de conflictos armados.
Fotos: Archivo AmecoPress. SemMéxico.
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Internacional – Mujeres del mundo – Mujeres rurales – Derechos Humanos – Encuentros y Jornadas. 22 mar. 18. AmecoPress.
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