3/17/2008

Lamentable actitud de Calderón en la Cumbre de Río

Lamentable actitud de Calderón en la Cumbre de Río
Rubén Durán Cachón


(Publicado en “Por Esto de Quintana Roo” el 13 de marzo de 2008)

Tras un discursillo intrascendente en la pasada reunión Cumbre del Grupo de Río, en el que se pronunció por la paz entre Colombia y Ecuador y afirmó que se investigará sobre la existencia de mexicanos relacionados con las FARC, la presencia del Felipe Calderón pasó desapercibida, a pesar de que los noticieros afines a su gobierno capitalista lo presentaron en numerosas ocasiones en cadena nacional tratando inútilmente de exaltar su figura en el evento.

Todo indica que a partir de los gobiernos del PAN, México perdió el liderazgo que mantuvo durante muchos años entre los países de América Latina, lo que nos llenaba de orgullo.

Las causas saltan a la vista. Durante el gobierno de Vicente Fox, es penoso aceptarlo, pero el ex presidente hizo un papel lamentable en cada una de sus giras al extranjero, al grado de que aún se le recuerda como el “hazme reír” de los mandatarios mexicanos, por todos los “dislates”, contradicciones, expresiones ofensivas y exabruptos que exhibió dentro o fuera del país (¿Alguien podría olvidar el “comes y te vas” de una conversación telefónica con el comandante Fidel Castro” o las “lavadoras de dos patas” o su despectiva referencia a “los negros” de EEUU?).

Felipe Calderón, en ese sentido, no canta mal las rancheras. Tiene como antecedentes el hecho de que, durante su campaña electoral, hizo sucias comparaciones de AMLO con el presidente Hugo Chávez de Venezuela con el fin de satanizarlo, lo que le valió desde entonces la enemistad de este gobernante que, quiérase o no, es un líder en Latinoamérica; además, las confrontaciones posteriores con el gobierno de Cuba y su descarado servilismo al gobierno de los EEUU como lo hizo su antecesor, nos han llevado al descrédito internacional como país soberano, pues ahora se nos ve como una nación gobernada por ineptos y rastreros al servicio de Bush y del capitalismo mundial

Pero volviendo presencia de Calderón en la reunión Cumbre de Rió, resulta más indignante aún que no haya manifestado una enérgica protesta contra el gobierno de Colombia por la muerte de Juan González del Castillo, estudiante de Filosofía y Letras de la UNAM, y que hasta hoy no asuma una firme defensa de la compatriota Lucía Andrea Morett Alvarez quien salió mal herida, ya que ambos se encontraban en el campamento de las FARC, en territorio de Ecuador, cuya soberanía fue flagrantemente violada por el ataque criminal que realizaron las fuerzas militares de Alvaro Uribe, presidente de Colombia, en su país vecino .

Lucía Morett es, además, una mexicana distinguida. Según publicó el Centro de Medios Libres, estudió la carrera de Literatura Dramática y Teatro en una escuela de la UNAM, acabó con créditos y realizó su servicio social en el IMER, donde recabó información para el Sistema Nacional de Noticias. Posee también un certificado en locución, y actualmente se encontraba documentándose para empezar a redactar su proyecto de tesis con el título de “El teatro de creación colectiva en América Latina: dos casos, Cuba y Colombia”, lo que demuestra que no era guerrillera como la han pretendido linchar algunos medios de difusión, sino una mexicana estudiosa que en calidad de civil realizaba un trabajo profesional con las FARC cuando fue arteramente atacada.

En suma, la presencia de Felipe Calderón sirvió en la cumbre de Río para menos que nada, o mejor dicho sí sirvió de algo, para comprobarnos una vez más que la vida y seguridad de los mexicanos comunes le importa un comino, y menos aún la de los estudiantes universitarios que ven con simpatías los movimientos libertarios de izquierda de América Latina… no vaya a ser que lo regañe su papá George W. Bush.

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