El director de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, aplazó para hoy
la decisión de declarar una emergencia pública de alcance internacional a
causa de la cepa de coronavirus conocida por ahora como
neumonía de Wuhan, en referencia a la ciudad china donde se reportaron los primeros casos en diciembre pasado. Dicho aplazamiento responde a que el comité reunido en Ginebra, Suiza, se encuentra evaluando la gravedad de la epidemia de la que hasta ahora se han confirmado 449 casos en China (la gran mayoría de ellos en la provincia de Hubei, cuya capital es Wuhan), cuatro en Tailandia y uno en Corea del Sur, Estados Unidos, Japón y Taiwán, todos éstos en personas recién llegadas de Wuhan. Este importante nodo comercial también es el único lugar donde se han reportado fallecimientos, 17 hasta el cierre de esta edición.
En México se descartó ayer la presencia de un caso mientras otro
permanecía en observación en Reynosa, Tamaulipas, donde un trabajador
del Instituto Politécnico Nacional que regresó de China el 11 de enero
presentó síntomas de resfriado común. El paciente se aisló de manera
voluntaria en su casa a la espera de un diagnóstico que estará listo en
aproximadamente 72 horas y se sabe que permanece fuera de peligro.
Mucho más rápido que la propia enfermedad se han difundido los
rumores y los temores frente al brote infeccioso, por lo que vale la
pena hacer algunas precisiones. En primer lugar, un coronavirus es un
agente infeccioso de forma circular que en los seres humanos causa
enfermedades respiratorias, desde un resfriado común hasta el temido
síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés). En
lo que respecta al virus de Wuhan, el subsecretario de Prevención y
Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, sostuvo ayer que su
letalidad es menor a uno por ciento, por lo que no sería causa de una
enfermedad de alto impacto, si bien éste y cualquier otro dato están por
confirmarse.
Así pues, una de las principales características del fenómeno social
desatado por el descubrimiento del también llamado 2019-nCoV es la falta
de información sólida que subyace a todos los reportes, algo lógico si
se considera que hace menos de un mes se tiene conocimiento de su
existencia y que hace sólo tres días las autoridades sanitarias chinas
documentaron el contagio del virus de humano a humano. Tanto el origen
del agente infeccioso como el trazo completo de su ruta de transmisión
están por determinarse, aunque se sospecha que fue transferido a los
humanos por otras especies animales.
Por lo dicho, no queda sino llamar a la población a mantener la
calma, ignorar rumores e informarse de manera oportuna mediante canales
oficiales, pues hasta el momento no hay razón alguna para alarmarse ni
señales que justifiquen conductas de pánico, las cuales podrían ser
mucho más dañinas que la propia enfermedad. De las autoridades cabe
esperar que comuniquen cualquier novedad de forma exhaustiva, precisa y
puntual, a fin de disipar los entendibles temores ciudadanos y prevenir
que la rumorología tome el lugar que corresponde a los datos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario