Nueva Identidad
Por Guadalupe Cruz Jaimes
México DF, 4 marzo 08 (CIMAC).- En 2004, la Secretaría de Salud publicó en el Diario Oficial de la Federación la resolución que modifica la Norma Oficial Mexicana de los Servicios de Planificación Familiar donde se incluyen dos nuevos métodos: el método de anticoncepción de emergencia y el condón femenino.
El condón femenino, al igual que el condón masculino, es un dispositivo de barrera utilizado para el control natal que también brinda protección contra las enfermedades de transmisión sexual (ETS), incluyendo el VIH-SIDA.
El condón femenino representa no sólo un eficiente método anticonceptivo y protector contra el contagio de enfermedades venéreas y el embarazo no deseado, sino también la liberalización de la sexualidad femenina: no más dependencia de la voluntad masculina.
El preservativo de uso femenino está hecho de poliuretano material más resistente y durable que el látex, que se ajusta al interior de la vagina y tiene un anillo en cada extremo. El anillo que se ubica en el interior de la vagina se ajusta sobre el cuello uterino, cubriéndolo con el material protector de goma, mientras el otro anillo (el cual está abierto) permanece fuera de la vagina y cubre la vulva.
Mide alrededor de 17 centímetros de largo, no tiene olor y no causa reacciones alérgicas, a diferencia del condón masculino hecho de látex. Tampoco afecta la flora vaginal ni la fertilidad en el futuro, no causa irritación significativa en la piel y puede emplearse junto a cualquier lubricante sin perder efectividad, no requiere de que se le retire de forma inmediata después de la eyaculación, ni interrumpe la actividad sexual y, además, da una sensación más cercana al sexo sin protección.
Su efectividad es de 97 por ciento y puede fallar en caso de ruptura, al igual que el preservativo masculino, que puede suceder antes o durante la relación sexual.
Es posible usarlo durante la menstruación, el embarazo o después de un parto reciente.
Las ventajas de este preservativo es que la mujer puede tener el control de la protección sexual: es 40 por ciento más resistente que el condón masculino; ofrece mayor protección (cubre los genitales internos y externos); es más cómodo para el hombre, ya que no aprieta el pene y disminuye la falta de sensibilidad del condón masculino.
Entre sus desventajas están que es más complicado insertarlo y extraerlo que la colocación del masculino, su costo (mayor) y que no tan fácil de adquirir en el mercado como los condones masculinos.
Su costo en el mercado puede llegar a ser dos a tres veces superior que el condón masculino, otra desventaja es que por su precio y la poca demanda no se encuentra en cualquier farmacia, su principal punto de venta son las condonerías y las sex shop.
CÓMO SE UTILIZA
Debe colocarse en una postura que resulte cómoda para la mujer que tiene que estar recostada y con las piernas abiertas. Con una mano se abre paso por entre los labios hasta el orificio vaginal y se introduce el anillo interno (colocándolo en forma de ocho) en la vagina procurando hacerlo llegar lo más profundo posible: con el dedo índice se introduce en el preservativo hasta donde se pueda.
El condón femenino estará bien colocado cuando el anillo interior se encuentra a la altura del hueso púbico. Una vez colocado por dentro, el otro anillo (el externo) quedará recubriendo los genitales externos y se puede caminar con él.
El condón se debe usar una sola vez. Después de la relación sexual se debe apretar y girar el anillo externo para asegurarse de que el semen permanece en el interior y luego retirar el condón tirando suavemente.
Puede ser necesario que la usuaria haga alguna planeación con el fin de tener acceso rápido a un condón en el momento de una relación sexual, y lo tenga así a la mano; sin embargo, es posible colocarlo hasta 8 horas antes de la relación sexual.
08/GCJ/CV
Por Guadalupe Cruz Jaimes
México DF, 4 marzo 08 (CIMAC).- En 2004, la Secretaría de Salud publicó en el Diario Oficial de la Federación la resolución que modifica la Norma Oficial Mexicana de los Servicios de Planificación Familiar donde se incluyen dos nuevos métodos: el método de anticoncepción de emergencia y el condón femenino.
El condón femenino, al igual que el condón masculino, es un dispositivo de barrera utilizado para el control natal que también brinda protección contra las enfermedades de transmisión sexual (ETS), incluyendo el VIH-SIDA.
El condón femenino representa no sólo un eficiente método anticonceptivo y protector contra el contagio de enfermedades venéreas y el embarazo no deseado, sino también la liberalización de la sexualidad femenina: no más dependencia de la voluntad masculina.
El preservativo de uso femenino está hecho de poliuretano material más resistente y durable que el látex, que se ajusta al interior de la vagina y tiene un anillo en cada extremo. El anillo que se ubica en el interior de la vagina se ajusta sobre el cuello uterino, cubriéndolo con el material protector de goma, mientras el otro anillo (el cual está abierto) permanece fuera de la vagina y cubre la vulva.
Mide alrededor de 17 centímetros de largo, no tiene olor y no causa reacciones alérgicas, a diferencia del condón masculino hecho de látex. Tampoco afecta la flora vaginal ni la fertilidad en el futuro, no causa irritación significativa en la piel y puede emplearse junto a cualquier lubricante sin perder efectividad, no requiere de que se le retire de forma inmediata después de la eyaculación, ni interrumpe la actividad sexual y, además, da una sensación más cercana al sexo sin protección.
Su efectividad es de 97 por ciento y puede fallar en caso de ruptura, al igual que el preservativo masculino, que puede suceder antes o durante la relación sexual.
Es posible usarlo durante la menstruación, el embarazo o después de un parto reciente.
Las ventajas de este preservativo es que la mujer puede tener el control de la protección sexual: es 40 por ciento más resistente que el condón masculino; ofrece mayor protección (cubre los genitales internos y externos); es más cómodo para el hombre, ya que no aprieta el pene y disminuye la falta de sensibilidad del condón masculino.
Entre sus desventajas están que es más complicado insertarlo y extraerlo que la colocación del masculino, su costo (mayor) y que no tan fácil de adquirir en el mercado como los condones masculinos.
Su costo en el mercado puede llegar a ser dos a tres veces superior que el condón masculino, otra desventaja es que por su precio y la poca demanda no se encuentra en cualquier farmacia, su principal punto de venta son las condonerías y las sex shop.
CÓMO SE UTILIZA
Debe colocarse en una postura que resulte cómoda para la mujer que tiene que estar recostada y con las piernas abiertas. Con una mano se abre paso por entre los labios hasta el orificio vaginal y se introduce el anillo interno (colocándolo en forma de ocho) en la vagina procurando hacerlo llegar lo más profundo posible: con el dedo índice se introduce en el preservativo hasta donde se pueda.
El condón femenino estará bien colocado cuando el anillo interior se encuentra a la altura del hueso púbico. Una vez colocado por dentro, el otro anillo (el externo) quedará recubriendo los genitales externos y se puede caminar con él.
El condón se debe usar una sola vez. Después de la relación sexual se debe apretar y girar el anillo externo para asegurarse de que el semen permanece en el interior y luego retirar el condón tirando suavemente.
Puede ser necesario que la usuaria haga alguna planeación con el fin de tener acceso rápido a un condón en el momento de una relación sexual, y lo tenga así a la mano; sin embargo, es posible colocarlo hasta 8 horas antes de la relación sexual.
08/GCJ/CV
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